De Gaius Suetonius Tranquillus se sabe más bien poco, al
parecer, habría nacido en Hipona (la antigua Hippo Regius, en Numidia -
actualmente Argelia), hacia el año 70 o 71 d. C., a comienzos del reinado de
Vespasiano. Murió con posterioridad al año 126 d. C. y se acepta comúnmente que
pudo ser el año 140 d.C.
Suetonio fue un historiador y biógrafo romano que ejerció
como tal durante los gobiernos de los emperadores Trajano y Adriano.
Suetonio ha pasado a la historia principalmente por su obra
Vidas de los doce césares (De vita Caesarum, también llamada Vitae Caesarum o
incluso De vita duodecim Caesarum), donde relata las vidas de los doce primeros
emperadores de Roma que van desde Julio César hasta Domiciano.
Escribió numerosas obras más que lamentablemente no han
llegado hasta nuestros días.
Mención a Cristo y
a los cristianos en su obra
Como ya hemos mencionado más arriba, Suetonio se encarga de
relatar, con todo lujo de detalles escabrosos, las vidas de los 12 primeros
césares.
Cuando llega al quinto emperador, es decir a Claudio, nos
encontramos una brevísima mención a un tal Chrestus.
Así es, en el quinto capítulo de su libro, que lleva por
título Vita divi Claudi (Vida del divino Claudio), en el párrafo 25 leemos: «Iudaeos impulsore Chresto assidue tumultuantis Roma expulit»
Expulsó de Roma a los
judíos que continuamente causaban tumultos a causa del agitador Chrestus.
Esta cita a los cristianos ha sido vista por muchos como
relacionada con lo que se nos narra en el libro de los Hechos de los Apóstoles
18,2: “Y habiendo hallado a un judío
llamado Aquilas, natural de Ponto, recién llegado de Italia con Priscila su
mujer (porque Claudio había mandado que todos los
judíos fueran expulsados de Roma), Pablo acudió a ellos” (Reina
Valera 2015)
En cuanto a los cristianos encontramos en el sexto capítulo,
aquel dedicado a Nerón y que lleva por título Vita Neronis (vida de Nerón) la
siguiente mención en el párrafo 16:
«Afflicti suppliciis Christiani,
genus hominum superstitionis novae ac maleficae»
Los cristianos, un
tipo de gente de supersticiones nuevas y maliciosas, fueron entregados a las torturas.
Esta breve mención la encontramos en una enumeración que
hace Suetonio de diversas medidas que adopta Nerón para mantener el orden
público en Roma, como suspender las carreras de cuadrigas amañadas o las peleas
de mimos. Es en este listado de desórdenes públicos donde aparecen los
cristianos, de nuevo como depravados supersticiosos que eran detenidos para
sufrir tormento.