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jueves, 4 de noviembre de 2021

El milagro que originó el Avivamiento

1. Introducción

2. El milagro de Zino Reinhard-Duvil

        A. El encuentro con un desconocido predicador

        B. Zino es desahuciado

      C. Curación

3. Creación de la Iglesia Evangélica Gitana

        A. Solucionando problemas

        B. Los primeros bautizos

        C. El Evangelio se extiende entre el pueblo gitano

        D. Revistas, convenciones, escuelas y la Iglesia Gitana

        E. Clément Le Cossec se echa a los caminos

        F. El Evangelio llega a España

        G. El movimiento evangélico gitano en el mundo

4. Oración de gracias y petición de más siervos

5. Fuentes

 

1. Introducción

Se calcula que a día de hoy hay más de un millón y medio de gitanos evangélicos en el mundo, de los cuales unos 125.000 se encuentran en Francia, el país donde surgieron las primeras conversiones de los gitanos a la fe en Cristo.

En el país galo ya hay más de 2.351 predicadores y pastores, que reúnen a sus miles de fieles en 320 iglesias evangélicas.

En España el número de gitanos evangélicos es aún mucho mayor. Hoy en día existe una extensa red de 700 iglesias por toda España con misiones en Portugal, en el este de Europa, en Latinoamérica y la India.

La Iglesia Evangélica Gitana, más conocida en España como la Iglesia Evangélica Filadelfia cuenta con unos 4.000 predicadores y se calcula que alrededor de 100.000 fieles acuden todos los domingos a la iglesia a orar y adorar al Señor.

En los 70 años que van desde el año 1951, cuando se produjo un milagro en el seno de una familia de gitanos manouches en el norte de Francia, hasta nuestros días, un millón y medio de gitanos, repartidos en más de 44 países en todo el mundo, se han convertido al cristianismo evangélico.

Esta es la historia de ese milagro que vino a trastocar la vida de miles de familias gitanas en todo el mundo que vieron cómo Dios sigue haciendo milagros en nuestros días.

 

2. El milagro de Zino Reinhard-Duvil

En este artículo vamos a relatar la historia de dos curaciones que tuvieron lugar de manera simultánea: la de una madre, Marie Jeanne Duvil, más conocida con el apodo de “Azi” y la espectacular sanación de su hijo Zino (Zino Reinhard-Duvil).

Marie Jeanne Duvil era una humilde gitana sinti (o manouche como los conocen en Francia) dedicada a la venta ambulante de cestas de mimbre y otros accesorios por los mercados del norte del país galo.

Esta mujer venía sufriendo una enfermedad intestinal desde hace unos años y se veía obligada a llevar una especie de corsé ortopédico.

Como creyente católica, Marie Jeanne Duvil tenía devoción por diferentes santos a los que rezaba para solicitarles ayuda.

Uno de estos “santos” a los que invocaba con especial fervor era Santa Teresa de Lisieaux, también conocida como Santa Teresita del Niño Jesús.

Cada vez que la familia Reinhard-Duvil acudía a la ciudad de Lisieaux a vender su mercancía, devota y piadosa como Marie Jeanne Duvil era, solía acercarse a la Basílica de Santa Teresa de Lisieux (Santa Teresita del Niño Jesús) a rezarle a la santa para pedirle una mejoría de su dolencia.

Basílica de Santa Teresa de Lisieaux

En una de aquellas visitas tuvo un encuentro, aparentemente carente de la más mínima importancia, con un desconocido que le habló a la mujer sobre Jesús, sin conseguir despertar el interés de la mujer. 

Veamos en detalle cómo se desarrolló aquel “trivial” incidente, que tuvo como consecuencia nada menos, que unas décadas más tarde centenares de miles de gitanos en todo el mundo creyeran en Jesucristo. 

 

A. El encuentro con un desconocido predicador

En una de aquellas cortas estancias en Lisieaux, Marie Jeanne Duvil acude fielmente a la basílica de la santa a rezar. Se había comprado un broche con la imagen de Teresa de Lisieaux y lo llevaba colgado bien visible del pecho.

Al salir de la iglesia, cruza por la plaza de San Pedro.

En un momento dado un hombre desconocido aborda a la mujer. Este señor era Monsieur Roger, un predicador que vendía biblias y repartía folletos evangélicos.

Monsieur Roger apunta con su dedo a la imagen de santa Teresita de Lisieux y le dice a la señora Duvil que no debía esperar nada de una persona que ya estaba muerta, antes bien debía poner toda su fe y esperanza en Jesús, que sí está vivo y salva a aquellos que creen en Él.

Diciendo esto, le entrega un pequeño prospecto y la invita a visitar la iglesia evangélica situada en la Rue du Camp Franc, donde le darían a conocer a Cristo.

Marie Jeanne Duvil guarda el pequeño tratado en su monedero y se aleja de ahí desoyendo lo que le acaban de decir.

Iban pasando los días y aquel pequeño folleto seguía guardado en su cartera sin que Marie Jeanne Duvil le prestara ninguna atención. A veces se le salía del bolso o se caía al suelo, pero Marie Jeanne, lejos de tirarlo, lo recogía y, cuidadosamente, lo volvía a conservar en su monedero. Por alguna razón especial se resistía a deshacerse de él.

 

B. Zino es desahuciado

Ya han pasado varios meses desde aquel “insignificante” episodio con el predicador en la Plaza de San Pedro. Nos encontramos ahora en agosto del año 1950, y un hijo de Marie Jeanne Duvil, Zino, ha caído enfermo de gravedad.

Lo primero que hacen madre e hijo es acudir a una mujer que tenía fama de curandera, pero ésta no les puede ayudar, pues la dolencia intestinal del joven es demasiado seria.

Entonces van al hospital, donde ingresan de inmediato al enfermo y lo operan de urgencia un sábado.

Tras la operación, el doctor que le ha atendido le da a la familia de Zino la peor de las noticias: el joven se está muriendo, no hay ninguna esperanza.

El pronóstico es devastador. Zino tiene tan solo 20 años, es padre de una niña pequeña y su mujer, que muy pronto se va a quedar viuda, está esperando otra criatura.

Los familiares que acompañan a Marie Jeanne Duvil comienzan a lamentarse dando grandes alaridos y otras escandalosas muestras de dolor.

El alboroto llega a tal extremo que el personal sanitario termina por despacharlos del hospital.

El doctor que ha atendido a Zino se acerca a la madre y le explica que el joven sufre una peritonitis tuberculosa, es decir, que tiene los intestinos perforados y no se puede hacer nada por salvarlo. Está irremediablemente condenado a morir. Todo lo que el médico le puede decir a Marie Jeanne Duvil para consolarla de la inminente perdida de su hijo es que se dedique a partir de hora a los otros tres vástagos que le quedan: Jean Reinhard “Mandz”, Jaques Reinhard y Angélique Reinhard “La Pie”.

La familia Reinhard-Duvil se pasa toda la noche del sábado al domingo llorando desconsoladamente. Se encontraban acampados en la plaza del mercado de cerdos y con sus gritos y lamentos no dejaban descansar a los airados vecinos.

 

C. Curación

Amanece. Ya es domingo. Marie Jeanne Duvil acude con su cuñada a una tienda. Cuando va a pagar, Marie Jeanne abre el monedero y se encuentra con aquel pequeño tratado evangélico que llevaba guardando durante meses y del cual no se acordaba.

Se lo enseña a la tendera y le pregunta dónde puede encontrar al grupo de cristianos que repartían aquella información.

Le indican que la iglesia donde se reúnen está justo enfrente, en la Rue du Camp Franc número 28.

Maria Jeanne Duvil se acerca al lugar de oración del que salen cánticos, también se oye a gente que habla en diferentes lenguas.

Lo primero que le llama la atención del recinto es que no se ve ni una sola cruz, ni una sola imagen de la Virgen María o de algún santo que adorne las paredes.

Marie Jeanne se sienta y, presa del dolor, comienza a llorar.

Cuando acaba el servicio, el pastor que lo había oficiado, un belga flamenco de nombre Alfred Gichtenaere, se dirige a la señora Duvil y le pregunta qué le causa tanta tristeza.

Marie Jeanne Duvil le contesta que han desahuciado a su hijo Zino, al que le quedan escasos días de vida y al que nadie puede ayudar.

Alfred Gichtenaere la tranquiliza diciéndole que no debe tener miedo, pues Jesús lo puede todo. Su hijo sanará con la ayuda de Cristo.

Marchan hacia el hospital, Marie Jeanne Duvil, el pastor Alfred Gichtenaere y otros miembros de la iglesia para imponerle las manos al enfermo y rezar por su curación.

Mientras, los demás fieles de la iglesia se ponen en oración.

Zino está postrado en su cama con una fiebre de más de 40 grados. El pastor Gichtenaere y la señora Duvil se colocan al lado del moribundo y comienzan a orar por él. Al poco rato la fiebre desciende.

Alfred Gichtenaere los anima a todos a no desfallecer y a seguir orando por Zino. Tienen que tener plena fe en que Dios los va a escuchar y a curar al joven gitano.

Transcurre el domingo entre oraciones por la sanación del joven monouche.

A la mañana siguiente, lunes, su madre acude al hospital a visitar a su hijo. La sorpresa que se lleva la mujer es descomunal: Zino está completamente recuperado.

Marie Jeanne Duvil está completamente abrumada, no se esperaba una curación tan rápida y tan plena.

Por si esto fuera poco, ella misma, que también sufría problemas intestinales, se encuentra perfectamente de salud. Ya no siente más molestias.

Se desabrocha las correas de su cinturón ortopédico y lo arroja por la ventana. No lo volverá a necesitar nunca más.

Dios ha llevado a cabo dos milagros de curación.

Página de una revista con la historia de Maria Jeanne Duvil

Marie Jeanne Duvil anuncia a los cuatro vientos que su hijo Zino ha sido curado.

Inmediatamente le escribe una carta a su hijo Jean Reinhard, más conocido como Mandz, que se encontraba por aquellos días en la Bretaña, para informarle de todo lo que ha pasado.

La familia Reinhard-Duvil ha sido testigo de dos milagros.

Mandz acude raudo con su mujer Pounnet a Lisieaux a reunirse con su familia.

Durante dos o tres meses escuchan todos juntos el Evangelio en las reuniones que se celebraban en la iglesia de la Rue Camp Franc 28.

Uno de los hijos de Marie Jeanne Duvil, Jean Reinhard Duvil, más conocido como Mandz, se despide de su familia para irse con su mujer Pounnet a Brest. En esta ciudad bretona conocerá a Clément Le Cossec y ambos harán historia.

 

3. Creación de la Iglesia Evangélica Gitana

 

A. Solucionando problemas

En la capital bretona de Rennes había un joven pastor que acababa de fundar la primera iglesia evangélica de la ciudad.

Este siervo de Dios se llamaba Clément Le Cossec, era bretón y tenía tan solo 31 años, cuando en verano del año 1952 decide emprender una campaña de evangelización en la también bretona ciudad de Brest.

Un buen día del mes de septiembre de 1952 y Clément Le Cossec se encontraba predicando el Evangelio ante una audiencia de 150 personas en el nuevo teatro de la ciudad de Brest, cuando un llamativo grupo de asistentes captó su atención.

Al finalizar su sermón se acercó a saludarlos. Eran un grupo de gitanos manouches que se habían convertido a la fe en Cristo hacía tan solo unos meses y querían hablar con el pastor sobre un tema que les preocupaba mucho: No encontraban a ningún pastor que quisiera bautizarlos.

Uno de aquellos gitanos es un joven que se llama Jean Reinhard, aunque todos le conocen como Mandz, tiene 28 años y ha sido testigo de cómo, dos años antes, Dios realizó un milagro en el seno de su familia: su hermano Zino, que estaba a punto de morir y su también enferma madre Marie Jeanne sanaron inmediatamente después de que un grupo de cristianos evangélicos de Lisieux rezaran por ellos.

Mandz y Pounette a principios de la década de 1950. Foto de Clément Le Cossec.

El problema aparentemente insoluble que acuciaba a Mandz y a toda su comunidad es que deseaban ser bautizados, pero no encontraban a ningún pastor evangélico quisiera hacerles el favor, pues alegaban que los gitanos vivían en pecado al convivir con mujeres sin estar casados con ellas.

Los matrimonios se llevaban a cabo en los ayuntamientos de cualquier población francesa y el encargado de casar a la pareja era siempre el alcalde.

Pero para que dicha autoridad pudiera proceder a efectuar un casamiento con toda legalidad debía de constar que los contrayentes llevaban residiendo en esa localidad un mínimo de un mes.

Y aquí es donde nos encontramos con una situación kafkiana: la propia ley prohibía a todos los vendedores ambulantes y nómadas la permanencia de más de 48 horas en la misma población.

Prohibido el estacionamiento de más de 48 horas a los nómadas

De este modo entramos en un auténtico círculo vicioso del que es imposible salir. Es como la pescadilla que se muerde la cola.

Clément Le Cossec se compromete a solucionar su problema. Habla con fiscales y alcaldes hasta que encuentra a uno dispuesto a echar una mano.

Al cabo de un par de días, Mandz y Pounette se dirigen al ayuntamiento de Lambézé y son finalmente casados por el alcalde.

Al casamiento de Mandz y Pounette le siguen otros muchos más.

Con los libros de familia en regla ya pueden bautizarse los gitanos y entrar así plenamente en la comunidad de Cristo.

 

B. Los primeros bautizos

En la ciudad de Brest todavía no había una iglesia evangélica construida donde los fieles pudieran reunirse para orar y compartir su fe. Es por ello que se reunían en el sótano de una casa, que estaba sin pavimentar, propiedad de Monsieur Bourdoulous.

Una noche se hallaban congregados unos 30 gitanos para meditar la Palabra de Dios y rezar. De repente el Espíritu Santo desciende sobre ellos y comienzan a hablar en lenguas.

Mandz cae al suelo de bruces y permanece ahí postrado más de una hora. Cuando se incorpora sus compañeros pueden ver que su rostro está iluminado y que no para de hablar en lenguas extrañas.

Mandz, el primer pastor gitano de la historia

Uno de los ahí presentes, Louis Quéinnec, que había sido bautizado apenas unos meses antes, se levanta y comenta en voz alta la visión que en ese momento estaba teniendo: “Los veo. Vienen a pie, a caballo, en coches de todos los colores. Veo el avivamiento que se extiende como olas”.

Aquellas palabras acabaron siendo proféticas, como más adelante veremos.

Ese mismo verano se celebra un primer servicio de bautismo en la playa de Saint Marc, en Brest, en el que unos 30 gitanos, que acababan de abrazar la fe en Cristo, son sumergidos por Clément Le Cossec en las aguas en el Océano Atlántico para dar comienzo así a una nueva vida.

Esta pequeña comunidad es auténtico embrión de la Iglesia Evangélica Gitana que irá creciendo día a día de tal manera que se habla de un auténtico Avivamiento de la fe, como no se veía desde los tiempos de los primeros discípulos de Cristo.

 

C. El Evangelio se extiende entre el pueblo gitano

A partir de un milagro de curación, una serie de testigos, casi todos familiares del enfermo sanado, se convierten inmediatamente al cristianismo.

Este es un fenómeno que se va a repetir muy a menudo en la comunidad gitana y que traerá a numerosos miembros de este pueblo a entregarse de lleno a Cristo, aceptando plenamente su mensaje de salvación.

Pero el converso siente que no basta con seguir a Cristo y adorarle en su vida privada, es necesario comunicar urgentemente a todo el que le rodea lo maravillosa que es la relación con Cristo.

En un principio serán los familiares y conocidos los primeros que van a escuchar hablar del Evangelio y su mensaje de salvación mediante la aceptación de Cristo; más tarde serán todos aquellos que se crucen en la vida del recién convertido los que oirán el testimonio.

Es el boca a boca lo que hace que la fe se propague poco a poco pero sin pausa. Es como un fuego que se va extendiendo lenta pero imparablemente.

En una década se bautizan en Francia más 5.000 gitanos.

Dios se ha fijado en este pueblo nómada y desea darse a conocer. También quiere que sean su instrumento de para extender su Palabra por el mundo. El Señor está presente entre los gitanos, entre los que hace grandes obras para manifestar Su gloria.

Continuamente se van a producir enormes cambios positivos en las vidas de los nuevos creyentes, que se sienten renacer. Muchos abandonarán vicios y malas costumbres como al alcohol, el maltrato a sus mujeres, también abandonan las supersticiones y dejan de ejercer las artes adivinatorias.

Muchos gitanos recién convertidos señalan que uno de los efectos más gratos que sienten cuando aceptan a Cristo es que de repente dejan de odiar. Son numerosos los testimonios de personas que pasan en pocos días de odiar profundamente a sus enemigos a rezar por ellos, e incluso de acercarse a ellos para compartir su fe.

En el seno de las comunidades gitanas se producen curaciones milagrosas. Centenares de enfermos experimentan una total sanación de sus dolencias y miles de personas son testigos de cómo, tras una sesión de oración, desaparecen tuberculosis, sorderas, problemas de visión, tumores y un largo etcétera de males.

Estos portentos son causa, de nuevo, de que un gran número de familiares se vuelquen en Cristo y den testimonio de lo que Dios es capaz de hacer. A esas conversiones siguen bautizos y la captación de más fieles, pues los nuevos miembros en la fe no dejan de predicar el Evangelio allí a donde van con una alegría que sólo se ve en alguien que acaba de conocer a Jesús, con una determinación que sólo se nota en alguien que se sabe salvado para toda la eternidad, con un a energía que sólo se percibe en aquel que se sabe hijo de Dios.

Es un movimiento incontenible.   

Y este fenómeno acaba de empezar. Como ya hemos mencionado más arriba, tan solo entre 1952 y 1963 se bautizan unos 6.000 gitanos, hombres y mujeres; a veces entre 50 y 200 en unas jornadas.

 

D. Revistas, convenciones, escuelas y la Iglesia Gitana

Le Cossec decide poner en marcha diversas instituciones para dar a conocer a Jesús entre los gitanos:

Primeramente crea la revista evangélica Vie et Lumière (Vida y Luz) en el año 1954.

Ese mismo año decide organizar, junto con Jean Nédélec, una convención anual para congregar a todos los fieles, comentar los asuntos más importantes, evangelizar y proceder a bautizar a todo el que lo desee.

Jean Nédélec y Jean Reinhard-Duvil (Mandz) en su primera misión. Agosto 1955

A finales del año 1957, concretamente el 28 de diciembre de 1957, funda una primera asociación religiosa llamada La Délivrance, Mission évangélique des Tziganes de France (La Misión Évangélica de los Gitanos de Francia)

Tenemos, de esta manera, la primera iglesia oficial Pentecostal Gitana de Francia, conocida como la “Église Evangélique Tzigane”

Más tarde esta asamblea cambiará en nombre a Mission Évangélique des Tziganes de France, Vie et Lumière (Misión Evangélica de los Gitanos de Francia, Vida y Luz) el 26 de febrero de 1961.

En 1960, viendo el crecimiento imparable de fieles que se estaba produciendo, los predicadores gitanos vieron la urgente necesidad que tenían de ampliar y profundizar en sus conocimientos bíblicos.

Es por ello que decidieron participar en unos cursos bíblicos intensivos.

Cada mes se invitaba a 10 predicadores para que acudieran a unos cursos de 3 semanas que se iban impartiendo cada vez en una ciudad distinta.

En 1966 se funda la primera escuela bíblica para la formación de pastores en Loiret.

Por último, Clément Le Cossec pone en manos de cuatro gitanos la conducción espiritual de sus hermanos: Mandz, Tutur, Pinar y Carlo, todos hombres sin tacha y completamente comprometidos con la tarea que se les ha encomendado.

Conforme vayan pasando los días y crezca el Avivamiento espiritual entre los gitanos, también va aumentando el número de voluntarios dispuestos a servir al Señor dando a conocer Su Palabra entre sus hermanos nómadas.

En el año 1963 el número de pastores llegaba ya a los 100.

 

E. Clément Le Cossec se echa a los caminos

Con miles de nuevos fieles bautizados, ansiosos por seguir extendiendo el mensaje de Jesús, pudiera parecer que la Iglesia estaba ya puesta en marcha y poco más cabía hacer: ¡Nada más lejos de la realidad!

Es justo en este momento cuando Clément Le Cossec se da cuenta de que es precisamente a partir de ahora cuando la comunidad de nuevos creyentes más le va a necesitar, pues, como él mismo observa “se encontraban como ovejas sin pastor”.

El problema es que esa misma nueva comunidad es nómada, es decir que se encuentran permanentemente de viaje. ¿Cómo instruir a sus feligreses en la Palabra de Dios, cómo asesorarles y compartir con ellos la fe en Jesús, si están continuamente viajando?

En aquellos días, Clément Le Cossec se encontraba al cargo de la Iglesia Evangélica de Rennes (Bretaña) desde hacía ya dos años. En su iglesia estaba cómodo y feliz.

¿Qué debía hacer?, ¿Podía dejar que los gitanos continuaran su camino solos, sin un guía que les indicara cómo se vive cristianamente, cómo se ha de interpretar la Biblia, cómo organizar una comunidad de fieles o cómo orar al Señor?

Clément Le Cossec llega a la conclusión de que ha llegado el momento de abandonar su cómodo puesto en la iglesia de Rennes, hacer el equipaje y acompañar a los nómadas en todos sus viajes.

Le Cossec se lanza de cabeza a la aventura evangelizadora por los caminos, teniendo siempre presentes las palabras de Jesús en la Parábola del gran banquete: “Ve por los caminos y por los callejones, y exígeles a que entren para que mi casa se llene”. (Lucas 14, 23. Reina Valera Actualizada 2015).

Clément Le Cossec en compañía de una familia de manouches

Sin él saberlo todavía, está poniendo en marcha una obra que dará muchísimos frutos, tantos como no se veían en siglos.

Comienza, como él mismo escribirá “su aventura entre los gitanos” y su labor será tan próspera, su trabajo tendrá tanto éxito y se estregará con tanta energía y dedicación a su misión evangelizadora entre su nueva familia nómada, que será conocido como “el Apóstol de los gitanos”.

En las más de cuatro décadas que durarán sus peripecias con los gitanos, Le Cossec y su familia viajarán con por toda Francia y por sus países vecinos: Bélgica, Holanda, Alemania, España e Italia. Pero también visitará los Estados Unidos, Latinoamérica y la India.

En total serán 40 los países que Clément Le Cossec recorrerá compartiendo el mensaje del Evangelio.

 

F. El Evangelio llega a España

La expansión de la Palabra de Dios entre los diferentes grupos gitanos es imparable.

Ya en el año 1952, a principios del “Avivamiento” un grupo de gitanos españoles: Juan Castro, Lary Castro, Jaime Díaz Cortés, el hermano Emiliano, El Marido, Joselito y Manolo tienen el enorme privilegio de poder escuchar el Evangelio de boca del mismo Clément Le Cossec.

Este grupo de jóvenes españoles se encontraban en el sur de Francia, adonde se habían dirigido para trabajar en la vendimia. Después de una durada jornada de trabajo en los viñedos se juntaban en un cobertizo donde Le Cossec les predicaba la Palabra en francés mientras otros asistentes les iban traduciendo al español.

Conforme vuelven a España, aquellos jóvenes trabajadores predican la Palabra entre sus familiares y amigos.

Crece el número de fieles y en el año 1965 se inaugura la primera iglesia evangélica gitana en Balaguer (Lérida).

Tan sólo seis años más tarde, el 26 de mayo 1971 nace la llamada “Iglesia Evangélica Filadelfia”

Hoy son centenas de miles los gitanos españoles evangélicos.

 

G. El movimiento evangélico gitano en el mundo

La gran movilidad de los gitanos, el hecho de tener familiares repartidos por todo el mundo y el enorme entusiasmo con que han acogido el mensaje del Evangelio han llevado a que el resurgimiento de la fe entre un pequeño grupo de gitanos franceses se haya extendido por toda Francia para, al poco tiempo, saltar las fronteras y alcanzar, primeramente los países limítrofes como Bélgica, Holanda, España, Suiza y Alemania, e ir luego, poco a poco, extendiéndose por todo el mundo.

Podemos decir que el pueblo gitano ha sido la herramienta que Dios ha escogido en los siglos XX y XXI para sembrar su Palabra, y en vista de los resultados, podemos decir que han sido tremendamente eficaces.

Cada año aumenta el número de fieles gitanos.

Para el año 2018 se estima que el número de gitanos evangélicos podría llegar más de un millón y medio, repartidos en más de 44 países en todo el mundo.

Toda esta magnífica cosecha comenzó con la curación de un joven gitano francés al que los médicos le concedían tan sólo unos pocos días de vida y que fue salvado por Cristo.

Como un reguero de pólvora el mensaje de Jesús se extendió entre el pueblo gitano en la segunda mitad del siglo XX y siguió propagándose en las primeras décadas del siglo XXI.

 

4. Oración de gracias y petición de más siervos

Señor, grande eres y grande es tu bondad. Tú quieres darte a conocer a tus hijos, pero, son muchos los que te dan la espalda. En estos tiempos modernos en los que vivimos, es mucha la gente que cree erróneamente que puede ignorar tu existencia, que piensan equivocadamente que no es necesario contar contigo, que opinan falsamente que tu Palabra no tiene valor en el siglo XXI.

Te pedimos que abras la mente y los corazones de todos aquellos que todavía no te conocen. Manda siervos a sembrar la Palabra por todos los rincones.

No dejes, Señor, de hacer crecer la fe entre tus hijos. Que no desfallezcan los predicadores ante la enorme tarea que tienen delante, que no sucumban los creyentes ante las dificultades que esta sociedad egoísta les ponga en el camino, que no vacilen los que oyen tu mensaje en aceptar a tu hijo como nuestro único salvador.

Que la llama de la fe que prendió entre tus hijos gitanos hace ya 70 años no se apague nunca y se extienda cada día más alcanzando a todos los pueblos de la Tierra.

Te damos gracias por darnos a conocer el mensaje de tu hijo, te damos las gracias también por el sacrificio que tu hijo Jesús realizó en la cruz, para lavar con su preciosísima sangre todos nuestros pecados.

Que no se nos olvide nunca el precio que tuvo que pagar por nuestra salvación.

No permitas que ignoremos su entrega voluntaria por nuestra redención ni un solo instante de nuestras vidas.  

Te lo pedimos en nombre de Tu hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén”.

 

5. Fuentes:

- Mon aventure chez les Tziganes. Clément Le Cossec. 1991

- Phénomène pentecôtiste ou réveil tsigane. Clément le Cossec en Etudes Tsiganes (N° 1 - 1985)

- Miracle chez les Tziganes 1964

- Revival Among the Gypsies. Clément Le Cossec. 1965

- http://www.clement-le-cossec.org

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