El 14 de diciembre de 2004, es decir tal día como hoy hace
15 años, fallecía de infarto de corazón el escritor y papirólogo alemán Carsten
Peter Thiede.
Para recordar a este erudito de la papirología y darlo a
conocer un poco más al lector hispanohablante he redactado este artículo sobre
su vida, su obra y sus importantísimas investigaciones.
El que aquí escribe
tuvo la suerte de verlo y escucharlo en dos ocasiones hablar de Jesús, la
Resurrección y los discípulos en dos conferencias que dio en el auditorio
(Hörsaalzentrum) de la Universidad Técnica de Dresde, en la primavera del año
2000 y en la primavera del año 2003.
Eran estas conferencias organizadas por la agrupación
estudiantil cristiana Campus für Christus.
El profesor Carsten Peter Thiede
Vida de Carsten Peter Thiede
Infancia
Carsten Peter Thiede nació el 8 de agosto de 1952 en Berlín
Occidental (RFA).
Fue en la parte occidental de ciudad, por aquel entonces
dividida en dos partes por el famoso muro de Berlín, donde su hermano y él crecieron
en una familia cristiana tradicional, que solía ir de vez en cuando a la
iglesia.
Su padre era un funcionario público, concretamente subdirector
de una agencia federal que se ocupaba de las deudas que tenía el antiguo III
Reich con otras naciones. Rusia y la República Democrática Alemania (la
Alemania Oriental, o sea la comunista) no reconocían las agencias federales,
por lo que no existía para ellos como persona. Sólo podía salir de Berlín en
avión. Carsten Peter Thiede recuerda que el resto de la familia iba de
vacaciones en tren a encontrarse con él en Berlín Occidental.
Su madre era secretaria jefe de una empresa industrial, pero
abandonó su trabaja cuando tuvo hijos para dedicarse a su cuidado.
En la escuela Carsten Peter Thiede era especialmente bueno en
literatura, historia e idiomas: latín primero y luego griego. Le encantaba el
deporte, especialmente el hockey y el voleibol.
De hecho Thiede llegó a jugar a voleibol en la primera
división alemana y más tarde siguió jugando en Oxford y en Ginebra.
Más tarde confiesa que tuvo que abandonar esta afición
cuando la investigación a tiempo completo y la vida familiar no le dejaban
tiempo libre para el deporte.
Estudios y fe
Thiede estudia literatura comparada en Berlín así como algo
de historia clásica. También mejora su francés e inglés. Todo esto se combinó
para ayudarle en el estudio de la transmisión de la tradición desde la
antigüedad hasta la literatura moderna.
Se interesa también en la filología latina medieval porque ésta
cubría el período en el que termina el papiro escrito a mano y es cuando no
sólo comienza a aparecer el papel sino que finalmente se empieza a imprimir.
Todas estas áreas que comenzaron como curiosidad
desempeñarán un papel importantísimo en el estudio posterior de los primeros
papiros.
Carsten Peter llega a la fe gradualmente. En su último año
de universidad, sus amigos ven que no acaba de ser creyente del todo y le desafían.
Empieza a interesarse cada vez más por temas relacionados
con el cristianismo. Su fe va desarrollándose con lo que él llamaría “momentos
de conocimiento”.
Thiede comienza en la tradición luterana, en la denominada
iglesia unida. Esta realmente fue creada por el rey prusiano Federico III,
quien, cansado de las discusiones entre calvinistas y luteranos, junta ambas
corrientes para formar una sola iglesia.
Pero Thiede se da cuenta de había algo que echaba en falta
en el culto luterano y no fue hasta cuando marchó a vivir a Inglaterra y me
encontré con la adoración tradicional anglicana cuando supo lo que era.
Las experiencias en la capilla del Queens' College y en St.
Aldate's en Oxford así como en la Santísima Trinidad en Ginebra dan como resultado que Thiede se
convierta en un miembro entusiasta de la “Prayer Book Society”, la Sociedad del
Libro de Oraciones. Más tarde da un paso más allá y se ordena lector anglicano
(una especie de sacerdote laico) y para pasar a ser 15 años más tarde capellán
militar de la base del ejército británico en Paderborn, donde residió muchos
años.
Thiede se convierte en el primer capellán militar anglicano
del ejército británico de origen alemán de la historia.
Inglaterra
Su padre había sido director de escuela primaria de Berlín
antes de la guerra. Ahí había tenido alumnos judíos a los que había ayudado a
escapar de las garras del nazismo. Acabada la guerra retomó el contacto con algunos
de aquellos antiguos alumnos judíos. Uno de ellos, que había emigrado a
Inglaterra, se había convertido en un médico de cabecera en Londres e invitó a
Carsten Peter Thiede a pasar un mes con su familia.
En el año 1976 marcha a Oxford a realizar estudios de
doctorado. Elige esta universidad porque Queens tenía a un notable erudito
judío, el profesor S.S. Prawer, que era profesor de literatura alemana y
experto en literatura comparada. También allí en ese momento estaban el
profesor George Kilpatrick, un gran erudito del Nuevo Testamento, y Edgar
Lobel, uno de los mejores papirólogos y me interesé en los papiros del Nuevo
Testamento y su mundo.
Es en esa Universidad de Oxford donde Carsten Peter comienza
a interesarse en los papiros neotestamentarios y donde, como ya hemos
mencionado más arriba, también entra en la iglesia anglicana.
Docencia en Ginebra
Llega a Ginebra en 1978 como profesor titular de literatura
comparada.
Se considera muy afortunado por dos razones:
1. Thiede había sido elegido para este puesto de docente
entre 200 solicitantes interesados.
2. Ahí puede compartir experiencias e intercambiar
impresiones con George Steiner y dos grandes eruditos más en literatura comparativa
francesa y alemana.
Es en esta Universidad de Ginebra donde se encarga de
organizar también el primer congreso sobre Stendhal.
Matrimonio
Aunque Thiede vivía en Ginebra, nunca perdió contacto con
Oxford, volviendo allí una vez por trimestre para mantenerse el contacto con los
viejos amigos.
En una de estas visitas, recibe una invitación a la casa
familiar de un amigo y adonde regresa para quedarse en viajes sucesivos. En su
cuarta visita, conoce a la mujer con la que se iba a casar, Frances, hermana de
su amigo y que volvía a su casa del trabajo en el Ministerio de Agricultura de
Londres.
Thiede cuenta al respecto: "Creo que lo vi venir la primera vez que nos vimos. Parece ser que su
hermano le preguntó cuando nos presentó: "No te irás a enamorar de él,
¿verdad?"
Frances vive en Londres y Thiede en Ginebra. Para poder
verse, Thiede viaja continuamente a Londres.
El día de Pascua del año 1981 se compromete con ella y un
año después se celebra la boda en la parroquia de Monks Risborough en
Buckinghamshire.
Para que su mujer pueda continuar con su carrera Thiede
marcha a vivir a Londres.
Su mujer, Franziska Campbell, es un miembro muy comprometido
de la iglesia anglicana, lo que acerca a Thiede todavía más a la Iglesia de
Inglaterra.
Vida en Londres
En Londres Thiede se dedica a escribir libros, a producir un
programa de televisión y a trabajando para el Institute
of German Studies.
En 1984 se licencia como lector de la Iglesia Anglicana en
la Comunidad de St.-Margaret, en Roehampton: “estábamos rezando un día en St. Margaret y el vicario me preguntó si
quería ser lector. Así que me formé y
obtuve una licencia en 1984. La mejor capacitación fue con el vicario, Donald
Reece y sus lectores, que siguen siendo buenos amigos”
Hasta los primeros años de la década de los 90 Thiede
trabaja para varios medios de comunicación, como la
BBC y la ERF (una corporación evangélica alemana de medios, con sede en
Wetzlar) y también como redactor para la editorial alemana de contenido
cristiano R. Brockhaus.
En aquella época redacta “die älteste Evangelien-Handschrift”
(The Oldest Gospel Manuscript), “das Petrusbild in der neueren Forschung” (Simon
Peter from Galilee to Rome) y "Jesus, Life and Legend" además de
muchas publicaciones más.
Die älteste
Evangelien-Handschrift
En su primer libro Die älteste Evangelien-Handschrift (el
primer manuscrito de los Evangelios) Thiede retoma las investigaciones que
había llevado a cabo 14 años antes sobre los Rollos del Mar Muerto el
papirólogo español José O’Callaghan Martínez.
José O´Callaghan (enciclopèdia cat)
En concreto centra su atención en el papiro 7Q5.
Según José O’Callaghan se trata posiblemete de un fragmento
del Evangelio de Marcos.
Este trocito de papiro es minúsculo, escasamente mide 3,9 centímetros
de altura máxima por 2,7 centímetros de anchura máxima. Por si esto fuera poco
algunas letras son prácticamente ilegibles, por lo que cada investigador ha
querido interpretarlas a su manera.
Fragmento de 7Q5
O’Callaghan cometió la intolerable osadía de proponer que
esos trocitos de papiro eran dos versículos del Evangelio de Marcos,
concretamente los versículos 52 y 53 del capítulo 6.
Esta identificación suponía aceptar que ya existían textos
del evangelio de Marcos antes del año 70 a.C., año en que se destruyó Jerusalén
y desapareció su Templo. También la comunidad judía que vivía en el desierto
junto al Mar Muerto, en Qumrán, quedó desmantelada.
En otras palabras, O’Callaghan estaba diciendo que tres décadas
después de la muerte de Jesús ya había Evangelios, escritos por posibles
testigos de la vida de Cristo.
Esta conclusión O’Callaghan desafiaba las tesis ortodoxas del
mundo académico, lo que le valió verse aislado del mundo intelectual por más de
una década.
El posterior análisis de Thiede y la publicación de este
libro suyo volvieron a desempolvar el debate sobre la posible existencia de
textos del evangelista de Marcos en las cuevas de Qumrán.
Vuelta a Alemania
De Londres vuelve a Alemania, donde realiza labores
académicas en Gieβen. Más tarde ayuda a establecer una Academia de Medios
Cristianos en Wetzlar, donde se preparaba a la gente para escribir y producir
para televisión. Luego en Wuppertal pasa a ser editor académico senior de una
editorial.
Más tarde, a principios de los 90, se mudó a Paderborn donde
le nombran Director de Investigación Epistemológica Básica y se dedica íntegramente
a la investigación.
En medio de todo esto nacieron sus tres hijos: Miriam, Emily
y Frederick.
Paderborn es una ciudad que tiene una base militar con
aproximadamente 14.000 británicos y en 1992 le vuelven a licenciar como lector
para las Fuerzas Armadas Británicas donde hace labores pastorales y se siente
muy en casa.
Como ya hemos mencionado más arriba el caso de Carsten Peter
Thiede es realmente insólito: un alemán que sirve en el ejército británico primeramente
como pastor laico y más tarde, después de ser ordenado sacerdote en el año
2000, se convierte en el primer capellán alemán del ejército Británico.
La fama
En navidad del año 1994 Thiede se da a conocer al gran
público cuando la revista Times publica en su portada un artículo sobre las
investigaciones que Thiede había había llevado a cabo sobre tres pequeños
fragmentos de papiro que se conservaban en la biblioteca del Magdalen College
de Oxford.
Thiede había hecho público el resultado de dichas
investigaciones anteriormente en la
revista de papirología y epigrafía (Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik),
una revista especializada, alejada del gran público y que apenas atrae la
atención más allá de los expertos en estos temas.
La fama llega, así pues, en Noche Buena del año 1994. El
periódico "The Times" se enteró de la investigación de Thiede y ocupó
la portada. Nadie se lo esperaba, mucho menos Thiede.
Se abre un debate
El trabajo de Thiede con esas tres pequeñas piezas de papiro
antiguo descubierto en el Alto Egipto en 1901 y conservado en el Magdalen
College de Oxford causa una revolución dentro de los estudios del Nuevo Testamento.
Papiro Magdaliniense
Usando todas las habilidades que dispone, Thiede analiza los
fragmentos de papiro y llega a la conclusión de que estos fragmentos son el
texto evangélico más antiguo que tenemos en el mundo pues fueron escritos nada
menos que en los años 60 d.C.
Las implicaciones de este descubrimiento fueron
extraordinarias porque contradecían radicalmente lo que venían defendiendo los
críticos liberales durante generaciones, a saber, que los Evangelios se
pusieron por escrito mucho más tarde de la muerte de Jesús y por lo tanto los
redactores no pudieron ser testigos de la vida, enseñanzas y hechos de Jesús.
Estos mismos críticos también defendían las tesis del “vaticinium ex eventu” es decir, que dado
que los Evangelios se habían escrito mucho más tarde de cuando vivió Jesús, los
evangelistas pudieron incluir en ellos ciertos hechos históricos, como la
destrucción de Jerusalén y de su Templo, como profecías cumplidas que ya
predijera en tiempos Jesús.
El hecho de que se fechara un escrito evangélico pocas
décadas después de la muerte de Jesús implica que aquellos que lo redactaron
pudieron ser perfectamente testigos oculares de la vida de Jesus.
Esto pondría los evangelios nuevamente en manos de la
comunidad que conocía el ministerio terrenal de Jesús.
La investigación de
C.P. Thiede
En la biblioteca del Magdalen College en Oxford se
conservaban, como he mencionado más arriba, unos fragmentos de papiro del
Evangelio de Mateo que habían sido descubiertos en el año 1901 en el alto
Egipto, concretamente en Luxor, por un clérigo inglés que adquiere los tres
pequeños trozos de papiro y los envía a Inglaterra.
Ahí son examinados por primera vez medio siglo más tarde,
concretamente en el año 1953, y se llega a la conclusión de que su fecha de
redacción hay que situarla en algún momento del segundo siglo d.C.
Cuatro décadas más tarde, en 1994, el historiador y
papirólogo alemán Carsten Peter Thiede los vuelve a analizar y llega a la
conclusión de que no databan de los años 160-180 d.C. como originalmente se
creía, sino que más bien había que situarlos en una época anterior,
concretamente 100 o 120 años antes.
Es decir, que nos estamos delante de un documento de la
década de los años 60 del primer siglo.
Recepción de las
tesis de Thiede entre los expertos
Esa nueva datación del llamado papiro 64 fue muy criticada
por ciertos expertos críticos. Lo mismo pasó con una publicación anterior de
Thiede sobre unos hallazgos de textos de Qumran, en los cuales, tomando una
tesis del estudioso español José O’Callaghan Martínez, argumentó que uno de los
pequeños fragmentos de papiro de la cueva 7 de Qumran contenía pasajes del
evangelio de Marcos.
Hay que decir que nos encontramos aquí con dos actitudes
completamente diferentes:
Por un lado tenemos a los clasicistas, papirólogos,
historiadores y filólogos, que, en general, han recibido muy bien la novedad
aportada por Thiede.
Muchos de estos especialistas, señala Thiede, tienen unas
habilidades excepcionales que durante mucho tiempo han sido excluidas del
estudio de los textos bíblicos antiguos.
Por otro lado encontramos una postura abiertamente hostil
que proviene mayoritariamente de teólogos, que son los que ponen las
principales objeciones, con honrosas excepciones, claro.
¿Por qué tanta
hostilidad por parte de los teólogos?
Esta investigación y sus implicaciones socavan gran parte de
lo que se ha enseñado y pensado en las facultades teológicas en este siglo.
Es, quizás, difícil para un laico entender por qué esto es
así. Aquellos que tienen una formación teológica saben que las facultades
teológicas han estado dominadas por eruditos cuyas presuposiciones han estado
totalmente en desacuerdo con el testimonio de la iglesia primitiva. Y ¡ay de
aquel que les lleve la contraria a estos eruditos!
Thiede cita como su antiguo tutor, el fallecido John
Robinson, era el favorito de los críticos radicales por su libro "Honest
to God". Sin embargo, más tarde, cuando publicó una obra profundamente
conservadora sobre el Evangelio de Juan, inmediatamente se convirtió en una
persona ignorada y condenada al ostracismo en el mundo académico de la teología
liberal.
La investigación de Thiede echa por tierra la suposición de
que el Evangelio de Mateo se escribió tarde, después de los eventos que se
suponía que Jesús había profetizado allí y que era una construcción de una
comunidad de fe de segunda generación.
El mismo Thiede sostiene: “Esos tres pedazos de papiro pueden resultar un quebradero de cabeza
para toda una legión de teólogos liberales, agnósticos y ateos. No podemos
esperar que se vayan a quedar en silencio, cuando están en juego un montón de
intereses creados”.
Papiros y tecnología
Thiede también fue un pionero en la aplicación de nuevas
tecnologías al estudio de los papiros.
El doctor George Masuch, profesor de biología en Paderborn,
le muestra un día cómo su último microscopio puede diseccionar un ácaro del
polvo. “Bueno”, piensa Thiede, “si puede hacer eso con material orgánico,
¿por qué no papiro o cuero?”
Se les ocurre entonces tomar prestado un trozo de papiro
inútil (es decir ya no se puede nada en el) de Jena (Turingia) y prueban con el
nuevo microscopio.
Los microscopios de luz ordinarios o de luz ultravioleta no
muestran nada. El microscopio epifluorescente, sin embargo, muestra rastros de
tinta. Con esos resultados acuden a Leica (empresa alemana que fabrica de instrumentos
ópticos de precisión) y les piden ayuda para desarrollar un modelo láser.
Los resultados son asombrosos. El nuevo microscopio no solo
revela (y permite fotografiar) entre 20 y 90 capas de papiro, sino que informa
también de la profundidad de la tinta y, ahí donde no queda tinta, queda la
impresión de las letras en 3D que revela el texto y el estilo de caligrafía de
los escribas.
El microscopio también revela el alcance de la erosión
fúngica en con unos detalles sobrecogedores. La técnica permite la
reconstrucción de las letras una por una así como la detección de daños. Los
israelíes se pusieron en contacto con ellos más tarde mostrando interés en aplicar
este microscopio al estudio de los Rollos del Mar Muerto.
Hitos en la vida de
Carsten Peter Thiede
Sin duda este investigador y divulgador alemán tendrá muchas
cosas de las que sentirse orgulloso en su vida. Aquí hemos querido destacar
algunos de los logros incuestionables en su carrera:
1. Aparte de aspectos anecdóticos en su curriculum, como por
ejemplo el hecho de convertirse en el primer capellán anglicano alemán del
ejército británico de la historia, queremos destacar otros aspectos muy
importantes en su carrera y que también se han convertido en avances
importantísimos en los estudios de los Evangelios como son los siguientes.
2. La datación del Papiro Magdalena (un fragmento en griego
del Evangelio de Mateo) después de numerosos análisis paleográficos, hacia la
segunda mitad del siglo I, que llevan a la conclusión de que no sólo nos
encontramos ante el fragmento del Nuevo Testamento más antiguo del mundo, sino,
y he aquí el hallazgo revolucionario, nos encontramos con que tenemos textos
evangélicos escritos pocos años después de la muerte de Jesús, lo cual indica
que la comunidad de creyentes que puso por escrito los Evangelios pudieron ser
perfectamente testigos oculares de la vida de Jesús.
3. La investigación y el empleo de Thiede de diferentes
disciplinas relacionadas aliadas a la tecnología hacen de la papirología la
nueva frontera de la investigación del Nuevo Testamento.
4. El trabajo y las conclusiones de Thiede ponen patas
arriba las tesis tradicionales que aseguraban que los Evangelios habían sido
redactados más de un siglo después de la muerte de Jesús y que estaban plagados
de leyendas e invenciones.
El serio trabajo de Thiede requiere ahora una profunda
revisión de dichas tesis en todas las facultades teológicas de Europa.
5. El uso de microscopios de luz epifluorescente, técnica en
cuya aplicación Thiede fue pionero, nos permiten descubrir textos que habían
permanecido ocultos a nuestros ojos durante siglos.
6. El posible descubrimiento o hallazgo del pueblo de Emaús,
mencionados en los Evangelios, donde Jesús resucitado se apareció a dos
discípulos, gracias a las labores arqueológicas diriginas por Carsten Peter
Thiede, es también un hito en la arqueología bíblica que no se debe pasar por
alto.
Sobre este último e importantísimo proyecto en la vida de
Carsten Peter Thiede incluimos en aquí un resumen del artículo que el propio
Thiede escribió sobre las excavaciones realizadas en Moza (Israel: “die Wiederentdeckung
von Emmaus bei Jerusalem” y que apareció publicado en Zeitschrift für antikes Christentum, 8 (2005),
Páginas 593–599.
¿Dónde está Emaús?
Excavación del Emaús bíblico.
Un proyecto de investigación de la universidad STH de
Basilea.
La mayoría de los lugares mencionados en el Nuevo Testamento
ya han sido excavados. Sin embargo, sobre todo, uno sigue siendo controvertido:
Emaús.
Hasta ahora, hay tres sitios que afirman ser el Emaús
histórico, que se menciona en Lucas 24, 13-34.
Hay tres lugares que se han propuesto en diversos estudios:
- Nikopolis-Latrun
- Abu Gosh y
- Emaús - El Qubeibe
Sin embargo los expertos no consideran que realmente puedan
ser Emaús por dos razones:
a) o bien están demasiado lejos de Jerusalén
b) o no se llamaban Emaús en tiempos bíblicos.
Últimas investigaciones
confirman una antigua suposición:
Emaús estaba cerca de la actual Moza, donde el emperador
Vespasiano más tarde construyó una colonia de legionarios veteranos.
El lugar se llamaba, como se ha podido demostrar, Emaús en
tiempos del Nuevo Testamento y está a 30 estadios de distancia de Jerusalén.
Siempre se ha sospechado que, cuando Lucas se refería la
distancia de Emaús, diciendo que estaba a "60 estadios" (Lucas 24,
13) lo que en realidad apuntaba el evangelista era la distancia total del
recorrido de ida y vuelta. El regreso se presupone en Lucas 24, 33-34: “Y levantándose en la misma hora, volvieron a
Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con
ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a
Simón”. RVA 2015.
Una exploración en un lugar al que nunca se le había
prestado atención anteriormente, bajo la dirección de Carsten Peter Thiede, que
en ese momento era profesor de entorno e historia contemporánea del Nuevo
Testamento en la Universidad STH de Basilea, reveló unos primeros hallazgos
arqueológicos en 2000. Se pudo demostrar
una continuidad única de asentamiento, desde la época benjaminita del Antiguo
Testamento, pasando por la aldea del Nuevo Testamento de la que habla Lucas, la
colonia de veteranos romanos que fundó Vespasiano, el período bizantino, hasta
llegar a los cruzados del siglo XII.
La Autoridad de Antigüedades de Israel le concedió a la Universidad
STH de Basilea el permiso de excavación en el año 2001. En agosto de ese mismo
año, el profesor Thiede pudo realizar una primera excavación en este área con
un equipo de estudiantes y uno de los principales arqueólogos de la Autoridad
de Antigüedades de Israel, Egon Lass. El equipo de excavación también incluyó
expertos en numismática y cerámica.
La primera campaña de excavación llevada a cabo
conjuntamente por el STH de Basilea y la Autoridad de Antigüedades de Israel en
Jerusalén tenía un doble objetivo
1. La confirmación del desarrollo del asentamiento en el
área de Moza-Qalonniye-Emaús, que puede derivarse de las fuentes literarias
desde Josué 18, 26 hasta Flavio Josefo y el Talmud.
2. Cerrar una brecha arqueológica demostrando rastros de
asentamiento del último período del segundo templo, es decir, la época de los
discípulos de Emaús, cuya ubicación debe asumirse aquí según la información
dada por Lucas y Josefo (Lucas 24:13; Josefo, Guerra Judía 7, 217).
¿Dónde estaba
exactamente Emaús?
En 1973 encontró Emanuel Eisenberg, justo al oeste de la
colonia de soldados veteranos del emperador Vespasiano, los restos de una casa
con frescos en las paredes que ya no es visible hoy, y que dató del primer
siglo d.C.
Según Eisenberg, el tipo de construcción se correspondía a
la perfección con las casa de los más acaudalados en el barrio herodiano de
Jerusalén.
El verdadero Emaús del Evangelio de Lucas (Lucas 23, 13), que
también se menciona en una segunda fuente antigua con este nombre (Flavio
Josefo, Guerra judía 7, 217) está a unos 8,5 km al noroeste de Jerusalén, al
borde de la carretera entre Jerusalén y Tel Aviv.
Las conclusiones que Thiede sacó de las excavaciones son las
siguientes:
- El tipo de restos de cerámica del período tardío del
segundo templo que se encontraron ahí no nos hablan para nada de pobreza. La
gente vivía bien ahí. La gente que vivía en Emaús no formaba parte de la población
necesitada.
- Cuando Lucas (24, 13) habla de un pueblo y cuando Marcos
(16, 12) nos habla de que después Jesús se les apareció a dos personas que iban
al campo, no se estaban refiriendo a una
población rural tradicional, sino a una urbanización de gente potentada,
que deliberadamente no quería vivir en la ciudad.
Las tejas y los materiales de construcción de las casas eran
sólidos y de calidad.
- Hay como mínimo una moneda romana, pero de tiempos
anteriores a Vespasiano, y otra judía, de tiempos prerromanos.
- También se ha encontrado y reconstruido una pieza de
cerámica con una inscripción judía, que tiene un extremo roto, y que parece
referirse al nombre de un lugar o a un nombre de persona (Shema).
- También se pudo hallar un fragmento de teja donde se había
grabado a mano la cruz de la Orden de San Juan de Jerusalén (conocida también
como Orden de los Hermanos Hospitalarios, Orden de los Caballeros Hospitalarios,
Orden Hospitalaria u Orden de Malta).
Cruz de la Orden de Malta
Este hallazgo, hasta ahora único en Tierra Santa, habla de
un trabajo hecho por encargo, no del signo de un peregrino, y sugiere que el
edificio donde se encontró el trozo de teja con la cruz era una construcción
típica de los hospitalarios, con su hospital y su capilla o iglesia.
- Lo revolucionario de este edificio es que es el primero de
estas características en Tierra Santa.
La casa era de dos pisos. Arriba se encontraba la sala de
enfermos, abajo la capilla y entre ambas plantas había dos enormes orificios
para que los inválidos pudieran seguir los oficios religiosos que tenían lugar
en el piso inferior.
La novedad es que este edificio, que es una copia de la moda
arquitectónica europea de la época, es que presenta una entrada adornada con
arcos, cosa que no se ha visto anteriormente en ningún edificio medieval sacado
a la luz en Israel.
- Más tarde apareció también el fragmento de un
"Kelall", es decir, uno de las vasijas de piedra que usaban los
judíos para su abluciones, tal y como se menciona en el Evangelio de Juan 2,6.
Thiede entiende la siguiente transformación lingüística del
topónimo Emaús en el transcurso de casi un milenio y medio:
Moza – haMoza – haMosa – Amosa – Amaous – Emaús.
Libros de Carsten Peter Thiede
1. Die älteste Evangelien-Handschrift? Das
Markus-Fragment von Qumran und die Anfänge der schriftlichen Überlieferung des
Neuen Testaments. R.
Brockhaus, Wuppertal 1986, 4. Auflage 1994, ISBN 3-417-20502-6.
El papirólogo español José O'Callaghan planteó en el año
1972 la hipótesis de que un fragmento de pergamino encontrado en la séptima
cueva de Qumran se correspondía con los versículos 52-53 del sexto capítulo del
evangelio de Marcos.
Los eruditos reaccionaron mayoritariamente de forma negativa.
Carsten Peter Thiede evaluó cuidadosamente los argumentos a favor y en contra pros
y llegó a la conclusión de que la hipótesis defendida por José O'Callaghan es
correcta y que este fragmento de Qumran es en realidad más antiguo que incluso
el famoso P52.
Dos novedades encontramos también en este libro:
a) Por un lado se propone la teoría de que los escritos del
Nuevo Testamento más antiguos están redactados en pergamino y no en forma de
códice.
b) También manifiesta Thiede que la primitiva iglesia
cristiana y la comunidad judía de Qumran mantenían relaciones de un tipo
diferente al que se ha creído anteriormente.
En otros idiomas:
Italiano:
Il Piu Antico Manoscritto Vangeli ?: Il Frammento Di Marco
Di Qumran E Gli Inizi Della Tradizione Scritta del Nuovo Testamento (Subsidia
Biblica, Band 10) Carsten Peter Thiede. 1. Januar 1987.
2. Das Petrusbild in der neueren Forschung. Carsten Peter THIEDE (Hrsg.), R. Brockhaus
Verlag, Wuppertal 1987, X + 219 páginas.
En este libro Thiede recoge, como editor, nueve artículos ya
publicados entre los años 1961 a 1986 por eruditos en torno al Apóstol Simón
Pedro.
Como digo, estos artículos habían aparecido ya publicados
anteriormente, muchos en otros idiomas, pero los encontramos aquí traducidos al
alemán.
De ellos, dos tratan de la época de Jesucristo y de Pedro
como discípulo
- Q. G. Strange-H. Shanks escriben sobre las ruinas de la casa
de Pedro en Cafarnaum.
- G. Meier se ocupa de la Iglesia en el Evangelio de Mateo.
- H. M. Ridderbos analiza los discursos de Pedro en Hechos
de los Apóstoles.
- I. H. Marschall analiza la huida milagrosa de Pedro de la
cárcel en el capítulo 12 de los Hechos de los Apóstoles.
- M. Hengel estudia
la función misionera de Pedro entre los gentiles (1984)
- F. Neugebauer analiza el primer libro de Pedro
- E. M. B. Green se ocupa a su vez del análisis del segundo
libro de Pedro.
- S. Dockx se encarga de estudiar la cronología en la
biografía de Pedro.
- C. P. Thiede, que es el editor, también colabora con un artículo
interesantísimo sobre la estancia de Simón Pedro en Roma .
Como muy bien apuntó G. Aranda en una recensión que realizó
sobre este libro en el año 1988 “En
conjunto se puede advertir una seria argumentación que pone en tela de juicio
afirmaciones -hoy frecuentemente repetidas- como el carácter muy tardío de las
cartas de Pedro o la no autenticidad de Mt 16, 18; Y viene a corroborar los
datos de la antigua tradición de la Iglesia”.
3. Kirche in den Kinderschuhen. Die Anfänge des
Christentums in Bildern und Texten (mit Ken Curtis). R. Brockhaus, Wuppertal/Zürich 1991, ISBN
3-417-24627-X.
Los primeros tres siglos fueron los más decisivos para el
cristianismo: la existencia misma de la Iglesia se encontraba amenazada pues
una y otra vez sus enemigos intentaron acabar con ella.
Sin embargo la Iglesia no solo logró sobrevivir, sino que se
llegó a convertirse en uno de los tres pilares de la civilización occidental
actual.
¿Cómo pudo superar la incipiente Iglesia la oposición y
hostilidad del imperio más poderoso del mundo antiguo: el romano?
En este libro se le ofrece a todo aquel lego en la materia
una introducción sobre la Primitiva Iglesia Cristiana y el mundo en el que
extendían el nuevo y sorprendente mensaje de Jesucristo. Este libro lo escribe
Carsten Peter Thiede junto al eminente Doctpr A. Kenneth Curtis (presidente del
Christian History Institute y editor de la Christian History Magazine).
Inglés:
From Christ to
Constantine: The Trial and Testimony of the Early Church. Carsten Peter Thiede
and Ken Curtis.
4. Funde, Fakten, Fährtensuche. Spuren
des frühen Christentums in Europa. R. Brockhaus, Wuppertal/Zürich
1992, 152 Seiten, 204 farbige Abbildungen. ISBN 3-417-24635-0.
En este interesantísimo libro el profesor Carsten Peter
Thiede llega a la conclusión de que es posible que la fe cristiana llegara a
Roma alrededor del año 30, de la mano de algunos viajeros romanos que habrían tenido
la ocasión de escuchar el sermón de Pentecostés de Pedro en Jerusalén y que más
tarde trajeran las Buenas Nuevas a Roma.
También señala Thiede en este libro como cabe recordar que los
primeros servicios religiosos cristianos, tanto en Tierra Santa como en Roma,
no se celebraban en iglesias, sino que se llevaban a cabo en casas particulares.
Especialmente en la época del Emperador Constantino, en el
siglo IV, las iglesias cristianas a menudo se construían sobre casas privadas
que durante mucho tiempo habían servido a los cristianos como refugio para sus
servicios religiosos (secretos).
Otro aspecto importante que señala Thiede en su libro es que
el camino a la Galia ya fue recorrido por cristianos en la época de la iglesia
primitiva. Haciendo referencia a Timoteo 2, capítulo 4, versículo 10, según el
cual Crescente, discípulo de Pablo va a Galatia
[1], la
"Traducción Oecumenique de la Bible" (TOR) sostiene la opinión de que
la traducción correcta de Galatia desde un punto de vista filológico sería Galia,
o sea la actual Francia. Se ha demostrado que ya había una gran comunidad
cristiana en Lyon hacia el año 177. En esta fecha comienza una ola de persecuciones
y asesinatos contra los cristianos de Vienne y Lyon.
Otro capítulo importante lo dedica Thiede a la iglesia en
suelo inglés. En el curso de las excavaciones de la época romana, Inglaterra
sacó a la luz muchas referencias al cristianismo primitivo, como la iglesia de
Silchester, que probablemente representa la primera iglesia concebida y
construida como tal, al norte de los Alpes.
Las excavaciones que sacaron a la luz este importantísimo
hallazgo en 1961, se volvieron más tarde a tapar. Al respecto el profesor Thiede
dijo: "En una decisión inexplicable,
el Consejo del Condado de Hampshire llegó a la conclusión de que el aumento en
el excedente de granos era más importante que la preservación de una conjunto
romano histórico único".
Otro punto muy relevante, y que Thiede desea destacar inequívocamente,
es la importancia de Jerusalén para la cristiandad. El emperador Constantino,
el primer emperador cristiano del imperio romano, "se había dado cuenta de que ahí -en Jerusalén-, y no en Roma, estaba la
verdadera capital del cristianismo".
Constantino mando construir tres grandes iglesias en Tierra
Santa: la Natividad en Belén, la iglesia sobre el sepulcro vacío (y el Gólgota)
y la iglesia del Monte de los Olivos (la llamada Eleona), pero también hizo
construir tres iglesias principales en Roma: la Basílica de Letrán, la Iglesia
de San Pedro y la Iglesia de la Santa Cruz, (Santa Croce in Gerusalemme).
Otro capitulo lo dedica Thiede a la iglesia de Santa Sabina,
donde Thiede ve las claras raíces judías del cristianismo pero en una sociedad
de gentiles. Esto queda patente en la inscripción del mecenas de la iglesia,
Pedro el Ilirio, en la iglesia de Santa Sabina, en Roma: a la izquierda tenemos
la Iglesia del judaísmo (= de la circuncisión, Ecclesia ex circumcisione), a la
derecha, la iglesia del Paganismo (Ecclesia ex gentibus).
Esta inscripción, que data de 410, describe en letras mayúsculas
doradas sobre un fondo azul "la
erección de la iglesia por Pedro el ilirio", que provenía de los
Balcanes, de Iliria, la frontera entre Oriente y Occidente. Las dos iglesias
son representadas por dos figuras femeninas, que "no se pueden distinguir entre sí por ningún tipo de características
estereotipadas”.
Thiede señala acertadamente "
la diversidad del cristianismo como una sociedad multicultural ideal"
lo cual se observa precisamente en las primeras manifestaciones del arte
cristiano
[2].
5. Religion in England. Darstellung und Daten zu
Geschichte und Gegenwart.
Gütersloher Verlagshaus, Gütersloh 1994, ISBN 3-579-00635-5.
6. Der Jesus-Papyrus. Die Entdeckung einer
Evangelien-Handschrift aus der Zeit der Augenzeugen (mit Matthew D’Ancona). Luchterhand,
München 1996, ISBN 3-630-87983-7.
A principios del siglo XX, un clérigo inglés adquiere tres
pequeños trozos de papiro en Luxor, Egipto, que contienen fragmentos del
evangelio de Mateo y los envía a Inglaterra.
Ahí son examinados por primera vez medio siglo más tarde,
concretamente en el año 1953, y se llega a la conclusión de que su fecha de
redacción hay que situarla en algún momento del segundo siglo d.C.
Cuatro décadas más tarde, en 1994, el historiador y
papirólogo alemán Carsten Peter Thiede los vuelve a analizar para llegar a una
conclusión diferente y completamente impactante: los fragmentos de papiro son
mucho más antiguos de lo que se piensa. Thiede
establece que son aproximadamente del año 70 d.C.
La noticia es asombrosa, estamos hablando de que los
evangelios, contrariamente a lo defendido por la mayoría de los estudiosos,
contienen informes de testigos oculares coetáneos de Jesús.
La noticia se publica en la portada de la revista Times en
Navidad del año 1994 y es presentada como un auténtico bombazo histórico.
Se abre el viejo debate sobre el origen, fecha de redacción
y fiabilidad de los Evangelios, esta vez bajo un nuevo prisma.
La revista The Times llega incluso a afirmar: "Desde el descubrimiento de los Rollos del
Mar Muerto, este ha sido probablemente el avance más significativo en la
investigación del Nuevo Testamento".
Thiede señala cómo el análisis minucioso de los trocitos de
papiro demuestra que esos textos evangélicos ya existían en forma escrita a los
quince años de la muerte de Cristo.
Este libro, que desde la fecha de publicación ya ha sido
traducido a más de una docena de idiomas, nos cuenta la historia del
descubrimiento en Egipto y la posterior datación de los fragmentos de papiro de
una manera tan emocionante como un thriller.
El periódico alemán Welt am Sonntag llega a afirmar: »Las tesis
y los resultados de las investigaciones del profesor Thiede rompen con una
tendencia que hacía del Nuevo Testamento un objeto de desconfianza cultural«
7. Ein Fisch für den römischen Kaiser. Juden,
Griechen, Römer: Die Welt des Jesus Christus. Luchterhand, München 1998, ISBN
3-630-87994-2.
En este libro el profesor Carsten Peter Thiede nos conduce al
mundo en el que vivían Jesús, los judíos y la primera comunidad cristiana.
En sus páginas descubrimos la historia cotidiana y cultural
de la época del emperador Augusto (43 a. C. - 14 d. C.) hasta el emperador
Domiciano (81-96 d. C.).
Apoyándose en investigaciones recientes así como en
hallazgos arqueológicos, Thiede nos ofrece una imagen viva de la diversidad
cultural y religiosa del Imperio Romano, donde la fe cristiana se va a
desarrollar a partir del judaísmo y se va a convertir en una religión que ha
dado forma a nuestra civilización hasta hoy.
El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung comenta
al respecto: "Impresionantes son la riqueza de conocimiento, la imparcialidad
a la hora de hacerse preguntas curiosas y de torpedear todo aquello a lo que
estamos acostumbrados".
8. Bibelcode und Bibelwort. Die Suche nach
verschlüsselten Botschaften in der Heiligen Schrift. Brunnen, Basel/Gießen 1998, ISBN
3-7655-3689-X.
El famoso libro "The Bible Code" de Michael
Drosnin le da pie a C. P. Thiede de tratar a fondo la base de dicho código, es
decir la propia Biblia.
Con este interesante y entretenido libro Thiede le explica de
manera clara y sencilla a todo aquel lego en la materia los fundamentos de la
investigación de textos antiguos.
Así pues, este libro
-contrariamente a lo que uno pueda creer - no es un análisis pormenorizado de
las tesis de Michael Drosnin, ni desde el punto de vista lingüístico-textual,
ni teológico.
Por lo tanto, el libro de Thiede no es un examen detallado
de las tesis de Drosnin, ni en términos lingüísticos / textuales (sin embargo,
hay algunos ejemplos generales), ni en términos teológicos (pero se refiere al
trabajo correspondiente). En general, el libro es muy recomendable y útil para
el argumento fundamental.
En el primer capítulo "Fabricamos un código
bíblico" Thiede presenta brevemente las tesis de Drosnin, para luego
demostrar que carecen de sentido. Thiede acusa a Drosnin de realizar un trabajo
poco serio y de emplear de manera arbitraria su método.
En el segundo capítulo "Palabra Bíblica y Texto
Bíblico: Lo Básico", Thiede realiza una introducción bastante amplia y
bien presentada a la forma textual y al desarrollo del Antiguo Testamento.
Además de comentar los hechos más conocidos sobre el texto
hebreo, Thiede también se ocupa en detalle del significado del texto griego del
Antiguo Testamento (la Septuaginta). En todos sus argumentos, enfatiza la
importancia de los hallazgos de Qumran y discute algunos detalles con gran
conocimiento en la materia.
En el tercer capítulo, “Números que sí cuentan”, el autor
presenta y comenta una serie de códigos inequívocos de la Biblia y de la
literatura antigua.
El lector encontrará aquí algunas interpretaciones, algunas
divertidas, de números que aparecen en las Escrituras, como, por ejemplo, es el
caso:
a) del número 153 que
aparece en el capítulo 21, versículo 11 de Juan: “Entonces Simón Pedro subió y sacó a tierra la red llena de grandes
pescados, ciento cincuenta y tres de ellos y, aunque eran tantos, la red no se
rompió”. RVA 2015.
b) De las tres series de 14 generaciones en la genealogía de
Jesús que podemos leer en el primer capítulo de Mateo.
c) La cuestión del número 666, mencionado en el versículo 18
del capítulo 13 del LIbro del Apocalípsis de Juan: “Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la
bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y
seis”. RVA 2015.
En el último capítulo, "La clave divina: caminos y
doctrinas ocultos", Thiede analiza algunas reglas hermenéuticas básicas,
de nuevo con detalles interesantes como, por ejemplo, los que menciona del
Libro de Ester así como otros ejemplos que saca tanto de escritos rabínicos
como de la teología cristiana primitiva.
En diferentes partes del libro, Thiede aborda la cuestión
fundamental de la inspiración de la Biblia, y sus comentarios son en parte
controvertidos, como cuando, por ejemplo, pone a Filón de Alejandría como ejemplo
de "judío creyente" y a Orígenes como ejemplo de "cristiano
creyente", ambos como modelos de comprensión cristiana de la inspiración.
En conclusión podemos estar de acuerdo con Thiede cuando
escribe: "
No son los métodos los que
determinan el texto, sino que es el texto el que determina los métodos",
exigiendo de esta manera que regresemos directamente a las fuentes, a las
Escrituras para cumplir el mandato de Dios: "
Buscad en el libro del Señor y leed".
(Isaías 34, 16)[3].
9. Wer bist du, Jesus? Schlaglichter auf den Mann,
der in kein Schema paßt. Brunnen,
Basel/Gießen 2000. ISBN 3-7655-1216-8
"¿Quién eres tú, Jesús?" Esta pregunta nos toca la
fibra a todos, no sólo a los cristianos de este siglo sino que también todas
aquellas personas que vivieron con Jesús se hicieron en alguna ocasión esta
pregunta.
Juan el Bautista quería saber « ¿Eres tú el que ha de venir
o debemos esperar a otro? »
El Sumo Sacerdote Caifás le inquirió al propio Jesús « ¿Eres
tú el Mesías, el hijo del Altísimo? »
El prefecto romano Poncio Piato le preguntó « ¿Eres tú el Rey
de los Judíos? »
También el judío Saulo, más tarde llamado Pablo de Tarso, perseguidor
de cristianos le hace la pregunta « ¿Señor, quién eres? »
El mismo Jesús quiso saber de sus discípulos: « ¿Quién cree
la gente que soy yo? »
El profesor Carsten Peter Thiede nos conduce a un
acontecimiento fascinante, incluso lleno de aventuras. Nos muestra nuevas conexiones.
Cambia nuestros puntos de vista. Nos muestra el drama de una época y,
finalmente nos acerca a la figura de la que nos ocupamos: Jesús. ¡Imposible no quedar fascinado!
10. Geheimakte Petrus. Auf den Spuren des Apostels. Kreuz, Stuttgart 2000, ISBN
3-7831-1857-3.
El expediente de Pedro puede ser un documento secreto
misterioso, si se aborda con todo equipaje que la historia de la iglesia trae
consigo o desde el punto de vista nebuloso de algunos críticos de la iglesia
demasiado diligentes. Pero el hecho es que este expediente nunca se encontró
clasificado.
Como tantos otros dosieres aparentemente misteriosos, siempre ha
sido accesible para todo el mundo. Es una experiencia reveladora reabrirlo con
el apoyo de los medios que disponemos hoy en día.
Basándose tanto en fuentes literarias y hallazgos
arqueológicos conocidos como en los recién descubiertos, el reconocido
historiador y papirólogo Carsten Peter Thiede rastrea la vida del pescador
galileo Simón y que, más tarde, se convirtió en el apóstol Pedro.
El autor deja claro en su emocionante investigación sobre
Pedro que, detrás de la historia y las historias, hay una realidad histórica y
cultural que es más que simplemente la lectura de un texto antiguo.
En busca de las huellas del discípulo histórico y del
apóstol Pedro, queda claro cómo hace 2000 años se unieron el conocimiento y la
fe.
11. Das Jesus-Fragment. Kaiserin Helena und die
Suche nach dem Kreuz (mit Matthew D’Ancona). Ullstein, München 2000, ISBN 3-550-07146-9.
The Quest for the
True Cross. Carsten Peter Thiede, Matthew D'Ancona.
En este libro los autores, Carsten Peter Thiede y Matthew D’Ancona,
nos explican la historia de la cruz y examinan detenidamente un fragmento de
una tabla de madera que contiene parte de la inscripción de la cruz.
El objetivo de ambos autores es demostrar que la señal de la
cruz ha estado en el corazón de la fe cristiana y su cultura desde el
principio. Así es como comienzan un ataque contra la premisa principal, de la que
se parte hoy en día, y que afirma que la cruz se convirtió en el importantísimo
símbolo cristiano a partir del emperador Constantino y la emperatriz Elena.
Entre otras cosas, los autores muestran que "las
fuentes históricas proporcionan evidencias que hacen que el descubrimiento de
la Emperatriz Elena (es decir la inscripción de la cruz) sea bastante
plausible".
Por supuesto, son conscientes de que nunca podrán demostrar
con absoluta certeza que el fragmento de madera que se guarda en la Basílica de
la Santa Cruz de Jerusalén en Roma es la verdadera inscripción que se puso en
la cruz de Cristo.
Sin embargo querían darle al fragmento el lugar que se
merece en el amplio abanico de posibilidades históricas.
Porque en estos tiempos modernos se veía en este trocito de
madera poco más que una curiosidad.
Hippolyte Delehaye se burla de esta ilusión intelectual:
"No necesariamente todas las
reliquias verdaderamente auténticas tienen que ser falsas".
12. Die Auferstehung Jesu – Fiktion oder
Wirklichkeit? Ein Streitgespräch (mit Gerd Lüdemann). Brunnen, Basel/Gießen 2001, ISBN
3-7655-1241-9. Seiten: 144
En este libro, el historiador y papirólogo Carsten Peter
Thiede y el teólogo Gerd Lüdemann toman la palabra para defender sus
respectivas posturas con respecto al
tema de la Resurrección de Jesús.
Por un lado tenemos al profesor Thiede, que es un defensor
de la resurrección física de Jesús.
Por otro lado Lüdemann argumenta que Jesús nunca resucitó de
la muerte y, en consecuencia, rechaza la historicidad de los escritos del Nuevo
Testamento.
Ambos presentan su punto de vista en un primer ensayo. Se da
la circunstancia de que ninguno de los dos ha leído anteriormente el artículo
del otro.
En una segunda ronda, ambos abordan críticamente la posición
de su contraparte. Esta réplica es más corta que los dos textos introductorios.
En una tercera ronda, una vez que han leído la respuesta de
su compañero de discusión, ambos deben formulan una brevísima conclusión.
Thiede comienza la contienda dialéctica con su ensayo “La
resurrección es un hecho histórico”. Destaca las excelentes fuentes históricas
que disponemos sobre la resurrección de Jesús. A este respecto cabe destacar:
a) los cuatro Evangelios
b) el capítulo 15 de 1 Corintios
c) y la conclusión que se adjunta al Evangelio de Marcos.
Como argumento en contra de estas fuentes, está la acusación
de que fueron escritas por sus seguidores y, que por lo tanto, solo tienen un
valor limitado.
Thiede contrarresta este ataque aduciendo que, incluso un
adversario no es neutral. La neutralidad en historiografía es una ficción.
Hombres como Pablo sabían muy bien distinguir entre mitos y hechos. Pablo, por
ejemplo, rechaza claramente las fábulas.
Él sólo menciona hombres como testigos de la resurrección,
cuando predica a los cristianos en Corinto. Sin embargo, los evangelistas
narran que fueron las mujeres las primeras personas en ser testigos de la resurrección.
Pablo no está negando en este pasaje la validez del testimonio de las mujeres.
Sin embargo, las diferencias en ambos pasajes muestran,
según Thiede, que son auténticos y no se han tratado de armonizar. Ningún
acontecimiento de la antigüedad está tan bien atestiguado como los que
encontramos descritos en los Evangelios, especialmente el hecho de la
resurrección.
Las primeras noticias que tenemos sobre Alejandro Magno las
encontramos nada menos que 450 años después de su muerte, cual escribe sobre su
vida un oficial romano, y sin embargo, no hay dudas sobre su historicidad. Aquí
y en otros lugares, Thiede aporta sus conocimientos de crítica literaria.
Thiede enfatiza que la creencia judía en la resurrección no
era mítica sino física; se creía en la resurrección literal de huesos y cuerpos.
Pablo, un judío erudito, nunca se hubiera dado por satisfecho con una visión.
Además, ¿por qué se hubieran arriesgado los discípulos a ser perseguidos y a
sufrir todo tipo de padecimientos si la resurrección de Jesús no se
correspondía con la realidad?
Gerd Lüdemann pone titula su ensayo “el Cristo resucitado:
el cadáver en el sótano de la iglesia”. Él ve una clara contradicción en que
por un lado se predicada la resurrección, pero sin embargo al mismo tiempo se
duda de su historicidad.
Luego le preocupa la cuestión de si los autores bíblicos
tenían algún interés en la fiabilidad histórica de sus declaraciones.
Por la introducción que hace Lucas en su evangelio, Lüdemann
concluye que nadie puso sus informes por escrito antes de Lucas. Pero, ¿cómo
sabemos si podemos confiar en los testigos que Lucas entrevistó? Para Lüdemann tampoco
la tesis de que los primeros escritos sobre Jesús no habrían gozado de gran
aceptación entre los cristianos, es convincente.
Lüdemann ve muchas contradicciones en los Evangelios. Según
Lüdemann, no habría testigos presentes en el jardín de Getsemaní. - "¡Sí,
los discípulos!", podríamos contestar, "sin embargo, dormían",
resalta Lüdemann en negrita.
Lüdemann presupone que los discípulos estaban profundamente
dormidos desde el primer momento y que de ninguna manera pudieron haber
escuchado ni siquiera fragmentos de la oración de Jesús. Tampoco cree que hubieran
sido informados más tarde al respecto por el mismo Jesús.
El texto tiene un valor edificante, pero históricamente no
tiene consistencia, simplemente surge de la lectura de los salmos. Del mismo
modo interpreta otros pasajes del Nuevo Testamento. Lüdemann mantiene su tesis
de que los testimonios de los evangelistas y apóstoles son históricamente de
poca confianza. Concluye su ensayo diciendo que los resultados de su análisis
contradicen la fe cristiana. Si estos están en lo cierto, ya no permitirán que
nadie se llamase a sí mismo "cristiano con la conciencia tranquila"
Llama la atención que muchas de las conclusiones de Lüdemann
surgen de la arbitrariedad, lo que, por otra parte, Thiede le reprocha en su
respuesta al primer ensayo.
A lo largo del libro Lüdemann equipara las hipótesis de la
teología histórico-crítica con certezas científicos.
Entre otras afirmaciones que hace Lüdemann cabe destacar la
que hace sobre Pablo de Tarso, del cual llega a decir que el conocimiento
histórico que tiene Pablo sobre Jesús es muy pequeño, por lo que el apóstol
estaría incapacitado para ser testigo de Jesús.
En su tercer turno de palabra, Lüdemann responde a Thiede.
Entre otras cosas argumenta con la separación de fuentes del Pentateuco y llega
al punto: "Esa ficción solo es
posible porque estamos tratando con una cultura que aún no ha desarrollado una
conciencia intelectual de la verdad".
Thiede, por otro lado, se toma en serio al antiguo autor y
explica muchas de contradicciones que Lüdemann cree ver. Thiede supone que la
creencia en la resurrección de Jesús pudo establecerse debido a hechos
históricos claros. No es convincente el argumento de que ciertos pasajes o
historias del Antiguo Testamento por sí solos formaran la base de muchos
relatos del Nuevo Testamento, como tampoco es convincente que éstos fueran
escritos únicamente con carácter edificante.
Thiede demuestra también en varios puntos lo arbitraria que
es la interpretación de Lüdemann. Lüdemann simplemente quiere ver en una
experiencia entusiasta que tienen los discípulos después de la muerte de Jesús,
el comienzo de la fe. ¡Qué fuerte debe de haber sido este entusiasmo, que no
sólo hizo que muchos cristianos sufrieran persecución, torturas, humillación y
muerte sino que además ha mantenido esa creencia en la resurrección de Jesús
viva hasta el día de hoy!
Ambos autores están de acuerdo en que son los hechos
históricos los que deben proporcionar la base para determinar si se puede
predicar que Jesús resucitó o no.
El valor de este libro no es que saque nuevos hechos a la
luz. Más bien consiste en que se comparan dos perspectivas completamente
diferentes con sus respectivos argumentos.
Con este libro el lector se hace una idea del razonamiento y
argumentos de cada una de las dos posiciones y, especialmente, el lector
evangélico se hace también una idea de cómo funciona la teología
histórico-crítica4.
13. Die Wurzeln des Antisemitismus.
Judenfeindschaft in der Antike, im frühen Christentum und im Koran (mit Urs Stingelin). Brunnen,
Basel/Gießen 2002, ISBN 3-7655-1264-8. 176 Seiten.
«Nur wenn du für die Juden weinen kannst,
darfst du gregorianische Choräle singen.» (Sólo si eres capaz de llorar
por los judíos, puedes cantar en una coral gregoriana, Dietrich Bonhoeffer)
Antisemitismo: la mayoría de la gente piensa en la
persecución de los judíos en el Tercer Reich. O en la política mundial actual
con sus eslóganes de odio y los ataques terroristas de los últimos tiempos.
Sin embargo, casi nadie se pregunta sobre los orígenes
reales del antisemitismo porque quizá nadie se puede imaginar que la hostilidad
hacia los judíos haya sido tan grande a lo largo de la historia.
Thiede y Stingelin muestran que la situación de los hebreos no
fue diferente en Roma, Grecia y Egipto hace dos mil años. "Contra los judíos",
era el lema. Y con saña.
Este libro tiene como objetivo arrojar luz en la oscuridad
del pasado temprano. Quiere mostrar que existen conexiones. Quiere descubrir
antecedentes espirituales aquí y allá. Y quiere avisar. Porque los resultados
son tan devastadores como vergonzosos: el antisemitismo es casi tan antiguo
como la humanidad misma y se asemeja a un cáncer creciente con ramificaciones
en el paganismo, el Islam y el cristianismo.
Utilizando numerosos textos de la antigüedad, la Biblia, los
primeros escritos cristianos y el Corán, los dos historiadores Carsten Peter
Thiede y Urs Stingelin descubren los orígenes de la hostilidad tradicional
hacia los judíos, desenmascaran ese odio encubierto hacia los judíos, como el
que los musulmanes palestinos todavía predican hoy en día y que los cristianos
han estado propagando durante siglos, tanto desde el Corán los unos como desde
las primeras fuentes cristianas los otros.
Los autores antiguos ya sentaron las bases sobre las cuales,
desde el siglo II en adelante, un cristianismo cada vez más romano-griego, que
comenzó a deshacerse de sus raíces judías, pudo atacar a los judíos tanto con
palabras como con hechos. Otra nueva religión mundial, el Islam, siguió la
misma tradición, aunque a principios de la Edad Media y no en la antigüedad
tardía, como el Cristinismo.
De hecho, el odio a los judíos se remonta al segundo milenio
antes de Cristo, a la época faraónica antes del éxodo de Egipto. En el libro de
Éxodo encontramos al Faraón dando las siguientes órdenes: "Y el rey de
Egipto dijo a las parteras hebreas, una de las cuales se llamaba Shiprah, y la
otra se llamaba Puah; y él dijo: Si eres partera de una mujer hebrea, debes
matar la criatura si es varón". Además el Faraón ordenó a todo su pueblo
que arrojaran al río a todos los hijos nacidos de los israelitas. Según los dos
autores, esta fue la primera incitación al odio contra el pueblo judío que conocemos,
el primer intento de aniquilar a los judíos.
Sin embargo, en la antigüedad, el odio a los judíos estaba
aún más generalizado. Puesto que las animosidades, que podían conducir al odio,
la persecución y los pogromos, se dirigían principalmente contra personas que
se aislaban de la población mayoritaria convirtiéndose así en un grupo
identificable y que no vivía como los demás. Era ésta una especie de xenofobia
contra los llamados "bárbaros".
Una motivación religiosa reconocible en el odio a los judíos
aparece por primera vez en el libro de Ester, es decir, en época del rey persa
Jerjes (Ahasveros), 486-465 a. C.
En este libro aparece el siguiente pasaje: "Y Amán le
dijo al rey Ahasveros: "Hay un
pueblo disperso y apartado del resto de los pueblos. No es apropiado que el rey les conceda
marcharse. Si al rey le gusta, entonces se ordenará que sea exterminado".
Estas son frases que expresan un odio no disimulado por el Dios de los judíos.
No es casualidad que los autores vean el plan de Amán como
un precursor de la Conferencia Wannsee de 1942, en la que se estudió como se
iba a llevar a cabo el exterminio de los judíos, algo que ya habían decidido
los nazis en 1941. En términos de historia literaria, dos escritos antiguos, el
libro del Éxodo y el libro de Esther son la evidencia más antigua del
antijudaísmo tradicional, que allanó el camino para el antisemitismo moderno.
Además, en 411 a. C. fue incendiado y destruido el templo de
la colonia militar judía en la isla Elefantina (en río Nilo), en un ataque
donde los intereses políticos y los religiosos iban de la mano. Esta vez la
población egipcia no había sido incitada contra un oponente político o elemento
extranjero, sino contra los representantes de una religión odiada y sus
prácticas, que estaban en directa competencia con sus propios ritos.
El primer griego al que se le puede achacar haber redactado
un escrito contra los judíos fue Hecateo de Abdera, que vivió entre 360 y 290 a. C. y que es
conocido como autor de escritos folclóricos con un toque filosófico. Sin
embargo, los escritos griegos más antiguos no revelan ningún odio real hacia
los judíos, ni contra el pueblo ni contra su religión, aunque, según Thiede y
Stingelin, ya no estaban muy lejos de ello. Manetón, por ejemplo, fue un griego
del siglo III a. C. que vivió en Egipto y detentaba el cargo de sumo sacerdote
en Heliópolis, era un enemigo de los judíos.
Sin embargo el mayor escritor antijudío de la antigüedad, con
diferencia, no era ni griego, ni romano, ni cristiano, ni musulmán, sino judío:
Flavio Josefo, autor de la "Guerra judía". A su obra le debemos casi
todo el conocimiento que tenemos sobre el odio a los judíos en la antigüedad.
En realidad lo que Flavio Josefo quería principalmente era defender
la causa judía, sin embargo sus escritos encontraron gran aceptación entre los
enemigos de los judíos por lo que, de repente, se convirtió en el principal
transmisor de ideas antisemitas en la antigüedad.
Varios autores antiguos, es decir, no cristianos,
escribieron sobre los judíos en un tono inconfundiblemente hostil, como
Lisímaco, Posidonio, Séneca el Joven, Tácito, Rutilio Claudio Namatiano,
Macrobio y otros. Los textos relevantes se citan ampliamente en este libro.
Otro capítulo examina la hostilidad hacia los judíos en el
Nuevo Testamento, aquí los autores principalmente dejan que los textos hablen por sí mismos, como el Evangelio de
Mateo, Lucas y Juan, los Hechos de los Apóstoles, las epístolas a los romanos y
a los gálatas.
Por supuesto, uno no debe pasar por alto el hecho, que
Thiede y Stingelin enfatizan, que en el Nuevo Testamento, los judíos discuten
con otros judíos sobre cuestiones cruciales de fe y vida, no en un discurso
cultivado, sino más bien duro, agresivo, polémico y a veces con brutal
violencia.
Según los dos autores, incluso en las duras acusaciones que
encontramos en los pasajes bíblicos citados, los cristianos "no tienen
motivos para odiar y perseguir a los judíos". A menudo, el Nuevo
Testamento, que todavía estaba firmemente anclado al judaísmo, se usó para leer
lo que no estaba en él y fue visto, erróneamente, como una fuente de hostilidad
hacia los judíos.
Solo en escritos posteriores se predicó expresamente el odio
hacia los judíos. Mientras que el judaísmo, una vez que perdió el templo, pasó
a rechazar a los seguidores de Jesús, el cristianismo primitivo renegó de sus
raíces judías. Ni un solo autor de los que más tarde expresarán su fanatismo
antijudío proviene del judaísmo. La hostilidad hacia los judíos fue y sigue siendo
un "privilegio" de los cristianos gentiles.
Precisamente los grandes padres de la iglesia, como Ambrosio
y Agustín, proporcionaron en sus sermones y tratados "contra los
judíos", que también se reproducen en el libro, los principales argumentos
para alimentar el odio a los judíos e incitar a una persecución impune de los
judíos. Las secuelas de sus escritos llegaron hasta la época de la Reforma y no
fueron rechazadas por unanimidad en todas las iglesias cristianas hasta un
pasado reciente.
La tercera gran religión monoteísta, el Islam, heredó y
continuó el legado de odio a los judíos. Las suras individuales en el Corán contienen
una llamada a perseguir, luchar y destruir a los judíos.
En el último capítulo, Thiede y Stingelin citan sobre todo
aquellos textos del Corán que predican el odio devastador contra los judíos con
una claridad inconfundible.
Se pasó de reconocer, en un principio, que el pueblo de
Israel era el pueblo elegido frente a otros pueblos, a una hostilidad agresiva
hacia los judíos, los cuales, en lugar de ponerse del lado de Mahoma y aceptar
Corán, decidieron ignorar sus mandamientos y mantenerse firmes en su fe.
Las citas muestran que hay grados entre el fuerte rechazo a
los judíos por un lado y la llamada a la acción contra los judíos con toda
brutalidad. Muchos reproches y estereotipos que han moldeado el odio medieval y
moderno hacia los judíos también los encontramos en el Corán como, por ejemplo,
que los judíos son usureros, que explotan a sus semejantes y que defraudan al
tesoro público.
No solo las fuentes bien citadas son útiles en este
interesante libro sino también el apéndice bibliográfico con sus numerosas
referencias adicionales es de gran utilidad.
Sin embargo, lo que es molesto es que el odio temprano hacia
los judíos a menudo recibe las palabras antisemitismo o antisemita, aunque,
como los autores explican al comienzo de su libro, este término fue introducido
por Wilhelm Marr en el siglo XIX y por aquel entonces se utilizaba contra
judíos en un sentido racista.
Tenemos aquí un libro interesantísimo para todo aquel que se
interese por el preocupante fenómeno del odio a los judíos y quiera bucear en
su historia y orígenes5.
14. Der Petrus-Report. Der Felsen der Kirche in
neuem Licht.
Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2002, ISBN 3-929246-85-6. 184 Seiten
Pedro, la roca sobre la cual está construida la Iglesia de
Jesucristo. Pedro, el pescador, el discípulo de Jesús y el primer obispo de
Roma. ¿Fue Pedro quizá un guía, un
precursor, un estratega y también el primer diplomático de la iglesia?
El Informe Petrus intenta encontrar respuestas a estas
preguntas. Con este fin, el historiador y papirólogo alemán Carsten Peter
Thiede se dedica en este libro a analizar una multitud de detalles sobre la
figura de Pedro y el entorno histórico-cultural en el que le tocó vivir.
Thiede observa y considera todo el material que está
disponible tanto en fuentes escritas y como en hallazgos arqueológicos. De esta
manera consigue finalmente armar un gran mosaico sobre la figura del hombre-piedra,
que muestra la personalidad de Pedro bajo una nueva y viva luz.
15. Die Messias-Sucher. Die Schriftrollen vom
Toten Meer und die jüdischen Ursprünge des Christentums. 2002 Kreuz Verlag GmbH & Co. KG
Stuttgart.
Libro original:
"The Dead Sea Scrolls and the Jewish Origins of Christianity", Lions
Publishing plc, Oxford, 2000.
Los Rollos del Mar Muerto han causado repetidamente
escándalos. Mucha gente cree que el Vaticano ha mantenido y mantiene fragmentos
importantes bajo llave. Se dice que estos rollos contienen secretos sobre el
cristianismo, como, por ejemplo, que el apóstol Pablo era un agente secreto
romano.
La lista de rumores es muy larga y algunos de estos bulos han llegado a
calar en el público.
La realidad es diferente y no es menos emocionante que los
rumores y las teorías conspirativas. Nuevos descubrimientos, nuevos
desciframientos y los últimos desarrollos en microscopía y tecnología
informática han sacado a la luz las conexiones reales.
Este libro describe el trasfondo y el contexto en el que se
encontraron los rollos. Se omiten tesis apasionadamente controvertidas sobre
fragmentos del Nuevo Testamento en Qumran, al igual que preguntas sobre qué fue
lo que separó a los miembros de la comunidad de Qumran de los primeros
cristianos y qué cosas tenían en común los dos movimientos. Dado que también se
incluyen hallazgos de otros sitios del Mar Muerto, desde Wadi Murabba'at hasta
Masada, surge una imagen general previamente desconocida de los orígenes y el
desarrollo del cristianismo a partir del judaísmo.
"El profesor
Thiede sabe cómo introducirle en el fascinante mundo de Qumran. Entretenido,
emocionante y sobre todo serio. ¡Cualquier persona que busque información
sólida sobre Qumran quedará completamente satisfecha con este libro!"6
16. Jesus. Der Glaube. Die Fakten. Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2003, ISBN
3-929246-95-3.
El "Sherlock Holmes entre los eruditos bíblicos"
lo llamaron y su muerte repentina en 2004 fue una tragedia: Carsten Peter
Thiede, papirólogo, experto en historia del Nuevo Testamento, casi siempre
remando contra corriente, pero siempre con un instinto detectivesco, nos dejado
un interesantísimo libro sobre Jesús, que definitivamente vale la pena comprar.
Desde la era de la llamada "Investigación de la Vida de
Jesús" en teología, los estudios bíblicos (y con ellos la comunidad
científica) han tendido a cuestionar la información que aparece en los
Evangelios y a diferenciar entre el "Jesús histórico" y el
"Cristo" de la fe ". Thiede hace exactamente lo contrario. En
este libro aporta numerosas pruebas que demuestran la fiabilidad histórica de
la tradición bíblica con respecto a la vida de Jesús.
Es probable que el hecho de que los autores especializados
hayan mantenido tradicionalmente sesudas discusiones con continuas referencias
técnicas y literatura científica dentro de un espacio muy limitado sea uno de
los mayores errores de los expertos.
Para el laico interesado en temas bíblicos Thiede nos acerca
a este mundo con un libro es fácil de entender, puesto que sólo se requiere del
lector que éste tenga un nivel básico de información preliminar que no sea
demasiado alto.
Thiede rastrea la vida de Jesús desde su nacimiento hasta la
resurrección, pero no nos proporciona un curriculum vitae (que por otra parte
sería innecesario dado que tenemos los evangelios). Thiede aborda ciertos
pasajes - en su mayoría controvertidos- para garantizar la fiabilidad de las
escrituras a la luz de los hechos históricos, y todo ello, sin embargo,
presentando también tesis antibíblicas, en favor de la objetividad científica.
Debido al amplio conocimiento del trasfondo y el contexto
que fluye en el libro surgen nuevas perspectivas para la interpretación de los
textos. Esto se puede ver en dos detalles sobre la historia de Navidad:
Thiede hace una comparación interesante entre María y una
mujer llamada Babata, cuyos documentos fiscales se encontraron en una cueva en
el Mar Muerto en 1961. La sensación de los hallazgos en Nahal Arugot en aquel
momento fue que el paquete de documentos también contenía un intercambio de
cartas con el famoso revolucionario Simón bar Kojba.
Thiede examina estos documentos con el fin de comparar a
María con Babata, la cual tuvo que viajar unos 40 kilómetros junto con su
esposo (y tutor legal) Judanes con motivo del censo obligatorio que establecen
los romanos en año 127 d.C. para que todos judíos registren su patrimonio ante
las autoridades romanas.
En este punto Thiede llega a la conclusión de que sólo había
una razón para que María, que estaba muy embarazada, comenzara el arduo viaje
de Nazaret a Belén, y es que ésta no quería renunciar a sus propiedades en la
región, que probablemente eran rentables.
Si se hubiera tratado solamente de las propiedades de José
(y solo eso era lo que les interesaba a los romanos), no habría tenido que
llevar a su esposa con él. Por otro lado, por supuesto, ella lo necesitaba como
compañero de viaje y como tutor (signatario) ante las autoridades romanas.
Tales hechos arrojan una nueva luz sobre los eventos navideños y muestran el texto
de Lucas como un informe extremadamente detallado.
Thiede también analiza el episodio de la matanza de los
inocentes de Belén (Mateo capítulo 2, versículos 13-18). Thiede se defiende del
argumento de que se puede concluir, simplemente por el hecho de que Flavio
Josefo no menciona en sus escritos este infanticidio masivo, que éste nunca
ocurrió bajo gobierno de Herodes.
Por un lado, Thiede hace referencia a otras muchas atrocidades
que cometió Herodes el Grande y de las que Josefo tampoco informa y por otro
lado nos informa sobre un hallazgo arqueológico que se realizó hace unos años
en Ascalón (cerca de Gaza): allí, uno encontrado en el sótano de una gran casa
del siglo primero. AD. Unos 200 esqueletos infantiles: aparentemente
brutalmente asesinados, muchos de solo unos meses de edad, pero ninguno mayor
de 2 años y casi solo niños.
Aunque no existe una conexión directa con el asesinato
bíblico de niños, el hallazgo al menos muestra que era posible que se diera un
acontecimiento tan horrible en aquella época sin que Flavio Josefo lo
mencionara en sus escritos.
A todo aquel que esté interesado en tales y otros hechos de
la vida de Jesús, el autor lo llevará a un viaje emocionante en el que
aprenderá muchas cosas interesantes.
Cualquiera que tenga que informarse sobre temas clave de la
fe como el nacimiento, los milagros, la crucifixión o la resurrección de Jesús
encontrará en este libro una cantera de datos sobre el trasfondo en el que
tuvieron lugar los hechos arriba mencionados. Al final del libro hay lista de
bibliografía con literatura adicional muy recomendable.
En resumen: un libro absolutamente recomendable7.
17. Antike Kultur und Neues Testament. Victor,
Ulrich; Thiede, Carsten Peter; Stingelin, Urs. Forntis- Brunnen. Basel,
2003.
¿Por qué se escribió el Nuevo Testamento en griego?, ¿cómo
han llegado esos textos hasta nosotros?, ¿cómo fueron leídos en su época?, ¿qué
significaba un solo Dios en la antigüedad cuando había diez mil dioses en
aquella época?, ¿creían los contemporáneos de Jesús y los primeros lectores del
Nuevo Testamento ya en una vida futura?
¿Cómo eran las rutas de tráfico en aquella época?, ¿qué
barcos de pesca existían y cómo vivía el apóstol Pedro?, ¿formaban acaso los
milagros parte de la vida cotidiana en la antigüedad? ¿En qué difiere el
cristianismo de las religiones de la antigüedad?, ¿qué pasó para que finalmente
prevaleciera ésta religión sobre todas las demás? Estas son solo algunas de los
puntos que se abordan en este libro.
A través de preguntas y respuestas sobre el contexto
religioso y cultural del Nuevo Testamento, sobre la historia de su transmisión,
así como los últimos hallazgos en arqueología y literatura, el lector conocerá
una perspectiva completamente nueva sobre el texto de la Biblia. La lectura de
este libro no hará sino aumentar su respeto por el mayor bestseller de todos
los tiempos: la Biblia.
18. Paulus. Schwert des Glaubens, Märtyrer Christi. Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2004, ISBN
3-936484-39-2. 192 páginas.
Su transformación de Saulo en Pablo es conocidísima: Jesús
en persona se le apareció al perseguidor de cristianos y erudito fariseo Saulo
de Tarso, convirtiéndolo en el apóstol Pablo así como en el arquitecto de la
joven iglesia.
Carsten Peter Thiede, profundo conocedor de la época en que
se redactó el Nuevo Testamento, arqueólogo y experto en papirología de renombre
mundial, lleva al lector en su nuevo libro a los orígenes de la fe cristiana y
de su difusión.
Nos detalla el período de tremenda agitación cultural que
tuvo lugar en las sociedades judías y grecorromanas, y nos explica cómo Pablo,
con sus epístolas, allanó el camino para la difusión de las enseñanzas de
Jesús.
El libro también sigue los peligrosos viajes misioneros que
llevaron al "Apóstol de las Naciones" desde Damasco y Jerusalén a
Asia, Grecia y finalmente a Roma, la capital del mundo en aquel momento. Los
hallazgos arqueológicos y las pistas que encontramos en los textos antiguos son parte de las fuentes
redescubiertas que le dan a este libro de Carsten Peter Thiede una emoción
irresistible8.
19. Jesus und Tiberius. Zwei Söhne Gottes. Luchterhand, München 2004, ISBN
3-630-88009-6.
Cuando el Jesús histórico nace, alrededor del año 7 a. C., Augusto
todavía gobierna como emperador. El reinado de Tiberio comienza en el año 14 d.C.,
y dado que había proclamado a su predecesor "divus" (es decir, divino
o deificado), el se convierte en el "Filius Divi", el hijo de Dios.
Pero ese es exactamente el título que se usa en el Evangelio
de Lucas para el Jesús que todavía no nacido. Carsten Peter Thiede cuenta la vida
del fundador del cristianismo y la del emperador romano en el contexto del debate
religioso y político entre el culto imperial y la creencia del mesías judío.
Esta visión paralela de dos oponentes aparentemente
incomparables nunca había existido antes, y conduce a conclusiones
sorprendentes. Porque al poner el foco en el Jesús histórico, Thiede nos ofrece
un punto de vista diferente: el que se tendría desde la mentalidad romana de la
época.
Muchas fuentes antiguas, que tradicionalmente han pasado a
convertirse en material desechado adquieren ahora un sentido sorprendentemente
nuevo. Thiede nos dibuja brillantemente un momento histórico que va a ser uno
de los puntos clave en la historia mundial:
En la tradición de la doble biografía, que fue inventada por
Plutarco y que recientemente ha sido llevada a su cima por Alan Bullock, Thiede
nos cuenta las vidas de un hijo de Dios del que se ha olvidado la historia
mundial y otro que escribió la historia mundial.
20. Der unbequeme Messias. Wer Jesus wirklich war. Brunnen, Basel/Gießen 2006, ISBN
3-7655-3876-0. 224 páginas.
En este libro ingenioso y decisivo, uno de los principales
historiadores y teólogos responde las difíciles preguntas sobre el Jesús
histórico. Se tratan cuestiones muy diferentes, por ejemplo: ¿existió realmente
Jesús?, ¿cómo sabemos que las historias sobre Jesús son verdaderas?, ¿Qué
pensaba Jesús que era él realmente?, ¿cómo nació Jesús?, ¿realizaba Jesús
realmente milagros? ¿murió realmente Jesús en la cruz?, ¿realmente resucitó de
la muerte?
Cualquier persona interesada en temas históricos y
religiosos vivirá la lectura de este libro como un desafío fascinante.
21. The Emmaus Mystery. Discovering Evidence of
the Risen Christ. Continuum,
2005 (Taschenbuch 2006).
En su último libro el difunto sacerdote anglicano Thiede intenta
identificar la ubicación exacta de la aldea de Emaús, el lugar donde, según la
Biblia, dos discípulos encontraron al Cristo resucitado. El punto central de
Thiede es un capítulo que trata de los resultados de una excavación
arqueológica que él mismo supervisó en Qaloniyeh, Israel, y donde creía que se
encontraba Emaús.
Durante siglos, los estudiosos han tratado de averiguar
dónde estaba Emaús. Donde, en otras palabras, el Cristo resucitado caminó,
comió y se reveló. Es una ubicación crucial en el mapa de las creencias
cristianas, y uno de los grandes eslabones perdidos de la arqueología
cristiana, que ha engañado a excavadoras y detectives bíblicos durante más de
un milenio y medio. A lo largo de los siglos se sugirieron tres sitios
diferentes, pero el camino se enfrió hace mucho tiempo, o eso parecía. Ahora
Thiede ha producido su hallazgo más dramático hasta la fecha. Su trabajo sigue
siendo altamente confidencial y causará una tormenta en el mundo arqueológico
cuando se divulgue. El sitio perdido de Emaús se está levantando una vez más
del suelo. Los lectores se sorprenderán con este libro extraordinario.
Artículos
científicos de Carsten Peter Thiede
1. 10. 7 Q-Eine
Rückkehr zu den neutestamentlichen Papyrus fragmenten in der siebten Hohle von
Qumran. (7 Q. Retour aux fragments de papyrus néotestamentaires de la
septième grotte de Qumran).Thiede, Carsten Peter. Biblica Roma. 1984, Vol 65, Num 4, pp 538-559
2. Bericht über
die kriminaltechnische Untersuchung des Fragments 7Q5 in Jerusalem. Carsten
Peter Thiede
3. Das
unbeachtete Qumran-Fragment 7Q19 und die Herkunft der Höhle 7. Carsten
Peter Thiede. Aegyptus. Anno 74, No. 1/2 (gennaio-dicembre 1994), pp. 123-128. Published
by: Vita e Pensiero – Pubblicazioni dell’Università Cattolica del Sacro Cuore.
4. Greek Qumran
Fragment 7Q5: Possibilities and Impossibilities. Carsten Peter Thiede. Biblica.
Vol. 75, No. 3 (1994), pp. 394-398.
5. Babylon, der
andere Ort : Anmerkungen zu 1 Petr 5, 13 und Apg 12, 17 (Babylone, l'autre lieu
: remarques sur I Pierre 5:13 et Actes 12:17) Thiede, Carsten Peter. Biblica.
1986, Vol 67, Num 4, pp 532-538, issn 0006-0887.
6. Papyrus Bodmer
L. Das neutestamentliche Papyrusfragment p 73 = Mt 25, 43/26, 2-3. Thiede,
Carsten Peter. Museum helveticum. 1990, Vol 47, Num 1, pp 35-40, issn 0027-4054.
7. 7Q5 : facts or
fiction ? Thiede, Carsten Peter. The Westminster theological journal. 1995, Vol
57, Num 2, pp 471-474, issn 0043-4388.
8. A Pagan Reader
of 2 Peter: Cosmic Conflagration in 2 Peter 3 and the Octavius of Minucius
Felix. Thiede, Carsten Peter. Journal for the Study of the New Testament
Sheffield. 1986, Num 26, pp 79-96.
9. Papyrus
Magdalen Greek 17 (Gregory-Aland P64) : a reappraisal. Thiede, Carsten Peter. Zeitschrift
für Papyrologie und Epigraphik. 1995, Vol 105, pp 13-20, issn 0084-5388.
10. Neue
mikroskopische Verfahren zum Lesen und zur Schadensbestimmung von
Papyrushandschriften = New Microscopic Process to Read and Define Handwriting
Damages on Papyrus. Thiede, Carsten
Peter. Masuch, G. Archiv für Papyrusforschung und verwandte Gebiete. 1997, pp
1102-1112, issn 0066-6459, SUP3-2.
11. Die
Wiederentdeckung von Emmaus bei Jerusalem. In: Zeitschrift für antikes Christentum,
8 (2005), S. 593–599.
12. Papyrus
Magdalen Greek 17 (Gregory-Aland P64) A
Reappraisal, aus: Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik 105 (1995) 13–20.
Dr. Rudolf Habelt GmbH, Bonn.
[1] “
Procura
venir pronto a verme porque Demas me ha desamparado, habiendo amado el mundo
presente, y se fue a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia”.
Timoteo 2, Capítulo 4, versículos 9 y 10. Reina Valera Actualizada 2015.
2 Thomas Illmaier. Rheinischer Merkur del 5
de marzo 1993.
4 Thomas Riedel en
6 Información que aparece en la solapa del
libro: Die Messias-Sucher. Die
Schriftrollen vom Toten Meer und die jüdischen Ursprünge des Christentums. Carsten
Peter Thiede, Kreuz Verlag GmbH & Co. KG Stuttgart, 2002.
8 http://www.kath.net/news/8332