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martes, 24 de diciembre de 2019

El Papiro de Jesús

Tal día como hoy hace exactamente 25 años, el periódico británico de mayor tirada publicaba una noticia sorprendente y que iba a abrir un debate entre los expertos en Sagradas Escrituras.

Este periódico The Times, en portada de su edición del sábado 24 de diciembre de 1994, (número 65.146) publica el siguiente artículo:

Oxford Papyrus ‘is eyewitness record of the life of Christ’.
A papyrus believed to be the oldest extant fragment of the New Testament has been found in an Oxford library, it provides the first material evidence that the Gospel according to St.  Matthew is an eyewitness account written by contemporaries of Christ” (En una biblioteca de Oxford se ha encontrado un papiro del que se cree que es el fragmento más antiguo existente del Nuevo testamento. Proporciona la primera prueba material de que el Evangelio de San Mateo es el relato de testigos presenciales escritos por contemporáneos de Cristo)

Portada de The Times del 24 de diciembre de 1994


¿De qué papiro estamos hablando?
El artículo se refería a tres minúsculos fragmentos de papiro, propiedad del Magdalen College de Oxford, el mayor de los cuales mide 4,1 x 1,3 cm.

El famoso papiro de Magdallen College

En ambas caras del papiro encontramos un texto en griego con frases del capítulo 26 de Mateo, versículos 6-7, que narran el ungimiento de Jesús en casa de Simón el leproso, en Betania:
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer trayendo un frasco de alabastro con perfume de gran precio y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras estaba sentado a la mesa”. RVA 2015.

Escena de la unción de Jesús narrada en el fragmento de papiro

Poco después de la publicación de este artículo en el Times, Carsten Peter Thiede publica su argumentación en un artículo en la revista especializada en papirología Zeitschrift für Papyrologie.

El argumento de Thiede es complejo, y estaba fundamentada en un análisis de la escritura griega que se encontró en esos tres fragmentos de papiro así como en una exhaustiva comparación con la caligrafía de otros manuscritos.

¿Qué supusieron las investigaciones de Carsten Peter Thiede?
Las conclusiones a las que llega el profesor Carsten Peter Thiede después de analizar un profundo análisis de los tres fragmentos de papiro fueron revolucionarias:

a) Thiede propone una fecha muy temprana para esos tres pedacitos de papiro magdaleniense - concretamente de la segunda mitad del siglo I - y, de esta manera, pasa a poner patas arriba las tesis tradicionales que afirmaban que el texto más antiguo de Evangelio que teníamos hasta la fecha era un fragmento del Evangelio de Juan, que se encuentra en la Biblioteca John Rylands de Manchester y para el cual se aceptaba que había sido redactado en el siglo II d.C.

b) Thiede se basaba en pruebas físicas, no en teorías literarias o en suposiciones históricas.

c) La temprana datación del fragmento tenía un significado enorme: el texto podía haberse escrito cuando todavía estaban vivos muchos de los testigos de la vida de Jesús.

d) La temprana datación del papiro del Magdalen College pasa a considerarse el mayor descubrimiento en papirología desde el hallazgo de los Manuscritos del Mar Muerto.

e) Se abre un debate en el mundo de los especialistas sobre la antigüedad del Nuevo Testamento.

f) La papirología pasa a un primer plano en la importancia a la hora de estudiar al Jesús histórico.
De ser una disciplina relegada a un segundo plano en lo tocante a los estudios del Nuevo Testamento pasa a convertirse en la ciencia fundamental a la hora de datar textos. 
La historia, la arqueología, la filología y la teología siguen y seguirán siempre teniendo enorme relevancia a la hora de abordar un fragmento de pergamino que contenga textos neotestamentarios, pero a partir de 1994, será la papirología quién haga valer su peso cuando se trate de establecer una datación.

Génesis de la historia
En el mes de febrero de 1994, el profesor Carsten Peter Thiede se encontraba en Oxford con motivo de una fiesta familiar (su mujer Francine es inglesa)

Por mera curiosidad C. P. Thiede le pregunta a una bibliotecaria del Magdalen College si podía echarle un vistazo al papiro P65, que se encontraba expuesto en la biblioteca de la universidad.
Thiede se da cuenta de que esta ante un texto mucho más antiguo de lo que se cree, pues en anteriores dataciones se le habían asignado fechas muy tardías.

En 1953 Colin Roberts había datado los fragmentos como de finales del siglo II d.C., entre los años 160 y 180 d.C.

Casten Peter Thiede vuelve 4 veces más a la biblioteca para estudiarlo más a fondo.

La investigación de C.P. Thiede
En la biblioteca del Magdalen College en Oxford se conservaban, como he mencionado más arriba, tres pequños fragmentos de papiro del Evangelio de Mateo, que se corresponden con los versículos 52 y 53 del sexto capítulo, y que habían sido descubiertos en el año 1901 en el alto Egipto, concretamente en Luxor, por un clérigo inglés, Charles B. Huleatt, el cual adquiere los tres pequeños trozos de papiro y los envía a Inglaterra.

En 1994 Carsten Peter Thiede, historiador y papirólog,o los vuelve a analizar y llega a la conclusión de que no databan de los años 160-180 d.C. como originalmente se creía, sino que más bien había que situarlos en una época anterior, concretamente 100 o 120 años antes.

Es decir, que nos estamos delante de un documento de la década de los años 60 del primer siglo, p lo que es lo mismo, nos encontramos ante un fragmento de testamento redactado apenas una generación después de la crucifixión de Cristo.

Reacciones al artículo
Como ya se ha mencionado, el día de Noche Buena del año 1994, el periodista británico Matthew d’Ancona publica en la portada del periódico Times un artículo sobre las conclusiones a las que Thiede había llegado después del estudio de los tres fragmentos de papiro.

Se produce un auténtico aluvión de cartas al director del periódico The Times, Peter Stothard.
Se publican decenas de artículos, algunos muy críticos como los de Enoch Powell, el cual tacha a Thiede de arrogante.

Otros como Ulrich Victor, profesor de filología clásica de la Universidad Humboldt de Berlín, llegó a decir “el problema es que este asunto inquieta al establishment teológico”.
Hugh Montefiore, columnista de The Church Times, dijo de la noticia que era “una bomba en potencia”

Las implicaciones del descubrimiento que sacó a la luz el Profesor Carsten Peter Thiede fueron extraordinarias porque contradecían radicalmente lo que venían defendiendo los críticos liberales durante generaciones, a saber, que los Evangelios se pusieron por escrito mucho más tarde de la muerte de Jesús y por lo tanto los redactores no pudieron ser testigos de la vida, enseñanzas y hechos de Jesús.

El hecho de que se fechara un escrito evangélico pocas décadas después de la muerte de Jesús implica que aquellos que lo redactaron pudieron ser perfectamente testigos oculares de la vida de Jesús.
Esto pondría los evangelios nuevamente en manos de la comunidad que conocía el ministerio terrenal de Jesús.

Publicación de Eyewitness of Jesus
El uno de marzo de 1996, Matthew Robert Ralph d'Ancona , el periodista británico que había publicado un año antes el revolucionario artículo en “The Times” sobre los fragmentos del Magdalen College, junto con Carsten Peter Thiede publican el libro Eyewitness of Jesus, animados por los directores del periódico The Times, Peter Stothard y Martin Ivens (director ejecutivo).

Eyewitness to Jesus

Tan sólo 10 meses más tarde, en enero de 1997, aparece la edición española del mismo con el título Testimonio de Jesús en la editorial Planeta.

Edición española: Testimonio de Jesús


sábado, 14 de diciembre de 2019

¿Quién es Carsten Peter Thiede?

El 14 de diciembre de 2004, es decir tal día como hoy hace 15 años, fallecía de infarto de corazón el escritor y papirólogo alemán Carsten Peter Thiede.
Para recordar a este erudito de la papirología y darlo a conocer un poco más al lector hispanohablante he redactado este artículo sobre su vida, su obra y sus importantísimas investigaciones.
 El que aquí escribe tuvo la suerte de verlo y escucharlo en dos ocasiones hablar de Jesús, la Resurrección y los discípulos en dos conferencias que dio en el auditorio (Hörsaalzentrum) de la Universidad Técnica de Dresde, en la primavera del año 2000 y en la primavera del año 2003.
Eran estas conferencias organizadas por la agrupación estudiantil cristiana Campus für Christus.

El profesor Carsten Peter Thiede


Vida de Carsten Peter Thiede  
(Entrevista realizada por Robbie Low: http://trushare.com/30NOV97/NO97CARS.HTM)
  
Infancia
Carsten Peter Thiede nació el 8 de agosto de 1952 en Berlín Occidental (RFA).
Fue en la parte occidental de ciudad, por aquel entonces dividida en dos partes por el famoso muro de Berlín, donde su hermano y él crecieron en una familia cristiana tradicional, que solía ir de vez en cuando a la iglesia.

Su padre era un funcionario público, concretamente subdirector de una agencia federal que se ocupaba de las deudas que tenía el antiguo III Reich con otras naciones. Rusia y la República Democrática Alemania (la Alemania Oriental, o sea la comunista) no reconocían las agencias federales, por lo que no existía para ellos como persona. Sólo podía salir de Berlín en avión. Carsten Peter Thiede recuerda que el resto de la familia iba de vacaciones en tren a encontrarse con él en Berlín Occidental.

Su madre era secretaria jefe de una empresa industrial, pero abandonó su trabaja cuando tuvo hijos para dedicarse a su cuidado.

En la escuela Carsten Peter Thiede era especialmente bueno en literatura, historia e idiomas: latín primero y luego griego. Le encantaba el deporte, especialmente el hockey y el voleibol.
De hecho Thiede llegó a jugar a voleibol en la primera división alemana y más tarde siguió jugando en Oxford y en Ginebra.

Más tarde confiesa que tuvo que abandonar esta afición cuando la investigación a tiempo completo y la vida familiar no le dejaban tiempo libre para el deporte.

Estudios y fe
Thiede estudia literatura comparada en Berlín así como algo de historia clásica. También mejora su francés e inglés. Todo esto se combinó para ayudarle en el estudio de la transmisión de la tradición desde la antigüedad hasta la literatura moderna.

Se interesa también en la filología latina medieval porque ésta cubría el período en el que termina el papiro escrito a mano y es cuando no sólo comienza a aparecer el papel sino que finalmente se empieza a imprimir.

Todas estas áreas que comenzaron como curiosidad desempeñarán un papel importantísimo en el estudio posterior de los primeros papiros.

Carsten Peter llega a la fe gradualmente. En su último año de universidad, sus amigos ven que no acaba de ser creyente del todo y le desafían.
Empieza a interesarse cada vez más por temas relacionados con el cristianismo. Su fe va desarrollándose con lo que él llamaría “momentos de conocimiento”.

Thiede comienza en la tradición luterana, en la denominada iglesia unida. Esta realmente fue creada por el rey prusiano Federico III, quien, cansado de las discusiones entre calvinistas y luteranos, junta ambas corrientes para formar una sola iglesia.
Pero Thiede se da cuenta de había algo que echaba en falta en el culto luterano y no fue hasta cuando marchó a vivir a Inglaterra y me encontré con la adoración tradicional anglicana cuando supo lo que era.

Las experiencias en la capilla del Queens' College y en St. Aldate's en Oxford así como en la Santísima Trinidad  en Ginebra dan como resultado que Thiede se convierta en un miembro entusiasta de la “Prayer Book Society”, la Sociedad del Libro de Oraciones. Más tarde da un paso más allá y se ordena lector anglicano (una especie de sacerdote laico) y para pasar a ser 15 años más tarde capellán militar de la base del ejército británico en Paderborn, donde residió muchos años.
Thiede se convierte en el primer capellán militar anglicano del ejército británico de origen alemán de la historia.

Inglaterra
Su padre había sido director de escuela primaria de Berlín antes de la guerra. Ahí había tenido alumnos judíos a los que había ayudado a escapar de las garras del nazismo. Acabada la guerra retomó el contacto con algunos de aquellos antiguos alumnos judíos. Uno de ellos, que había emigrado a Inglaterra, se había convertido en un médico de cabecera en Londres e invitó a Carsten Peter Thiede a pasar un mes con su familia.

En el año 1976 marcha a Oxford a realizar estudios de doctorado. Elige esta universidad porque Queens tenía a un notable erudito judío, el profesor S.S. Prawer, que era profesor de literatura alemana y experto en literatura comparada. También allí en ese momento estaban el profesor George Kilpatrick, un gran erudito del Nuevo Testamento, y Edgar Lobel, uno de los mejores papirólogos y me interesé en los papiros del Nuevo Testamento y su mundo.

Es en esa Universidad de Oxford donde Carsten Peter comienza a interesarse en los papiros neotestamentarios y donde, como ya hemos mencionado más arriba, también entra en la iglesia anglicana.

Docencia en Ginebra
Llega a Ginebra en 1978 como profesor titular de literatura comparada.
Se considera muy afortunado por dos razones:
1. Thiede había sido elegido para este puesto de docente entre 200 solicitantes interesados.
2. Ahí puede compartir experiencias e intercambiar impresiones con George Steiner y dos grandes eruditos más en literatura comparativa francesa y alemana.
Es en esta Universidad de Ginebra donde se encarga de organizar también el primer congreso sobre Stendhal.

Matrimonio
Aunque Thiede vivía en Ginebra, nunca perdió contacto con Oxford, volviendo allí una vez por trimestre para mantenerse el contacto con los viejos amigos.
En una de estas visitas, recibe una invitación a la casa familiar de un amigo y adonde regresa para quedarse en viajes sucesivos. En su cuarta visita, conoce a la mujer con la que se iba a casar, Frances, hermana de su amigo y que volvía a su casa del trabajo en el Ministerio de Agricultura de Londres.
Thiede cuenta al respecto: "Creo que lo vi venir la primera vez que nos vimos. Parece ser que su hermano le preguntó cuando nos presentó: "No te irás a enamorar de él, ¿verdad?"

Frances vive en Londres y Thiede en Ginebra. Para poder verse, Thiede viaja continuamente a Londres.  
El día de Pascua del año 1981 se compromete con ella y un año después se celebra la boda en la parroquia de Monks Risborough en Buckinghamshire.
Para que su mujer pueda continuar con su carrera Thiede marcha a vivir a Londres.
Su mujer, Franziska Campbell, es un miembro muy comprometido de la iglesia anglicana, lo que acerca a Thiede todavía más a la Iglesia de Inglaterra.

Vida en Londres
En Londres Thiede se dedica a escribir libros, a producir un programa de televisión y a trabajando para el Institute of German Studies.
En 1984 se licencia como lector de la Iglesia Anglicana en la Comunidad de St.-Margaret, en Roehampton: “estábamos rezando un día en St. Margaret y el vicario me preguntó si quería ser lector. Así que me formé y obtuve una licencia en 1984. La mejor capacitación fue con el vicario, Donald Reece y sus lectores, que siguen siendo buenos amigos

Hasta los primeros años de la década de los 90 Thiede trabaja   para varios medios de comunicación, como la BBC y la ERF (una corporación evangélica alemana de medios, con sede en Wetzlar) y también como redactor para la editorial alemana de contenido cristiano R. Brockhaus.
En aquella época redacta “die älteste Evangelien-Handschrift” (The Oldest Gospel Manuscript), “das Petrusbild in der neueren Forschung” (Simon Peter from Galilee to Rome) y "Jesus, Life and Legend" además de muchas publicaciones más.

Die älteste Evangelien-Handschrift
En su primer libro Die älteste Evangelien-Handschrift (el primer manuscrito de los Evangelios) Thiede retoma las investigaciones que había llevado a cabo 14 años antes sobre los Rollos del Mar Muerto el papirólogo español José O’Callaghan Martínez.

                                            
                                                José O´Callaghan (enciclopèdia cat)

En concreto centra su atención en el papiro 7Q5.
Según José O’Callaghan se trata posiblemete de un fragmento del Evangelio de Marcos.
Este trocito de papiro es minúsculo, escasamente mide 3,9 centímetros de altura máxima por 2,7 centímetros de anchura máxima. Por si esto fuera poco algunas letras son prácticamente ilegibles, por lo que cada investigador ha querido interpretarlas a su manera.
Fragmento de 7Q5


O’Callaghan cometió la intolerable osadía de proponer que esos trocitos de papiro eran dos versículos del Evangelio de Marcos, concretamente los versículos 52 y 53 del capítulo 6.
Esta identificación suponía aceptar que ya existían textos del evangelio de Marcos antes del año 70 a.C., año en que se destruyó Jerusalén y desapareció su Templo. También la comunidad judía que vivía en el desierto junto al Mar Muerto, en Qumrán, quedó desmantelada.
En otras palabras, O’Callaghan estaba diciendo que tres décadas después de la muerte de Jesús ya había Evangelios, escritos por posibles testigos de la vida de Cristo.

Esta conclusión O’Callaghan desafiaba las tesis ortodoxas del mundo académico, lo que le valió verse aislado del mundo intelectual por más de una década.

El posterior análisis de Thiede y la publicación de este libro suyo volvieron a desempolvar el debate sobre la posible existencia de textos del evangelista de Marcos en las cuevas de Qumrán.

Vuelta a Alemania
De Londres vuelve a Alemania, donde realiza labores académicas en Gieβen. Más tarde ayuda a establecer una Academia de Medios Cristianos en Wetzlar, donde se preparaba a la gente para escribir y producir para televisión. Luego en Wuppertal pasa a ser editor académico senior de una editorial.
Más tarde, a principios de los 90, se mudó a Paderborn donde le nombran Director de Investigación Epistemológica Básica y se dedica íntegramente a la investigación.

En medio de todo esto nacieron sus tres hijos: Miriam, Emily y Frederick.
Paderborn es una ciudad que tiene una base militar con aproximadamente 14.000 británicos y en 1992 le vuelven a licenciar como lector para las Fuerzas Armadas Británicas donde hace labores pastorales y se siente muy en casa.

Como ya hemos mencionado más arriba el caso de Carsten Peter Thiede es realmente insólito: un alemán que sirve en el ejército británico primeramente como pastor laico y más tarde, después de ser ordenado sacerdote en el año 2000, se convierte en el primer capellán alemán del ejército Británico.


La fama
En navidad del año 1994 Thiede se da a conocer al gran público cuando la revista Times publica en su portada un artículo sobre las investigaciones que Thiede había había llevado a cabo sobre tres pequeños fragmentos de papiro que se conservaban en la biblioteca del Magdalen College de Oxford.
 
Thiede había hecho público el resultado de dichas investigaciones  anteriormente en la revista de papirología y epigrafía (Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik), una revista especializada, alejada del gran público y que apenas atrae la atención más allá de los expertos en estos temas.
La fama llega, así pues, en Noche Buena del año 1994. El periódico "The Times" se enteró de la investigación de Thiede y ocupó la portada. Nadie se lo esperaba, mucho menos Thiede.

Se abre un debate
El trabajo de Thiede con esas tres pequeñas piezas de papiro antiguo descubierto en el Alto Egipto en 1901 y conservado en el Magdalen College de Oxford causa una revolución dentro de los estudios del Nuevo Testamento.

Papiro Magdaliniense

Usando todas las habilidades que dispone, Thiede analiza los fragmentos de papiro y llega a la conclusión de que estos fragmentos son el texto evangélico más antiguo que tenemos en el mundo pues fueron escritos nada menos que en los años 60 d.C.

Las implicaciones de este descubrimiento fueron extraordinarias porque contradecían radicalmente lo que venían defendiendo los críticos liberales durante generaciones, a saber, que los Evangelios se pusieron por escrito mucho más tarde de la muerte de Jesús y por lo tanto los redactores no pudieron ser testigos de la vida, enseñanzas y hechos de Jesús.

Estos mismos críticos también defendían las tesis del “vaticinium ex eventu” es decir, que dado que los Evangelios se habían escrito mucho más tarde de cuando vivió Jesús, los evangelistas pudieron incluir en ellos ciertos hechos históricos, como la destrucción de Jerusalén y de su Templo, como profecías cumplidas que ya predijera en tiempos Jesús.

El hecho de que se fechara un escrito evangélico pocas décadas después de la muerte de Jesús implica que aquellos que lo redactaron pudieron ser perfectamente testigos oculares de la vida de Jesus.
Esto pondría los evangelios nuevamente en manos de la comunidad que conocía el ministerio terrenal de Jesús.

La investigación de C.P. Thiede
En la biblioteca del Magdalen College en Oxford se conservaban, como he mencionado más arriba, unos fragmentos de papiro del Evangelio de Mateo que habían sido descubiertos en el año 1901 en el alto Egipto, concretamente en Luxor, por un clérigo inglés que adquiere los tres pequeños trozos de papiro y los envía a Inglaterra.

Ahí son examinados por primera vez medio siglo más tarde, concretamente en el año 1953, y se llega a la conclusión de que su fecha de redacción hay que situarla en algún momento del segundo siglo d.C.

Cuatro décadas más tarde, en 1994, el historiador y papirólogo alemán Carsten Peter Thiede los vuelve a analizar y llega a la conclusión de que no databan de los años 160-180 d.C. como originalmente se creía, sino que más bien había que situarlos en una época anterior, concretamente 100 o 120 años antes.
Es decir, que nos estamos delante de un documento de la década de los años 60 del primer siglo.

Recepción de las tesis de Thiede entre los expertos
Esa nueva datación del llamado papiro 64 fue muy criticada por ciertos expertos críticos. Lo mismo pasó con una publicación anterior de Thiede sobre unos hallazgos de textos de Qumran, en los cuales, tomando una tesis del estudioso español José O’Callaghan Martínez, argumentó que uno de los pequeños fragmentos de papiro de la cueva 7 de Qumran contenía pasajes del evangelio de Marcos.

Hay que decir que nos encontramos aquí con dos actitudes completamente diferentes:
Por un lado tenemos a los clasicistas, papirólogos, historiadores y filólogos, que, en general, han recibido muy bien la novedad aportada por Thiede.

Muchos de estos especialistas, señala Thiede, tienen unas habilidades excepcionales que durante mucho tiempo han sido excluidas del estudio de los textos bíblicos antiguos.
Por otro lado encontramos una postura abiertamente hostil que proviene mayoritariamente de teólogos, que son los que ponen las principales objeciones, con honrosas excepciones, claro.

¿Por qué tanta hostilidad por parte de los teólogos?
Esta investigación y sus implicaciones socavan gran parte de lo que se ha enseñado y pensado en las facultades teológicas en este siglo.

Es, quizás, difícil para un laico entender por qué esto es así. Aquellos que tienen una formación teológica saben que las facultades teológicas han estado dominadas por eruditos cuyas presuposiciones han estado totalmente en desacuerdo con el testimonio de la iglesia primitiva. Y ¡ay de aquel que les lleve la contraria a estos eruditos!

Thiede cita como su antiguo tutor, el fallecido John Robinson, era el favorito de los críticos radicales por su libro "Honest to God". Sin embargo, más tarde, cuando publicó una obra profundamente conservadora sobre el Evangelio de Juan, inmediatamente se convirtió en una persona ignorada y condenada al ostracismo en el mundo académico de la teología liberal.

La investigación de Thiede echa por tierra la suposición de que el Evangelio de Mateo se escribió tarde, después de los eventos que se suponía que Jesús había profetizado allí y que era una construcción de una comunidad de fe de segunda generación.

El mismo Thiede sostiene: “Esos tres pedazos de papiro pueden resultar un quebradero de cabeza para toda una legión de teólogos liberales, agnósticos y ateos. No podemos esperar que se vayan a quedar en silencio, cuando están en juego un montón de intereses creados”.

Papiros y tecnología
Thiede también fue un pionero en la aplicación de nuevas tecnologías al estudio de los papiros.
El doctor George Masuch, profesor de biología en Paderborn, le muestra un día cómo su último microscopio puede diseccionar un ácaro del polvo. “Bueno”, piensa Thiede, “si puede hacer eso con material orgánico, ¿por qué no papiro o cuero?

Se les ocurre entonces tomar prestado un trozo de papiro inútil (es decir ya no se puede nada en el) de Jena (Turingia) y prueban con el nuevo microscopio.
Los microscopios de luz ordinarios o de luz ultravioleta no muestran nada. El microscopio epifluorescente, sin embargo, muestra rastros de tinta. Con esos resultados acuden a Leica (empresa alemana que fabrica de instrumentos ópticos de precisión) y les piden ayuda para desarrollar un modelo láser.

Los resultados son asombrosos. El nuevo microscopio no solo revela (y permite fotografiar) entre 20 y 90 capas de papiro, sino que informa también de la profundidad de la tinta y, ahí donde no queda tinta, queda la impresión de las letras en 3D que revela el texto y el estilo de caligrafía de los escribas.

El microscopio también revela el alcance de la erosión fúngica en con unos detalles sobrecogedores. La técnica permite la reconstrucción de las letras una por una así como la detección de daños. Los israelíes se pusieron en contacto con ellos más tarde mostrando interés en aplicar este microscopio al estudio de los Rollos del Mar Muerto.

Hitos en la vida de Carsten Peter Thiede
Sin duda este investigador y divulgador alemán tendrá muchas cosas de las que sentirse orgulloso en su vida. Aquí hemos querido destacar algunos de los logros incuestionables en su carrera:

1. Aparte de aspectos anecdóticos en su curriculum, como por ejemplo el hecho de convertirse en el primer capellán anglicano alemán del ejército británico de la historia, queremos destacar otros aspectos muy importantes en su carrera y que también se han convertido en avances importantísimos en los estudios de los Evangelios como son los siguientes.

2. La datación del Papiro Magdalena (un fragmento en griego del Evangelio de Mateo) después de numerosos análisis paleográficos, hacia la segunda mitad del siglo I, que llevan a la conclusión de que no sólo nos encontramos ante el fragmento del Nuevo Testamento más antiguo del mundo, sino, y he aquí el hallazgo revolucionario, nos encontramos con que tenemos textos evangélicos escritos pocos años después de la muerte de Jesús, lo cual indica que la comunidad de creyentes que puso por escrito los Evangelios pudieron ser perfectamente testigos oculares de la vida de Jesús.

3. La investigación y el empleo de Thiede de diferentes disciplinas relacionadas aliadas a la tecnología hacen de la papirología la nueva frontera de la investigación del Nuevo Testamento.

4. El trabajo y las conclusiones de Thiede ponen patas arriba las tesis tradicionales que aseguraban que los Evangelios habían sido redactados más de un siglo después de la muerte de Jesús y que estaban plagados de leyendas e invenciones.
El serio trabajo de Thiede requiere ahora una profunda revisión de dichas tesis en todas las facultades teológicas de Europa.

5. El uso de microscopios de luz epifluorescente, técnica en cuya aplicación Thiede fue pionero, nos permiten descubrir textos que habían permanecido ocultos a nuestros ojos durante siglos.

6. El posible descubrimiento o hallazgo del pueblo de Emaús, mencionados en los Evangelios, donde Jesús resucitado se apareció a dos discípulos, gracias a las labores arqueológicas diriginas por Carsten Peter Thiede, es también un hito en la arqueología bíblica que no se debe pasar por alto.

Sobre este último e importantísimo proyecto en la vida de Carsten Peter Thiede incluimos en aquí un resumen del artículo que el propio Thiede escribió sobre las excavaciones realizadas en Moza (Israel: “die Wiederentdeckung von Emmaus bei Jerusalem” y que apareció publicado en  Zeitschrift für antikes Christentum, 8 (2005), Páginas 593–599.

¿Dónde está Emaús? Excavación del Emaús bíblico.
Un proyecto de investigación de la universidad STH de Basilea.

La mayoría de los lugares mencionados en el Nuevo Testamento ya han sido excavados. Sin embargo, sobre todo, uno sigue siendo controvertido: Emaús.
Hasta ahora, hay tres sitios que afirman ser el Emaús histórico, que se menciona en Lucas 24, 13-34.
Hay tres lugares que se han propuesto en diversos estudios:
- Nikopolis-Latrun
- Abu Gosh y
- Emaús - El Qubeibe
Sin embargo los expertos no consideran que realmente puedan ser Emaús por dos razones:
a) o bien están demasiado lejos de Jerusalén
b) o no se llamaban Emaús en tiempos bíblicos.

Últimas investigaciones confirman una antigua suposición:
Emaús estaba cerca de la actual Moza, donde el emperador Vespasiano más tarde construyó una colonia de legionarios veteranos.
El lugar se llamaba, como se ha podido demostrar, Emaús en tiempos del Nuevo Testamento y está a 30 estadios de distancia de Jerusalén.

Siempre se ha sospechado que, cuando Lucas se refería la distancia de Emaús, diciendo que estaba a "60 estadios" (Lucas 24, 13) lo que en realidad apuntaba el evangelista era la distancia total del recorrido de ida y vuelta. El regreso se presupone en Lucas 24, 33-34: “Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón”. RVA 2015.

Una exploración en un lugar al que nunca se le había prestado atención anteriormente, bajo la dirección de Carsten Peter Thiede, que en ese momento era profesor de entorno e historia contemporánea del Nuevo Testamento en la Universidad STH de Basilea, reveló unos primeros hallazgos arqueológicos en 2000.  Se pudo demostrar una continuidad única de asentamiento, desde la época benjaminita del Antiguo Testamento, pasando por la aldea del Nuevo Testamento de la que habla Lucas, la colonia de veteranos romanos que fundó Vespasiano, el período bizantino, hasta llegar a los cruzados del siglo XII.

La Autoridad de Antigüedades de Israel le concedió a la Universidad STH de Basilea el permiso de excavación en el año 2001. En agosto de ese mismo año, el profesor Thiede pudo realizar una primera excavación en este área con un equipo de estudiantes y uno de los principales arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Egon Lass. El equipo de excavación también incluyó expertos en numismática y cerámica.

La primera campaña de excavación llevada a cabo conjuntamente por el STH de Basilea y la Autoridad de Antigüedades de Israel en Jerusalén tenía un doble objetivo
1. La confirmación del desarrollo del asentamiento en el área de Moza-Qalonniye-Emaús, que puede derivarse de las fuentes literarias desde Josué 18, 26 hasta Flavio Josefo y el Talmud.

2. Cerrar una brecha arqueológica demostrando rastros de asentamiento del último período del segundo templo, es decir, la época de los discípulos de Emaús, cuya ubicación debe asumirse aquí según la información dada por Lucas y Josefo (Lucas 24:13; Josefo, Guerra Judía 7, 217).

¿Dónde estaba exactamente Emaús?
En 1973 encontró Emanuel Eisenberg, justo al oeste de la colonia de soldados veteranos del emperador Vespasiano, los restos de una casa con frescos en las paredes que ya no es visible hoy, y que dató del primer siglo d.C.

Según Eisenberg, el tipo de construcción se correspondía a la perfección con las casa de los más acaudalados en el barrio herodiano de Jerusalén.

El verdadero Emaús del Evangelio de Lucas (Lucas 23, 13), que también se menciona en una segunda fuente antigua con este nombre (Flavio Josefo, Guerra judía 7, 217) está a unos 8,5 km al noroeste de Jerusalén, al borde de la carretera entre Jerusalén y Tel Aviv.

Las conclusiones que Thiede sacó de las excavaciones son las siguientes:
- El tipo de restos de cerámica del período tardío del segundo templo que se encontraron ahí no nos hablan para nada de pobreza. La gente vivía bien ahí. La gente que vivía en Emaús no formaba parte de la población necesitada.

- Cuando Lucas (24, 13) habla de un pueblo y cuando Marcos (16, 12) nos habla de que después Jesús se les apareció a dos personas que iban al campo, no se estaban refiriendo a una  población rural tradicional, sino a una urbanización de gente potentada, que deliberadamente no quería vivir en la ciudad.
Las tejas y los materiales de construcción de las casas eran sólidos y de calidad.

- Hay como mínimo una moneda romana, pero de tiempos anteriores a Vespasiano, y otra judía, de tiempos prerromanos.

- También se ha encontrado y reconstruido una pieza de cerámica con una inscripción judía, que tiene un extremo roto, y que parece referirse al nombre de un lugar o a un nombre de persona (Shema).

- También se pudo hallar un fragmento de teja donde se había grabado a mano la cruz de la Orden de San Juan de Jerusalén (conocida también como Orden de los Hermanos Hospitalarios, Orden de los Caballeros Hospitalarios, Orden Hospitalaria u Orden de Malta).

Cruz de la Orden de Malta

Este hallazgo, hasta ahora único en Tierra Santa, habla de un trabajo hecho por encargo, no del signo de un peregrino, y sugiere que el edificio donde se encontró el trozo de teja con la cruz era una construcción típica de los hospitalarios, con su hospital y su capilla o iglesia.

- Lo revolucionario de este edificio es que es el primero de estas características en Tierra Santa.
La casa era de dos pisos. Arriba se encontraba la sala de enfermos, abajo la capilla y entre ambas plantas había dos enormes orificios para que los inválidos pudieran seguir los oficios religiosos que tenían lugar en el piso inferior.
La novedad es que este edificio, que es una copia de la moda arquitectónica europea de la época, es que presenta una entrada adornada con arcos, cosa que no se ha visto anteriormente en ningún edificio medieval sacado a la luz en Israel.

- Más tarde apareció también el fragmento de un "Kelall", es decir, uno de las vasijas de piedra que usaban los judíos para su abluciones, tal y como se menciona en el Evangelio de Juan 2,6.
Thiede entiende la siguiente transformación lingüística del topónimo Emaús en el transcurso de casi un milenio y medio:
Moza – haMoza – haMosa – Amosa – Amaous – Emaús.

Libros de Carsten Peter Thiede

1. Die älteste Evangelien-Handschrift? Das Markus-Fragment von Qumran und die Anfänge der schriftlichen Überlieferung des Neuen Testaments. R. Brockhaus, Wuppertal 1986, 4. Auflage 1994, ISBN 3-417-20502-6.

El papirólogo español José O'Callaghan planteó en el año 1972 la hipótesis de que un fragmento de pergamino encontrado en la séptima cueva de Qumran se correspondía con los versículos 52-53 del sexto capítulo del evangelio de Marcos.

Los eruditos reaccionaron mayoritariamente de forma negativa. Carsten Peter Thiede evaluó cuidadosamente los argumentos a favor y en contra pros y llegó a la conclusión de que la hipótesis defendida por José O'Callaghan es correcta y que este fragmento de Qumran es en realidad más antiguo que incluso el famoso P52.

Dos novedades encontramos también en este libro:
a) Por un lado se propone la teoría de que los escritos del Nuevo Testamento más antiguos están redactados en pergamino y no en forma de códice.
b) También manifiesta Thiede que la primitiva iglesia cristiana y la comunidad judía de Qumran mantenían relaciones de un tipo diferente al que se ha creído anteriormente.

En otros idiomas:
Italiano:
Il Piu Antico Manoscritto Vangeli ?: Il Frammento Di Marco Di Qumran E Gli Inizi Della Tradizione Scritta del Nuovo Testamento (Subsidia Biblica, Band 10)  Carsten Peter Thiede. 1. Januar 1987.

2. Das Petrusbild in der neueren Forschung. Carsten Peter THIEDE (Hrsg.), R. Brockhaus Verlag, Wuppertal 1987, X + 219 páginas.

En este libro Thiede recoge, como editor, nueve artículos ya publicados entre los años 1961 a 1986 por eruditos en torno al Apóstol Simón Pedro.
Como digo, estos artículos habían aparecido ya publicados anteriormente, muchos en otros idiomas, pero los encontramos aquí traducidos al alemán.
  
De ellos, dos tratan de la época de Jesucristo y de Pedro como discípulo
- Q. G. Strange-H. Shanks escriben sobre las ruinas de la casa de Pedro en Cafarnaum.
- G. Meier se ocupa de la Iglesia en el Evangelio de Mateo.
- H. M. Ridderbos analiza los discursos de Pedro en Hechos de los Apóstoles.
- I. H. Marschall analiza la huida milagrosa de Pedro de la cárcel en el capítulo 12 de los Hechos de los Apóstoles.
-  M. Hengel estudia la función misionera de Pedro entre los gentiles (1984)
- F. Neugebauer analiza el primer libro de Pedro
- E. M. B. Green se ocupa a su vez del análisis del segundo libro de Pedro.
- S. Dockx se encarga de estudiar la cronología en la biografía de Pedro.
- C. P. Thiede, que es el editor, también colabora con un artículo interesantísimo sobre la estancia de Simón Pedro en Roma .
Como muy bien apuntó G. Aranda en una recensión que realizó sobre este libro en el año 1988 “En conjunto se puede advertir una seria argumentación que pone en tela de juicio afirmaciones -hoy frecuentemente repetidas- como el carácter muy tardío de las cartas de Pedro o la no autenticidad de Mt 16, 18; Y viene a corroborar los datos de la antigua tradición de la Iglesia”.

3. Kirche in den Kinderschuhen. Die Anfänge des Christentums in Bildern und Texten (mit Ken Curtis). R. Brockhaus, Wuppertal/Zürich 1991, ISBN 3-417-24627-X.

Los primeros tres siglos fueron los más decisivos para el cristianismo: la existencia misma de la Iglesia se encontraba amenazada pues una y otra vez sus enemigos intentaron acabar con ella.

Sin embargo la Iglesia no solo logró sobrevivir, sino que se llegó a convertirse en uno de los tres pilares de la civilización occidental actual.

¿Cómo pudo superar la incipiente Iglesia la oposición y hostilidad del imperio más poderoso del mundo antiguo: el romano?

En este libro se le ofrece a todo aquel lego en la materia una introducción sobre la Primitiva Iglesia Cristiana y el mundo en el que extendían el nuevo y sorprendente mensaje de Jesucristo. Este libro lo escribe Carsten Peter Thiede junto al eminente Doctpr A. Kenneth Curtis (presidente del Christian History Institute y editor de la Christian History Magazine).
Inglés:
From Christ to Constantine: The Trial and Testimony of the Early Church. Carsten Peter Thiede and Ken Curtis.

4. Funde, Fakten, Fährtensuche. Spuren des frühen Christentums in Europa. R. Brockhaus, Wuppertal/Zürich 1992, 152 Seiten, 204 farbige Abbildungen. ISBN 3-417-24635-0.

En este interesantísimo libro el profesor Carsten Peter Thiede llega a la conclusión de que es posible que la fe cristiana llegara a Roma alrededor del año 30, de la mano de algunos viajeros romanos que habrían tenido la ocasión de escuchar el sermón de Pentecostés de Pedro en Jerusalén y que más tarde trajeran las Buenas Nuevas a Roma.

También señala Thiede en este libro como cabe recordar que los primeros servicios religiosos cristianos, tanto en Tierra Santa como en Roma, no se celebraban en iglesias, sino que se llevaban a cabo en casas particulares.

Especialmente en la época del Emperador Constantino, en el siglo IV, las iglesias cristianas a menudo se construían sobre casas privadas que durante mucho tiempo habían servido a los cristianos como refugio para sus servicios religiosos (secretos).

Otro aspecto importante que señala Thiede en su libro es que el camino a la Galia ya fue recorrido por cristianos en la época de la iglesia primitiva. Haciendo referencia a Timoteo 2, capítulo 4, versículo 10, según el cual Crescente, discípulo de Pablo va a Galatia[1], la "Traducción Oecumenique de la Bible" (TOR) sostiene la opinión de que la traducción correcta de Galatia desde un punto de vista filológico sería Galia, o sea la actual Francia. Se ha demostrado que ya había una gran comunidad cristiana en Lyon hacia el año 177. En esta fecha comienza una ola de persecuciones y asesinatos contra los cristianos de Vienne y Lyon.

Otro capítulo importante lo dedica Thiede a la iglesia en suelo inglés. En el curso de las excavaciones de la época romana, Inglaterra sacó a la luz muchas referencias al cristianismo primitivo, como la iglesia de Silchester, que probablemente representa la primera iglesia concebida y construida como tal, al norte de los Alpes.

Las excavaciones que sacaron a la luz este importantísimo hallazgo en 1961, se volvieron más tarde a tapar. Al respecto el profesor Thiede dijo: "En una decisión inexplicable, el Consejo del Condado de Hampshire llegó a la conclusión de que el aumento en el excedente de granos era más importante que la preservación de una conjunto romano histórico único".

Otro punto muy relevante, y que Thiede desea destacar inequívocamente, es la importancia de Jerusalén para la cristiandad. El emperador Constantino, el primer emperador cristiano del imperio romano, "se había dado cuenta de que ahí -en Jerusalén-, y no en Roma, estaba la verdadera capital del cristianismo".

Constantino mando construir tres grandes iglesias en Tierra Santa: la Natividad en Belén, la iglesia sobre el sepulcro vacío (y el Gólgota) y la iglesia del Monte de los Olivos (la llamada Eleona), pero también hizo construir tres iglesias principales en Roma: la Basílica de Letrán, la Iglesia de San Pedro y la Iglesia de la Santa Cruz, (Santa Croce in Gerusalemme).

Otro capitulo lo dedica Thiede a la iglesia de Santa Sabina, donde Thiede ve las claras raíces judías del cristianismo pero en una sociedad de gentiles. Esto queda patente en la inscripción del mecenas de la iglesia, Pedro el Ilirio, en la iglesia de Santa Sabina, en Roma: a la izquierda tenemos la Iglesia del judaísmo (= de la circuncisión, Ecclesia ex circumcisione), a la derecha, la iglesia del Paganismo (Ecclesia ex gentibus).

Esta inscripción, que data de 410, describe en letras mayúsculas doradas sobre un fondo azul "la erección de la iglesia por Pedro el ilirio", que provenía de los Balcanes, de Iliria, la frontera entre Oriente y Occidente. Las dos iglesias son representadas por dos figuras femeninas, que "no se pueden distinguir entre sí por ningún tipo de características estereotipadas”.

Thiede señala acertadamente "la diversidad del cristianismo como una sociedad multicultural ideal" lo cual se observa precisamente en las primeras manifestaciones del arte cristiano[2].

5. Religion in England. Darstellung und Daten zu Geschichte und Gegenwart. Gütersloher Verlagshaus, Gütersloh 1994, ISBN 3-579-00635-5.

6. Der Jesus-Papyrus. Die Entdeckung einer Evangelien-Handschrift aus der Zeit der Augenzeugen (mit Matthew D’Ancona). Luchterhand, München 1996, ISBN 3-630-87983-7.

A principios del siglo XX, un clérigo inglés adquiere tres pequeños trozos de papiro en Luxor, Egipto, que contienen fragmentos del evangelio de Mateo y los envía a Inglaterra.

Ahí son examinados por primera vez medio siglo más tarde, concretamente en el año 1953, y se llega a la conclusión de que su fecha de redacción hay que situarla en algún momento del segundo siglo d.C.

Cuatro décadas más tarde, en 1994, el historiador y papirólogo alemán Carsten Peter Thiede los vuelve a analizar para llegar a una conclusión diferente y completamente impactante: los fragmentos de papiro son mucho más antiguos de lo que se piensa.  Thiede establece que son aproximadamente del año 70 d.C.

La noticia es asombrosa, estamos hablando de que los evangelios, contrariamente a lo defendido por la mayoría de los estudiosos, contienen informes de testigos oculares coetáneos de Jesús.
La noticia se publica en la portada de la revista Times en Navidad del año 1994 y es presentada como un auténtico bombazo histórico.

Se abre el viejo debate sobre el origen, fecha de redacción y fiabilidad de los Evangelios, esta vez bajo un nuevo prisma.

La revista The Times llega incluso a afirmar: "Desde el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, este ha sido probablemente el avance más significativo en la investigación del Nuevo Testamento".

Thiede señala cómo el análisis minucioso de los trocitos de papiro demuestra que esos textos evangélicos ya existían en forma escrita a los quince años de la muerte de Cristo.

Este libro, que desde la fecha de publicación ya ha sido traducido a más de una docena de idiomas, nos cuenta la historia del descubrimiento en Egipto y la posterior datación de los fragmentos de papiro de una manera tan emocionante como un thriller.

El periódico alemán Welt am Sonntag llega a afirmar: »Las tesis y los resultados de las investigaciones del profesor Thiede rompen con una tendencia que hacía del Nuevo Testamento un objeto de desconfianza cultural«

7. Ein Fisch für den römischen Kaiser. Juden, Griechen, Römer: Die Welt des Jesus Christus. Luchterhand, München 1998, ISBN 3-630-87994-2.

En este libro el profesor Carsten Peter Thiede nos conduce al mundo en el que vivían Jesús, los judíos y la primera comunidad cristiana.

En sus páginas descubrimos la historia cotidiana y cultural de la época del emperador Augusto (43 a. C. - 14 d. C.) hasta el emperador Domiciano (81-96 d. C.).

Apoyándose en investigaciones recientes así como en hallazgos arqueológicos, Thiede nos ofrece una imagen viva de la diversidad cultural y religiosa del Imperio Romano, donde la fe cristiana se va a desarrollar a partir del judaísmo y se va a convertir en una religión que ha dado forma a nuestra civilización hasta hoy.

El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung comenta al respecto: "Impresionantes son la riqueza de conocimiento, la imparcialidad a la hora de hacerse preguntas curiosas y de torpedear todo aquello a lo que estamos acostumbrados".

8. Bibelcode und Bibelwort. Die Suche nach verschlüsselten Botschaften in der Heiligen Schrift. Brunnen, Basel/Gießen 1998, ISBN 3-7655-3689-X.

El famoso libro "The Bible Code" de Michael Drosnin le da pie a C. P. Thiede de tratar a fondo la base de dicho código, es decir la propia Biblia.

Con este interesante y entretenido libro Thiede le explica de manera clara y sencilla a todo aquel lego en la materia los fundamentos de la investigación de textos antiguos.

 Así pues, este libro -contrariamente a lo que uno pueda creer - no es un análisis pormenorizado de las tesis de Michael Drosnin, ni desde el punto de vista lingüístico-textual, ni teológico.

Por lo tanto, el libro de Thiede no es un examen detallado de las tesis de Drosnin, ni en términos lingüísticos / textuales (sin embargo, hay algunos ejemplos generales), ni en términos teológicos (pero se refiere al trabajo correspondiente). En general, el libro es muy recomendable y útil para el argumento fundamental.

En el primer capítulo "Fabricamos un código bíblico" Thiede presenta brevemente las tesis de Drosnin, para luego demostrar que carecen de sentido. Thiede acusa a Drosnin de realizar un trabajo poco serio y de emplear de manera arbitraria su método.

En el segundo capítulo "Palabra Bíblica y Texto Bíblico: Lo Básico", Thiede realiza una introducción bastante amplia y bien presentada a la forma textual y al desarrollo del Antiguo Testamento.

Además de comentar los hechos más conocidos sobre el texto hebreo, Thiede también se ocupa en detalle del significado del texto griego del Antiguo Testamento (la Septuaginta). En todos sus argumentos, enfatiza la importancia de los hallazgos de Qumran y discute algunos detalles con gran conocimiento en la materia.

En el tercer capítulo, “Números que sí cuentan”, el autor presenta y comenta una serie de códigos inequívocos de la Biblia y de la literatura antigua.

El lector encontrará aquí algunas interpretaciones, algunas divertidas, de números que aparecen en las Escrituras, como, por ejemplo, es el caso:

a)  del número 153 que aparece en el capítulo 21, versículo 11 de Juan: “Entonces Simón Pedro subió y sacó a tierra la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres de ellos y, aunque eran tantos, la red no se rompió”. RVA 2015.

b) De las tres series de 14 generaciones en la genealogía de Jesús que podemos leer en el primer capítulo de Mateo.

c) La cuestión del número 666, mencionado en el versículo 18 del capítulo 13 del LIbro del Apocalípsis de Juan: “Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis”. RVA 2015.

En el último capítulo, "La clave divina: caminos y doctrinas ocultos", Thiede analiza algunas reglas hermenéuticas básicas, de nuevo con detalles interesantes como, por ejemplo, los que menciona del Libro de Ester así como otros ejemplos que saca tanto de escritos rabínicos como de la teología cristiana primitiva.

En diferentes partes del libro, Thiede aborda la cuestión fundamental de la inspiración de la Biblia, y sus comentarios son en parte controvertidos, como cuando, por ejemplo, pone a Filón de Alejandría como ejemplo de "judío creyente" y a Orígenes como ejemplo de "cristiano creyente", ambos como modelos de comprensión cristiana de la inspiración.

En conclusión podemos estar de acuerdo con Thiede cuando escribe: "No son los métodos los que determinan el texto, sino que es el texto el que determina los métodos", exigiendo de esta manera que regresemos directamente a las fuentes, a las Escrituras para cumplir el mandato de Dios: "Buscad en el libro del Señor y leed". (Isaías 34, 16)[3].

9. Wer bist du, Jesus? Schlaglichter auf den Mann, der in kein Schema paßt. Brunnen, Basel/Gießen 2000. ISBN 3-7655-1216-8

"¿Quién eres tú, Jesús?" Esta pregunta nos toca la fibra a todos, no sólo a los cristianos de este siglo sino que también todas aquellas personas que vivieron con Jesús se hicieron en alguna ocasión esta pregunta.

Juan el Bautista quería saber « ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro? »
El Sumo Sacerdote Caifás le inquirió al propio Jesús « ¿Eres tú el Mesías, el hijo del Altísimo? »
El prefecto romano Poncio Piato le preguntó « ¿Eres tú el Rey de los Judíos? »
También el judío Saulo, más tarde llamado Pablo de Tarso, perseguidor de cristianos le hace la pregunta « ¿Señor, quién eres? »
El mismo Jesús quiso saber de sus discípulos: « ¿Quién cree la gente que soy yo? »

El profesor Carsten Peter Thiede nos conduce a un acontecimiento fascinante, incluso lleno de aventuras. Nos muestra nuevas conexiones. Cambia nuestros puntos de vista. Nos muestra el drama de una época y, finalmente nos acerca a la figura de la que nos ocupamos: Jesús. ¡Imposible no quedar fascinado!

10. Geheimakte Petrus. Auf den Spuren des Apostels. Kreuz, Stuttgart 2000, ISBN 3-7831-1857-3.

El expediente de Pedro puede ser un documento secreto misterioso, si se aborda con todo equipaje que la historia de la iglesia trae consigo o desde el punto de vista nebuloso de algunos críticos de la iglesia demasiado diligentes. Pero el hecho es que este expediente nunca se encontró clasificado.

Como tantos otros dosieres aparentemente misteriosos, siempre ha sido accesible para todo el mundo. Es una experiencia reveladora reabrirlo con el apoyo de los medios que disponemos hoy en día.

Basándose tanto en fuentes literarias y hallazgos arqueológicos conocidos como en los recién descubiertos, el reconocido historiador y papirólogo Carsten Peter Thiede rastrea la vida del pescador galileo Simón y que, más tarde, se convirtió en el apóstol Pedro.

El autor deja claro en su emocionante investigación sobre Pedro que, detrás de la historia y las historias, hay una realidad histórica y cultural que es más que simplemente la lectura de un texto antiguo.

En busca de las huellas del discípulo histórico y del apóstol Pedro, queda claro cómo hace 2000 años se unieron el conocimiento y la fe.

11. Das Jesus-Fragment. Kaiserin Helena und die Suche nach dem Kreuz (mit Matthew D’Ancona). Ullstein, München 2000, ISBN 3-550-07146-9.

The Quest for the True Cross. Carsten Peter Thiede, Matthew D'Ancona.
En este libro los autores, Carsten Peter Thiede y Matthew D’Ancona, nos explican la historia de la cruz y examinan detenidamente un fragmento de una tabla de madera que contiene parte de la inscripción de la cruz.

El objetivo de ambos autores es demostrar que la señal de la cruz ha estado en el corazón de la fe cristiana y su cultura desde el principio. Así es como comienzan un ataque contra la premisa principal, de la que se parte hoy en día, y que afirma que la cruz se convirtió en el importantísimo símbolo cristiano a partir del emperador Constantino y la emperatriz Elena.

Entre otras cosas, los autores muestran que "las fuentes históricas proporcionan evidencias que hacen que el descubrimiento de la Emperatriz Elena (es decir la inscripción de la cruz) sea bastante plausible".

Por supuesto, son conscientes de que nunca podrán demostrar con absoluta certeza que el fragmento de madera que se guarda en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma es la verdadera inscripción que se puso en la cruz de Cristo.

Sin embargo querían darle al fragmento el lugar que se merece en el amplio abanico de posibilidades históricas.

Porque en estos tiempos modernos se veía en este trocito de madera poco más que una curiosidad.
Hippolyte Delehaye se burla de esta ilusión intelectual: "No necesariamente todas las reliquias verdaderamente auténticas tienen que ser falsas".

12. Die Auferstehung Jesu – Fiktion oder Wirklichkeit? Ein Streitgespräch (mit Gerd Lüdemann). Brunnen, Basel/Gießen 2001, ISBN 3-7655-1241-9. Seiten: 144

En este libro, el historiador y papirólogo Carsten Peter Thiede y el teólogo Gerd Lüdemann toman la palabra para defender sus respectivas posturas con  respecto al tema de la Resurrección de Jesús.

Por un lado tenemos al profesor Thiede, que es un defensor de la resurrección física de Jesús.
Por otro lado Lüdemann argumenta que Jesús nunca resucitó de la muerte y, en consecuencia, rechaza la historicidad de los escritos del Nuevo Testamento.

Ambos presentan su punto de vista en un primer ensayo. Se da la circunstancia de que ninguno de los dos ha leído anteriormente el artículo del otro.

En una segunda ronda, ambos abordan críticamente la posición de su contraparte. Esta réplica es más corta que los dos textos introductorios.
En una tercera ronda, una vez que han leído la respuesta de su compañero de discusión, ambos deben formulan una brevísima conclusión.

Thiede comienza la contienda dialéctica con su ensayo “La resurrección es un hecho histórico”. Destaca las excelentes fuentes históricas que disponemos sobre la resurrección de Jesús. A este respecto cabe destacar:
a) los cuatro Evangelios
b) el capítulo 15 de 1 Corintios
c) y la conclusión que se adjunta al Evangelio de Marcos.

Como argumento en contra de estas fuentes, está la acusación de que fueron escritas por sus seguidores y, que por lo tanto, solo tienen un valor limitado.

Thiede contrarresta este ataque aduciendo que, incluso un adversario no es neutral. La neutralidad en historiografía es una ficción. Hombres como Pablo sabían muy bien distinguir entre mitos y hechos. Pablo, por ejemplo, rechaza claramente las fábulas.

Él sólo menciona hombres como testigos de la resurrección, cuando predica a los cristianos en Corinto. Sin embargo, los evangelistas narran que fueron las mujeres las primeras personas en ser testigos de la resurrección. Pablo no está negando en este pasaje la validez del testimonio de las mujeres.

Sin embargo, las diferencias en ambos pasajes muestran, según Thiede, que son auténticos y no se han tratado de armonizar. Ningún acontecimiento de la antigüedad está tan bien atestiguado como los que encontramos descritos en los Evangelios, especialmente el hecho de la resurrección.

Las primeras noticias que tenemos sobre Alejandro Magno las encontramos nada menos que 450 años después de su muerte, cual escribe sobre su vida un oficial romano, y sin embargo, no hay dudas sobre su historicidad. Aquí y en otros lugares, Thiede aporta sus conocimientos de crítica literaria.

Thiede enfatiza que la creencia judía en la resurrección no era mítica sino física; se creía en la resurrección literal de huesos y cuerpos. Pablo, un judío erudito, nunca se hubiera dado por satisfecho con una visión. Además, ¿por qué se hubieran arriesgado los discípulos a ser perseguidos y a sufrir todo tipo de padecimientos si la resurrección de Jesús no se correspondía con la realidad?

Gerd Lüdemann pone titula su ensayo “el Cristo resucitado: el cadáver en el sótano de la iglesia”. Él ve una clara contradicción en que por un lado se predicada la resurrección, pero sin embargo al mismo tiempo se duda de su historicidad.

Luego le preocupa la cuestión de si los autores bíblicos tenían algún interés en la fiabilidad histórica de sus declaraciones.

Por la introducción que hace Lucas en su evangelio, Lüdemann concluye que nadie puso sus informes por escrito antes de Lucas. Pero, ¿cómo sabemos si podemos confiar en los testigos que Lucas entrevistó? Para Lüdemann tampoco la tesis de que los primeros escritos sobre Jesús no habrían gozado de gran aceptación entre los cristianos, es convincente.

Lüdemann ve muchas contradicciones en los Evangelios. Según Lüdemann, no habría testigos presentes en el jardín de Getsemaní. - "¡Sí, los discípulos!", podríamos contestar, "sin embargo, dormían", resalta Lüdemann en negrita.

Lüdemann presupone que los discípulos estaban profundamente dormidos desde el primer momento y que de ninguna manera pudieron haber escuchado ni siquiera fragmentos de la oración de Jesús. Tampoco cree que hubieran sido informados más tarde al respecto por el mismo Jesús.

El texto tiene un valor edificante, pero históricamente no tiene consistencia, simplemente surge de la lectura de los salmos. Del mismo modo interpreta otros pasajes del Nuevo Testamento. Lüdemann mantiene su tesis de que los testimonios de los evangelistas y apóstoles son históricamente de poca confianza. Concluye su ensayo diciendo que los resultados de su análisis contradicen la fe cristiana. Si estos están en lo cierto, ya no permitirán que nadie se llamase a sí mismo "cristiano con la conciencia tranquila"

Llama la atención que muchas de las conclusiones de Lüdemann surgen de la arbitrariedad, lo que, por otra parte, Thiede le reprocha en su respuesta al primer ensayo.

A lo largo del libro Lüdemann equipara las hipótesis de la teología histórico-crítica con certezas científicos.
Entre otras afirmaciones que hace Lüdemann cabe destacar la que hace sobre Pablo de Tarso, del cual llega a decir que el conocimiento histórico que tiene Pablo sobre Jesús es muy pequeño, por lo que el apóstol estaría incapacitado para ser testigo de Jesús.

En su tercer turno de palabra, Lüdemann responde a Thiede. Entre otras cosas argumenta con la separación de fuentes del Pentateuco y llega al punto: "Esa ficción solo es posible porque estamos tratando con una cultura que aún no ha desarrollado una conciencia intelectual de la verdad".
Thiede, por otro lado, se toma en serio al antiguo autor y explica muchas de contradicciones que Lüdemann cree ver. Thiede supone que la creencia en la resurrección de Jesús pudo establecerse debido a hechos históricos claros. No es convincente el argumento de que ciertos pasajes o historias del Antiguo Testamento por sí solos formaran la base de muchos relatos del Nuevo Testamento, como tampoco es convincente que éstos fueran escritos únicamente con carácter edificante.

Thiede demuestra también en varios puntos lo arbitraria que es la interpretación de Lüdemann. Lüdemann simplemente quiere ver en una experiencia entusiasta que tienen los discípulos después de la muerte de Jesús, el comienzo de la fe. ¡Qué fuerte debe de haber sido este entusiasmo, que no sólo hizo que muchos cristianos sufrieran persecución, torturas, humillación y muerte sino que además ha mantenido esa creencia en la resurrección de Jesús viva hasta el día de hoy!

Ambos autores están de acuerdo en que son los hechos históricos los que deben proporcionar la base para determinar si se puede predicar que Jesús resucitó o no.

El valor de este libro no es que saque nuevos hechos a la luz. Más bien consiste en que se comparan dos perspectivas completamente diferentes con sus respectivos argumentos.

Con este libro el lector se hace una idea del razonamiento y argumentos de cada una de las dos posiciones y, especialmente, el lector evangélico se hace también una idea de cómo funciona la teología histórico-crítica4.
    
13. Die Wurzeln des Antisemitismus. Judenfeindschaft in der Antike, im frühen Christentum und im Koran (mit Urs Stingelin). Brunnen, Basel/Gießen 2002, ISBN 3-7655-1264-8. 176 Seiten.

«Nur wenn du für die Juden weinen kannst, darfst du gregorianische Choräle singen(Sólo si eres capaz de llorar por los judíos, puedes cantar en una coral gregoriana, Dietrich Bonhoeffer)

Antisemitismo: la mayoría de la gente piensa en la persecución de los judíos en el Tercer Reich. O en la política mundial actual con sus eslóganes de odio y los ataques terroristas de los últimos tiempos.
Sin embargo, casi nadie se pregunta sobre los orígenes reales del antisemitismo porque quizá nadie se puede imaginar que la hostilidad hacia los judíos haya sido tan grande a lo largo de la historia.
Thiede y Stingelin muestran que la situación de los hebreos no fue diferente en Roma, Grecia y Egipto hace dos mil años. "Contra los judíos", era el lema. Y con saña.

Este libro tiene como objetivo arrojar luz en la oscuridad del pasado temprano. Quiere mostrar que existen conexiones. Quiere descubrir antecedentes espirituales aquí y allá. Y quiere avisar. Porque los resultados son tan devastadores como vergonzosos: el antisemitismo es casi tan antiguo como la humanidad misma y se asemeja a un cáncer creciente con ramificaciones en el paganismo, el Islam y el cristianismo.

Utilizando numerosos textos de la antigüedad, la Biblia, los primeros escritos cristianos y el Corán, los dos historiadores Carsten Peter Thiede y Urs Stingelin descubren los orígenes de la hostilidad tradicional hacia los judíos, desenmascaran ese odio encubierto hacia los judíos, como el que los musulmanes palestinos todavía predican hoy en día y que los cristianos han estado propagando durante siglos, tanto desde el Corán los unos como desde las primeras fuentes cristianas los otros.

Los autores antiguos ya sentaron las bases sobre las cuales, desde el siglo II en adelante, un cristianismo cada vez más romano-griego, que comenzó a deshacerse de sus raíces judías, pudo atacar a los judíos tanto con palabras como con hechos. Otra nueva religión mundial, el Islam, siguió la misma tradición, aunque a principios de la Edad Media y no en la antigüedad tardía, como el Cristinismo.

De hecho, el odio a los judíos se remonta al segundo milenio antes de Cristo, a la época faraónica antes del éxodo de Egipto. En el libro de Éxodo encontramos al Faraón dando las siguientes órdenes: "Y el rey de Egipto dijo a las parteras hebreas, una de las cuales se llamaba Shiprah, y la otra se llamaba Puah; y él dijo: Si eres partera de una mujer hebrea, debes matar la criatura si es varón". Además el Faraón ordenó a todo su pueblo que arrojaran al río a todos los hijos nacidos de los israelitas. Según los dos autores, esta fue la primera incitación al odio contra el pueblo judío que conocemos, el primer intento de aniquilar a los judíos.

Sin embargo, en la antigüedad, el odio a los judíos estaba aún más generalizado. Puesto que las animosidades, que podían conducir al odio, la persecución y los pogromos, se dirigían principalmente contra personas que se aislaban de la población mayoritaria convirtiéndose así en un grupo identificable y que no vivía como los demás. Era ésta una especie de xenofobia contra los llamados "bárbaros".

Una motivación religiosa reconocible en el odio a los judíos aparece por primera vez en el libro de Ester, es decir, en época del rey persa Jerjes (Ahasveros), 486-465 a. C.
En este libro aparece el siguiente pasaje: "Y Amán le dijo al rey Ahasveros: "Hay un pueblo disperso y apartado del resto de los pueblos.  No es apropiado que el rey les conceda marcharse. Si al rey le gusta, entonces se ordenará que sea exterminado". Estas son frases que expresan un odio no disimulado por el Dios de los judíos.

No es casualidad que los autores vean el plan de Amán como un precursor de la Conferencia Wannsee de 1942, en la que se estudió como se iba a llevar a cabo el exterminio de los judíos, algo que ya habían decidido los nazis en 1941. En términos de historia literaria, dos escritos antiguos, el libro del Éxodo y el libro de Esther son la evidencia más antigua del antijudaísmo tradicional, que allanó el camino para el antisemitismo moderno.

Además, en 411 a. C. fue incendiado y destruido el templo de la colonia militar judía en la isla Elefantina (en río Nilo), en un ataque donde los intereses políticos y los religiosos iban de la mano. Esta vez la población egipcia no había sido incitada contra un oponente político o elemento extranjero, sino contra los representantes de una religión odiada y sus prácticas, que estaban en directa competencia con sus propios ritos.

El primer griego al que se le puede achacar haber redactado un escrito contra los judíos fue Hecateo de Abdera, que vivió entre 360 ​​y 290 a. C. y que es conocido como autor de escritos folclóricos con un toque filosófico. Sin embargo, los escritos griegos más antiguos no revelan ningún odio real hacia los judíos, ni contra el pueblo ni contra su religión, aunque, según Thiede y Stingelin, ya no estaban muy lejos de ello. Manetón, por ejemplo, fue un griego del siglo III a. C. que vivió en Egipto y detentaba el cargo de sumo sacerdote en Heliópolis, era un enemigo de los judíos.

Sin embargo el mayor escritor antijudío de la antigüedad, con diferencia, no era ni griego, ni romano, ni cristiano, ni musulmán, sino judío: Flavio Josefo, autor de la "Guerra judía". A su obra le debemos casi todo el conocimiento que tenemos sobre el odio a los judíos en la antigüedad.
En realidad lo que Flavio Josefo quería principalmente era defender la causa judía, sin embargo sus escritos encontraron gran aceptación entre los enemigos de los judíos por lo que, de repente, se convirtió en el principal transmisor de ideas antisemitas en la antigüedad.

Varios autores antiguos, es decir, no cristianos, escribieron sobre los judíos en un tono inconfundiblemente hostil, como Lisímaco, Posidonio, Séneca el Joven, Tácito, Rutilio Claudio Namatiano, Macrobio y otros. Los textos relevantes se citan ampliamente en este libro.
Otro capítulo examina la hostilidad hacia los judíos en el Nuevo Testamento, aquí los autores principalmente dejan que los textos  hablen por sí mismos, como el Evangelio de Mateo, Lucas y Juan, los Hechos de los Apóstoles, las epístolas a los romanos y a los gálatas.

Por supuesto, uno no debe pasar por alto el hecho, que Thiede y Stingelin enfatizan, que en el Nuevo Testamento, los judíos discuten con otros judíos sobre cuestiones cruciales de fe y vida, no en un discurso cultivado, sino más bien duro, agresivo, polémico y a veces con brutal violencia.
Según los dos autores, incluso en las duras acusaciones que encontramos en los pasajes bíblicos citados, los cristianos "no tienen motivos para odiar y perseguir a los judíos". A menudo, el Nuevo Testamento, que todavía estaba firmemente anclado al judaísmo, se usó para leer lo que no estaba en él y fue visto, erróneamente, como una fuente de hostilidad hacia los judíos.

Solo en escritos posteriores se predicó expresamente el odio hacia los judíos. Mientras que el judaísmo, una vez que perdió el templo, pasó a rechazar a los seguidores de Jesús, el cristianismo primitivo renegó de sus raíces judías. Ni un solo autor de los que más tarde expresarán su fanatismo antijudío proviene del judaísmo. La hostilidad hacia los judíos fue y sigue siendo un "privilegio" de los cristianos gentiles.

Precisamente los grandes padres de la iglesia, como Ambrosio y Agustín, proporcionaron en sus sermones y tratados "contra los judíos", que también se reproducen en el libro, los principales argumentos para alimentar el odio a los judíos e incitar a una persecución impune de los judíos. Las secuelas de sus escritos llegaron hasta la época de la Reforma y no fueron rechazadas por unanimidad en todas las iglesias cristianas hasta un pasado reciente.

La tercera gran religión monoteísta, el Islam, heredó y continuó el legado de odio a los judíos. Las suras individuales en el Corán contienen una llamada a perseguir, luchar y destruir a los judíos.
En el último capítulo, Thiede y Stingelin citan sobre todo aquellos textos del Corán que predican el odio devastador contra los judíos con una claridad inconfundible.

Se pasó de reconocer, en un principio, que el pueblo de Israel era el pueblo elegido frente a otros pueblos, a una hostilidad agresiva hacia los judíos, los cuales, en lugar de ponerse del lado de Mahoma y aceptar Corán, decidieron ignorar sus mandamientos y mantenerse firmes en su fe.

Las citas muestran que hay grados entre el fuerte rechazo a los judíos por un lado y la llamada a la acción contra los judíos con toda brutalidad. Muchos reproches y estereotipos que han moldeado el odio medieval y moderno hacia los judíos también los encontramos en el Corán como, por ejemplo, que los judíos son usureros, que explotan a sus semejantes y que defraudan al tesoro público.
No solo las fuentes bien citadas son útiles en este interesante libro sino también el apéndice bibliográfico con sus numerosas referencias adicionales es de gran utilidad.

Sin embargo, lo que es molesto es que el odio temprano hacia los judíos a menudo recibe las palabras antisemitismo o antisemita, aunque, como los autores explican al comienzo de su libro, este término fue introducido por Wilhelm Marr en el siglo XIX y por aquel entonces se utilizaba contra judíos en un sentido racista.

Tenemos aquí un libro interesantísimo para todo aquel que se interese por el preocupante fenómeno del odio a los judíos y quiera bucear en su historia y orígenes5.

14. Der Petrus-Report. Der Felsen der Kirche in neuem Licht. Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2002, ISBN 3-929246-85-6. 184 Seiten

Pedro, la roca sobre la cual está construida la Iglesia de Jesucristo. Pedro, el pescador, el discípulo de Jesús y el primer obispo de Roma.  ¿Fue Pedro quizá un guía, un precursor, un estratega y también el primer diplomático de la iglesia?

El Informe Petrus intenta encontrar respuestas a estas preguntas. Con este fin, el historiador y papirólogo alemán Carsten Peter Thiede se dedica en este libro a analizar una multitud de detalles sobre la figura de Pedro y el entorno histórico-cultural en el que le tocó vivir.

Thiede observa y considera todo el material que está disponible tanto en fuentes escritas y como en hallazgos arqueológicos. De esta manera consigue finalmente armar un gran mosaico sobre la figura del hombre-piedra, que muestra la personalidad de Pedro bajo una nueva y viva luz.

15. Die Messias-Sucher. Die Schriftrollen vom Toten Meer und die jüdischen Ursprünge des Christentums. 2002 Kreuz Verlag GmbH & Co. KG Stuttgart.

Libro original: "The Dead Sea Scrolls and the Jewish Origins of Christianity", Lions Publishing plc, Oxford, 2000.

Los Rollos del Mar Muerto han causado repetidamente escándalos. Mucha gente cree que el Vaticano ha mantenido y mantiene fragmentos importantes bajo llave. Se dice que estos rollos contienen secretos sobre el cristianismo, como, por ejemplo, que el apóstol Pablo era un agente secreto romano. 

La lista de rumores es muy larga y algunos de estos bulos han llegado a calar en el público.
La realidad es diferente y no es menos emocionante que los rumores y las teorías conspirativas. Nuevos descubrimientos, nuevos desciframientos y los últimos desarrollos en microscopía y tecnología informática han sacado a la luz las conexiones reales.

Este libro describe el trasfondo y el contexto en el que se encontraron los rollos. Se omiten tesis apasionadamente controvertidas sobre fragmentos del Nuevo Testamento en Qumran, al igual que preguntas sobre qué fue lo que separó a los miembros de la comunidad de Qumran de los primeros cristianos y qué cosas tenían en común los dos movimientos. Dado que también se incluyen hallazgos de otros sitios del Mar Muerto, desde Wadi Murabba'at hasta Masada, surge una imagen general previamente desconocida de los orígenes y el desarrollo del cristianismo a partir del judaísmo.

"El profesor Thiede sabe cómo introducirle en el fascinante mundo de Qumran. Entretenido, emocionante y sobre todo serio. ¡Cualquier persona que busque información sólida sobre Qumran quedará completamente satisfecha con este libro!"6

16. Jesus. Der Glaube. Die Fakten. Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2003, ISBN 3-929246-95-3.

El "Sherlock Holmes entre los eruditos bíblicos" lo llamaron y su muerte repentina en 2004 fue una tragedia: Carsten Peter Thiede, papirólogo, experto en historia del Nuevo Testamento, casi siempre remando contra corriente, pero siempre con un instinto detectivesco, nos dejado un interesantísimo libro sobre Jesús, que definitivamente vale la pena comprar.

Desde la era de la llamada "Investigación de la Vida de Jesús" en teología, los estudios bíblicos (y con ellos la comunidad científica) han tendido a cuestionar la información que aparece en los Evangelios y a diferenciar entre el "Jesús histórico" y el "Cristo" de la fe ". Thiede hace exactamente lo contrario. En este libro aporta numerosas pruebas que demuestran la fiabilidad histórica de la tradición bíblica con respecto a la vida de Jesús.

Es probable que el hecho de que los autores especializados hayan mantenido tradicionalmente sesudas discusiones con continuas referencias técnicas y literatura científica dentro de un espacio muy limitado sea uno de los mayores errores de los expertos.

Para el laico interesado en temas bíblicos Thiede nos acerca a este mundo con un libro es fácil de entender, puesto que sólo se requiere del lector que éste tenga un nivel básico de información preliminar que no sea demasiado alto.

Thiede rastrea la vida de Jesús desde su nacimiento hasta la resurrección, pero no nos proporciona un curriculum vitae (que por otra parte sería innecesario dado que tenemos los evangelios). Thiede aborda ciertos pasajes - en su mayoría controvertidos- para garantizar la fiabilidad de las escrituras a la luz de los hechos históricos, y todo ello, sin embargo, presentando también tesis antibíblicas,  en favor de la objetividad científica.

Debido al amplio conocimiento del trasfondo y el contexto que fluye en el libro surgen nuevas perspectivas para la interpretación de los textos. Esto se puede ver en dos detalles sobre la historia de Navidad:
Thiede hace una comparación interesante entre María y una mujer llamada Babata, cuyos documentos fiscales se encontraron en una cueva en el Mar Muerto en 1961. La sensación de los hallazgos en Nahal Arugot en aquel momento fue que el paquete de documentos también contenía un intercambio de cartas con el famoso revolucionario Simón bar Kojba.

Thiede examina estos documentos con el fin de comparar a María con Babata, la cual tuvo que viajar unos 40 kilómetros junto con su esposo (y tutor legal) Judanes con motivo del censo obligatorio que establecen los romanos en año 127 d.C. para que todos judíos registren su patrimonio ante las autoridades romanas.

En este punto Thiede llega a la conclusión de que sólo había una razón para que María, que estaba muy embarazada, comenzara el arduo viaje de Nazaret a Belén, y es que ésta no quería renunciar a sus propiedades en la región, que probablemente eran rentables.

Si se hubiera tratado solamente de las propiedades de José (y solo eso era lo que les interesaba a los romanos), no habría tenido que llevar a su esposa con él. Por otro lado, por supuesto, ella lo necesitaba como compañero de viaje y como tutor (signatario) ante las autoridades romanas. Tales hechos arrojan una nueva luz sobre los eventos navideños y muestran el texto de Lucas como un informe extremadamente detallado.

Thiede también analiza el episodio de la matanza de los inocentes de Belén (Mateo capítulo 2, versículos 13-18). Thiede se defiende del argumento de que se puede concluir, simplemente por el hecho de que Flavio Josefo no menciona en sus escritos este infanticidio masivo, que éste nunca ocurrió bajo gobierno de Herodes.

Por un lado, Thiede hace referencia a otras muchas atrocidades que cometió Herodes el Grande y de las que Josefo tampoco informa y por otro lado nos informa sobre un hallazgo arqueológico que se realizó hace unos años en Ascalón (cerca de Gaza): allí, uno encontrado en el sótano de una gran casa del siglo primero. AD. Unos 200 esqueletos infantiles: aparentemente brutalmente asesinados, muchos de solo unos meses de edad, pero ninguno mayor de 2 años y casi solo niños.

Aunque no existe una conexión directa con el asesinato bíblico de niños, el hallazgo al menos muestra que era posible que se diera un acontecimiento tan horrible en aquella época sin que Flavio Josefo lo mencionara en sus escritos.

A todo aquel que esté interesado en tales y otros hechos de la vida de Jesús, el autor lo llevará a un viaje emocionante en el que aprenderá muchas cosas interesantes.
Cualquiera que tenga que informarse sobre temas clave de la fe como el nacimiento, los milagros, la crucifixión o la resurrección de Jesús encontrará en este libro una cantera de datos sobre el trasfondo en el que tuvieron lugar los hechos arriba mencionados. Al final del libro hay lista de bibliografía con literatura adicional muy recomendable.
En resumen: un libro absolutamente recomendable7.

17. Antike Kultur und Neues Testament. Victor, Ulrich; Thiede, Carsten Peter; Stingelin, Urs. Forntis- Brunnen. Basel, 2003.

¿Por qué se escribió el Nuevo Testamento en griego?, ¿cómo han llegado esos textos hasta nosotros?, ¿cómo fueron leídos en su época?, ¿qué significaba un solo Dios en la antigüedad cuando había diez mil dioses en aquella época?, ¿creían los contemporáneos de Jesús y los primeros lectores del Nuevo Testamento ya en una vida futura?

¿Cómo eran las rutas de tráfico en aquella época?, ¿qué barcos de pesca existían y cómo vivía el apóstol Pedro?, ¿formaban acaso los milagros parte de la vida cotidiana en la antigüedad? ¿En qué difiere el cristianismo de las religiones de la antigüedad?, ¿qué pasó para que finalmente prevaleciera ésta religión sobre todas las demás? Estas son solo algunas de los puntos que se abordan en este libro.

A través de preguntas y respuestas sobre el contexto religioso y cultural del Nuevo Testamento, sobre la historia de su transmisión, así como los últimos hallazgos en arqueología y literatura, el lector conocerá una perspectiva completamente nueva sobre el texto de la Biblia. La lectura de este libro no hará sino aumentar su respeto por el mayor bestseller de todos los tiempos: la Biblia.

18. Paulus. Schwert des Glaubens, Märtyrer Christi. Sankt-Ulrich-Verlag, Augsburg 2004, ISBN 3-936484-39-2. 192 páginas.

Su transformación de Saulo en Pablo es conocidísima: Jesús en persona se le apareció al perseguidor de cristianos y erudito fariseo Saulo de Tarso, convirtiéndolo en el apóstol Pablo así como en el arquitecto de la joven iglesia.

Carsten Peter Thiede, profundo conocedor de la época en que se redactó el Nuevo Testamento, arqueólogo y experto en papirología de renombre mundial, lleva al lector en su nuevo libro a los orígenes de la fe cristiana y de su difusión.

Nos detalla el período de tremenda agitación cultural que tuvo lugar en las sociedades judías y grecorromanas, y nos explica cómo Pablo, con sus epístolas, allanó el camino para la difusión de las enseñanzas de Jesús.

El libro también sigue los peligrosos viajes misioneros que llevaron al "Apóstol de las Naciones" desde Damasco y Jerusalén a Asia, Grecia y finalmente a Roma, la capital del mundo en aquel momento. Los hallazgos arqueológicos y las pistas que encontramos en los  textos antiguos son parte de las fuentes redescubiertas que le dan a este libro de Carsten Peter Thiede una emoción irresistible8.

19. Jesus und Tiberius. Zwei Söhne Gottes. Luchterhand, München 2004, ISBN 3-630-88009-6.

Cuando el Jesús histórico nace, alrededor del año 7 a. C., Augusto todavía gobierna como emperador. El reinado de Tiberio comienza en el año 14 d.C., y dado que había proclamado a su predecesor "divus" (es decir, divino o deificado), el se convierte en el "Filius Divi", el hijo de Dios.

Pero ese es exactamente el título que se usa en el Evangelio de Lucas para el Jesús que todavía no nacido. Carsten Peter Thiede cuenta la vida del fundador del cristianismo y la del emperador romano en el contexto del debate religioso y político entre el culto imperial y la creencia del mesías judío.
Esta visión paralela de dos oponentes aparentemente incomparables nunca había existido antes, y conduce a conclusiones sorprendentes. Porque al poner el foco en el Jesús histórico, Thiede nos ofrece un punto de vista diferente: el que se tendría desde la mentalidad romana de la época.

Muchas fuentes antiguas, que tradicionalmente han pasado a convertirse en material desechado adquieren ahora un sentido sorprendentemente nuevo. Thiede nos dibuja brillantemente un momento histórico que va a ser uno de los puntos clave en la historia mundial:
En la tradición de la doble biografía, que fue inventada por Plutarco y que recientemente ha sido llevada a su cima por Alan Bullock, Thiede nos cuenta las vidas de un hijo de Dios del que se ha olvidado la historia mundial y otro que escribió la historia mundial.

20. Der unbequeme Messias. Wer Jesus wirklich war. Brunnen, Basel/Gießen 2006, ISBN 3-7655-3876-0. 224 páginas.

En este libro ingenioso y decisivo, uno de los principales historiadores y teólogos responde las difíciles preguntas sobre el Jesús histórico. Se tratan cuestiones muy diferentes, por ejemplo: ¿existió realmente Jesús?, ¿cómo sabemos que las historias sobre Jesús son verdaderas?, ¿Qué pensaba Jesús que era él realmente?, ¿cómo nació Jesús?, ¿realizaba Jesús realmente milagros? ¿murió realmente Jesús en la cruz?, ¿realmente resucitó de la muerte?

Cualquier persona interesada en temas históricos y religiosos vivirá la lectura de este libro como un desafío fascinante.

21. The Emmaus Mystery. Discovering Evidence of the Risen Christ. Continuum, 2005 (Taschenbuch 2006).

En su último libro el difunto sacerdote anglicano Thiede intenta identificar la ubicación exacta de la aldea de Emaús, el lugar donde, según la Biblia, dos discípulos encontraron al Cristo resucitado. El punto central de Thiede es un capítulo que trata de los resultados de una excavación arqueológica que él mismo supervisó en Qaloniyeh, Israel, y donde creía que se encontraba Emaús.

Durante siglos, los estudiosos han tratado de averiguar dónde estaba Emaús. Donde, en otras palabras, el Cristo resucitado caminó, comió y se reveló. Es una ubicación crucial en el mapa de las creencias cristianas, y uno de los grandes eslabones perdidos de la arqueología cristiana, que ha engañado a excavadoras y detectives bíblicos durante más de un milenio y medio. A lo largo de los siglos se sugirieron tres sitios diferentes, pero el camino se enfrió hace mucho tiempo, o eso parecía. Ahora Thiede ha producido su hallazgo más dramático hasta la fecha. Su trabajo sigue siendo altamente confidencial y causará una tormenta en el mundo arqueológico cuando se divulgue. El sitio perdido de Emaús se está levantando una vez más del suelo. Los lectores se sorprenderán con este libro extraordinario.


Artículos científicos de Carsten Peter Thiede
1. 10. 7 Q-Eine Rückkehr zu den neutestamentlichen Papyrus fragmenten in der siebten Hohle von Qumran. (7 Q. Retour aux fragments de papyrus néotestamentaires de la septième grotte de Qumran).Thiede, Carsten Peter. Biblica Roma. 1984, Vol 65, Num 4, pp 538-559

2. Bericht über die kriminaltechnische Untersuchung des Fragments 7Q5 in Jerusalem. Carsten Peter Thiede

3. Das unbeachtete Qumran-Fragment 7Q19 und die Herkunft der Höhle 7. Carsten Peter Thiede. Aegyptus. Anno 74, No. 1/2 (gennaio-dicembre 1994), pp. 123-128. Published by: Vita e Pensiero – Pubblicazioni dell’Università Cattolica del Sacro Cuore.

4. Greek Qumran Fragment 7Q5: Possibilities and Impossibilities. Carsten Peter Thiede. Biblica. Vol. 75, No. 3 (1994), pp. 394-398.

5. Babylon, der andere Ort : Anmerkungen zu 1 Petr 5, 13 und Apg 12, 17 (Babylone, l'autre lieu : remarques sur I Pierre 5:13 et Actes 12:17) Thiede, Carsten Peter. Biblica. 1986, Vol 67, Num 4, pp 532-538, issn 0006-0887.

6. Papyrus Bodmer L. Das neutestamentliche Papyrusfragment p 73 = Mt 25, 43/26, 2-3. Thiede, Carsten Peter. Museum helveticum. 1990, Vol 47, Num 1, pp 35-40, issn 0027-4054.

7. 7Q5 : facts or fiction ? Thiede, Carsten Peter. The Westminster theological journal. 1995, Vol 57, Num 2, pp 471-474, issn 0043-4388.

8. A Pagan Reader of 2 Peter: Cosmic Conflagration in 2 Peter 3 and the Octavius of Minucius Felix. Thiede, Carsten Peter. Journal for the Study of the New Testament Sheffield. 1986, Num 26, pp 79-96.

9. Papyrus Magdalen Greek 17 (Gregory-Aland P64) : a reappraisal. Thiede, Carsten Peter. Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik. 1995, Vol 105, pp 13-20, issn 0084-5388.

10. Neue mikroskopische Verfahren zum Lesen und zur Schadensbestimmung von Papyrushandschriften = New Microscopic Process to Read and Define Handwriting Damages on Papyrus.  Thiede, Carsten Peter. Masuch, G. Archiv für Papyrusforschung und verwandte Gebiete. 1997, pp 1102-1112, issn 0066-6459, SUP3-2.

11. Die Wiederentdeckung von Emmaus bei Jerusalem. In: Zeitschrift für antikes Christentum, 8 (2005), S. 593–599.

12. Papyrus Magdalen Greek 17  (Gregory-Aland P64) A Reappraisal, aus: Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik 105 (1995) 13–20. Dr. Rudolf Habelt GmbH, Bonn.





[1]  “Procura venir pronto a verme porque Demas me ha desamparado, habiendo amado el mundo presente, y se fue a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia”. Timoteo 2, Capítulo 4, versículos 9 y 10. Reina Valera Actualizada 2015.
2 Thomas Illmaier. Rheinischer Merkur del 5 de marzo 1993.
4 Thomas Riedel en
6 Información que aparece en la solapa del libro: Die Messias-Sucher. Die Schriftrollen vom Toten Meer und die jüdischen Ursprünge des Christentums. Carsten Peter Thiede, Kreuz Verlag GmbH & Co. KG Stuttgart, 2002.
8 http://www.kath.net/news/8332