Las pruebas de la
Resurrección de Cristo según Lee Strobel
En este artículo vamos a ocuparnos de Lee Strobel un
apologeta y divulgador de Cristo estadounidense muy popular, especialmente en
los EEUU.
Autor de más de una veintena de libros apologéticos, Lee
Strobel es también un infatigable conferenciante que da charlas sobre Jesús
animando a la gente a conocer a Cristo.
El periodista estadounidense Lee Strobel
Aquí vamos a dejar un resumen del contenido de una de sus
impresionantes charlas que dio en la Universidad Californiana de Biola, con el
título “The Case for Christ”. La charla lleva el nombre de uno de sus libros
que ha tenido una enorme acogida.
En esta conferencia, que dura apenas 46 minutos, Lee Strobel
nos presenta 4 pruebas irrefutables de que Jesucristo resucito de entre los
muertos.
Todo el artículo que tienes delante, querido lector, está
sacado de esta conferencia.
No son mis palabras sino las de Lee Strobel las que vas a
leer, no pretendo hacer el artículo mío ni mucho menos.
Mi intención con la publicación de este artículo y la subida
o vinculación de este vídeo es simplemente dar a conocer a este formidable
orador y divulgador que es Mister Lee Strobel al público hispanohablante así
como acercar la figura de Jesús al paciente lector.
En este caso concretamente quiero ayudar a difundir el
mensaje que nos presenta Lee Strobel en su charla: Jesucristo ha resucitado y
tenemos pruebas históricas que así lo evidencian.
Como el nos las presenta te las acerco yo a ti amigo lector.
Lee Strobel - The Case For Christ
A la hora de hablar de la fuerza que el mensaje de Cristo
puede tener en nuestras vidas si lo aceptamos, Lee Strobel suele poner siempre
de ejemplo su propia vida, es decir, como el paso a ser un mal padre y marido,
irascible, frustrado y con problemas de alcohol, que no sabía muy bien qué
hacer con su vida, principalmente porque no le encontraba ningún sentido.
Un buen día su mujer hizo una nueva amiga que era cristiana.
Al poco tiempo su esposa le comunica a Lee que se había abrazado la fe. Aquello
fue un mazazo tremendo para Lee que sopesó la idea de divorciarse de ella.
Día a día Lee observaba como su en la vida de su mujer se
habían establecido cambios notables: en sus valores, en su carácter, etc.
Así es como llega un día en que su mujer le invita a Lee a
acompañarla a la iglesia a escuchar una charla que impartía el reverendo con el
nombre “Basic Christianity”
Lee salió más tarde de la iglesia pensando dos cosas:
a) Seguía siendo ateo
b) Si todo lo que había dicho el sacerdote era cierto, eso
tenía consecuencias para su vida.
Decide ponerse a investigar que grado de veracidad tiene
todo aquel “conjunto de leyendas” que era para él la Biblia.
Poniendo sus conocimientos en leyes y su formación como
periodista en la investigación que estaba llevando a cabo, llega a una conclusión
determinante: con las pruebas y evidencias que había logrado acumular tras dos
años de estudios le costaba más esfuerzo mantener su ateísmo que creer en
Cristo.
Su vida da un vuelco espectacular a partir del momento en
que decide poner su vida en manos de Jesús.
La clave
Una cosa le quedó muy clara desde el principio de su
investigación; si quería llegar a saber si el cristianismo era verdadero y el
resto de las religiones del mundo falsas, si quería investigar este punto a
fondo todo lo que tenía que hacer era responder a una pregunta: ¿resucitó o no
resucitó Jesús de entre los muertos? (Did Jesus or did he not return from the death?)
Esa era la clave.
¿Por qué es esa la
clave?
Porque Jesús proclamó que él era el Mesías y el Hijo de
Dios. Es más, llego a decir que él y Dios eran una y la misma cosa (lo que
suscitó la ira de la audiencia que quiso lapidarlo inmediatamente por
blasfemo).
Podemos pensar que estas autoproclamaciones no tienen
importancia. Tú, paciente lector o cualquiera, puede hacerlas, de hecho ha
habido numerosísimos locos o embaucadores que a lo largo de la historia así lo
han hecho.
Pero hay una diferencia decisiva entre éstos últimos y
Jesús.
Si Jesús afirma que es el Hijo de Dios, muere y al tercer
día resucita de entre los muertos, es bastante probable que sea verdad aquello
que dijo.
El mismo Apóstol Pablo así lo reconoce en 1 Corintios,
capítulo 15, versículo 17 cuando dice: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en
vuestros pecados” (Reina Valera 1960)
Resultados de su
investigación
Lee Strobel resume en esta conferencia los resultados de sus
dos años de investigaciones sobre la Resurrección de Jesús. Para ello usa
cuatro palabras clave, cuatro palabras que comienzan todas por la letra e. Estas
cuatro palabras clave son:
1. EXECUTION (ejecución)
2. EARLY ACCOUNTS (relatos tempranos)
3. EMPTY TOMB (tumba vacía)
4. EYEWITNESSES (testigos oculares)
1. Execution
(ejecución)
Ningún historiador ni investigador discute que Jesús fuera
ejecutado bajo Poncio Pilato.
No sólo tenemos múltiplos informes del siglo I al respecto,
sino que tenemos también cinco menciones más externas a los Evangelios:
1. Flavio Josefo
2. Tacito
3. Luciano
4. Mara Bar Sarapión
5. El Talmud judío
Las cinco fuentes confirman que Jesús fue ejecutado.
Lee Strobel concluye este punto diciendo que este hecho esta
históricamente muy bien documentado, teniendo en cuenta que sobre los
acontecimientos de aquella época apenas hay fuentes y mucho menos tantas
referencias como en este caso.
El hecho de que Jesús fue ejecutado mediante la crucifixión
es un hecho histórico fuera de toda discusión.
2. Early Accounts
(relatos tempranos)
Un segundo punto a tener muy en cuenta es que disponemos de
relatos muy tempranos sobre la muerte y la Resurrección de Jesús.
¿Por qué es importante esto?
Es importante tener en cuenta este aspecto de la inmediatez
del relato de la Pasión y Resurrección de Cristo para poder diferenciar
claramente un hecho histórico, como es este, de una leyenda.
Las leyendas que se forman a partir de un hecho tardan
muchos años en convertirse en tales. Tiene que pasar un largo periodo de tiempo
hasta que se asientan.
Frente a los tópicos de una leyenda tenemos el credo de la
primitiva comunidad cristiana.
Los primeros cristianos se reunían para compartir su fe
basada en un hecho que ellos sabían que era verdadero: la Resurrección de
Cristo.
Estos primeros cristianos trataban de transmitir un
testimonio, no de crearlo, ni modificarlo, elaborarlo, comentarlo o ampliarlo
de alguna manera.
Ese testimonio es el que nos quiere traspasar Pablo de Tarso
“Os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que
resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y
después a los doce.Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de
los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo;
después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me
apareció a mí” (Primera Carta a los Corintios, capítulo 15,
versículos 3 a 8. Reina Valera 1960)
Pablo escribió su Carta a los Corintios entre los años 54 y
55 d.C., es decir unos 24 ó 25 años después de la crucifixión de Jesucristo, que
tuvo lugar en la Pascua judía del año 30 d.C.
Pero antes de esa carta sabemos que ya para los años 34-36
d.C. Pablo ya se encontraba predicando entre los judíos el mensaje cristiano de
la primitiva comunidad cristiana.
El asunto aquí es que apenas hay un vacío entre la muerte de
Jesús y el desarrollo posterior de una leyenda sobre la Resurrección, es todo
muy inmediato. Acababan de ver a Cristo resucitado los primeros cristianos y ya
se encontraban predicando.
Tenemos el testimonio de los testigos desde el primer
momento.
En cuestión de meses se formó el primitivo credo cristiano
(el Kerigma), esto es históricamente hablando oro: tenemos testimonios de
primera mano.
James D. G. Dunn, un erudito experto en los primeros años de
la Iglesia comenta al respecto: “This
tradition, we can be entirely confident, was formulated as tradition within
months of Jesus’ death.” (Esta tradición, podemos estar totalmente seguros,
se formuló como tal tradición a los pocos meses de la muerte de Jesús)
Estos testimonios ya estaban circulando en los años
inmediatamente posteriores a la muerte de Jesús en un entorno enormemente
hostil a la primitiva Iglesia. En la sociedad judía de aquella época había
miles de personas deseosas de poder rebatir ese credo y que sin embargo no podían.
3. Empty Tomb
(tumba vacía)
De acuerdo a los Evangelios, Jesús fue enterrado en un
sepulcro propiedad de José de Arimatea. La tumba fue sellada y se puso una
guarnición de soldados a vigilarla, pero al tercer día el sepulcro se
encontraba vacío.
A la hora de estudiar las circunstancias de la desaparición
del cuerpo de Jesús Lee Strobel nombra tres aspectos muy importantes a tener en
cuenta
A. The Jerusalem Factor (el factor Jerusalén)
B. The Criterion of Embarrasment (el criterio del
inconveniente)
C. The Enemy Attestation (certificación por parte del
enemigo)
A: The Jerusalem
Factor (el factor Jerusalén)
El lugar donde se encontraba el sepulcro era conocido en
Jerusalén tanto por sus seguidores cristianos como por sus detractores.
Si la tumba no hubiera estado vacía, hubiera sido imposible
para un movimiento fundado en la idea de la Resurrección de Cristo defender
este hecho en la misma ciudad donde Jesús había sido ejecutado.
B. The Criterion of
Embarrasment (el criterio del inconveniente)
Si un evangelista, o cualquier autor que esté dando
testimonio de algo, está diciendo alguna cosa que es avergonzante para él, o le
deja en mal lugar o incluso perjudica a su propia causa, lo más probable es que
esté diciendo la verdad.
¿Por qué? Porque si se estuviera inventando el relato no
introduciría elementos perjudiciales para el autor o para la credibilidad de lo
que está narrando.
Un ejemplo de esto lo tenemos con los dos primeros testigos
de la tumba vacía: dos mujeres, una de las cuales había estado endemoniada
anteriormente.
Hay que saber que en aquella época, tanto en el ámbito judío
como en el mundo romano el testimonio de una mujer no se consideraba creíble,
las mujeres no eran de fiar, de hecho, ni siquiera se les permitía testificar
en un juicio.
Noli me tangere (no me toques) de Jerónimo Cósida
a) Flavio Josefo escribe lo siguiente sobre el testimonio de
las mujeres: “but let not the testimony of women be admitted” (que no se admita
el testimonio de las mujeres)
b) El Talmud judío dice al respecto: “Any evidence which a
woman gives is not valid to offer” (Todas las pruebas que una mujer aporta no
son válidas para ofrecerlas)
Si el autor del relato de la Resurrección y la tumba vacía
se lo estuviera inventando no incluiría este elemento tan poco conveniente para
su relato como es el protagonismo de las dos mujeres, primeros y únicos
testigos de la tumba vacía.
De hecho, en el siglo II, los cristianos fueron atacados por
escritores no cristianos que les echaban en cara precisamente este hecho: dos
mujeres como testigos. Decían claramente que no podían creer la historia de la
tumba vacía porque los testigos eran mujeres. Esta circunstancia perjudicaba
enormemente a la causa cristiana.
C. The Enemy
Attestation (certificación por parte del enemigo)
Incluso los oponentes de Cristo admitieron que la tumba de
Jesús estaba vacía.
¿Qué dijeron los enemigos de Jesús?
Admitieron que el sepulcro estaba vacío. Lo que no dijeron
fue “ve a la tumba donde lo sepultaron y allí verás el cuerpo”
¿Cuál fue la respuesta que dieron los enemigos de Cristo
cuando los Apóstoles declararon que había resucitado de entre los muertos?
Según la Biblia y fuentes extrabíblicas, las respuestas que
dieron fue que los discípulos robaron el cuerpo.
Aquí, los primeros detractores del cristianismo, están
aceptando explícitamente que la tumba estaba vacía, a la vez que lo
justificaban diciendo que los discípulos habían sustraído el cuerpo de Cristo.
¿Quiénes pudieron haber robado el cuerpo?
a) ¿Los romanos?
No, los romanos querían ver a Jesús muerto.
b) ¿Los judíos?
Para los judíos la desaparición del cuerpo de Jesús fue un
auténtico quebradero de cabeza.
c) ¿Los discípulos?
Y cómo se explicaría entonces el cambio radical que
sufrieron sus vidas, pasando de estar escondidos y acobardados y para pasar a
das testimonio de la Resurrección de Jesús con lo que ello comportaba:
martirio.
Hay algún estudioso ateo de los evangelios, como Gerd
Lüdemann que ha achacado las apariciones de Jesús a supuestas alucinaciones
colectivas que habrían sufrido los discípulos y otros testigos. La neurología,
la psiquiatría y la psicología nos dicen que las alucinaciones son como los
sueños: experiencias personales únicas y no compartibles. No es posible que más
de 500 personas sueñes la misma cosa a la vez, de igual manera que tampoco es
posible que sean todos víctimas de una y la misma alucinación simultáneamente.
4. Eyewitnesses
(testigos oculares)
No sólo tenemos que considerar el hecho de que la tumba
estaba vacía sino que además sabemos que Jesús se aparece por un periodo de
tiempo a más de 515 testigos, que van desde escépticos, dubitantes, incrédulos,
oponentes, hasta seguidores de Cristo. Hombres y mujeres, apariciones
individuales y a grupos, en espacios cerrados y al aire libre, a diversas horas
del día.
El apóstol Tomás no creyó hasta que no introdujo su dedos en
las llagas del Resucitado
las llagas del Resucitado
La gente habla con Jesús resucitado, lo toca, come con él.
Tenemos 9 testimonios (dentro y fuera de la Biblia) que
confirman, que corroboran que Jesús resucitó y se apareció a la gente.
Estas nueve fuentes son:
1. El Credo (Primera Carta a los Corintios capítulo 15)
2. El testimonio de Pablo de Tarso sobre los discípulos.
3. El libro de los Hechos de los Apóstoles, que es,
podríamos decir, el resumen de lo que predicaron los discípulos. El primer
Kerigma.
El mensaje central de la primitiva comunidad cristiana era
“Jesucristo ha resucitado de entre los muertos”.
4. El Evangelio de Mateo
5. El Evangelio de Marcos
6. El Evangelio de Lucas
7. El Evangelio de Juan
8. Los escritos de Clemente de Roma, Padre de la Iglesia,
ordenado por Pedro.
9. Policarpo de Esmirna, Padre de la Iglesia y obispo de
esta ciudad.
Todo el artículo que acabas de leer, querido lector, está
sacado de la conferencia, que como ya hemos comentado más arriba dio Lee
Strobel en la Universidad de Biola California) y que puedes ver aquí.