El hecho de encontrarnos la figura de Jesús el Nazareno en
este tipo de fuentes rabínicas es especialmente interesante, pues los rabinos
fueron los responsables de que Jesús acabara condenado a muerte y ejecutado por
los romanos, que eran los únicos que podían aplicar la pena de muerte en
aquella época.
Jesús era para los rabinos, escribas y maestros de la Ley un
hereje, un blasfemo y por lo tanto un enemigo espiritual.
Es por ello que no causará sorpresa encontrarnos en dichos
escritos una imagen muy negativa de Jesús.
Otro punto interesante sobre la mención que hace el Talmud
de Jesús es que confirman aquello que ya sabíamos por los Evangelios.
Que dice el Talmud de
Jesús
A continuación me limito a enumerar las menciones que hace
el Talmud de Jesús de Nazaret según aparecen recogidas en César Vidal, Nuevos
enigmas históricos al descubierto. Editorial Planeta, Barcelona 2003. Páginas
30-33:
- Jesús realizó milagros, aunque los autores del Talmud los
atribuyen a la hechicería. El hecho de achacar a Jesús el uso de la magia
implica no sólo acusarle de que era un estafador, sino también de cometer un
pecado gravísimo, pues la práctica de la hechicería implica idolatría, el peor
de los pecados para un judío. Sin embargo el Talmud no está negando que Jesús
cometiera prodigios, al contrario, lo admite. (Sanh 107, Sota 47b, J. Hag II,2)
- Sedujo al pueblo israelita que en parte le siguió (Sanh
43a)
- Las propias autoridades judías ejecutaron a Jesús de
Nazaret colgándolo en vísperas de Pascua. (Sanh.43ª)
- Jesús se autoproclamó Dios.
- Jesús anunció que volvería una segunda vez (Yalkut
Shimeoni 725)
- Se echó a perder (Talmud de Babilonia, Berajot 17b)