1. ¿Qué son los ángeles?
A. Introducción
B. Etimología
C. Apariencia de los ángeles
D. Funciones y tareas de los ángeles
2. ¿Qué dice la
iglesia católica sobre los ángeles?
3. ¿Se debe rezar a
los ángeles?
4. ¿Cuándo cometemos
idolatría?
5. ¿Cómo debemos
observar los cristianos a los ángeles?
1. ¿Qué son los
ángeles?
A. Introducción
Todos hemos visto en alguna película o serie cómo a alguien
que está a punto de hacer algo, le asalta la duda moral y no sabe si hacer el
bien o el mal.
Aparecen entonces dos figuritas minúsculas que le indican lo
que debe de hacer. Uno de los personajes es un diablillo que le anima a
portarse mal, y el otro es un angelito que le mueve a hacer lo correcto.
El ángel que vemos en estas y otras situaciones es
caracterizado siempre de la misma manera: pelo rubio, alas y una túnica blanca
o azul.
La imagen que tenemos de los ángeles en la cultura popular
es la de un ser bondadoso, algo ingenuo y amable.
A veces los ángeles son representados también por niños
pequeños regordetes, casi bebes, con caritas mofletudas.
Sea como fuere esta es una representación que se ha creado
el hombre y que no se ajusta a lo que nos dice la Biblia.
Los ángeles no son la voz de nuestra conciencia y en ningún
momento nos indican cómo debemos comportarnos ante un dilema.
Como veremos más adelante, los ángeles que aparecen en la
Biblia tienen otro tipo de tareas y a veces pueden llevar a cabo misiones que nos
pueden resultar terribles.
Otro concepto erróneo que tienen algunos de los ángeles es
que éstos son seres humanos que han fallecido.
En películas y dibujos animados se ve a menudo cómo a
alguien que acaba de morir le salen unas alitas en la espalda y un halo en la
cabeza y ascienden a los cielos.
Los ángeles no son personas que tras perecer se convierten
en estos seres espirituales.
Los ángeles son espíritus creados por Dios antes de que
existiéramos los hombres, y que tienen por objeto servir a Dios en todo
momento.
B. Etimología
La palabra ángel proviene del griego ἄγγελος (ánguelos) que significa emisario o
mensajero.
En elAntiguo Testamento se refieren a los ángeles con la
palabra מלאך (mal'aj),
con el mismo significado de mensajero o enviado.
C. Apariencia de los
ángeles
Ya hemos mencionado al comienzo de este artículo lo erróneo que
es el concepto que existe en el imaginario popular sobre los ángeles.
Los ángeles son espíritus creados por Dios mucho antes de la
aparición de los hombres y como entes espirituales que son, no tienen un cuerpo
físico.
En la Biblia podemos leer que los ángeles tienen diferentes
apariencias:
1. En algunos casos pueden tener la forma de un ser humano
normal, como aquellos ángeles que fueron a visitar a Abraham en el encinar de
Mamre.
Estos ángeles se comportan como seres humanos normales, y se
sirven del agua que Abraham les ofrece para lavarse los pies; también se
recuestan a la sombra de un árbol a descansar y comen lo que su anfitrión les
da: pan, carne de ternero, requesón y leche (Génesis 18).
Al día siguiente, estos mismos ángeles visitan a Lot y comen
panes sin levadura que éste les sirve.
2. Los ángeles pueden volar. Algunos de ellos, concretamente
los querubines y los serafines, tienen tres pares de alas. De ahí que ya desde
la Antigüedad se los representara con alas en la espalda.
3. En muchas de las ocasiones en que los ángeles se aparecen
ante los humanos estos reaccionan llenos de pavor, lo que nos indica que pueden
tener también una apariencia imponente y sobrecogedora.
a) Daniel se queda sobrecogido la primera vez que ve al
ángel Gabriel.
b) Cuando el ángel del Señor se le aparece a Zacarías para
anunciarle que su esposa Elisabet va a ser madre (del futuro Juan el Bautista),
Zacarías se asusta y el ángel tiene que tranquilizarle. (Lucas 1, 13)
c) Igual que Zacarías, María también se inquieta cuando ve
al ángel Gabriel (Lucas 1, 28-30).
d) Los pastores de Belén también se espantan cuando un ángel
del Señor les anuncia que ha nacido el Salvador. (Lucas 2, 9 y 10)
e) Los guardias apostados en el sepulcro de Jesús para
evitar que sus discípulos robaran el cuerpo se quedan petrificados por el miedo
cuando aparece el ángel del Señor:
“Y he aquí, hubo un
gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo, y al llegar
removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su
vestidura era blanca como la nieve. Los guardias temblaron por miedo de él y
quedaron como muertos”. (Mateo 28, 2-4).
f) También María Magdalena y su amiga María se quedan
atemorizadas cuando ven al ángel en la madrugada del domingo de Resurrección
(Mateo 28, 1-8) y (Marcos 16, 1-8).
g) La impresión que causa la visión de un ángel hace que tanto
Abraham y su sobrino Lot, como Josué y Daniel en el Antiguo Testamento, así
como el apóstol Juan en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento se sientan
movidos a arrodillarse y reverenciarlos:
- “Alzó sus ojos y
miró, y he aquí tres hombres que estaban de pie frente a él. Y al verlos,
corrió desde la entrada de la tienda para recibirlos, y se postró a tierra”.
(Génesis 18, 2). RVA 2015
- “Los dos ángeles
llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma,
y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra”. (Génesis
19, 1) RVA 2015.
- “Entonces Josué,
postrándose en tierra sobre su rostro lo adoró” (Josué 5, 14) RVA 2015.
- “Luego vino cerca de
donde yo estaba. Y cuando llegó, me atemoricé y me postré sobre mi rostro”.
(Daniel 8, 17) RVA 2015.
- “Yo me postré ante
sus pies para adorarle, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo
tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Pues
el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. (Apocalipsis 19, 10)
Algo que el ángel rechaza, pues como él mismo le indica a
Juan sólo Dios debe ser adorado.
4. En varios pasajes bíblicos, tanto del Antiguo como del
Nuevo Testamento se describe a los ángeles como seres imponentes, con aspecto
de ser de otro mundo.
Suele destacar la blancura refulgente de sus vestidos,
cuerpo como un relámpago, ojos de fuego y voz estentórea: "Entonces alcé mis ojos y miré, y he aquí un
hombre vestido de lino, cuyos lomos estaban ceñidos con oro de Ufaz. Su cuerpo
era como crisólito y su rostro como el aspecto del relámpago. Sus ojos eran
como antorchas de fuego, y sus brazos y sus piernas como bronce bruñido, y el
sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud”. (Daniel 10, 5-6) RVA 2015.
El ángel que anuncia la resurrección de Jesús a las mujeres
tiene un aspecto estremecedor también: “Su
aspecto era como un relámpago, y su vestidura era blanca como la nieve”.
(Mateo 28,3) RVA 2015.
5. En todos los casos, tanto si su apariencia es humana como
si es de otro mundo, los ángeles aparecen mencionados como varones, nunca como
mujeres o asexuados.
D. Funciones y tareas
de los ángeles
1. Ya hemos mencionado que tanto la denominación griega ἄγγελος (ánguelos) como la
hebrea מלאך (mal'aj)
significan mensajero.
La comunicación de mensajes divinos es la primera y
principal tarea de estos seres. La mayoría de veces que se hace mención a los
ángeles en la Biblia, aparecen anunciando mensajes de Dios.
A veces se presentan en persona para trasmitir la información y a veces aparecen en sueños y visiones.
2. Los ángeles también adoran a Dios permanentemente: “Por esto están delante del trono de Dios y
le rinden culto de día y de noche en su templo. El que está sentado en el trono
extenderá su tienda sobre ellos”. (Apocalipsis 7, 15)
3. Los ángeles pueden ser protectores de los justos.
4. Pero en numerosas ocasiones la misión de los ángeles es
más estremecedora, pues el Señor los utiliza para castigar a aquellos que
transgreden sus mandamientos.
a) Los ángeles visitan a Lot para comunicarle que el juicio
de Dios está a punto de caer sobre Sodoma y Gomorra (Génesis 19).
b) Después de haber padecido nueve plagas, el faraón seguía
sin dejar que los judíos abandonaran Egipto y marcharan con Moisés hacia la
Tierra Prometida. Es entonces cuando se cierne sobre los egipcios la décima y
última de las plagas: la muerte de todos los primogénitos.
Moisés informa a su pueblo de que deben pintar con un hisopo
empapado en sangre de un cordero pascual los postes y el dintel de sus puertas
para que el ángel destructor pase de largo:
“Porque el Señor pasará
matando a los egipcios, y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos
postes, pasará de largo aquella puerta y no dejará entrar en sus casas al destructor para matar”.
Éxodo 12, 23. RVA 2015
c) “Entonces el Señor abrió los ojos a Balaam, y
él vio al ángel del Señor de pie en el camino, con su espada desenvainada en su
mano. Balaam se inclinó y se postró sobre su rostro” (Números 22, 31) RVA
2015.
d) Dios envía a un ángel para castigar Israel por la falta
que había cometido su rey David, el cual había llevado a cabo un censo entre su
pueblo para ver de cuántos hombres podía disponer como soldados: "Cuando el ángel extendía su mano hacia
Jerusalén para destruirla, el Señor cambió de parecer acerca de aquel mal. Y
dijo al ángel que destruía al pueblo: —¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel del
Señor estaba junto a la era de Arauna el jebuseo" (2 Samuel 24, 16).
e) Senaquerib, rey de Asiria atacó Jerusalén en tiempos del
rey Ezequías. Sus hombres perecieron a manos del ángel del Señor “Aconteció que aquella misma noche salió el
ángel del Señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los
asirios. Se levantaron por la mañana, y he aquí que todos ellos eran cadáveres”.
(2 Reyes 19, 35) RVA
f) De nuevo aparece mencionado el castigo que iba a padecer
Jerusalén como consecuencia del censo que ordenó realizar en Israel el rey
David, en el primer libro de Crónicas, capítulo 21, versículos 15-16: “Dios envió un ángel a Jerusalén para
destruirla. Pero cuando iba a destruirla, el Señor miró y cambió de parecer
acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: — ¡Basta ya! ¡Detén tu mano!
El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán el jebuseo. Entonces David
alzó sus ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre el cielo y la tierra,
con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. David y los
ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio”. (1 Crónicas
21,15-16) RVA 2015.
g) Ya en el Nuevo Testamento, concretamente en el evangelio
de Mateo, Jesús anuncia que los ángeles eliminaran a los malvados en el fin del
mundo: “Así será el fin del mundo:
Saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán
en el horno de fuego. Allí habrá llanto y crujir de dientes”. (Mateo 13,
49-50). RVA 2015.
h) los Hechos de los Apóstoles, aparece un ángel que
aniquila al rey Herodes Agripa I, el cual se presenta en un teatro
magníficamente vestido y es aclamado como un dios. Herodes Agripa I se deja
querer y permite que sus súbditos lo ensalcen como si de verdad se tratara de
una divinidad, motivo por el cual es castigado “En un día señalado, Herodes, vestido de sus vestiduras reales, se sentó
en el tribunal y les arengaba. Y el pueblo aclamaba diciendo: “¡Voz de un dios
y no de un hombre!”. De repente le hirió un ángel del Señor, por cuanto no dio
la gloria a Dios. Y murió comido de gusanos”. (Hechos 12, 21-23) RVA 2015.
i) En la Carta a los Hebreos, capítulo 11, versículo 28 se
menciona que fue (un ángel) destructor el que llevó a cabo la matanza de los
primogénitos egipcios: “Por la fe celebró
la Pascua y el rociamiento de la sangre para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos”.
Hebreos 11, 28. RVA 2015
j) Los ángeles son los encargados de llevar a cabo la
destrucción del mundo en los últimos días: “Y
vi que otro ángel, subiendo del oriente, tenía el sello del Dios vivo. Y llamó
a gran voz a los cuatro ángeles a quienes les fue dado hacer daño a la tierra y
al mar, diciendo: “¡No le hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles,
hasta que marquemos con un sello la frente de los siervos de nuestro Dios!”.
(Apocalipsis 7, 2-3). RVA 2015.
2. ¿Qué dice la
iglesia católica sobre los ángeles?
En el catecismo de la iglesia católica podemos leer lo
siguiente: “La Iglesia venera a los
ángeles que la ayudan en su peregrinar terrestre y protegen a todo ser humano”
(la profesión de la fe, segunda sección, capítulo primero, artículo 1, Párrafo
5, parágrafo 352).
O también que “no se
opone al culto debido únicamente a Dios la veneración e invocación de los
ángeles”.
Siguiendo en esta línea nos encontramos que efectivamente
existen toda una serie de oraciones y devociones a los ángeles, sobre todo para
obtener su protección.
Se rezan letanías, rosarios, jaculatorias, novenas y
rogativas en las que se invocan a los diferentes ángeles y se les ruega
protección.
Existen plegarias dirigidas a los llamados Ángeles Custodios,
a los Arcángeles y al Ángel de la Guarda.
La oración más extendida entre los católicos para solicitar
la ayuda de los ángeles es la conocida como Ángel de Dios, que dice lo
siguiente:
“Ángel de Dios,
que eres mi protector,
a mí que te he sido
confiado
por la Piedad de Dios,
ilumíname, protégeme,
guíame y condúceme”.
Ya desde niño se enseña a los católicos a confiarse al Ángel
de la Guarda de la siguiente manera:
“Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me dejes solo ni de
noche ni de día,
no me dejes sólo que
me perdería”.
En el libro de la Liturgia de la Horas (concretamente el día
2 de octubre que es el que más se ocupa de la veneración de los ángeles)
podemos leer enunciados como los que siguen:
- "A sus ángeles
ha mandado Dios para que te guarden en tus caminos. ¡Cuánta reverencia debe
inspirarte esta palabra, cuánta devoción, cuánta confianza!”
- “Estas palabras
deben inspirarte una gran reverencia, deben infundirte una gran devoción y
conferirte una gran confianza. Reverencia por la presencia de los ángeles,
devoción por su benevolencia, confianza por su custodia”.
- “Seamos, pues,
devotos y agradecidos a unos guardianes tan eximios; correspondamos a su amor,
honrémoslos cuanto podamos y según debemos”
- En el Himno “Cantemos hoy a los ángeles” se hace a los
ángeles objeto de venerción con las siguientes palabras:
“Cantemos hoy a los
ángeles, custodios nuestros y hermanos, que velan por los humanos y van de su
bien en pos”.
- Otro himno presente también en el libro de la Liturgia de
las Horas es el himno “Ángeles de la gloria y del servicio”.
Los evangélicos afean a sus hermanos católicos que cometan
idolatría por venerar a los ángeles.
A menudo se aduce el versículo 18 del segundo capítulo de la
carta a los colosenses, donde Pablo reprocha a algunos fieles el culto que
profesan a los ángeles.
Los católicos se defienden alegando que, lo que el apóstol de
Tarso realmente atacaba, era una devoción exagerada hacia los ángeles que
habrían inculcado ciertas corrientes de carácter gnóstico.
La verdad es que, tanto si es desmedida o no la piedad y la
veneración hacia los ángeles, toda adoración a cualquier criatura humana o
espiritual es cometer idolatría y, por lo tanto, una ofensa a Dios, el único
merecedor de gloria.
3. ¿Se debe rezar a
los ángeles?
Una pregunta que nos podemos y aún debemos hacer los
cristianos es la de si es bíblico orar a los ángeles.
¿Está escrito en algún lugar de la Biblia que debamos rezar
a los ángeles?, ¿aparece quizá mencionado en algún versículo concreto de las
Escrituras que no debemos, bajo ningún concepto, dirigirnos a los ángeles?
No encontraremos ninguna frase en la Biblia donde se nos
anime a venerar a los ángeles, ni a ningún otro ser que no sea Dios.
Lo cierto también es que no hay ningún pasaje donde
expresamente se nos prohíba o desaconseje rezar a los ángeles, pero a lo largo
de las Sagradas Escrituras, desde el primer al último libro se menciona una y
otra vez que sólo debemos adorar a Dios. Dios no comparte la gloria sólo a Él
debida.
Todo lo que no sea dirigir nuestras oraciones a Dios es
idolatría y, por lo tanto, pecado.
Los ángeles son seres espirituales creados por Dios para
servirle y no deben ser objeto, como nada en la Creación, de adoración.
Dos pasajes hay en el Libro del Apocalipsis donde los ángeles
rechazaron ser objeto de adoración por parte del apóstol Juan:
a) El primer pasaje lo tenemos en el capítulo 19, versículo 10: “Yo
me postré ante sus pies para adorarle, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo
soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora
a Dios! Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19, 10) RVA 2015.
b) El segundo pasaje lo encontramos un poco más adelante, concretamente
en el capítulo 22, versículos 8 y 9:
“Yo, Juan, soy el que he oído y visto
estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar ante los pies del ángel
que me las mostraba. Y él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Pues yo soy consiervo
tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este
libro. ¡Adora a Dios!”. (Apocalipsis 22, 8 y 9) RVA 2015.
Y con esas últimas palabras del ángel deberíamos quedarnos
todos los cristianos: ¡Adora a Dios!
4. ¿Cuándo cometemos
idolatría?
Podemos ver imágenes de ángeles por todas partes: en
cuadros, estampitas, accesorios de joyería o bisutería, todo tipo de figuritas,
etc.
La Biblia nos advierte permanentemente que no debemos
hacernos imágenes porque el ser humano tiende a adorarlas por naturaleza y eso
es un grave pecado ante Dios.
Los propios judíos, el pueblo elegido por Dios, en su larga
travesía por el desierto tras abandonar la esclavitud de Egipto, se hicieron un
becerro de oro ante el que se arrodillaban para idolatrarlo.
Aquello fue una afrenta terrible ante Dios.
En las Escrituras se nos avisa que las imágenes acaban
conduciendo inevitablemente a la adoración de las mismas.
Es por eso que nunca debemos postrarnos ante ellas,
besarlas, rezarles, atribuirles algún tipo de poder o capacidad de protección.
Hacer eso es cometer idolatría.
¿En qué otras ocasiones se comete idolatría?
El cristiano puede estar cometiendo el gravísimo pecado de
la idolatría sin saberlo.
Muchas veces, con la mejor voluntad del mundo y de forma
piadosa, el fiel cristiano adora imágenes de santos, vírgenes o ángeles,
creyendo alabar así a Dios.
Pero lo que realmente está haciendo es justamente todo lo
contrario: desviar la gloria que solo el Altísimo merece para enaltecer unos
ídolos.
Se está cometiendo
idolatría en cualquiera de estas situaciones:
- Cuando tomamos parte en procesiones donde se muestran
imágenes, tallas, figuras, cuadros, bustos, etc. de ángeles.
- Cuando participa en romería donde se muestran imágenes,
tallas, figuras, cuadros, bustos, etc. de ángeles.
- Cuando se desplaza a alguna ermita, capilla, iglesia,
catedral, santuario, etc. en peregrinación, para solicitar la intercesión,
ayuda o protección de un ángel.
- Cuando depositan flores, velas, cirios, incienso delante
de cualquier imagen de un ángel.
- Cuando ofrece dinero para el mantenimiento del culto, o la
capilla, iglesia, etc. de un ángel.
- Cuando se ofrecen misas con motivo de la festividad de
cualquier ángel.
- Cuando se depositan exvotos o cualquier otro tipo de objetos
delante de imágenes de ángeles a modo de agradecimiento por algún favor o
intercesión.
- Cuando se frotan o besan estampitas con la imagen de
ángeles.
- Cuando se colocan estatuillas o cuadros de ángeles en los
hogares, oficinas, etc.
- Cuando nos colgamos del cuello o las muñecas medallitas o
imágenes de ángeles.
- Cuando usamos otro tipo de joyas y accesorios como
pulseras o pendientes con imágenes de ángeles.
- Cuando nos arrodillamos ante cualquier imagen.
- Por supuesto cuando se reza a ángeles (oración “Ángel de
Dios”) o se entonan himnos o canciones dedicados a la memoria de dichos ángeles
(himnos “Cantemos hoy a los ángeles” y “Ángeles de la gloria y del servicio”).
Entre algunos católicos está muy extendida la costumbre de
rezar la llamada “Coronilla de San Miguel Arcángel”, también conocida como “Rosario
de los Ángeles”.
Esta coronilla es un rosario con cuentas separadas en grupos
de tres y que se reza para solicitar la intercesión de cada uno de los nueve
coros de ángeles.
Se acompañan cada una de las invocaciones a los ángeles con
el rezo de un Padre Nuestro y tres Avemarías.
5. ¿Cómo debemos
observar los cristianos a los ángeles?
Los ángeles, al igual que nosotros los humamos, son seres
creados por Dios.
En el caso de los ángeles se trata de entes espirituales
creados antes que nosotros y cuya finalidad es la de servir y adorar a Dios permanentemente.
Los ángeles, como cualquier otro ser u objeto de la Creación,
no deben ser nunca objeto de veneración, pues la Biblia nos señala en numerosas
ocasiones que sólo Dios debe ser adorado.
En dos capítulos del libro del Apocalipsis se nos relata
cómo los propios ángeles rechazan ser reverenciados por el apóstol Juan: a) Versículo
10 del capítulo 19: “Yo me postré ante
sus pies para adorarle, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo
tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Pues
el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19, 10)
RVA 2015.
b) Versículos 8 y 9 del capítulo 22: versículos 8 y 9: “Yo, Juan, soy el que he oído y visto estas
cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar ante los pies del ángel
que me las mostraba. Y él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Pues yo soy consiervo
tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este
libro. ¡Adora a Dios!”. (Apocalipsis 22, 8 y 9) RVA 2015.
Los cristianos podemos y aún debemos aprender de los ángeles
a obedecer en todo momento a Dios y estar prestos a cumplir con su voluntad.
En este sentido nos pueden servir de ejemplo, pero nunca de
objeto de veneración.
Junto a los ángeles, ¡alabemos y adoremos a Dios!