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miércoles, 30 de octubre de 2019

¿Quiénes eran los esenios?

Introducción

1. ¿Qué significa esenio?

2. Fuentes históricas
A. Plinio el Viejo
         
         B. Filón de Alejandría
            -Terapeutas y esenios.
         
         C. Flavio Josefo
             1. Guerra de los Judíos
            - Voto de castidad
            - Voto de pobreza y vida en comunidad
            - Rituales
            - Paz y silencio
            - Voto de obediencia
            - Sinceridad
            - Estudio de las Escrituras
            - Ingreso en la secta
            - Juramentos
            - Juicios y castigos
            - Coraje y valentía
            - Creencias
            - Videncia
            - Los otros esenios
            2. Antigüedades de los Judíos
      
        D. Fuentes tardías cristianas
            1. Hegesipo de Jerusalén
            2. Hipólito de Roma
            3. Eusebio de Cesarea
            4. Sinesio de Cirene
            5. Epifanio de Salamina

3. Esenios y otras sectas similares
      A. Terapeutas
      B. Comunidad de Qumram
      C. Pitagóricos
      D. Otras teorías disparatadas

Introducción

Los esenios eran los integrantes de una secta judía, surgida seguramente a raíz de la famosa Revuelta Macabea (mediados del siglo II a.C.) y que vivían separados de sus conciudadanos. Según el testimonio de varios escritores contemporáneos de los esenios, éstos eran judíos piadosos que seguían la Torah al pie de la letra, llevaban una vida ascética y seguían unas normas propias muy rigurosas.

Tenemos conocimiento documentado de su existencia hasta la Primera Guerra Judía (67-73 d.C), a partir de ahí se les pierde la pista en el caos originado por la contienda y la dispersión de los hebreos.

Se ha querido ver en el movimiento hasideo, es decir en la corriente judía piadosa que surge en los últimos años de gobierno seléucida en Judea hasta la Revuelta Macabea, el movimiento precursor de los esenios.

El historiador judeo-romano Flavio Josefo sitúa en los años posteriores a la Revuelta Macabea el surgimiento de esta secta así como el origen de las otras dos sectas principales del judaísmo: los fariseos y los saduceos.


1. ¿Qué significa esenio?

El nombre esenio viene del griego «εσσηνοι», «εσσαιοι» o bien «οσσαιοι»)
A día de hoy se desconoce tanto el origen como el significado de este nombre.

Se han propuesto diversas hipótesis:

a) Algunos estudiosos hacen derivar la palabra esenio de “oseh hatorah” (hacedor de la Torah), plural asaim (עשים), hacedores.
Hacedores en el sentido de cumplidores, realizadores de aquello que está escrito en la Torah, ya que cumplían cada uno de sus preceptos a rajatabla.

b) Otros ven en este término un origen arameo, concretamente de la palabra hasin, cuyo equivalente hebreo sería la conocida denominación hasidim (piadosos) que paso más tarde al griego como hasidei.

c) Otros quieren ver un origen griego en la denominación de esenios: «σιος» (santo).

Más allá de estas fuentes literarias antiguas no hay evidencias de la existencia de dicha comunidad.

La hipótesis que se formuló en los años 50 del siglo pasado, tras el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto,  y que equiparaba a los esenios con la Secta del Qumran, no parece estar avalada al cien por cien por los documentos gráficos de que se dispone a día de hoy.
  
2. Fuentes históricas

Todas las menciones a esta secta provienen de diferentes escritores e historiadores del siglo I d.C.:

A. Plinio el Viejo

Gaius Plinius Secundus, más conocido como Plinio el Viejo menciona de pasada a los esenios en su obra Naturalis historia, diciéndonos básicamente que es una secta que vive junto al Mar Muerto, en el oasis de Ein Guedi, que practican el celibato y que renuncian al dinero[1]:


Cascadas de David en Ein Guedi


Situados al oeste del Mar Muerto a suficiente distancia de su orilla para estar a salvo de sus nocivas emanaciones vaporosas están los esenios, una comunidad admirable que vive apartada de todo el mundo a, por encima de cualquier otra en todo el planeta, pues no tienen mujeres entre ellos; son ajenos a todo apetito sexual; no tienen dinero, su única compañía son las palmeras. Aumenta su número día a día por la llegada numerosa de nuevos miembros que acuden a los esenios, movidos a adoptar su forma de vida por los cambios de fortuna y cansados de las miserias de la vida.

Así pues, durante miles de años, renuevan su existencia, algo increíble de contar en una secta donde no nacen hombres. La fuente tan fructífera de miembros de esta comunidad no es otra que aquellos que se sienten hartos de la vida.

Debajo de este pueblo se encontraba la ciudad de Ein Guedi (fuente de las cabras) sólo superada por Jerusalén en la fertilidad de su suelo y sus bosques de palmeras; ahora, ésta al igual que aquella, no son sino un montón de cenizas. Luego se llega a Masada, una fortaleza en una roca, no lejos del Mar Muerto.  Hasta aquí puedo contar de Judea“. Naturalis historia (libro 5,73).


Plinio el Viejo le ofece su obra al Emperador Tito


B. Filón de Alejandría

Filón de Alejandría, también conocido como Filón el Judío, escribió un libro de contenido filosófico: Quod omnis probus liber sit, que es una discusión estoica sobre la libertad del hombre. Entre los párrafos 75–91 menciona a los esenios, diciéndonos de ellos lo siguiente [2]:

- Los esenios viven en Siria y Palestina en número algo más de cuatro mil en su opinión.

- Derivan su nombre de su piedad.

- Son sobre todo hombres dedicados al servicio de Dios.

- No sacrifican animales vivos, sino que estudian para preservar sus propias mentes en un estado de santidad y pureza.

- Estos hombres, en primer lugar, viven en aldeas, evitando todas las ciudades debido a la habitual anarquía de quienes las habitan.

- Sabiendo bien que una enfermedad moral de este tipo se contrae a partir de la asociación con hombres malvados y que esto sería un mal incurable para sus almas.

- Se dedican a cultivar la tierra y otros oficios pacíficos. 

- Se benefician tanto a sí mismos como a todos aquellos que entran en contacto con ellos.

- No almacenan tesoros de plata y oro, ni adquieren grandes parcelas de tierra por un deseo de amplios ingresos, sino para que ésta les proporcione aquello que es necesario para vivir.

- Son pobres de forma voluntaria pero se consideran muy ricos, pues creen que la contención y la frugalidad son una gran riqueza.

- No fabrican armas: ni flechas, jabalinas, espadas, cascos, corazas o escudos; ningún tipo de armas o de máquinas bélicas.

- En resumen, nadie desempeña ningún oficio relacionado con la guerra, ni siquiera en tiempos de paz.

- Ignoran por completo todo el comercio, y no tienen tratos comerciales; no saben de navegación.

- Repudian y se mantienen alejados de todo lo que pueda despertar codicia.

- No hay un solo esclavo entre ellos, pues todos son libres. Se ayudan mutuamente intercambiándose recíprocamente servicios.

- Condenan a los maestros (de la Ley) como injustos, ya que corrompen el principio mismo de igualdad entre hombres.
Además los acusan de impíos, porque obran contrariamente a la naturaleza, que creó a todos los hombres iguales. Los hombres son hermanos, no solo de nombre, sino realmente.

- Desde su punto de vista, la relación natural de todos los hombres entre sí se ha convertido en desorden al hacer aparición la codicia, ya que todos desean continuamente superar a los demás en riqueza y, por lo tanto, se engendra alienación en lugar de afecto y odio en lugar de amistad.

- Creen que la lógica y la filosofía no son necesarias para la adquisición de la virtud, por eso dejan el estudio de la filosofía, de la gramática y del mundo natural para aquellos que aman conversar sobre temas elevados, (excepto la existencia de Dios y de la creación del universo). Además creen que estos temas son demasiado sublimes como para que la naturaleza humana los pueda entender.

- Dedican toda su atención a la parte moral de la filosofía, utilizando como modelo las leyes judías, la cuales consideran que no han sido creadas por la mente humana, sino que son de inspiración divina.

-  Estas leyes se enseñan en el séptimo día, porque el séptimo día se considera sagrado. Ese día dejan de trabajar y frecuentan los lugares sagrados que se llaman sinagogas. Allí ocupan sus asientos según su edad: los más jóvenes se sientan a una altura inferior a los ancianos. Reciben clases de las Escrituras escuchando con muchísima atención para convertirse en sabios.

- Uno toma un rollo sagrado y lo lee, mientras otro de los hombres de mayor experiencia va explicando aquellas partes más difíciles de entender, ya que hay muchos preceptos que pueden resultar enigmáticos en el modo en que están expresados, pues presentan alegorías, como era costumbre antiguamente, cuando se redactaron los escritos.

- De esta manera aprenden piedad, santidad, justicia, economía y la ciencia de administrar el estado. También aprenden qué es lo bueno, qué es lo malo y lo indiferente.
Aprenden igualmente a elegir lo que es correcto y a evitar lo que está mal, utilizando siempre un triple criterio: el amor de Dios, el amor a la virtud y el amor a la humanidad.

- Intentan tener presentes tres fundamentos en su vida contemplativa:
a) el amor a Dios
b) pureza continua e ininterrumpida durante toda la vida y
c) evitar los juramentos y la falsedad.

- Defienden el principio de que Dios es la causa de todo lo bueno pero no de lo malo.

- Nos proporcionan muchas pruebas de un amor a la virtud, como la abstinencia de toda codicia de dinero, de ambición y de los placeres.
Practican la templanza, la resistencia y también la moderación, la simplicidad, el buen humor, la ausencia de orgullo, la obediencia a las leyes, la firmeza y similares virtudes; y, por último, presentan como pruebas de amor a la humanidad, la buena voluntad, la igualdad y la vida en comunidad.

- En primer lugar todos viven juntos en compañía, estando las comunidades abiertas a todos aquellos de la misma secta, que vienen a ellos desde otras comunidades.

- Tienen un almacén común; sus gastos son todos en común; sus prendas les pertenecen a todos en común; su comida es común, ya que todos comen en comedores.

- No hay ninguna otra comunidad en la que se compartan los bienes de manera más equitativa y donde todos lleven un modo de vida tan similar y comparten juntos la misma mesa.
Después de haber trabajado durante todo el día reciben su salario, que no retienen como propio, sino que lo incorporan a la caja común, con la cual ayudan a todo aquel que así lo necesite.

- Aquellos que están enfermos no dejan de recibir cuidados por el mero hecho de no poder contribuir al bien común, ya que la secta tiene en sus bienes comunes un medio para cubrir las necesidades y ayudar a sus miembros más vulnerables.

- Con sus abundantes medios los socorren generosamente a todos los que lo necesitan. Valoran mucho el respeto por sus mayores, y los honran y cuidan de ellos, así como si fueran sus propios padres.

- Curiosamente ningún gobernante, ni siquiera los tiranos más crueles, opresores, traicioneros e hipócritas han tenido ningún problema con los llamados esenios o santos.

- Más bien todos, asombrados por la virtud de estos hombres, los admiraron por no estar sujetos a las pasiones humanas, su manera vivir en comunidad y por su compañerismo entre ellos.

Retrato imaginario de Filón de ALejandría

C. Flavio Josefo

En su célebre obra “la Guerra de los Judíos“ (De Bello Judaico) Flavio Josefo menciona a los esenios como la tercera gran secta del pueblo judío, junto a los fariseos y los saduceos.

Curiosamente esta es la única secta de las cuatro que no aparece en los Evangelios.

En el segundo libro de su obra nos ha dejado consignada la descripción más larga y detalla que de esta comunidad piadosa nos ha llegado hasta hoy en día.

También menciona Flavio Josefo, aunque de manera más sucinta, a esta secta en su otra obra famosa “Antigüedades de los Judíos” (Antiquitates Iudaicae).


Retrato imaginario de Flavio Josefo


1. Guerra de los Judíos

Aquí presentamos en su totalidad todo lo que aquel historiador judío escribió sobre ellos en su obra la Guerra de los Judíos (Libro II. Capítulo VII, párrafos 119–161):

- Los de la tercera secta son conocidos como esenios, pues tanto realmente como según la fama que llevan, se dedican de manera especial al cuidado de la piedad interior.

- Aunque son de estirpe judía, como los fariseos y los saduceos, los esenios están mucho más unidos entre sí que las otras sectas.


Voto de castidad

- Huyen de los placeres como algo reprobable y ven en la contención y en la resistencia contra las pasiones la verdadera virtud.

- Desprecian los matrimonios pero sin embargo aceptan como propios a los hijos de otras personas mientras son de tierna edad y son más permeables a ser adoctrinados para formarlos según sus propias costumbres.

- No hacen esto último porque consideren que deba acabarse con los matrimonios y la procreación, sino porque temen el carácter libertino y están convencidos de que no hay mujer que le guarde fidelidad a su marido según debe.


Voto de pobreza y vida en comunidad

- Menosprecian también las riquezas, y

- Domina entre ellos un maravilloso espíritu de reparto de bienes, de tal manera que no se puede encontrar a nadie que sea más rico que otro.

- Tienen por ley que todo aquel que quiera ingresar en esta secta, ha de poner todos sus bienes en común para servicio de todos.

- Lo que tiene como consecuencia que no se pueda ver entre ellos ni la miseria de la pobreza ni la sobreabundancia de la riqueza, sino que, como las posesiones de cada individuo se mezclan con las de los demás, todos los miembros, como si fueran hermanos, sólo tienen un única posesión en común.

- Tienen gente que se ocupa de gestionar los bienes comunes y estas personas son elegidas mediante votación de la comunidad al completo.

- No viven en una única ciudad todos juntos sino que en cada ciudad existen comunidades suyas.

- Los miembros que vienen de fuera tienen a su disposición todo lo que poseen sus hermanos de la comunidad local, como si fueran sus propias pertenencias.

- Los huéspedes recién llegados se encuentran entre esta gente, a la que no han visto nunca antes, como si fueran conocidos de hace mucho tiempo.

- Por esta razón nunca llevan nada encima cuando emprenden un viaje, excepto algún arma para defenderse de los ladrones.

- En cada ciudad tienen a una persona encargada de recibir a todos los huéspedes de esta secta que vienen de visita y que ocupa de proveerles de ropa y de todo aquello que puedan necesitar. 

- No estrenan vestidos nuevos hasta los antiguos están hechos harapos y no se ponen sandalias nuevas hasta que las antiguas están completamente desgastadas.

- Entre ellos no se venden ni compran nada, sino que cada uno comparte lo que tiene con el que tiene necesidad y recibe de éste a su vez aquello que quizá pueda necesitar de él.

- También obtiene cada esenio de su compañero lo que desee, sin esperar nada como contraprestación.

- A su entender el aceite mancha al hombre, así que si alguno ha tenido que verse ungido a la fuerza, luego se friegan el cuerpo a conciencia

- Llevan siempre unos vestidos blancos muy limpios.


Rituales

- En lo que respecta a la veneración a Dios, es ésta completamente especial entre los esenios.
Antes de la salida del sol no se les oye pronunciar ni una sola palabra sobre temas profanos, sin embargo elevan oraciones antiquísimas al sol, como si quisieran con ellas pedirle al astro que saliese.
Una vez hecho esto, los superiores dejan que cada uno vuelva a sus asuntos u oficios que han aprendido.
Así pues, trabajan sin parar hasta la quinta hora para juntarse luego todos en un mismo lugar y, con unos paños de lino anudados a la cintura, se lavan el cuerpo con agua fría.   

- Después de esta ceremonia de purificación se recogen todos de nuevo en sus propios aposentos, a los cuales no les está permitida la entrada a nadie que no sea miembro de la secta.

- Los miembros de esta agrupación acceden al refectorio como si fuera éste una sala del Templo, pues sólo entran en el comedor si se encuentran en estado purificado.

-  Una vez que todos han tomado asiento aparece el panadero y le sirve un panecillo a cada uno, mientras que el cocinero les ofrece a su vez una escudilla con una sola comida a cada uno de ellos. 

- Antes de comer el sacerdote pronuncia una oración y hasta que no ha concluido ésta nadie puede tocar la comida.

- Después de la colación reza el sacerdote de nuevo igual que ha hecho antes de comer. Se Le da las gracias a Dios por haberles proporcionado el alimento.

- Acabada la comida y la oración se cambian los vestidos sagrados que llevaban puestos durante el almuerzo y se ponen los corrientes y se vuelven a sus labores, a las que están dedicados hasta bien entrada la tarde.

- Entonces vuelven para cenar, donde se procede de similar manera a como se ha hecho con la comida a mediodía.

- Los comensales se sientan en sus mismos asientos.


Paz y silencio

- Por su forma de ser tan tranquila y pacífica, así como en la forma que tienen de comportarse fuera de su comunidad, recuerdan a los niños que están bajo la vara de un maestro.

- Ni un grito, ni un solo ruido perturban jamás la santa paz de la comunidad, puesto que se conceden la palabra los unos a los otros siguiendo un orden y es tal el silencio que reina dentro que, para todo aquel de fuera que pasa por ahí cerca, aquel secretismo les parece como si se estuviera celebrando algún misterioso ritual.

- Este silencio sólo se debe a su permanente sobriedad y a la circunstancia de que entre ellos es costumbre consumir sólo aquella cantidad de comida y bebida que alcanza para saciarles.

- Guardan su ira para aquellos casos en los que la justicia la exige.  Saben controlar muy bien su cólera y mantener a raya sus pulsiones internas.

- Son temerosos del mantenimiento de la fidelidad y se ocupan con todas sus fuerzas de que se mantenga en pie la paz.


Voto de obediencia

- Por lo general no emprenden ninguna acción sin haber recibido consentimiento previo de sus superiores.

- Sin embargo existen dos casos en los que pueden actuar de manera autónoma y son, cuando se trata de defender a alguien o bien de hacer obras de caridad. Puesto que le está permitido a todo esenio sin más, socorrer a todo el que necesite ayuda y dar alimento al necesitado. Solamente no les está permitido dar algo a sus parientes sin el permiso de la administración.


Sinceridad

- Cada palabra de su boca es más digna de confianza que un juramento.

- El jurar ha desaparecido de su vida cotidiana, ya que el juramento es, según su parecer, algo peor que el propio perjurio.
Pues, según dicen, aquel que no puede dar credibilidad a sus palabras si no es tomando a Dios por testigo, ya está juzgado.


Estudio de las Escrituras

- Extraordinario afán y empeño es el que emplean en la lectura de las Antiguas Escrituras. Entre estas prefieren, a su vez, aquellas, que buscan el crecimiento de cuerpo y alma.

- De estos libros buscan los nombres de raíces y plantas con propiedades curativas para combatir diferentes enfermedades, así como averiguar los numerosos poderes de las piedras.


Ingreso en la secta

- Si alguien solicita entrar en esta secta no se le concede su ingreso en seguida, sino que tiene que tiene que esperar un año fuera, pero llevando durante ese periodo de espera el mismo tipo de vida que llevan los esenios, es decir, que deben observar sus normas, para lo cual reciben una azadilla, el paño que ya hemos mencionado que se ciñen a la cintura y un vestido blanco.

- Si el candidato ha conseguido mantener la abstinencia en el transcurso de su tiempo de prueba, podemos decir que ha ascendido un escalón más hacia la vida de los esenios, puesto que se le permitirá tomar parte de la ceremonia sagrada de abluciones y purificación.

- Pero todavía no se le permite acceder plenamente a la comunidad como miembro de pleno derecho, porque hasta entonces lo único que ha demostrado es su dominio sobre las pasiones. Todavía tendrá que estar un periodo de prueba de dos años más, para que se pueda escrutar su verdadero carácter y, sólo si éste parece ser digno, podrá al candidato acceder a la secta como uno más. 


Juramentos

- Pero antes de que pueda compartir mesa con el resto de los comensales tiene que comprometerse ante la comunidad con unos juramentos horripilantes; sobre todo debe comprometerse a honrar a Dios como es debido, luego también debe jurar observar con exactitud sus deberes de justicia para con el prójimo así como no infligir a absolutamente nadie ningún tipo de daño, ni por propia iniciativa, ni por encargo de terceras personas, deben jurar también odiar siempre a los injustos y ayudar a los justos, juran también que guardarán fidelidad a todos y cada uno, especialmente a los gobernantes, puesto que, sin la voluntad de Dios, nadie puede recibir el gobierno.

- Si el recién acogido miembro llegara más tarde a detentar el poder debe prometer que no se ensoberbecerá, ni abusará de su poder, ni siquiera llevando vestidos más suntuosos o haciendo otro tipo de alardes ante sus subordinados o queriéndose distinguir de ellos.

- Todos deben amar continuamente la verdad y estar firmemente decididos a cerrarles la boca a los mentirosos. Sus manos deben permanecer puras y no mancharse con bienes robados y también deberá mantener pura su alma del anhelo de obtener ganancias injustas, tampoco ningún miembro debe tener secreto alguno ante el resto de sus compañeros. Así mismo nunca revelará al exterior ningún asunto interno de la secta, incluso aunque se le sometiera a tortura.

- Además debe jurar que transmitirá todas las doctrinas y conocimientos que ha recibido de la secta sin modificación alguna, es decir, tal y como en su día las recibió, absteniéndose de retocar las mismas. También se compromete a proteger cuidadosamente los libros de la secta y a guardar los nombres de los ángeles.

- Con estos juramentos se vinculan plenamente los recién llegados a la secta.


Juicios y castigos

- Aquel que sea sorprendido cometiendo una infracción importante será expulsado de la comunidad y deberá padecer, como excluido, una muerte patética y pudrirse. Puesto que, por un lado, comprometido como está con las reglas de la comunidad a través de los juramentos que hizo, no podrá ni siquiera aceptar alimentos de gente ajena a la secta.

- Si por otro lado desea el expulsado sobrevivir comiendo plantas del campo, su cuerpo se verá cada vez más debilitado por falta de alimentación suficiente hasta que llegue el día que perecerá.

- Por este motivo los esenios, por compasión, han recibido a muchos que estaban dando sus últimos estertores, puesto que en su opinión ya habían realizado suficiente penitencia por los delitos y pecados cometidos, pues éstos los habían llevado a una muerte muy fatigosa.

- En sus juicios proceden con minuciosa exactitud y son completamente imparciales, el colegio de jueces no puede tener menos de 100 miembros. Una vez han fallado sentencia esta es inamovible.

- Después de Dios, es el nombre de Moisés el objeto de mayor veneración
entre ellos, de tal manera que si alguien contra él, es castigado con la muerte.

- Consideran como una exigencia de la decencia obedecer a los ancianos y a los demás.

- Si están sentados diez juntos ninguno se atreve a tomar la palabra si a alguno de los otros nueve no le parece bien.

- Se guardan mucho de no escupir al medio o hacia la derecha y se diferencian también de todos los demás judíos por la escrupulosidad con la que observan y guardan el descanso en Shabbat. Pues no solo dejan su comida preparada un día antes para no tener que encender fuego ese día, tampoco mueven un solo recipiente en Shabbat ni van a hacer sus necesidades.

- Los días laborales excavan, con la azada que les entregan en mano cuando ingresan en la secta, un hoyo de un pie de profundidad y extienden sus ropajes de cada punta a modo de carpa para ocultarse y no profanar la luz divina, y así hacen de vientre. Después vuelven a cubrir el hoyo con la tierra que antes han excavado. Para este menester eligen los lugares más apartados.

- Y aunque hacer de cuerpo es algo completamente natural, después de ello acostumbran a realizar a continuación sus abluciones como si hubieran quedado impuros.

- Dependiendo de si han pasado más o menos tiempo llevando ese modo de vida se diferencian en cuatro clases, de los cuales los últimos en incorporarse a la secta están tan por debajo de los primeros en ser admitidos como miembros que, si se da el caso de que un recién llegado toca accidentalmente a un veterano, éste se tiene que lavar como si hubiera quedado manchado por contacto con un pagano.

- Suelen vivir muchos años. La mayoría llegar a superar los cien años, seguramente como consecuencia de su sencilla forma de vida y sus rígidas costumbres.


Coraje y valentía

- Están por encima de las adversidades y de los peligros más grandes y se enfrentan a todos los malos momentos con su grandeza de alma. Incluso preferirían morir de forma honrosa que tener naturaleza inmortal.

- Esto último ya se demostró en todos sus aspectos en la guerra con los romanos, donde su nobleza de espíritu relumbró con todo su brillo, pues aunque fueron sometidos a todo tormento, y se quebraron y quemaron sus miembros y se les aplicaron todos los instrumentos de tortura uno tras otro para obligarles a injuriar a Moisés o para que comieran de aquellos alimentos que por ley les están prohibidos. Pues bien, ni una ni otra cosa hicieron, lo que es más, ni se quejaron a sus torturadores ni derramaron una sola lágrima. Más bien al contrario, reían en mitad de sus tormentos y se burlaban de aquellos que estaban usando sus herramientas de tortura, entregando su vida con ánimo alegre, con la segura esperanza de recibirla de nuevo.


Creencias

- Existe entre ellos la inquebrantable convicción de que el cuerpo está expuesto a la corrupción y de que la materia corporal es algo perecedero, pero el alma, como es inmortal va a seguir existiendo siempre, puesto que está formado realmente del éter más fino y sólo como consecuencia de un hechizo elemental se ve degradada a ser presa del cuerpo, en la que se encuentra atrapada como si estuviera en una cárcel.

- Cuando se puede escapar de las cadenas de la carne sale flotando hacia las alturas, jubilosa como si hubiera escapado de una larga esclavitud.

- Los esenios afirman, igual que hacen los griegos, que las almas buenas encuentran morada al otro lado del océano, en un lugar que no se ve afectado por las lluvias o las tormentas de nieve, ni por el sol implacable, sino que está continuamente a la suave brisa de un frescor que viene del océano, mientras que las almas que no son dignas de tal lugar encuentran su sitio en un lugar apartado, oscuro, sacudido por las tormentas; un lugar lleno de castigos interminables.

- Este concepto parecen tener también los griegos cuando les dan a sus grandes hombres, que ellos llaman héroes y semidioses, las islas de los bienaventurados como morada. Para las almas de los malvados sin embargo guardan aquella parte del infierno que está preparada para los impíos y donde incluso según la mitología griega ciertas personalidades como Sísifo, Tántalo, Ixión y Ticio son castigados. Una idea basada en la creencia en la inmortalidad de las almas, así como en el deseo de alentar a la virtud y desaconsejar el vicio.

- Puesto que los buenos durante su vida terrenal seguramente todavía serían mejores si tuvieran perspectiva de obtener glorificación después de su muerte, mientras que los impulsos salvajes de los malvados un deben encontrar un límite en la intranquilidad de que aunque en esta vida son capaces de escapar a la justicia, después de dejar esta vida sufrirán un castigo al que no pondrá fin la muerte.

- Esto es lo que enseña la doctrina de los esenios sobre el alma. Unas enseñanzas que ejercen una atracción irresistible sobre aquellos que en algún momento se han acercado a conocerlas.


Videncia

- Hay entre ellos también hombres que dicen poder ver las cosas por venir, y que intentan encontrar esta destreza mediante la lectura de sus libros sagrados, por muchas santificaciones y el uso de conjuros proféticos y es realmente una rareza que alguno de ellos yerre en sus predicciones.

- Pero hay también otro grupo de esenios que en cuestiones como forma de vivir, en las costumbres, leyes y doctrina se parecen completamente a los anteriores y que sólo en el tema del matrimonio tienen una concepción diferente. Puesto que son de la opinión de que aquellos que no se casan imposibilitan llevar a cabo la principal tarea del hombre, que es la procreación del género humano, y en primer lugar la de uno mismo; Esa forma de actuar es reprochable, puesto que si todo el mundo se sustrajera a ese mandamiento toda la humanidad se extinguiría en poco tiempo.


Los otros esenios

- Estos otros esenios ponen a prueba a sus novias durante tres años y sólo se casan con ellas si después de haber sido purificadas por tres veces les parecen capaces de cumplir con su deber marital: parir.

- Con las embarazadas no mantienen relaciones sexuales y así muestran que se han casado por tener hijos y no por placer.

- Así como los hombres sólo se pueden lavar llevado un paño anudado a la cintura, deben las mujeres llevar puesta una vestimenta formal cuando se lavan.

- Estas serían las costumbres de la secta de los esenios.


2. Antigüedades de los Judíos

Como ya hemos comentado más arriba, Flavio Josefo menciona, aunque esta vez de manera más sucinta, a esta secta en su otra obra famosa “Antigüedades de los Judíos” (Antiquitates Iudaicae), concretamente en su libro XVIII, Capítulo I, Párrafo 5.

De ellos dice lo siguiente:

La doctrina de los esenios es la siguiente: que todas las cosas se atribuyen a Dios. Enseñan que las almas son inmortales, y estiman que se deben esforzar fervientemente por obtener las recompensas de la justicia.

Cuando envían sus ofrendas a Dios al templo, no ofrecen sacrificios porque tienen sus propias formas de purificarse; por lo que están excluidos del patio común del templo. Son ellos mismos los que ofrecen sus sacrificios.

Son dignos de admiración por la dedicación a la virtud, en lo cual superan al resto de los hombres, y en su enorme amor a la justicia, como nunca se ha visto entre otros hombres, ni entre griegos ni otros bárbaros y esto además no desde hace poco tiempo, sino que es costumbre antigua entre ellos.
Esto último lo demuestra su propia institución, donde nada les impide tener todas las cosas en común; de tal manera que un hombre rico no disfrute más de su propia riqueza que el que no tiene nada en absoluto.

Hay cerca de cuatro mil hombres que viven de esta manera, y ni se casan con esposas, ni desean tener esclavos, como si pensaran que lo segundo tienta a los hombres a ser injustos, y lo primero lleva a disputas domésticas.
Como viven en comunidad y son autosuficientes, se ayudan unos a otros. También nombran a ciertos administradores encargados de recibir las ganancias de sus bienes y de los frutos de sus tierras, así como eligen a hombres justos y a sacerdotes para que les preparen sus alimentos.

Ninguno de ellos se diferencia en nada de los esenios en su forma de vida, pero se parecen más a los Dacae que se llaman Polistae. (Πολιστας, o Polistoe - habitantes de las ciudades)


D. Fuentes tardías cristianas

Hay una serie de autores cristianos, es decir que son fuentes tardías, pues los tres autores anteriormente citados: Plinio el Viejo, Filón de Alejandría y Flavio Josefo son todos escritores del siglo I d.C.

Estos autores cristianos mencionan a los esenios y comentan su forma de vida basándose en los escritos de historiadores anteriores a ellos. Estos son los más importantes:


1. Hegesipo de Jerusalén

Hegesipo de Jerusalén (Hegesippus en latín y Hegesippos en griego) fue un escritor paleocristiano que vivió en el siglo II d.C. y está considerado el segundo historiador de la Iglesia cristiana, sólo por detrás del Evangelista Lucas, autor de los Hechos de los Apóstoles.

Hegesipo de Jerusalén se dedicó a estudiar las diversas herejías que surgían en la primitiva iglesia cristiana, centrándose especialmente en las sectas gnósticas, cuyo origen achacaba a sectas judías.

Hegesipo nombra 7 sectas judías, que serían:
a) Los Esenios
b) Los Galileos
c) Los Hemerobautistas. A esta secta perteneció el famoso ermitaño Banus, que fue maestro de Flavio Josefo del año 53 d.C. al 56 d.C.
Los hemerobautistas recibieron ese nombre porque se bañaban todas las mañana antes de realizar su primera oración para estar puros. (hemeros = a diario, baptista = que se sumerge en agua).
d) Los Masboteos, cristianos judaizantes.
e) Los Samaritanos
f) Los Saduceos
g) Los Fariseos


2. Hipólito de Roma

Este mártir del siglo III también investigó y escribió sobre las herejías de su época.


Talla alemana de Hipólito de Roma


En su libro “Refutación de todas las herejías”, capítulo IX, dice Hipólito de los esenios[3]:

Los esenios se han dividido con el correr de los tiempos en cuatro grupos, que tienen cada uno su propia manera de vida.

Los del primer grupo son tan exageradamente rígidos que ni siquiera tocan unan moneda, porque, dicen, está prohibido llevar consigo imágenes, mirarlas o fabricarlas. Por eso ninguno de ellos va a la ciudad, para no tener que pasar bajo las puertas adornadas con imágenes, porque piensan que está prohibido pasar bajo una imagen.

Los del segundo grupo, si oyen a un incircunciso hablando de Dios o de la Ley, lo esperan cuando está solo y lo ponen ante la alternativa: circuncisión o muerte; si no acepta circuncidarse, le dan muerte sin contemplaciones. Por eso se llaman celosos, otros los llaman sicarios.

Los del tercer grupo no dan a nadie el nombre de Señor, sino sólo a Dios, aunque por esto tengan que padecer tormentos o aun la propia muerte.”

Esta descripción de los esenios que nos ofrece Hipólito de Roma en su obra Refutación de todas las herejías ofrece tres problemas:

1. Dice que hay cuatro grupos de esenios, pero luego sólo menciona a tres grupos.

2. El pacifismo tan característico de los esenios según todos los anteriores escritores - todos del siglo I y por lo tanto más cercanos al objeto de sus escritos que Hipólito que vivió dos siglos más tarde- no casa con la imagen de zelotes o sicarios que ofrece el segundo grupo de los mencionados por éste escritor.

3. El tercer grupo parece más bien estar refiriéndose a los zelotes de Judas el Galileo.


Martirio de Hipólito de Roma


3. Eusebio de Cesarea

Eusebio de Cesarea, otro padre de la historia de la Iglesia, sigue los escritos arriba mencionados de Flavio Josefo y Filón de Alejandría para describir a los esenios. Esto es lo que dice de ellos en su obra Praeparatio Evangelica, libro VIII, Capítulos XI y XII:

Capítulo XI
- Pero nuestro legislador preparó a muchos miles de sus discípulos para vivir en comunidad, llamados Esenios, supongo que por su santidad. Habitan en muchas ciudades de Judea y en muchas aldeas, y en agrupaciones grandes y pobladas

- Su secta está formada no por descendencia familiar, porque la descendencia no se considera entre los asuntos de elección, sino por el celo por la virtud y el anhelo de amor fraternal.

- Por consiguiente, entre los esenios no hay ni un solo niño, ni siquiera un muchacho de barba rala o un joven; Puesto que, al igual que los chicos, las disposiciones morales son inestables y pueden cambiar de acuerdo con su edad imperfecta. En la secta todos son hombres adultos y ya están al borde de la vejez, ya que ya no son arrastrados por la avalancha de impulsos mundanos, ni conducidos por sus pasiones, sino que disfrutan de la verdadera y única libertad real.

- Su propio modo de vida es una prueba de esta libertad: nadie se aventura a adquirir ninguna propiedad privada, ni casa, ni esclavo, ni granja, ni ganado, ni ninguna de las otras cosas que procuran o dan riqueza; Más bien depositan todos los bienes juntos en público y disfrutan del beneficio de todos en común.

- Y viven juntos en un solo lugar, formando clubes y desorden en las empresas, y pasan todo su tiempo en la gestión de todo tipo de negocios para el bien común.

- Cada miembro tiene una ocupación diferente, a las cuales se dedican enérgicamente, y trabajan con paciencia incansable, sin excusas de frío o calor o cualquier cambio de clima, y antes de que salga el sol acuden a sus empleos habituales, y nunca abandonan sus puestos de trabajo, deleitándose en el trabajo no menos que aquellos que se entrenan en competiciones de gimnasia.

- Independientemente de la ocupación de la que se ocupan, se imaginan que esos ejercicios son más beneficiosos para la vida, y más agradables para el alma y el cuerpo, y más permanentes que el atletismo, porque no se vuelven innecesarios a medida que disminuye el vigor del cuerpo.

- Algunos de ellos trabajan en el campo, son expertos en asuntos relacionados con la siembra y la labranza, y otros son pastores, expertos en todo tipo de ganado; y otros cuidan enjambres de abejas.

- Otros, de nuevo, son artesanos en diversas artes, quienes, para evitar cualquiera de los sufrimientos que imponen las necesidades de la vida, no rechazan ninguna de las formas inocentes de ganarse la vida.

- Los hombres, por lo tanto, tienen ocupaciones diferentes. Cada uno, al recibir su salario, se lo entrega a una persona que es el administrador elegido: y él, al recibirlos, compra de inmediato las provisiones necesarias, y almacena todos los alimentos, y todas las demás cosas que todo hombre necesita para vivir.

- Ellos, que viven juntos y comparten la misma mesa, se contentan con las mismas cosas todos los días, son amantes de la frugalidad y aborrecen la prodigalidad como una enfermedad del alma y el cuerpo.

- No solo tienen una mesa común, sino también vestimenta común: ya que se visten con túnicas gruesas en invierno y con túnicas baratas en verano, para que cualquiera pueda tomar fácilmente lo que quiera, ya que se considera que lo que pertenece a uno pertenece a todos, y la propiedad de todos es, por otro lado, propiedad de cada uno.

- Es más, si alguno de ellos se enferma, es tratado médicamente con los recursos comunes y atendido con el cuidado y la preocupación de todos. Y así, los viejos, incluso si no tienen hijos, tienden a terminar su vida en una vejez muy feliz y brillante, en la medida en que son bendecidos con numerosos hijos y además buenos, siendo considerados dignos de atención y honor por parte de ellos. Muchos de los cuales, por propia voluntad, sienten que aunque no exista vinculo de sangre con el anciano, lo correcto es cuidarlos.

- Más adelante, cuando vieron con agudo discernimiento aquello que más que otra cosa podría disolver su comunidad, repudiaron el matrimonio y también practicaron la continencia en un grado notable. Porque ningún esenio toma para sí una esposa, porque la mujer es excesivamente egoísta y celosa, y terriblemente inteligente para torcer las inclinaciones morales de un hombre y someterlo con sus continuos engatusamientos.

- Porque la mujer, usando discursos halagadores y otras artes como una actriz en el escenario, acaba por seducir por completo los ojos del hombre y también sus oídos, ambos sirvientes de la mente.  Y es entonces cuando procede a engatusar a la mente que es la que nos guía.

- Y si tiene hijos, se llena de orgullo y audacia al hablar, y lo que solía insinuar bajo el disfraz de la ironía, todo esto lo dice ahora con mayor audacia y mueve descaradamente al hombre a ciertas prácticas, cada una de las cuales es incompatible con la vida en comunidad.

- Para el hombre que está atrapado bien por los encantos de su esposa, bien por la fuerza del afecto natural que hace que los niños sean objetos de los cuidados principales, ese hombre ya no es el mismo para los demás, sino que inconscientemente ha pasado a ser de hombre libre a esclavo.

- Tan envidiable es la vida de estos esenios, que no solo la gente normal y corriente, sino también los grandes reyes están llenos de admiración y asombro por estos hombres, y hacen que su carácter venerable sea aún más respetable con signos de aprobación y honor.

- Dejemos que esta cita sea suficiente del libro antes mencionado: pero a partir del tema de que todo buen hombre es libre, presentaré las siguientes declaraciones:

Capítulo XII
- También Siria en Palestina, que está ocupada por una pequeña parte de la muy poblada nación de los judíos, no deja de ser productiva de una virtud honorable:

- Se dice que hay algunos de ellos llamados Esenios, en número superior a cuatro mil, que derivan su nombre, según mi opinión, en una forma precisa del idioma griego, de santidad (σιότητος), porque se han dedicado más que nadie al servicio de Dios, no ofreciendo sacrificios de animales, sino esforzándose por hacer que sus propios pensamientos sean santos y respetuosos.

- Estos hombres, en primer lugar, habitan en aldeas y evitan las ciudades debido a los vicios propios de todo ciudadano, sabiendo que las almas se pueden contagiar de manera incurable mediante el contacto con los hombres, al igual que una enfermedad se transmite a través de una atmósfera pestilencial.

- De estos hombres, algunos se benefician a sí mismos y a sus vecinos al cultivar el suelo, y otros se dedican a cualquier oficio que contribuya a la paz; no acumulando tesoros de plata y oro, ni adquiriendo grandes extensiones de tierra por deseo de ingresos, sino adquiriendo solo lo suficiente para las necesidades necesarias de la vida.

- Porque, de prácticamente toda la humanidad, ellos son los únicos que no tienen dinero ni posesiones (por un propósito determinado más que por falta de buena fortuna), se consideran los más ricos, porque juzgan que los deseos moderados y la contención son, como realmente son, abundancia.

- No encontrarías entre ellos a ningún fabricante de dardos, o jabalinas, o dagas, o cascos, o coraza, o escudos, ni en resumen, a ningún fabricante de armas o máquinas de guerra, o cualquiera empleado en nada que tenga que ver con la guerra: ni aún sobre cosas en las que, en tiempos de paz, se puede fácilmente caer en el mal uso.

- Con el comercio y los negocios o la propiedad de barcos ni siquiera sueñan. Renuncian a toda ganancia pues la consideran codicia.

- No hay un solo esclavo entre ellos, pues todos son libres y se ayudan mutuamente. A los maestros de la Ley los condenan, no solo como injustos por despreciar la igualdad, sino también como impíos por destruir la santa ley de la naturaleza, la cual, como una madre, ha dado a luz y alimentado a todos por igual, los ha hecho a todos hermanos genuinos, no solo de nombre sino también de verdad.

- Pero esta hermandad natural se ha convertido en desorden debido a la excesiva prosperidad procedente de la codicia insidiosa, que ha acarreado alienación en lugar del afecto fraternal y odio en lugar de amistad.

- De la filosofía, han dejado la parte de la lógica a los filólogos, ya que es innecesaria para el logro de la virtud, y la parte de la física a los observadores de estrellas, pues es demasiado alta para la naturaleza humana, excepto los estudios sobre la existencia de Dios y la creación del Universo. La parte ética de la filosofía la estudian de manera muy elaborada, bajo el conocimiento de sus leyes ancestrales, cuyo significado le es imposible discernir al alma humana sin la inspiración divina.

- Estas leyes se enseñan repetidamente en cualquier momento, especialmente en cada séptimo día. Porque el séptimo día se considera sagrado, y en él se abstienen de hacer otras obras, acuden a sus lugares sagrados, que se llaman sinagogas, y se sientan en filas según sus edades, los jóvenes debajo del anciano, y escuchan atentamente para volverse más sabios: y mientras alguien toma y lee sus libros sagrados, otro de los más experimentados se adelanta y expone todo lo que no es fácilmente inteligible: ya que la mayoría de las materias son explicadas mediante símbolos, imitando las costumbres de la antigüedad.

- Se les enseña piedad, santidad, justicia, economía, cómo dirigir un estado, así como el discernimiento de si las cosas son buenas, malas o indiferentes; Aprenden a elegir lo que es correcto y a evitar lo contrario, mediante el uso de tres tipos de criterios, a saber, el amor de Dios, el amor a la virtud y el amor a la humanidad.

- Primero, se les proporciona miles de ejemplos del amor de Dios por la pureza constante e ininterrumpida que mantienen a lo largo de toda su vida, como, por ejemplo, su abstinencia de juramentos, desconocimiento de la mentira, su creencia de que Dios es la causa de todo bien y de ningún mal: ejemplos también de su amor a la virtud son, por ejemplo, su desapego al dinero, a la gloria, al placer; su continencia, su resistencia, también su frugalidad, la simplicidad, castidad, su falta de vanidad, su obediencia a la ley , su firmeza y otras cualidades de carácter similar a éstas: también se ven ejemplos de su amor al hombre en la buena voluntad, la igualdad y la forma que tienen de compartir sus bienes, que supera toda descripción posible, sobre lo cual, sin embargo, se podría decir una cuantas cosas.

- En primer lugar, nadie tiene una casa privada, lo que no es común a todo el mundo. Además de vivir juntos, la casa también está abierta a aquellos miembros de la secta que vienen de otras partes.

- Luego tienen un mismo almacén y unos mismos gastos para todos: sus prendas también las comparten, así como su comida, ya que son una comunidad. Porque no se puede encontrar otras personas que compartan un mismo techo, una misma forma de vida y la misma mesa de una manera más firmemente establecida como costumbre, y tal vez con buenas razones.

- Aquello que reciben como salario después de un día de trabajo, no lo conservan como propio, sino que lo ponen en común y para beneficio de la comunidad, para todos los que deseen utilizarlo. Tampoco se descuida a los enfermos por el hecho de no puedan aportar nada, sino que echan mano de los bienes comunes para cubrir las necesidades de los enfermos, gastado con total libertad de su abundante fondo.

- Hacia los ancianos guardan respeto y les prodigan atenciones, como los que los padres reciben de sus propios hijos, su vejez es atendida por innumerables manos y reciben cuidados en medio de toda abundancia. Así son estos resistentes atletas de la virtud, producidos por aquella filosofía que está libre de la pompa superflua de los nombres griegos, y propone como ejercicios estas acciones dignas de elogio, de las cuales deriva su apoyo la libertad que no puede ser esclavizada.

- Y de esto hay pruebas, ya que muchos tiranos se han alzado en varias ocasiones contra nuestro país, los cuales mostraron diferentes disposiciones y propósitos: algunos de ellos, tratando de superar la ferocidad indómita de las bestias salvajes, no omitieron ninguna medida de crueldad, no dejando de matar en ningún momento a sus súbditos en masa, o incluso, como si fueran cocineros, llegaron a descuartizarlos, miembro a miembro, mientras aún estaban vivos, hasta que estos mismos tiranos sufrieron el castigo de la justicia que vigila los asuntos humanos.

- Y otros que convirtieron su excitación y su frenesí salvaje en otro tipo de maldad, idearon una crueldad indescriptible, mientras hablaban con gentileza, y bajo el disfraz de un lenguaje más moderado, al que traicionaba la ira en su forma de proceder,   actuaban servilmente como perros malvados, convirtiéndose en autores de irreparables canalladas, dejando en cada ciudad recuerdos de su impiedad y de su odio hacia la humanidad en las desgracias de aquellos que las padecieron y nunca olvidarán.

- Y sin embargo, ninguno de esos crueles monstruos o de esos maestros de la astucia y la traición fue capaz de achacar nada malo a la secta antes mencionada de los esenios o santos; Antes bien todos ellos quedaron conquistados por la noble virtud de estos hombres, y los trataron como si fueran hombres libres e independientes por naturaleza, cantando las alabanzas de sus comidas conjuntas y de esa comunión que supera toda descripción posible y que es la prueba más clara de una vida perfecta y más feliz.


Retrato imaginario de Eusebio de Cesarea



4. Sinesio de Cirene

Sinesio de Cirene fue un filósofo cristiano de pensamiento neoplatónico que vivió entre finales del siglo IV y principios del siglo V d.C.

Sinesio de Cirene, citando al filósofo griego Dión Crisóstomo, que vivió tresciento años antes, y el cual habla de los esenios en un texto que no ha llegado hasta nosotros, nos comenta que los esenios vivía en una feliz ciudad junto al Mar Muerto, cerca de la antigua ciudad castigada de Sodoma.


5. Epifanio de Salamina

Epifanio de Salamina fue un obispo bizantino cristiano que se dedicó principalmente a combatir las herejías de su época.

En su obra más conocida, Panarion (o contra los herejes) nos habla de la existencia de ochenta sectas cristianas y judías que habían sido mordidas por la serpiente de la herejía.

Entre estas ochenta sectas menciona a dos sectas en concreto, los goretanos y los sebuanenses, poniéndolas en relación con los esenios por un tema de calendario de celebraciones religiosas.


Epifanio de Salamina

Al parecer los goroteanos modificaban repentinamente las fechas de celebración de sus festividades religiosas para que estas no coincidieran con los de los sebuanenses, a los que despreciaban. Estos a su vez profesaban un odio profundo a los goroteanos, y también cambiaban las fechas de sus celebraciones religiosas convirtiendo todo en un lio. Esta disputa apenaba a los esenios, que aman las celebraciones y les daba igual en qué día se realizaban.


3. Esenios y otras sectas similares


A. Terapeutas

Los terapeutas eran una agrupación de judíos piadosos que provenían de la diáspora. Eran una secta muy similar a la de los esenios, pero no se tiene, a día de hoy, muy claro si eran una rama de los mismos o una secta diferente.

El nombre terapeutas (θεραπευτής, Cerapeutés en griego clásico) viene del verbo τεραπένω, que significa curar o sanar.

Se llama así a este grupo porque el objetivo que tenía era el de curarse aquellas enfermedades del alma.

El primer historiador que nos habla de esta secta es Filón de Alejandría, que ya hemos mencionado más arriba, del cual dijimos que en su obra “Quod omnis probus liber sit” se ocupó de los esenios.

Pues bien, este mismo historiador y filósofo en su obra “De vita contemplativa” comenta y describe a esta otra secta de los terapeutas, atribuyéndoles rasgos tan parecidos a los de los esenios, que muchos han entendido que se trata de una y la misma secta, si bien es cierto que habría algunas diferencias con los esenios, puesto que los terapeutas eran considerados un grupo herético por parte de los judíos, seguramente por el gnosticismo que practicaban.

De estos Terapeutas sabemos:

- Que sus miembros se habían desprendido de sus posesiones.

- Habían abandonado a sus familias.

- Y se habían retirado a vivir a los huertos a las afueras de la ciudad.

- Sus colonias se encontraban principalmente encima del lago Mariout a las afueras de la ciudad egipcia de Alejandría.

- Los eremitas llevaban una vida ascética.

- Hacían voto de castidad

- Vivían en cabañas separadas llamadas semneo (es decir no vivían juntos como los esenios).

- Solo disponían de lo justo para vivir, tanto en lo tocante a la comida como a la ropa.

- En sus comunidades hombres y mujeres tenían los mismos derechos.

- Los mujeres de esta secta recibían el nombre de Cerapeutrides.

- En estas colonias se dedicaban a la oración.

- También escrutaban las Escrituras en busca de un sentido oculto que pensaban se hallaba entre sus líneas.

- Algunos ayunaban.


¿Eran los terapeutas paleocristianos?

Como ya he comentado anteriormente se ha especulado mucho sobre si los terapeutas eran quizá una rama de los esenios en tierras egipcias.

Otros han querido ver en esta secta una primitiva comunidad de ascetas cristianos, lo que sería extraño, pues en el Nuevo Testamento no consta que hubiera una comunidad cristiana en Egipto. Además los terapeutas seguían celebrando el Shabbat (no el domingo como hacían los primeros cristianos) y rechazaban el vino.


B. Comunidad de Qumram

Entre los muchos escritos encontrados en Qumran se encuentran una serie de textos que parecen apuntar a la existencia de una secta judía en esa misma región. Son textos que contienen las normas de convivencia y organización, así como la doctrina de una comunidad judía separada de la sociedad de su época.


Mar Muerto

Durante muchos años se ha querido ver en esta secta a los esenios, pero hoy en día no se pueden atribuir con total seguridad a ningún grupo judío en concreto.


- La Regla de la Comunidad:

El más famoso de todos los escritos que hacen referencia a la misteriosa comunidad de Qumran es el conocido como “Regla de la Comunidad”, (1QS).
Este documento se considera como el documento fundamental de dicha comunidad.


Regla de la Comunidad

En él encontramos un marcado dualismo entre el bien y el mal, luz y tinieblas, Dios y Belial, ángeles y demonios. Algunos estudiosos han querido ver aquí influencias de la religión persa, tan dada a la visión maniquea del mundo.
También en este documento nos encontramos unas rígidas normas para la comunidad.

El nombre del texto (1QS) significa lo siguiente:
a) El 1 hace referencia a la cueva donde fue encontrado. Si hay 11 cuevas donde se encontraron escritos, este uno quiere decir que este documento en concreto fue encontrado en la primera cueva.

b) Q es la sigla de Qumran

c) S hace referencia a la primera letra con la que comienza el texto: Serek ha-Yajad. Ese es el título del texto, en hebreo סרך היחד y significa la Regla de la Comunidad.

Este documento es un antiguo texto redactado en hebreo. Bastante bien conservado, pues sólo está ligeramente dañado al comienzo y al final del mismo, este texto es el más largo que se tiene sobre sobre las normas de esta comunidad.

El escrito se compone de once columnas de texto.

Por el tipo de escritura los expertos estiman que fue redactado en el primer cuarto de siglo I a.C.

Se cree también que otros dos textos más, ambos encontrados también en la misma gruta, están relacionados con esta Regla de la Comunidad.
Se trata de

a) „Regla de la Congregación“ (1QSa) und

b) la “(Regla de las) bendiciones“ (1QSb)


Fragmento de la regla de las bendiciones


Ambos textos vendrían a ser una especie de anexo a la Regla de la Comunidad.

Veamos ahora un resumen del contenido de dicha „Regla de la comunidad”:

a) En la columna 1, líneas 1 a 5 nos encontramos con el ideario de la comunidad y de fidelidad a los preceptos de Dios.

b) En la columna 1, líneas 1-16 y en la columna 3, línea 12 nos encontramos con las directrices a seguir a la hora de aceptar a un nuevo miembro en la secta así como para celebrar una fiesta anual para renovar la alianza.

c) Columna 3, línea 13 y columna 4, línea 26. La doctrina dualista de los dos espíritus. Los espíritus e hijos de la luz contra los espíritus de las tinieblas y los hijos de la maldad.

d) De la columna 5, línea 1 hasta la columna 9, línea 25: reglas del funcionamiento de la comunidad y un catálogo de castigos.

e) De la columna 9, línea 26- hasta la columna 9, línea 22: Directrices a la hora de rezar y un salmo de conclusión.

Otros textos importantes que se han encontrado en las cuevas de Qumran y que se han achacado a la secta ahí establecida son:


- El Rollo de los Himnos

Este royo contiene una colección de himnos que usaba la secta en sus ceremonias.

También se le ha dado a este documento el nombre hebreo הודיות (hodayot, que signufica acción de gracias) ya que se repite frecuentemente la oración: “Te doy gracias, Señor”


- El Documento de Damasco 

El Documento de Damasco es una carta que ya se conocía con anterioridad, es decir antes de su descubrimiento en las cuevas de Quran, pues había una copia de la misma en la guenizá o archivo de una sinagoga en el Cairo. (abgekürzt CD statt 4QD).

En este documento se habla del pueblo de Israel que anda perdido pues se ha alejado de Dios. También se habla de un nuevo comienzo en el que Dios acompaña a sus elegidos.

La normas que este “resto “de elegidos ha de seguir se endurecen. La comunidad de elegidos pasa ahora a esta muy estructurada y va a ser dirigida por levitas y sacerdotes.

Este escrito reúne no sólo historia, sino también las reglas de la comunidad judía de Qumran así como contenido sobre su doctrina.

El Documento de Damasco establece una periodización de la historia.
En una visión dualista, el bien y el mal se enfrentan; los miembros de la Nueva Alianza a un lado y los malvados, encabezados por el demonio Belial, a otro lado.

Se menciona que el fin de la historia está cerca y que se encuentran a la espera de la aparición del ungido por Aarón e Israel, que tiene la responsabilidad de limpiar de pecado a todo el pueblo.

El Rollo de la Guerra:

Este rollo de la Guerra (1QM) relata la guerra que se desata entre los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas al final de los tiempos.
Se nos describen tácticas militares, estrategias y distribución de ejércitos en el campo de batalla.


Rollo de la Guerra

Todo tiene un significado simbólico. Los levitas y sacerdotes son los generales que dirigen las distintas unidades de soldados en la batalla, con el Mesías como mando supremo.


- La figura del Maestro de Justicia

En algunos escritos encontrados en Qumran nos encontramos con la figura de un instructor de justicia que ha pasado a ser conocido como “el maestro de Justicia”.

Este personaje aparece mencionado nada menos que 15 veces en total.
El cometido de este maestro es el de guiar a su comunidad y para este cometido ha sido enviado por Dios. Es una especie de profeta por cuya boca se escucha la Palabra de Dios y que conoce todos los misterios de los profetas.

Su némesis es el “Hombre de la Mentira”, también llamado el “Sacerdote de la maldad”, cuyos seguidores son todos aquellos que no han hecho caso de las palabras del Maestro de la Justicia, así como aquellos que han desobedecido a Dios.

Habría un tercer grupo en este escenario y sería el de los espectadores silenciosos que no toman partido por ninguno de los dos bandos.

Ha habido numerosos intentos de equiparar la figura de este Maestro de Justicia con influyentes judíos que vivieron a partir del año 170 a.C., cuando comenzaron las Revueltas Macabeas, pero no hay acuerdo entre los expertos por ahora.

Los que se puede decir para cerrar este capítulo sobre la comunidad de Qumran es que, si bien muchos han querido ver en esta esa agrupación a los esenios, en ninguno de los numerosísimos escritos encontrados en esa región aparecen mencionados los esenios o palabras similares.


Cuevas de Qumran

A día de hoy no se puede asegurar que esta antigua secta del Qumran sean esenios ni cualquier otra de las numerosas sectas judías que en aquella época existían.


C. Pitagóricos

Roland Bergmeier publicó en 1993 el libro Die Essener-Berichte des Flavius Josephus  (“the Essene-portrayals in Flavius Josephus”) en el que defiende la tesis de que tanto Flavio Josefo como Filón de Alejandría les achacan a los esenios muchas características que mucho antes les habían atribuido a los pitagóricos.

La verdad es que hay ideas en la doctrina pitagórica que también encontramos entre los esenios:


- La inmortalidad del alma.

Los pitagóricos creían que la muerte era algo natural e incluso necesario.

Además la muerte no era el final sino que con ella se pasaba a otra existencia.

El cuerpo humano era el recipiente que contenía el alma. Una vez que éste desaparecía por la descomposición el alma se veía libre.

La gran diferencia entre esenios y pitagóricos es que estos últimos pensaban que el alma era una especie sombra que emprendía un peregrinaje para ir a reencarnarse en otros cuerpos.

En ambas sectas se creía en un origen divino del alma cuyo objetivo, tras la muerte, era retornar a su morada.


- Control de los apetitos y las pasiones

Tanto esenios como pitagóricos pensaban que era esencial tener las pasiones bajo absoluto control.

Para ello consideraban imprescindible llevar una vida sencilla y austera y renunciar a lujos y comodidades.

La alimentación no podía ser más frugal en ambos casos y la ropa con que se abrigaban era también austera.

Se trataba de vivir sólo con lo estrictamente necesario para, de esta manera dominar todo tipo de apetencias.


- El concepto de amistad.

Ya hemos comentado cómo alababan y admiraban los antiguos historiadores la profunda harmonía en la que convivían los esenios y lo importante que para ellos era la vida en comunidad, donde todo lo compartían y se ocupaban del bienestar de sus compañeros tanto o más que de la suya propia.

Los pitagóricos entendían el Cosmos como una unidad en la que todos sus componentes habían de convivir en perfecta harmonía. De allí también que fueran vegetarianos, pues entendían que el sacrificio de animales era una agresión a dicha harmonía.

Los pitagóricos tenían en gran estima la amistad y entendían que eran enormemente importante el concepto de lealtad hacia los amigos, especialmente si estos eran miembros de la misma secta.

En este aspecto encontramos otra gran diferencia:

El pacifismo de los esenios era total y absoluto y se negaban a tener nada que ver con las armas, mientras que nos consta que los pitagóricos emplearon en alguna ocasión la violencia, como ocurrió en el caso de la guerra entre las ciudades de Crotona, donde Pitágoras había establecido su escuela, y la ciudad de Síbari, guerra en la que los pitagóricos tomaron parte de forma activa.

Se sabe también que el comandante de las tropas de Crotona, Milón de Crotona, atleta luchador famoso, era también seguidor de la secta pitagórica.


D. Otras teorías disparatadas

Está muy extendida la costumbre de recurrir a los esenios en la literatura ficcional pseudo-histórica barata para especular sobre aspectos de la vida o doctrina de Jesucristo que no aparecen mencionados en los Evangelios o sobre los que no se informa mucho, como por ejemplo su infancia.
De esta manera podemos encontrar todo tipo de teorías, especulaciones e interpretaciones que nos podamos imaginar.

- Podemos leer que cuando la familia de Jesús tuvo que huir a Egipto para poner a salvo la vida del niño, amenazada por Herodes, se alojaron entre los Terapeutas de Alejandría y allí el niño Jesús se empapó de su doctrina que luego se encargó de dar a conocer en Judea y Galilea.

- Otros incluso llegan a afirmar que Jesús en realidad era un esenio que poseía unos conocimientos de medicina tan avanzados que le permitían realizar curaciones sorprendentes que eran tomadas por sus ilusos paisanos por milagros.

Algunos van todavía un paso más allá y llegan a afirmar que dichos conocimientos prodigiosos en medicina le permitieron curarse a sí mismo después de la crucifixión, cuando se encontraba sepultado en la roca de José de Arimatea, aparentemente muerto.

La explicación que dan aquí algunos es que Jesús no murió realmente sino que simplemente sufrió una pérdida de conocimiento. Una vez solo en la sepultura, al contacto con la fría piedra, recobró la conciencia y haciendo uso de su ciencia se pudo sanar a sí mismo.

Algún estudioso ha señalado en este punto de manera sarcástica que, si un reo de crucifixión, que tuvo que soportar numerosos latigazos, al que le perforaron las dos manos y los dos pies y al que además le asestaron un lanzazo que le perforó el costado, lograra salir por su propio pie de la tumba, hubiera ofrecido más bien una imagen lastimosa y no la de un victorioso resucitado.

Otros incluso han señalado que sobrevivir a semejante martirio como el que se nos relata en los Evangelios y poder salir con vida es casi un milagro tan sorprendente como el de la Resurrección.

- Hay quien, sin embargo, atribuyen los formidables conocimientos médicos no a Jesús sino a Nicodemo y José de Arimatea que fueron quienes realmente lo devolvieron a la vida.  

En fin teorías especulativas sobre Jesús y cualquiera de los aspectos importantes o irrelevantes de su vida ha habido, hay y habrá tantos como escritores se ocupen de la vida y obra de Jesucristo.









[1] Traducción de José Ignacio Grasa Beltrán.
Original en latín: Ab occidente litora Esseni fugiunt usque qua nocent, gens sola et in toto orbe praeter ceteras mira, sine ulla femina, omni venere abdicata, sine pecunia, socia palmarum. in diem ex aequo convenarum turba renascitur, large frequentantibus quos vita fessos ad mores eorum fortuna fluctibus agit. ita per saeculorum milia — incredibile dictu — gens aeterna est, in qua nemo nascitur. tam fecunda illis aliorum vitae paenitentia est! infra hos Engada oppidum fuit, secundum ab Hierosolymis fertilitate palmetorumque nemoribus, nunc alterum bustum. inde Masada castellum in rupe, et ipsum haut procul Asphaltite. et hactenus Iudaea est.
[3] Sacado del libro Ambiente político del pueblo judío en tiempos de Jesús, Hernando Guevara. Ediciones Cristiandad, 1985 - 285 páginas. Capítulo X.