1. ¿Qué
significa esenio?
2.
Fuentes históricas
A.
Plinio el Viejo
B. Filón de Alejandría
-Terapeutas y esenios.
C. Flavio
Josefo
1. Guerra de los Judíos
- Voto de castidad
- Voto de pobreza y vida en
comunidad
- Rituales
- Paz y silencio
- Voto de obediencia
- Sinceridad
- Estudio de las Escrituras
- Ingreso en la secta
- Juramentos
- Juicios y castigos
- Coraje y valentía
- Creencias
- Videncia
- Los otros esenios
2. Antigüedades de los Judíos
D. Fuentes tardías cristianas
1. Hegesipo de Jerusalén
2. Hipólito de Roma
3. Eusebio de Cesarea
4. Sinesio de Cirene
5. Epifanio de Salamina
3. Esenios
y otras sectas similares
A. Terapeutas
B. Comunidad de Qumram
C. Pitagóricos
D. Otras teorías disparatadas
Introducción
Los esenios eran los integrantes de una secta judía, surgida
seguramente a raíz de la famosa Revuelta Macabea (mediados del siglo II a.C.) y
que vivían separados de sus conciudadanos. Según el testimonio de varios
escritores contemporáneos de los esenios, éstos eran judíos piadosos que
seguían la Torah al pie de la letra, llevaban una vida ascética y seguían unas
normas propias muy rigurosas.
Tenemos conocimiento documentado de su existencia hasta la
Primera Guerra Judía (67-73 d.C), a partir de ahí se les pierde la pista en el
caos originado por la contienda y la dispersión de los hebreos.
Se ha querido ver en el movimiento hasideo, es decir en la
corriente judía piadosa que surge en los últimos años de gobierno seléucida en
Judea hasta la Revuelta Macabea, el movimiento precursor de los esenios.
El historiador judeo-romano Flavio Josefo sitúa en los años
posteriores a la Revuelta Macabea el surgimiento de esta secta así como el
origen de las otras dos sectas principales del judaísmo: los fariseos y los
saduceos.
1. ¿Qué
significa esenio?
El nombre esenio viene del griego «εσσηνοι», «εσσαιοι» o bien «οσσαιοι»)
A día de hoy se desconoce tanto el origen como el significado
de este nombre.
Se han propuesto diversas hipótesis:
a) Algunos estudiosos hacen derivar la palabra esenio de “oseh
hatorah” (hacedor de la Torah), plural asaim (עשים), hacedores.
Hacedores en el sentido de cumplidores, realizadores de
aquello que está escrito en la Torah, ya que cumplían cada uno de sus preceptos
a rajatabla.
b) Otros ven en este término un origen arameo, concretamente
de la palabra hasin,
cuyo equivalente hebreo sería la conocida denominación hasidim (piadosos)
que paso más tarde al griego como hasidei.
c) Otros quieren ver un origen griego en la denominación de
esenios: «ὅσιος» (santo).
Más allá de estas fuentes literarias antiguas no hay evidencias
de la existencia de dicha comunidad.
La hipótesis que se formuló en los años 50 del siglo pasado, tras el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, y que equiparaba a los esenios con la Secta del Qumran, no parece estar avalada al cien por cien por los documentos gráficos de que se dispone a día de hoy.
2.
Fuentes históricas
Todas las menciones a esta secta provienen de diferentes
escritores e historiadores del siglo I d.C.:
A.
Plinio el Viejo
Gaius Plinius Secundus, más conocido como Plinio el Viejo menciona de pasada a los esenios en su
obra Naturalis historia, diciéndonos básicamente
que es una secta que vive junto al Mar Muerto, en el oasis de Ein Guedi, que
practican el celibato y que renuncian al dinero[1]:
Cascadas de David en Ein Guedi
“Situados
al oeste del Mar Muerto a suficiente distancia de su orilla para estar a salvo
de sus nocivas emanaciones vaporosas están los esenios, una comunidad admirable
que vive apartada de todo el mundo a, por encima de cualquier otra en todo el
planeta, pues no tienen mujeres entre ellos; son ajenos a todo apetito sexual;
no tienen dinero, su única compañía son las palmeras. Aumenta su número día a
día por la llegada numerosa de nuevos miembros que acuden a los esenios,
movidos a adoptar su forma de vida por los cambios de fortuna y cansados de las
miserias de la vida.
Así
pues, durante miles de años, renuevan su existencia, algo increíble de contar
en una secta donde no nacen hombres. La fuente tan fructífera de miembros de
esta comunidad no es otra que aquellos que se sienten hartos de la vida.
Debajo
de este pueblo se encontraba la ciudad de Ein Guedi (fuente de las cabras) sólo
superada por Jerusalén en la fertilidad de su suelo y sus bosques de palmeras;
ahora, ésta al igual que aquella, no son sino un montón de cenizas. Luego se
llega a Masada, una fortaleza en una roca, no lejos del Mar Muerto. Hasta aquí puedo contar de Judea“. Naturalis historia (libro 5,73).
Plinio el Viejo le ofece su obra al Emperador Tito
B. Filón
de Alejandría
Filón de Alejandría, también
conocido como Filón el Judío, escribió un libro de contenido filosófico: Quod omnis probus liber sit, que
es una discusión estoica sobre la libertad del hombre. Entre los párrafos 75–91
menciona a los esenios, diciéndonos de ellos lo siguiente [2]:
- Los esenios viven en Siria y Palestina en
número algo más de cuatro mil en su opinión.
- Derivan su nombre de su piedad.
- Son sobre todo hombres dedicados al servicio
de Dios.
- No sacrifican animales vivos, sino que
estudian para preservar sus propias mentes en un estado de santidad y pureza.
- Estos hombres, en primer lugar, viven en
aldeas, evitando todas las ciudades debido a la habitual anarquía de quienes
las habitan.
- Sabiendo bien que una enfermedad moral de
este tipo se contrae a partir de la asociación con hombres malvados y que esto
sería un mal incurable para sus almas.
- Se dedican a cultivar la tierra y otros
oficios pacíficos.
- Se benefician tanto a sí mismos como a todos
aquellos que entran en contacto con ellos.
- No almacenan tesoros de plata y oro, ni
adquieren grandes parcelas de tierra por un deseo de amplios ingresos, sino
para que ésta les proporcione aquello que es necesario para vivir.
- Son pobres de forma voluntaria pero se
consideran muy ricos, pues creen que la contención y la frugalidad son una gran
riqueza.
- No fabrican armas: ni flechas, jabalinas,
espadas, cascos, corazas o escudos; ningún tipo de armas o de máquinas bélicas.
- En resumen, nadie desempeña ningún oficio
relacionado con la guerra, ni siquiera en tiempos de paz.
- Ignoran por completo todo el comercio, y no
tienen tratos comerciales; no saben de navegación.
- Repudian y se mantienen alejados de todo lo
que pueda despertar codicia.
- No hay un solo esclavo entre ellos, pues
todos son libres. Se ayudan mutuamente intercambiándose recíprocamente
servicios.
- Condenan a los maestros (de la Ley) como
injustos, ya que corrompen el principio mismo de igualdad entre hombres.
Además los acusan de impíos, porque obran
contrariamente a la naturaleza, que creó a todos los hombres iguales. Los
hombres son hermanos, no solo de nombre, sino realmente.
- Desde su punto de vista, la relación natural
de todos los hombres entre sí se ha convertido en desorden al hacer aparición
la codicia, ya que todos desean continuamente superar a los demás en riqueza y,
por lo tanto, se engendra alienación en lugar de afecto y odio en lugar de
amistad.
- Creen que la lógica y la filosofía no son
necesarias para la adquisición de la virtud, por eso dejan el estudio de la
filosofía, de la gramática y del mundo natural para aquellos que aman conversar
sobre temas elevados, (excepto la existencia de Dios y de la creación del
universo). Además creen que estos temas son demasiado sublimes como para que la
naturaleza humana los pueda entender.
- Dedican toda su atención a la parte moral de
la filosofía, utilizando como modelo las leyes judías, la cuales consideran que
no han sido creadas por la mente humana, sino que son de inspiración divina.
- Estas
leyes se enseñan en el séptimo día, porque el séptimo día se considera sagrado.
Ese día dejan de trabajar y frecuentan los lugares sagrados que se llaman
sinagogas. Allí ocupan sus asientos según su edad: los más jóvenes se sientan a
una altura inferior a los ancianos. Reciben clases de las Escrituras escuchando
con muchísima atención para convertirse en sabios.
- Uno toma un rollo sagrado y lo lee, mientras
otro de los hombres de mayor experiencia va explicando aquellas partes más
difíciles de entender, ya que hay muchos preceptos que pueden resultar
enigmáticos en el modo en que están expresados, pues presentan alegorías, como
era costumbre antiguamente, cuando se redactaron los escritos.
- De esta manera aprenden piedad, santidad,
justicia, economía y la ciencia de administrar el estado. También aprenden qué
es lo bueno, qué es lo malo y lo indiferente.
Aprenden igualmente a elegir lo que es
correcto y a evitar lo que está mal, utilizando siempre un triple criterio: el
amor de Dios, el amor a la virtud y el amor a la humanidad.
- Intentan tener presentes tres fundamentos en
su vida contemplativa:
a) el amor a Dios
b) pureza continua e ininterrumpida durante
toda la vida y
c) evitar los juramentos y la falsedad.
- Defienden el principio de que Dios es la
causa de todo lo bueno pero no de lo malo.
- Nos proporcionan muchas pruebas de un amor a
la virtud, como la abstinencia de toda codicia de dinero, de ambición y de los
placeres.
Practican la templanza, la resistencia y
también la moderación, la simplicidad, el buen humor, la ausencia de orgullo,
la obediencia a las leyes, la firmeza y similares virtudes; y, por último,
presentan como pruebas de amor a la humanidad, la buena voluntad, la igualdad y
la vida en comunidad.
- En primer lugar todos viven juntos en
compañía, estando las comunidades abiertas a todos aquellos de la misma secta,
que vienen a ellos desde otras comunidades.
- Tienen un almacén común; sus gastos son
todos en común; sus prendas les pertenecen a todos en común; su comida es
común, ya que todos comen en comedores.
- No hay ninguna otra comunidad en la que se
compartan los bienes de manera más equitativa y donde todos lleven un modo de
vida tan similar y comparten juntos la misma mesa.
Después de haber trabajado durante todo el día
reciben su salario, que no retienen como propio, sino que lo incorporan a la
caja común, con la cual ayudan a todo aquel que así lo necesite.
- Aquellos que están enfermos no dejan de
recibir cuidados por el mero hecho de no poder contribuir al bien común, ya que
la secta tiene en sus bienes comunes un medio para cubrir las necesidades y
ayudar a sus miembros más vulnerables.
- Con sus abundantes medios los socorren
generosamente a todos los que lo necesitan. Valoran mucho el respeto por sus
mayores, y los honran y cuidan de ellos, así como si fueran sus propios padres.
- Curiosamente ningún gobernante, ni siquiera
los tiranos más crueles, opresores, traicioneros e hipócritas han tenido ningún
problema con los llamados esenios o santos.
- Más bien todos, asombrados por la virtud de
estos hombres, los admiraron por no estar sujetos a las pasiones humanas, su
manera vivir en comunidad y por su compañerismo entre ellos.
C. Flavio
Josefo
En su célebre obra “la Guerra de los Judíos“ (De Bello
Judaico) Flavio Josefo menciona a los esenios
como la tercera gran secta del pueblo judío, junto a los fariseos y los
saduceos.
Curiosamente esta es la única secta de las cuatro que no
aparece en los Evangelios.
En el segundo libro de su obra nos ha dejado consignada la
descripción más larga y detalla que de esta comunidad piadosa nos ha llegado
hasta hoy en día.
También menciona Flavio Josefo, aunque de manera más sucinta,
a esta secta en su otra obra famosa “Antigüedades de los Judíos” (Antiquitates
Iudaicae).
Retrato imaginario de Flavio Josefo
1. Guerra
de los Judíos
Aquí presentamos en su totalidad todo lo que aquel historiador
judío escribió sobre ellos en su obra
la Guerra de los Judíos (Libro II. Capítulo VII, párrafos 119–161):
- Los de la tercera secta son conocidos como esenios, pues
tanto realmente como según la fama que llevan, se dedican de manera especial al
cuidado de la piedad interior.
- Aunque son de estirpe judía, como los fariseos y los
saduceos, los esenios están mucho más unidos entre sí que las otras sectas.
Voto de
castidad
- Huyen de los placeres como algo reprobable y ven en la
contención y en la resistencia contra las pasiones la verdadera virtud.
- Desprecian los matrimonios pero sin embargo aceptan como
propios a los hijos de otras personas mientras son de tierna edad y son más
permeables a ser adoctrinados para formarlos según sus propias costumbres.
- No hacen esto último porque consideren que deba acabarse con
los matrimonios y la procreación, sino porque temen el carácter libertino y
están convencidos de que no hay mujer que le guarde fidelidad a su marido según
debe.
Voto de
pobreza y vida en comunidad
- Menosprecian también las riquezas, y
- Domina entre ellos un maravilloso espíritu de reparto de
bienes, de tal manera que no se puede encontrar a nadie que sea más rico que
otro.
- Tienen por ley que todo aquel que quiera ingresar en esta
secta, ha de poner todos sus bienes en común para servicio de todos.
- Lo que tiene como consecuencia que no se pueda ver entre
ellos ni la miseria de la pobreza ni la sobreabundancia de la riqueza, sino
que, como las posesiones de cada individuo se mezclan con las de los demás,
todos los miembros, como si fueran hermanos, sólo tienen un única posesión en
común.
- Tienen gente que se ocupa de gestionar los bienes comunes y
estas personas son elegidas mediante votación de la comunidad al completo.
- No viven en una única ciudad todos juntos sino que en cada
ciudad existen comunidades suyas.
- Los miembros que vienen de fuera tienen a su disposición
todo lo que poseen sus hermanos de la comunidad local, como si fueran sus
propias pertenencias.
- Los huéspedes recién llegados se encuentran entre esta
gente, a la que no han visto nunca antes, como si fueran conocidos de hace
mucho tiempo.
- Por esta razón nunca llevan nada encima cuando emprenden un
viaje, excepto algún arma para defenderse de los ladrones.
- En cada ciudad tienen a una persona encargada de recibir a
todos los huéspedes de esta secta que vienen de visita y que ocupa de
proveerles de ropa y de todo aquello que puedan necesitar.
- No estrenan vestidos nuevos hasta los antiguos están hechos
harapos y no se ponen sandalias nuevas hasta que las antiguas están
completamente desgastadas.
- Entre ellos no se venden ni compran nada, sino que cada uno
comparte lo que tiene con el que tiene necesidad y recibe de éste a su vez
aquello que quizá pueda necesitar de él.
- También obtiene cada esenio de su compañero lo que desee,
sin esperar nada como contraprestación.
- A su entender el aceite mancha al hombre, así que si alguno
ha tenido que verse ungido a la fuerza, luego se friegan el cuerpo a conciencia
- Llevan siempre unos vestidos blancos muy limpios.
Rituales
- En lo que respecta a la veneración a Dios, es ésta
completamente especial entre los esenios.
Antes de la salida del sol no se les oye pronunciar ni una
sola palabra sobre temas profanos, sin embargo elevan oraciones antiquísimas al
sol, como si quisieran con ellas pedirle al astro que saliese.
Una vez hecho esto, los superiores dejan que cada uno vuelva a
sus asuntos u oficios que han aprendido.
Así pues, trabajan sin parar hasta la quinta hora para
juntarse luego todos en un mismo lugar y, con unos paños de lino anudados a la
cintura, se lavan el cuerpo con agua fría.
- Después de esta ceremonia de purificación se recogen todos
de nuevo en sus propios aposentos, a los cuales no les está permitida la
entrada a nadie que no sea miembro de la secta.
- Los miembros de esta agrupación acceden al refectorio como
si fuera éste una sala del Templo, pues sólo entran en el comedor si se
encuentran en estado purificado.
- Una vez que todos han
tomado asiento aparece el panadero y le sirve un panecillo a cada uno, mientras
que el cocinero les ofrece a su vez una escudilla con una sola comida a cada
uno de ellos.
- Antes de comer el sacerdote pronuncia una oración y hasta
que no ha concluido ésta nadie puede tocar la comida.
- Después de la colación reza el sacerdote de nuevo igual que
ha hecho antes de comer. Se Le da las gracias a Dios por haberles proporcionado
el alimento.
- Acabada la comida y la oración se cambian los vestidos
sagrados que llevaban puestos durante el almuerzo y se ponen los corrientes y
se vuelven a sus labores, a las que están dedicados hasta bien entrada la
tarde.
- Entonces vuelven para cenar, donde se procede de similar
manera a como se ha hecho con la comida a mediodía.
- Los comensales se sientan en sus mismos asientos.
Paz y
silencio
- Por su forma de ser tan tranquila y pacífica, así como en la
forma que tienen de comportarse fuera de su comunidad, recuerdan a los niños
que están bajo la vara de un maestro.
- Ni un grito, ni un solo ruido perturban jamás la santa paz
de la comunidad, puesto que se conceden la palabra los unos a los otros
siguiendo un orden y es tal el silencio que reina dentro que, para todo aquel
de fuera que pasa por ahí cerca, aquel secretismo les parece como si se
estuviera celebrando algún misterioso ritual.
- Este silencio sólo se debe a su permanente sobriedad y a la
circunstancia de que entre ellos es costumbre consumir sólo aquella cantidad de
comida y bebida que alcanza para saciarles.
- Guardan su ira para aquellos casos en los que la justicia la
exige. Saben controlar muy bien su
cólera y mantener a raya sus pulsiones internas.
- Son temerosos del mantenimiento de la fidelidad y se ocupan
con todas sus fuerzas de que se mantenga en pie la paz.
Voto de
obediencia
- Por lo general no emprenden ninguna acción sin haber
recibido consentimiento previo de sus superiores.
- Sin embargo existen dos casos en los que pueden actuar de
manera autónoma y son, cuando se trata de defender a alguien o bien de hacer
obras de caridad. Puesto que le está permitido a todo esenio sin más, socorrer
a todo el que necesite ayuda y dar alimento al necesitado. Solamente no les
está permitido dar algo a sus parientes sin el permiso de la administración.
Sinceridad
- Cada palabra de su boca es más digna de confianza que un
juramento.
- El jurar ha desaparecido de su vida cotidiana, ya que el
juramento es, según su parecer, algo peor que el propio perjurio.
Pues, según dicen, aquel que no puede dar credibilidad a sus
palabras si no es tomando a Dios por testigo, ya está juzgado.
Estudio
de las Escrituras
- Extraordinario afán y empeño es el que emplean en la lectura
de las Antiguas Escrituras. Entre estas prefieren, a su vez, aquellas, que
buscan el crecimiento de cuerpo y alma.
- De estos libros buscan los nombres de raíces y plantas con
propiedades curativas para combatir diferentes enfermedades, así como averiguar
los numerosos poderes de las piedras.
Ingreso
en la secta
- Si alguien solicita entrar en esta secta no se le concede su
ingreso en seguida, sino que tiene que tiene que esperar un año fuera, pero
llevando durante ese periodo de espera el mismo tipo de vida que llevan los
esenios, es decir, que deben observar sus normas, para lo cual reciben una
azadilla, el paño que ya hemos mencionado que se ciñen a la cintura y un
vestido blanco.
- Si el candidato ha conseguido mantener la abstinencia en el
transcurso de su tiempo de prueba, podemos decir que ha ascendido un escalón
más hacia la vida de los esenios, puesto que se le permitirá tomar parte de la
ceremonia sagrada de abluciones y purificación.
- Pero todavía no se le permite acceder plenamente a la
comunidad como miembro de pleno derecho, porque hasta entonces lo único que ha
demostrado es su dominio sobre las pasiones. Todavía tendrá que estar un
periodo de prueba de dos años más, para que se pueda escrutar su verdadero
carácter y, sólo si éste parece ser digno, podrá al candidato acceder a la
secta como uno más.
Juramentos
- Pero antes de que pueda compartir mesa con el resto de los
comensales tiene que comprometerse ante la comunidad con unos juramentos
horripilantes; sobre todo debe comprometerse a honrar a Dios como es debido,
luego también debe jurar observar con exactitud sus deberes de justicia para
con el prójimo así como no infligir a absolutamente nadie ningún tipo de daño,
ni por propia iniciativa, ni por encargo de terceras personas, deben jurar también
odiar siempre a los injustos y ayudar a los justos, juran también que guardarán
fidelidad a todos y cada uno, especialmente a los gobernantes, puesto que, sin
la voluntad de Dios, nadie puede recibir el gobierno.
- Si el recién acogido miembro llegara más tarde a detentar el
poder debe prometer que no se ensoberbecerá, ni abusará de su poder, ni
siquiera llevando vestidos más suntuosos o haciendo otro tipo de alardes ante
sus subordinados o queriéndose distinguir de ellos.
- Todos deben amar continuamente la verdad y estar firmemente
decididos a cerrarles la boca a los mentirosos. Sus manos deben permanecer
puras y no mancharse con bienes robados y también deberá mantener pura su alma
del anhelo de obtener ganancias injustas, tampoco ningún miembro debe tener
secreto alguno ante el resto de sus compañeros. Así mismo nunca revelará al
exterior ningún asunto interno de la secta, incluso aunque se le sometiera a
tortura.
- Además debe jurar que transmitirá todas las doctrinas y
conocimientos que ha recibido de la secta sin modificación alguna, es decir,
tal y como en su día las recibió, absteniéndose de retocar las mismas. También
se compromete a proteger cuidadosamente los libros de la secta y a guardar los
nombres de los ángeles.
- Con estos juramentos se vinculan plenamente los recién
llegados a la secta.
Juicios y
castigos
- Aquel que sea sorprendido cometiendo una infracción
importante será expulsado de la comunidad y deberá padecer, como excluido, una
muerte patética y pudrirse. Puesto que, por un lado, comprometido como está con
las reglas de la comunidad a través de los juramentos que hizo, no podrá ni
siquiera aceptar alimentos de gente ajena a la secta.
- Si por otro lado desea el expulsado sobrevivir comiendo
plantas del campo, su cuerpo se verá cada vez más debilitado por falta de
alimentación suficiente hasta que llegue el día que perecerá.
- Por este motivo los esenios, por compasión, han recibido a
muchos que estaban dando sus últimos estertores, puesto que en su opinión ya
habían realizado suficiente penitencia por los delitos y pecados cometidos,
pues éstos los habían llevado a una muerte muy fatigosa.
- En sus juicios proceden con minuciosa exactitud y son
completamente imparciales, el colegio de jueces no puede tener menos de 100
miembros. Una vez han fallado sentencia esta es inamovible.
- Después de Dios, es el nombre de Moisés el objeto de mayor
veneración
entre ellos, de tal manera que si alguien contra él, es castigado
con la muerte.
- Consideran como una exigencia de la decencia obedecer a los
ancianos y a los demás.
- Si están sentados diez juntos ninguno se atreve a tomar la
palabra si a alguno de los otros nueve no le parece bien.
- Se guardan mucho de no escupir al medio o hacia la derecha y
se diferencian también de todos los demás judíos por la escrupulosidad con la
que observan y guardan el descanso en Shabbat. Pues no solo dejan su comida
preparada un día antes para no tener que encender fuego ese día, tampoco mueven
un solo recipiente en Shabbat ni van a hacer sus necesidades.
- Los días laborales excavan, con la azada que les entregan en
mano cuando ingresan en la secta, un hoyo de un pie de profundidad y extienden
sus ropajes de cada punta a modo de carpa para ocultarse y no profanar la luz
divina, y así hacen de vientre. Después vuelven a cubrir el hoyo con la tierra
que antes han excavado. Para este menester eligen los lugares más apartados.
- Y aunque hacer de cuerpo es algo completamente natural,
después de ello acostumbran a realizar a continuación sus abluciones como si
hubieran quedado impuros.
- Dependiendo de si han pasado más o menos tiempo llevando ese
modo de vida se diferencian en cuatro clases, de los cuales los últimos en
incorporarse a la secta están tan por debajo de los primeros en ser admitidos
como miembros que, si se da el caso de que un recién llegado toca
accidentalmente a un veterano, éste se tiene que lavar como si hubiera quedado
manchado por contacto con un pagano.
- Suelen vivir muchos años. La mayoría llegar a superar los
cien años, seguramente como consecuencia de su sencilla forma de vida y sus
rígidas costumbres.
Coraje y
valentía
- Están por encima de las adversidades y de los peligros más
grandes y se enfrentan a todos los malos momentos con su grandeza de alma.
Incluso preferirían morir de forma honrosa que tener naturaleza inmortal.
- Esto último ya se demostró en todos sus aspectos en la
guerra con los romanos, donde su nobleza de espíritu relumbró con todo su
brillo, pues aunque fueron sometidos a todo tormento, y se quebraron y quemaron
sus miembros y se les aplicaron todos los instrumentos de tortura uno tras otro
para obligarles a injuriar a Moisés o para que comieran de aquellos alimentos
que por ley les están prohibidos. Pues bien, ni una ni otra cosa hicieron, lo
que es más, ni se quejaron a sus torturadores ni derramaron una sola lágrima.
Más bien al contrario, reían en mitad de sus tormentos y se burlaban de
aquellos que estaban usando sus herramientas de tortura, entregando su vida con
ánimo alegre, con la segura esperanza de recibirla de nuevo.
Creencias
- Existe entre ellos la inquebrantable convicción de que el
cuerpo está expuesto a la corrupción y de que la materia corporal es algo
perecedero, pero el alma, como es inmortal va a seguir existiendo siempre,
puesto que está formado realmente del éter más fino y sólo como consecuencia de
un hechizo elemental se ve degradada a ser presa del cuerpo, en la que se
encuentra atrapada como si estuviera en una cárcel.
- Cuando se puede escapar de las cadenas de la carne sale
flotando hacia las alturas, jubilosa como si hubiera escapado de una larga
esclavitud.
- Los esenios afirman, igual que hacen los griegos, que las
almas buenas encuentran morada al otro lado del océano, en un lugar que no se
ve afectado por las lluvias o las tormentas de nieve, ni por el sol implacable,
sino que está continuamente a la suave brisa de un frescor que viene del
océano, mientras que las almas que no son dignas de tal lugar encuentran su
sitio en un lugar apartado, oscuro, sacudido por las tormentas; un lugar lleno
de castigos interminables.
- Este concepto parecen tener también los griegos cuando les
dan a sus grandes hombres, que ellos llaman héroes y semidioses, las islas de
los bienaventurados como morada. Para las almas de los malvados sin embargo
guardan aquella parte del infierno que está preparada para los impíos y donde
incluso según la mitología griega ciertas personalidades como Sísifo, Tántalo,
Ixión y Ticio son castigados. Una idea basada en la creencia en la
inmortalidad de las almas, así como en el deseo de alentar a la virtud y
desaconsejar el vicio.
- Puesto que los buenos durante su vida terrenal seguramente
todavía serían mejores si tuvieran perspectiva de obtener glorificación después
de su muerte, mientras que los impulsos salvajes de los malvados un deben
encontrar un límite en la intranquilidad de que aunque en esta vida son capaces
de escapar a la justicia, después de dejar esta vida sufrirán un castigo al que
no pondrá fin la muerte.
- Esto es lo que enseña la doctrina de los esenios sobre el
alma. Unas enseñanzas que ejercen una atracción irresistible sobre aquellos que
en algún momento se han acercado a conocerlas.
Videncia
- Hay entre ellos también hombres que dicen poder ver las
cosas por venir, y que intentan encontrar esta destreza mediante la lectura de
sus libros sagrados, por muchas santificaciones y el uso de conjuros proféticos
y es realmente una rareza que alguno de ellos yerre en sus predicciones.
- Pero hay también otro grupo de esenios que en cuestiones
como forma de vivir, en las costumbres, leyes y doctrina se parecen
completamente a los anteriores y que sólo en el tema del matrimonio tienen una
concepción diferente. Puesto que son de la opinión de que aquellos que no se
casan imposibilitan llevar a cabo la principal tarea del hombre, que es la
procreación del género humano, y en primer lugar la de uno mismo; Esa forma de
actuar es reprochable, puesto que si todo el mundo se sustrajera a ese
mandamiento toda la humanidad se extinguiría en poco tiempo.
Los otros
esenios
- Estos otros esenios ponen a prueba a sus novias durante tres
años y sólo se casan con ellas si después de haber sido purificadas por tres
veces les parecen capaces de cumplir con su deber marital: parir.
- Con las embarazadas no mantienen relaciones sexuales y así
muestran que se han casado por tener hijos y no por placer.
- Así como los hombres sólo se pueden lavar llevado un paño
anudado a la cintura, deben las mujeres llevar puesta una vestimenta formal
cuando se lavan.
- Estas serían las costumbres de la secta de los esenios.
2.
Antigüedades de los Judíos
Como ya hemos comentado más arriba, Flavio Josefo menciona,
aunque esta vez de manera más sucinta, a esta secta en su otra obra famosa
“Antigüedades de los Judíos” (Antiquitates Iudaicae), concretamente en su libro
XVIII, Capítulo I, Párrafo 5.
De ellos dice lo siguiente:
“La doctrina de los esenios es la siguiente: que todas las
cosas se atribuyen a Dios. Enseñan que las almas son inmortales, y estiman que
se deben esforzar fervientemente por obtener las recompensas de la justicia.
Cuando envían sus ofrendas a Dios al templo, no ofrecen
sacrificios porque tienen sus propias formas de purificarse; por lo que están
excluidos del patio común del templo. Son ellos mismos los que ofrecen sus
sacrificios.
Son dignos de admiración por la dedicación a la virtud, en lo
cual superan al resto de los hombres, y en su enorme amor a la justicia, como
nunca se ha visto entre otros hombres, ni entre griegos ni otros bárbaros y
esto además no desde hace poco tiempo, sino que es costumbre antigua entre
ellos.
Esto último lo demuestra su propia institución, donde nada les
impide tener todas las cosas en común; de tal manera que un hombre rico no
disfrute más de su propia riqueza que el que no tiene nada en absoluto.
Hay cerca de cuatro mil hombres que viven de esta manera, y ni
se casan con esposas, ni desean tener esclavos, como si pensaran que lo segundo
tienta a los hombres a ser injustos, y lo primero lleva a disputas domésticas.
Como viven en comunidad y son autosuficientes, se ayudan unos
a otros. También nombran a ciertos administradores encargados de recibir las
ganancias de sus bienes y de los frutos de sus tierras, así como eligen a
hombres justos y a sacerdotes para que les preparen sus alimentos.
Ninguno de ellos se diferencia en nada de los esenios en su
forma de vida, pero se parecen más a los Dacae que se llaman Polistae. (Πολισταῖς, o
Polistoe - habitantes de las ciudades)”
D.
Fuentes tardías cristianas
Hay una serie de autores cristianos, es decir que son fuentes
tardías, pues los tres autores anteriormente citados: Plinio el Viejo, Filón de
Alejandría y Flavio Josefo son todos escritores del siglo I d.C.
Estos autores cristianos mencionan a los esenios y comentan su
forma de vida basándose en los escritos de historiadores anteriores a ellos.
Estos son los más importantes:
1.
Hegesipo de Jerusalén
Hegesipo de Jerusalén (Hegesippus en latín y Hegesippos en
griego) fue un escritor paleocristiano que vivió en el siglo II d.C. y está
considerado el segundo historiador de la Iglesia cristiana, sólo por detrás del
Evangelista Lucas, autor de los Hechos de los Apóstoles.
Hegesipo de Jerusalén se dedicó a estudiar las diversas
herejías que surgían en la primitiva iglesia cristiana, centrándose
especialmente en las sectas gnósticas, cuyo origen achacaba a sectas judías.
Hegesipo nombra 7 sectas judías, que serían:
a) Los Esenios
b) Los Galileos
c) Los Hemerobautistas. A esta secta perteneció el famoso
ermitaño Banus, que fue maestro de Flavio Josefo del año 53 d.C. al 56 d.C.
Los hemerobautistas recibieron ese nombre porque se bañaban
todas las mañana antes de realizar su primera oración para estar puros.
(hemeros = a diario, baptista = que se sumerge en agua).
d) Los Masboteos, cristianos judaizantes.
e) Los Samaritanos
f) Los Saduceos
g) Los Fariseos
2.
Hipólito de Roma
Este mártir del siglo III también investigó y escribió sobre
las herejías de su época.
Talla alemana de Hipólito de Roma
En su libro “Refutación de todas las herejías”, capítulo IX,
dice Hipólito de los esenios[3]:
“Los
esenios se han dividido con el correr de los tiempos en cuatro grupos, que
tienen cada uno su propia manera de vida.
Los
del primer grupo son tan exageradamente rígidos que ni siquiera tocan unan
moneda, porque, dicen, está prohibido llevar consigo imágenes, mirarlas o
fabricarlas. Por eso ninguno de ellos va a la ciudad, para no tener que pasar
bajo las puertas adornadas con imágenes, porque piensan que está prohibido
pasar bajo una imagen.
Los
del segundo grupo, si oyen a un incircunciso hablando de Dios o de la Ley, lo
esperan cuando está solo y lo ponen ante la alternativa: circuncisión o muerte;
si no acepta circuncidarse, le dan muerte sin contemplaciones. Por eso se
llaman celosos, otros los llaman sicarios.
Los
del tercer grupo no dan a nadie el nombre de Señor, sino sólo a Dios, aunque
por esto tengan que padecer tormentos o aun la propia muerte.”
Esta descripción de los esenios que nos ofrece
Hipólito de Roma en su obra Refutación de todas las herejías ofrece tres
problemas:
1. Dice que hay cuatro grupos de esenios, pero
luego sólo menciona a tres grupos.
2. El pacifismo tan característico de los
esenios según todos los anteriores escritores - todos del siglo I y por lo
tanto más cercanos al objeto de sus escritos que Hipólito que vivió dos siglos
más tarde- no casa con la imagen de zelotes o sicarios que ofrece el segundo
grupo de los mencionados por éste escritor.
3. El tercer grupo parece más bien estar
refiriéndose a los zelotes de Judas el Galileo.
Martirio de Hipólito de Roma
3.
Eusebio de Cesarea
Eusebio de Cesarea, otro padre de la historia de la Iglesia, sigue
los escritos arriba mencionados de Flavio Josefo y Filón de Alejandría para
describir a los esenios. Esto es lo que dice de ellos en su obra Praeparatio Evangelica, libro
VIII, Capítulos XI y XII:
Capítulo XI
- Pero nuestro legislador preparó a muchos
miles de sus discípulos para vivir en comunidad, llamados Esenios, supongo que
por su santidad. Habitan en muchas ciudades de Judea y en muchas aldeas, y en
agrupaciones grandes y pobladas
- Su secta está formada no por descendencia
familiar, porque la descendencia no se considera entre los asuntos de elección,
sino por el celo por la virtud y el anhelo de amor fraternal.
- Por consiguiente, entre los esenios no hay
ni un solo niño, ni siquiera un muchacho de barba rala o un joven; Puesto que,
al igual que los chicos, las disposiciones morales son inestables y pueden
cambiar de acuerdo con su edad imperfecta. En la secta todos son hombres
adultos y ya están al borde de la vejez, ya que ya no son arrastrados por la
avalancha de impulsos mundanos, ni conducidos por sus pasiones, sino que
disfrutan de la verdadera y única libertad real.
- Su propio modo de vida es una prueba de esta
libertad: nadie se aventura a adquirir ninguna propiedad privada, ni casa, ni
esclavo, ni granja, ni ganado, ni ninguna de las otras cosas que procuran o dan
riqueza; Más bien depositan todos los bienes juntos en público y disfrutan del
beneficio de todos en común.
- Y viven juntos en un solo lugar, formando
clubes y desorden en las empresas, y pasan todo su tiempo en la gestión de todo
tipo de negocios para el bien común.
- Cada miembro tiene una ocupación diferente,
a las cuales se dedican enérgicamente, y trabajan con paciencia incansable, sin
excusas de frío o calor o cualquier cambio de clima, y antes de que salga el
sol acuden a sus empleos habituales, y nunca abandonan sus puestos de trabajo,
deleitándose en el trabajo no menos que aquellos que se entrenan en
competiciones de gimnasia.
- Independientemente de la ocupación de la que
se ocupan, se imaginan que esos ejercicios son más beneficiosos para la vida, y
más agradables para el alma y el cuerpo, y más permanentes que el atletismo,
porque no se vuelven innecesarios a medida que disminuye el vigor del cuerpo.
- Algunos de ellos trabajan en el campo, son
expertos en asuntos relacionados con la siembra y la labranza, y otros son
pastores, expertos en todo tipo de ganado; y otros cuidan enjambres de abejas.
- Otros, de nuevo, son artesanos en diversas
artes, quienes, para evitar cualquiera de los sufrimientos que imponen las
necesidades de la vida, no rechazan ninguna de las formas inocentes de ganarse
la vida.
- Los hombres, por lo tanto, tienen
ocupaciones diferentes. Cada uno, al recibir su salario, se lo entrega a una
persona que es el administrador elegido: y él, al recibirlos, compra de
inmediato las provisiones necesarias, y almacena todos los alimentos, y todas
las demás cosas que todo hombre necesita para vivir.
- Ellos, que viven juntos y comparten la misma
mesa, se contentan con las mismas cosas todos los días, son amantes de la
frugalidad y aborrecen la prodigalidad como una enfermedad del alma y el
cuerpo.
- No solo tienen una mesa común, sino también
vestimenta común: ya que se visten con túnicas gruesas en invierno y con
túnicas baratas en verano, para que cualquiera pueda tomar fácilmente lo que
quiera, ya que se considera que lo que pertenece a uno pertenece a todos, y la
propiedad de todos es, por otro lado, propiedad de cada uno.
- Es más, si alguno de ellos se enferma, es
tratado médicamente con los recursos comunes y atendido con el cuidado y la
preocupación de todos. Y así, los viejos, incluso si no tienen hijos, tienden a
terminar su vida en una vejez muy feliz y brillante, en la medida en que son
bendecidos con numerosos hijos y además buenos, siendo considerados dignos de
atención y honor por parte de ellos. Muchos de los cuales, por propia voluntad,
sienten que aunque no exista vinculo de sangre con el anciano, lo correcto es
cuidarlos.
- Más adelante, cuando vieron con agudo
discernimiento aquello que más que otra cosa podría disolver su comunidad,
repudiaron el matrimonio y también practicaron la continencia en un grado
notable. Porque ningún esenio toma para sí una esposa, porque la mujer es
excesivamente egoísta y celosa, y terriblemente inteligente para torcer las
inclinaciones morales de un hombre y someterlo con sus continuos
engatusamientos.
- Porque la mujer, usando discursos
halagadores y otras artes como una actriz en el escenario, acaba por seducir
por completo los ojos del hombre y también sus oídos, ambos sirvientes de la
mente. Y es entonces cuando procede a
engatusar a la mente que es la que nos guía.
- Y si tiene hijos, se llena de orgullo y
audacia al hablar, y lo que solía insinuar bajo el disfraz de la ironía, todo
esto lo dice ahora con mayor audacia y mueve descaradamente al hombre a ciertas
prácticas, cada una de las cuales es incompatible con la vida en comunidad.
- Para el hombre que está atrapado bien por
los encantos de su esposa, bien por la fuerza del afecto natural que hace que
los niños sean objetos de los cuidados principales, ese hombre ya no es el
mismo para los demás, sino que inconscientemente ha pasado a ser de hombre
libre a esclavo.
- Tan envidiable es la vida de estos esenios,
que no solo la gente normal y corriente, sino también los grandes reyes están
llenos de admiración y asombro por estos hombres, y hacen que su carácter
venerable sea aún más respetable con signos de aprobación y honor.
- Dejemos que esta cita sea suficiente del
libro antes mencionado: pero a partir del tema de que todo buen hombre es
libre, presentaré las siguientes declaraciones:
Capítulo XII
- También Siria en Palestina, que está ocupada
por una pequeña parte de la muy poblada nación de los judíos, no deja de ser
productiva de una virtud honorable:
- Se dice que hay algunos de ellos llamados
Esenios, en número superior a cuatro mil, que derivan su nombre, según mi
opinión, en una forma precisa del idioma griego, de santidad (ὁσιότητος), porque se han dedicado más que
nadie al servicio de Dios, no ofreciendo sacrificios de animales, sino
esforzándose por hacer que sus propios pensamientos sean santos y respetuosos.
- Estos hombres, en primer lugar, habitan en
aldeas y evitan las ciudades debido a los vicios propios de todo ciudadano,
sabiendo que las almas se pueden contagiar de manera incurable mediante el
contacto con los hombres, al igual que una enfermedad se transmite a través de
una atmósfera pestilencial.
- De estos hombres, algunos se benefician a sí
mismos y a sus vecinos al cultivar el suelo, y otros se dedican a cualquier
oficio que contribuya a la paz; no acumulando tesoros de plata y oro, ni
adquiriendo grandes extensiones de tierra por deseo de ingresos, sino
adquiriendo solo lo suficiente para las necesidades necesarias de la vida.
- Porque, de prácticamente toda la humanidad,
ellos son los únicos que no tienen dinero ni posesiones (por un propósito
determinado más que por falta de buena fortuna), se consideran los más ricos,
porque juzgan que los deseos moderados y la contención son, como realmente son,
abundancia.
- No encontrarías entre ellos a ningún
fabricante de dardos, o jabalinas, o dagas, o cascos, o coraza, o escudos, ni
en resumen, a ningún fabricante de armas o máquinas de guerra, o cualquiera
empleado en nada que tenga que ver con la guerra: ni aún sobre cosas en las
que, en tiempos de paz, se puede fácilmente caer en el mal uso.
- Con el comercio y los negocios o la
propiedad de barcos ni siquiera sueñan. Renuncian a toda ganancia pues la
consideran codicia.
- No hay un solo esclavo entre ellos, pues
todos son libres y se ayudan mutuamente. A los maestros de la Ley los condenan,
no solo como injustos por despreciar la igualdad, sino también como impíos por
destruir la santa ley de la naturaleza, la cual, como una madre, ha dado a luz
y alimentado a todos por igual, los ha hecho a todos hermanos genuinos, no solo
de nombre sino también de verdad.
- Pero esta hermandad natural se ha convertido
en desorden debido a la excesiva prosperidad procedente de la codicia
insidiosa, que ha acarreado alienación en lugar del afecto fraternal y odio en
lugar de amistad.
- De la filosofía, han dejado la parte de la
lógica a los filólogos, ya que es innecesaria para el logro de la virtud, y la
parte de la física a los observadores de estrellas, pues es demasiado alta para
la naturaleza humana, excepto los estudios sobre la existencia de Dios y la
creación del Universo. La parte ética de la filosofía la estudian de manera muy
elaborada, bajo el conocimiento de sus leyes ancestrales, cuyo significado le
es imposible discernir al alma humana sin la inspiración divina.
- Estas leyes se enseñan repetidamente en
cualquier momento, especialmente en cada séptimo día. Porque el séptimo día se
considera sagrado, y en él se abstienen de hacer otras obras, acuden a sus
lugares sagrados, que se llaman sinagogas, y se sientan en filas según sus
edades, los jóvenes debajo del anciano, y escuchan atentamente para volverse
más sabios: y mientras alguien toma y lee sus libros sagrados, otro de los más
experimentados se adelanta y expone todo lo que no es fácilmente inteligible:
ya que la mayoría de las materias son explicadas mediante símbolos, imitando
las costumbres de la antigüedad.
- Se les enseña piedad, santidad, justicia,
economía, cómo dirigir un estado, así como el discernimiento de si las cosas
son buenas, malas o indiferentes; Aprenden a elegir lo que es correcto y a
evitar lo contrario, mediante el uso de tres tipos de criterios, a saber, el
amor de Dios, el amor a la virtud y el amor a la humanidad.
- Primero, se les proporciona miles de
ejemplos del amor de Dios por la pureza constante e ininterrumpida que
mantienen a lo largo de toda su vida, como, por ejemplo, su abstinencia de
juramentos, desconocimiento de la mentira, su creencia de que Dios es la causa
de todo bien y de ningún mal: ejemplos también de su amor a la virtud son, por
ejemplo, su desapego al dinero, a la gloria, al placer; su continencia, su
resistencia, también su frugalidad, la simplicidad, castidad, su falta de
vanidad, su obediencia a la ley , su firmeza y otras cualidades de carácter
similar a éstas: también se ven ejemplos de su amor al hombre en la buena
voluntad, la igualdad y la forma que tienen de compartir sus bienes, que supera
toda descripción posible, sobre lo cual, sin embargo, se podría decir una
cuantas cosas.
- En primer lugar, nadie tiene una casa
privada, lo que no es común a todo el mundo. Además de vivir juntos, la casa
también está abierta a aquellos miembros de la secta que vienen de otras
partes.
- Luego tienen un mismo almacén y unos mismos
gastos para todos: sus prendas también las comparten, así como su comida, ya
que son una comunidad. Porque no se puede encontrar otras personas que
compartan un mismo techo, una misma forma de vida y la misma mesa de una manera
más firmemente establecida como costumbre, y tal vez con buenas razones.
- Aquello que reciben como salario después de
un día de trabajo, no lo conservan como propio, sino que lo ponen en común y
para beneficio de la comunidad, para todos los que deseen utilizarlo. Tampoco
se descuida a los enfermos por el hecho de no puedan aportar nada, sino que
echan mano de los bienes comunes para cubrir las necesidades de los enfermos,
gastado con total libertad de su abundante fondo.
- Hacia los ancianos guardan respeto y les
prodigan atenciones, como los que los padres reciben de sus propios hijos, su
vejez es atendida por innumerables manos y reciben cuidados en medio de toda
abundancia. Así son estos resistentes atletas de la virtud, producidos por
aquella filosofía que está libre de la pompa superflua de los nombres griegos,
y propone como ejercicios estas acciones dignas de elogio, de las cuales deriva
su apoyo la libertad que no puede ser esclavizada.
- Y de esto hay pruebas, ya que muchos tiranos
se han alzado en varias ocasiones contra nuestro país, los cuales mostraron
diferentes disposiciones y propósitos: algunos de ellos, tratando de superar la
ferocidad indómita de las bestias salvajes, no omitieron ninguna medida de
crueldad, no dejando de matar en ningún momento a sus súbditos en masa, o
incluso, como si fueran cocineros, llegaron a descuartizarlos, miembro a
miembro, mientras aún estaban vivos, hasta que estos mismos tiranos sufrieron
el castigo de la justicia que vigila los asuntos humanos.
- Y otros que convirtieron su excitación y su
frenesí salvaje en otro tipo de maldad, idearon una crueldad indescriptible,
mientras hablaban con gentileza, y bajo el disfraz de un lenguaje más moderado,
al que traicionaba la ira en su forma de proceder, actuaban servilmente como perros malvados,
convirtiéndose en autores de irreparables canalladas, dejando en cada ciudad
recuerdos de su impiedad y de su odio hacia la humanidad en las desgracias de
aquellos que las padecieron y nunca olvidarán.
- Y sin embargo, ninguno de esos crueles
monstruos o de esos maestros de la astucia y la traición fue capaz de achacar
nada malo a la secta antes mencionada de los esenios o santos; Antes bien todos
ellos quedaron conquistados por la noble virtud de estos hombres, y los trataron
como si fueran hombres libres e independientes por naturaleza, cantando las
alabanzas de sus comidas conjuntas y de esa comunión que supera toda
descripción posible y que es la prueba más clara de una vida perfecta y más
feliz.
Retrato imaginario de Eusebio de Cesarea
4.
Sinesio de Cirene
Sinesio de Cirene fue un filósofo cristiano de pensamiento
neoplatónico que vivió entre finales del siglo IV y principios del siglo V d.C.
Sinesio de Cirene, citando al filósofo griego Dión Crisóstomo,
que vivió tresciento años antes, y el cual habla de los esenios en un texto que
no ha llegado hasta nosotros, nos comenta que los esenios vivía en una feliz
ciudad junto al Mar Muerto, cerca de la antigua ciudad castigada de Sodoma.
5.
Epifanio de Salamina
Epifanio de Salamina fue un obispo bizantino cristiano que se
dedicó principalmente a combatir las herejías de su época.
En su obra más conocida, Panarion (o contra los herejes) nos habla
de la existencia de ochenta sectas cristianas y judías que habían sido mordidas
por la serpiente de la herejía.
Entre estas ochenta sectas menciona a dos sectas en concreto,
los goretanos y los sebuanenses, poniéndolas en relación con los esenios por un
tema de calendario de celebraciones religiosas.
Epifanio de Salamina
Al parecer los goroteanos modificaban repentinamente las
fechas de celebración de sus festividades religiosas para que estas no coincidieran
con los de los sebuanenses, a los que despreciaban. Estos a su vez profesaban
un odio profundo a los goroteanos, y también cambiaban las fechas de sus
celebraciones religiosas convirtiendo todo en un lio. Esta disputa apenaba a
los esenios, que aman las celebraciones y les daba igual en qué día se
realizaban.
3.
Esenios y otras sectas similares
A.
Terapeutas
Los terapeutas eran una agrupación de judíos piadosos que
provenían de la diáspora. Eran una secta muy similar a la de los esenios, pero
no se tiene, a día de hoy, muy claro si eran una rama de los mismos o una secta diferente.
El nombre terapeutas (θεραπευτής, Cerapeutés en griego clásico)
viene del verbo τεραπένω, que
significa curar o sanar.
Se llama así a este grupo porque el objetivo que tenía era el
de curarse aquellas enfermedades del alma.
El primer historiador que nos habla de esta secta es Filón de
Alejandría, que ya hemos mencionado más arriba, del cual dijimos que en su obra
“Quod omnis probus liber sit” se ocupó de los esenios.
Pues bien, este mismo historiador y filósofo en su obra “De
vita contemplativa” comenta y describe a esta otra secta de los terapeutas,
atribuyéndoles rasgos tan parecidos a los de los esenios, que muchos han
entendido que se trata de una y la misma secta, si bien es cierto que habría
algunas diferencias con los esenios, puesto que los terapeutas eran
considerados un grupo herético por parte de los judíos, seguramente por el gnosticismo
que practicaban.
De estos Terapeutas sabemos:
- Que sus miembros se habían desprendido de sus posesiones.
- Habían abandonado a sus familias.
- Y se habían retirado a vivir a los huertos a las afueras de
la ciudad.
- Sus colonias se encontraban principalmente encima del lago Mariout
a las afueras de la ciudad egipcia de Alejandría.
- Los eremitas llevaban una vida ascética.
- Hacían voto de castidad
- Vivían en cabañas separadas llamadas semneo (es decir no
vivían juntos como los esenios).
- Solo disponían de lo justo para vivir, tanto en lo tocante a
la comida como a la ropa.
- En sus comunidades hombres y mujeres tenían los mismos
derechos.
- Los mujeres de esta secta recibían el nombre de
Cerapeutrides.
- En estas colonias se dedicaban a la oración.
- También escrutaban las Escrituras en busca de un sentido
oculto que pensaban se hallaba entre sus líneas.
- Algunos ayunaban.
¿Eran los
terapeutas paleocristianos?
Como ya he comentado anteriormente se ha especulado mucho
sobre si los terapeutas eran quizá una rama de los esenios en tierras egipcias.
Otros han querido ver en esta secta una primitiva comunidad de
ascetas cristianos, lo que sería extraño, pues en el Nuevo Testamento no consta
que hubiera una comunidad cristiana en Egipto. Además los terapeutas seguían
celebrando el Shabbat (no el domingo como hacían los primeros cristianos) y
rechazaban el vino.
B.
Comunidad de Qumram
Entre los muchos escritos encontrados en Qumran se encuentran
una serie de textos que parecen apuntar a la existencia de una secta judía en
esa misma región. Son textos que contienen las normas de convivencia y
organización, así como la doctrina de una comunidad judía separada de la
sociedad de su época.
Mar Muerto
Durante muchos años se ha querido ver en esta
secta a los esenios, pero hoy en día no se pueden atribuir con total seguridad
a ningún grupo judío en concreto.
- La Regla de la Comunidad:
El más famoso de todos los escritos que hacen referencia a la
misteriosa comunidad de Qumran es el conocido como “Regla de la Comunidad”,
(1QS).
En él encontramos un marcado dualismo entre el bien y el mal,
luz y tinieblas, Dios y Belial, ángeles y demonios. Algunos estudiosos han
querido ver aquí influencias de la religión persa, tan dada a la visión
maniquea del mundo.
También en este documento nos encontramos unas rígidas normas
para la comunidad.
El nombre del texto (1QS) significa lo siguiente:
a) El 1 hace referencia a la cueva donde fue encontrado. Si
hay 11 cuevas donde se encontraron escritos, este uno quiere decir que este
documento en concreto fue encontrado en la primera cueva.
b) Q es la sigla de Qumran
c) S hace referencia a la primera letra con la que comienza el
texto: Serek ha-Yajad. Ese es el título del texto, en hebreo סרך היחד y significa la Regla de la Comunidad.
Este documento es un antiguo texto redactado en hebreo. Bastante
bien conservado, pues sólo está ligeramente dañado al comienzo y al final del
mismo, este texto es el más largo que se tiene sobre sobre las normas de esta
comunidad.
El escrito se compone de once columnas de texto.
Por el tipo de escritura los expertos estiman
que fue redactado en el primer cuarto de siglo I a.C.
Se cree también que otros dos textos más,
ambos encontrados también en la misma gruta, están relacionados con esta Regla
de la Comunidad.
Se trata de
a) „Regla de la Congregación“ (1QSa) und
Ambos textos vendrían a ser una especie de anexo
a la Regla de la Comunidad.
Veamos ahora un resumen del contenido de dicha
„Regla de la comunidad”:
a) En la columna 1, líneas 1 a 5 nos
encontramos con el ideario de la comunidad y de fidelidad a los preceptos de
Dios.
b) En la columna 1, líneas 1-16 y en la
columna 3, línea 12 nos encontramos con las directrices a seguir a la hora de
aceptar a un nuevo miembro en la secta así como para celebrar una fiesta anual
para renovar la alianza.
c) Columna 3, línea 13 y columna 4, línea 26.
La doctrina dualista de los dos espíritus. Los espíritus e hijos de la luz
contra los espíritus de las tinieblas y los hijos de la maldad.
d) De la columna 5, línea 1 hasta la columna
9, línea 25: reglas del funcionamiento de la comunidad y un catálogo de
castigos.
e) De la columna 9, línea 26- hasta la columna
9, línea 22: Directrices a la hora de rezar y un salmo de conclusión.
Otros textos importantes que se han encontrado en las cuevas
de Qumran y que se han achacado a la secta ahí establecida son:
- El Rollo de los Himnos.
Este royo contiene una
colección de himnos que usaba la secta en sus ceremonias.
También se le ha dado a este documento el nombre hebreo הודיות (hodayot, que signufica acción de gracias) ya que se repite frecuentemente la
oración: “Te doy gracias, Señor”
- El Documento de Damasco
El Documento de Damasco es una carta que ya se conocía con anterioridad,
es decir antes de su descubrimiento en las cuevas de Quran, pues había una
copia de la misma en la guenizá o archivo de una sinagoga en el Cairo. (abgekürzt
CD statt 4QD).
En este documento
se habla del pueblo de Israel que anda perdido pues se ha alejado de Dios.
También se habla de un nuevo comienzo en el que Dios acompaña a sus elegidos.
La normas que
este “resto “de elegidos ha de seguir se endurecen. La comunidad de elegidos
pasa ahora a esta muy estructurada y va a ser dirigida por levitas y
sacerdotes.
Este escrito reúne no sólo historia, sino también las reglas
de la comunidad judía de Qumran así como contenido sobre su doctrina.
El Documento de Damasco establece una periodización de la historia.
En una visión dualista, el bien y el mal se enfrentan; los
miembros de la Nueva Alianza a un lado y los malvados, encabezados por el
demonio Belial, a otro lado.
Se menciona que el fin de la historia está cerca y que se encuentran
a la espera de la aparición del ungido por Aarón e Israel, que tiene la
responsabilidad de limpiar de pecado a todo el pueblo.
- El Rollo de la Guerra:
Este rollo de la
Guerra (1QM) relata la guerra que se desata entre los Hijos de la Luz y los Hijos
de las Tinieblas al final de los tiempos.
Se nos describen
tácticas militares, estrategias y distribución de ejércitos en el campo de
batalla.
Rollo de la Guerra
Todo tiene un
significado simbólico. Los levitas y sacerdotes son los generales que dirigen
las distintas unidades de soldados en la batalla, con el Mesías como mando
supremo.
- La figura del
Maestro de Justicia
En algunos
escritos encontrados en Qumran nos encontramos con la figura de un instructor
de justicia que ha pasado a ser conocido como “el maestro de Justicia”.
Este personaje
aparece mencionado nada menos que 15 veces en total.
El cometido de
este maestro es el de guiar a su comunidad y para este cometido ha sido enviado
por Dios. Es una especie de profeta por cuya boca se escucha la Palabra de Dios
y que conoce todos los misterios de los profetas.
Su némesis es el
“Hombre de la Mentira”, también llamado el “Sacerdote de la maldad”, cuyos
seguidores son todos aquellos que no han hecho caso de las palabras del Maestro
de la Justicia, así como aquellos que han desobedecido a Dios.
Habría un tercer
grupo en este escenario y sería el de los espectadores silenciosos que no toman
partido por ninguno de los dos bandos.
Ha habido
numerosos intentos de equiparar la figura de este Maestro de Justicia con influyentes
judíos que vivieron a partir del año 170 a.C., cuando comenzaron las Revueltas
Macabeas, pero no hay acuerdo entre los expertos por ahora.
Los que se puede decir para cerrar este capítulo sobre la
comunidad de Qumran es que, si bien muchos han querido ver en esta esa
agrupación a los esenios, en ninguno de los numerosísimos escritos encontrados
en esa región aparecen mencionados los esenios o palabras similares.
Cuevas de Qumran
A día de hoy no se puede asegurar que esta antigua secta del Qumran
sean esenios ni cualquier otra de las numerosas sectas judías que en aquella
época existían.
C.
Pitagóricos
Roland Bergmeier publicó en 1993 el libro Die
Essener-Berichte des Flavius Josephus (“the
Essene-portrayals in Flavius Josephus”) en el que defiende la tesis de que
tanto Flavio Josefo como Filón de Alejandría les achacan a los esenios muchas
características que mucho antes les habían atribuido a los pitagóricos.
La verdad es que hay ideas en la doctrina pitagórica que
también encontramos entre los esenios:
- La inmortalidad del alma.
Los pitagóricos creían que la muerte era algo natural e
incluso necesario.
Además la muerte no era el final sino que con ella se pasaba a
otra existencia.
El cuerpo humano era el recipiente que contenía el alma. Una
vez que éste desaparecía por la descomposición el alma se veía libre.
La gran diferencia entre esenios y pitagóricos es que estos
últimos pensaban que el alma era una especie sombra que emprendía un
peregrinaje para ir a reencarnarse en otros cuerpos.
En ambas sectas se creía en un origen divino del alma cuyo
objetivo, tras la muerte, era retornar a su morada.
- Control de los apetitos y las pasiones
Tanto esenios como pitagóricos pensaban que era esencial tener
las pasiones bajo absoluto control.
Para ello consideraban imprescindible llevar una vida sencilla
y austera y renunciar a lujos y comodidades.
La alimentación no podía ser más frugal en ambos casos y la
ropa con que se abrigaban era también austera.
Se trataba de vivir sólo con lo estrictamente necesario para,
de esta manera dominar todo tipo de apetencias.
- El concepto de amistad.
Ya hemos comentado cómo alababan y admiraban los antiguos
historiadores la profunda harmonía en la que convivían los esenios y lo
importante que para ellos era la vida en comunidad, donde todo lo compartían y
se ocupaban del bienestar de sus compañeros tanto o más que de la suya propia.
Los pitagóricos entendían el Cosmos como una unidad en la que
todos sus componentes habían de convivir en perfecta harmonía. De allí también
que fueran vegetarianos, pues entendían que el sacrificio de animales era una
agresión a dicha harmonía.
Los pitagóricos tenían en gran estima la amistad y entendían
que eran enormemente importante el concepto de lealtad hacia los amigos,
especialmente si estos eran miembros de la misma secta.
En este aspecto encontramos otra gran diferencia:
El pacifismo de los esenios era total y absoluto y se negaban
a tener nada que ver con las armas, mientras que nos consta que los pitagóricos
emplearon en alguna ocasión la violencia, como ocurrió en el caso de la guerra
entre las ciudades de Crotona, donde Pitágoras había establecido su escuela, y
la ciudad de Síbari, guerra en la que los pitagóricos tomaron parte de forma
activa.
Se sabe también que el comandante de las tropas de Crotona, Milón
de Crotona, atleta luchador famoso, era también seguidor de la secta
pitagórica.
D. Otras teorías disparatadas
Está muy extendida la costumbre de recurrir a los esenios en
la literatura ficcional pseudo-histórica barata para especular sobre aspectos
de la vida o doctrina de Jesucristo que no aparecen mencionados en los
Evangelios o sobre los que no se informa mucho, como por ejemplo su infancia.
De esta manera podemos encontrar todo tipo de teorías,
especulaciones e interpretaciones que nos podamos imaginar.
- Podemos leer que cuando la familia de Jesús tuvo que huir a Egipto
para poner a salvo la vida del niño, amenazada por Herodes, se alojaron entre
los Terapeutas de Alejandría y allí el niño Jesús se empapó de su doctrina que
luego se encargó de dar a conocer en Judea y Galilea.
- Otros incluso llegan a afirmar que Jesús en realidad era un
esenio que poseía unos conocimientos de medicina tan avanzados que le permitían
realizar curaciones sorprendentes que eran tomadas por sus ilusos paisanos por
milagros.
Algunos van todavía un paso más allá y llegan a afirmar que
dichos conocimientos prodigiosos en medicina le permitieron curarse a sí mismo
después de la crucifixión, cuando se encontraba sepultado en la roca de José de
Arimatea, aparentemente muerto.
La explicación que dan aquí algunos es que Jesús no murió
realmente sino que simplemente sufrió una pérdida de conocimiento. Una vez solo
en la sepultura, al contacto con la fría piedra, recobró la conciencia y haciendo
uso de su ciencia se pudo sanar a sí mismo.
Algún estudioso ha señalado en este punto de manera sarcástica
que, si un reo de crucifixión, que tuvo que soportar numerosos latigazos, al
que le perforaron las dos manos y los dos pies y al que además le asestaron un
lanzazo que le perforó el costado, lograra salir por su propio pie de la tumba,
hubiera ofrecido más bien una imagen lastimosa y no la de un victorioso
resucitado.
Otros incluso han señalado que sobrevivir a semejante martirio
como el que se nos relata en los Evangelios y poder salir con vida es casi un
milagro tan sorprendente como el de la Resurrección.
- Hay quien, sin embargo, atribuyen los formidables
conocimientos médicos no a Jesús sino a Nicodemo y José de Arimatea que fueron
quienes realmente lo devolvieron a la vida.
En fin teorías especulativas sobre Jesús y cualquiera de los
aspectos importantes o irrelevantes de su vida ha habido, hay y habrá tantos
como escritores se ocupen de la vida y obra de Jesucristo.
[1]
Traducción de José Ignacio Grasa Beltrán.
Original en latín: Ab
occidente litora Esseni fugiunt usque qua nocent, gens sola et in toto orbe
praeter ceteras mira, sine ulla femina, omni venere abdicata, sine pecunia,
socia palmarum. in diem ex aequo convenarum turba renascitur, large
frequentantibus quos vita fessos ad mores eorum fortuna fluctibus agit. ita per
saeculorum milia — incredibile dictu — gens aeterna est, in qua nemo nascitur.
tam fecunda illis aliorum vitae paenitentia est! infra hos Engada oppidum fuit,
secundum ab Hierosolymis fertilitate palmetorumque nemoribus, nunc alterum
bustum. inde Masada castellum in rupe, et ipsum haut procul Asphaltite. et
hactenus Iudaea est.
[3] Sacado
del libro Ambiente político del pueblo judío en tiempos de Jesús, Hernando
Guevara. Ediciones Cristiandad, 1985 - 285 páginas. Capítulo X.
Vaya artículo! Espectacular! Qué cantidad de información! Completísimo y muy trabajado.
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