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lunes, 16 de noviembre de 2020

¿Es Jesús el único camino para llegar a Dios?

Este artículo que vas a empezar a leer, estimado lector, es un resumen en lengua española de una interesantísima conferencia que dio Lee Strobel sobre el tema: “Jesús es el único camino para llegar a Dios”, en inglés Jesus is the Only Way to God, y que se encuentra en YouTube desde el 11 de febrero de 2018, subido a dicha plataforma por River City Christian.

Aquí lo podéis ver en lengua inglesa si lo deseáis:

 


Toda la información que contiene este artículo esta sacada de dicho vídeo. 

Todas las ideas, argumentos y tesis son de Lee Strobel.

El autor de este artículo sólo se ha limitado a traducir su discurso a la lengua española para hacerlo asequible a todos los hispanohablantes que tengan interés en acercarse a esta cuestión tan brillantemente abordada por Lee Strobel.

El autor no aporta ninguna idea propia, y, ni mucho menos, pretende hacer pasar las ideas aquí reflejadas por suyas propias.

Reitero que todo el contenido es exclusivamente de Lee Strobel.

El autor de este artículo sólo desea dar a conocer el mensaje de Lee Strobel a los hablantes de lengua española, de manera completamente desinteresada.

Desde aquí animamos a todos los lectores a acercarse a los numerosos vídeos que dicho Lee Strobel tiene en internet y que son de extraordinario interés.

Comienza Lee Strobel su exposición asegurándonos que, cuando viaja y habla con la gente sobre Jesús, se da cuenta de que muchas de sus enseñanzas desafían realmente a las personas.

Jesús dijo cosas como:

- perder la vida para salvarla

- los primeros serán los últimos

- los mansos heredarán la tierra y se regocijarán en la persecución

- hay que orar por nuestros enemigos

- es mejor dar que recibir

- hay que poner la otra mejilla

Todos estos dichos de Jesús nos llaman la atención y nos sorprenden.

Pero desde luego, con enorme diferencia, podemos afirmar que la enseñanza más chocante y más controvertida de Jesús, la frase más radical y políticamente incorrecta que Jesús llegó a expresar es la que encontramos en el capítulo 14 del Evangelio de Juan, versículo 6 donde dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí”.

Esta afirmación tan categórica puede llegar a molestar mucho a la gente, y hay muchos que piensan que no está bien realizar una aseveración tan rotunda.

Decir que sólo, única y exclusivamente existe un manera para llegar a Dios parece exagerado, y todo aquel que realiza una manifestación tal se arriesga a que lo tachen de fanático e intransigente.

El asunto es que Jesús estaba diciendo la verdad cuando pronuncio esas palabras y, si las analizamos más de cerca, nos daremos cuenta de que tienen mucho sentido.

De hecho, esta frase, precisamente esta frase puede ser uno de los fragmentos de información más importantes sobre del planeta Tierra.

Es importante para todo el mundo en general y para cada uno nosotros personalmente.

 

¿Por qué es tan controvertida esta afirmación?

Lee Strobel está convencido de que dicha frase resulta tan provocadora por el hecho de que ataca directamente tres grandes mitos que existen sobre las religiones.

 

1. Primer mito: todas las religiones son iguales

El primer mito que aborda Lee Strobel es el de que todas las religiones vienen a ser básicamente lo mismo.

A nivel superficial puede parecer que hay diferencias entre las diversas religiones, pero si nos centramos en lo esencial, podemos ver que todas las religiones enseñan fundamentalmente lo mismo:

a) enseñan la hermandad universal entre los seres humanos

b) por ende la paternidad universal de Dios

c) puede haber diferentes caminos que lleven a la montaña, pero la montaña es la misma y todos vamos al mismo lugar.

Ciertamente hay aspectos comunes en todas las religiones, especialmente en cuestiones de moral y valores.

Pero también hay diferencias significativas.

Con la afirmación que Jesús hizo de sí mismo de ser el camino, la verdad y la vida se está diferenciando radicalmente al cristianismo de todas las demás religiones.

Si Jesús está diciendo la verdad, entonces el cristianismo no es compatible con ninguna otra religión.

Esta particularidad del cristianismo tiene sus raíces en la singularidad del mismo Jesucristo.

Otros líderes religiosos dicen: “Seguidme y os mostraré cómo encontrar la verdad”, pero Jesús dijo: “yo soy la verdad”.

Otros líderes religiosos dicen: “Seguidme y os mostraré el camino a la salvación”, pero Jesús dijo: “yo soy el camino a la vida eterna”.

Otros líderes religiosos dicen: “Seguidme y os mostraré cómo pueden alcanzar la luz”, pero Jesús dijo: “yo soy la luz del mundo”.

Otros líderes religiosos dicen: “Seguidme y os mostraré muchas puertas que conducen a Dios”, pero Jesús dijo: “yo soy la puerta”.

Para finalizar Jesús dijo: “así que, ¡seguidme!”.

Las diferencias son evidentes.

Durante mucho tiempo, la gente ha tratado de armonizar las religiones del mundo, pero existen diferencias drásticas e irreconciliables entre el cristianismo y cualquier otro sistema de creencias.

Después de haber estudiado las diferentes religiones importantes que hay en el mundo, Lee Strobel llega a la conclusión de que todas se basan en llevar a cabo algo para intentar abrirse camino hacia Dios; es decir, hay que esforzarse de alguna manera por ganar el favor de Dios:

a) unas religiones exigen usar una rueda de oración tibetana

b) en otras tienes que pasar por una serie de reencarnaciones

c) o bien tienes que dar limosna a los pobres

d) o hay que hacer algún tipo de peregrinaje

e) otras exigen que los fieles recen de una manera concreta

f) o es posible que tengas que evitar comer ciertos alimentos.

En todas las religiones nos encontramos con el mismo escenario: las personas realizan un intento por acercarse a Dios, sin embargo en el cristianismo Jesús, que es Dios, es el que se acerca a las personas.

La Biblia enseña lo contrario de lo que explican las otras religiones.

La Biblia dice que no hay nada que podamos hacer por nosotros mismos para merecer la vida eterna con Dios, porque todos somos culpables de cometer maldades y errores.

Nadie es perfecto, todos somos culpables de haber pecado en algún momento de nuestras vidas.

La Biblia nos enseña también que el pecado es malo y nos separa de Dios.

Dios, a su vez, es un juez justo, que no puede dejar impune nuestras malas acciones.

Así pues, nuestros pecados deben ser castigados. Debemos pagar de alguna manera por todo lo malo que hemos hecho.

Y es justo aquí que Jesús, Dios y hombre a la vez, se ofrece voluntariamente a morir como nuestro sustituto para pagar el castigo que merecemos.

Cuando los humanos aceptamos el sacrificio que Jesús hizo en nuestro nombre, nos unimos a Dios para siempre.

En resumen, otras religiones se centran en una palabra: ¡HAZ!

Hay que hacer algo para intentar abrirse camino hacia Dios, para ganarse el perdón y el acercamiento a Dios.

Pero el cristianismo se basa en la palabra HECHO:

El esfuerzo ya está hecho. Jesús dijo en la cruz: “ya se ha consumado”.

Nosotros sólo tenemos que aceptar el regalo gratuito del perdón y la vida eterna que Jesús compró para nosotros en la cruz.

Eso es todo: aceptar ese regalo gratuito de Su gracia.

La diferencia entre el cristianismo y las otras religiones se ve claramente en la famosa parábola del hijo pródigo (Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos 11-32) que lo único que hace es arrepentirse y volver con su padre.

¿Cómo reacciona su padre? lo abraza, lo trae de vuelta a casa, de vuelta con su familia, le quiere, le perdona, le muestra gracia, le pone un anillo, sandalias nuevas y le organiza una fiesta.

Esa es la principal, que no única, diferencia entre el cristianismo y otras religiones.

Hay otras diferencias fundamentales más:

1. Por ejemplo, el cristianismo dice que hay un Dios eterno que creó el universo.

2. El hinduismo dice que todo es Dios. Yo soy Dios, tú eres Dios, los objetos pueden ser también Dios.

3. El islam niega que Jesús sea el Hijo de Dios, niega que Jesús pagara por los pecados del mundo, niega también que Jesús muriera en la cruz. Incluso niega que Dios sea padre.

4. Buda, posiblemente, ni siquiera creía en Dios.

Cuando ves la visión que cada religión tiene sobre la verdad, te das cuenta de que es imposible que todas sean al mismo tiempo ciertas.

Las afirmaciones que cada religión hace, son irreconciliables; se contradicen en demasiados aspectos importantes.

No se puede decir que todas las religiones son iguales.

Otras religiones pueden ofrecernos proverbios y enseñanzas sabias; tal vez también algunos consejos útiles sobre cómo vivir la vida, pero solamente Jesús, puesto que sólo él es hijo perfecto de Dios, está cualificado para ofrecerse a sí mismo como pago por nuestras malas acciones.

Dios nos proporcionara un camino a seguir para poder encontrarlo, a través de Su hijo Jesucristo, el cual vino a nosotros en carne, vivió una vida perfecta, murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos.

Así pues, sí que importa el camino que sigamos en nuestras vidas para llegar a Dios.

Las propias palabras de Jesús echan por tierra la creencia de que todas las religiones son en el fondo iguales.

 

2. El segundo mito: el Cristianismo es una religión más

El segundo mito lo invalida Jesús con la afirmación de que él es el único camino a Dios.

Este segundo mito dice que, aunque, aceptemos que el cristianismo pueda ser diferente a otras religiones, sigue siendo tan solo una filosofía o doctrina entre muchas y que, en realidad, es tan válida como cualquier otra religión mundial.

En otras palabras, incluso si existen diferencias entre varias religiones, todas las religiones tienen el mismo derecho a la verdad.

Tú tienes tu verdad y yo tengo la mía.

Esta afirmación tiene una apariencia muy atractiva, porque refleja tolerancia y pluralismo de ideas.

La Biblia nos dice que debemos ser respetuosos y amables con todas las personas, independientemente de sus creencias.

En los países democráticos, Estados Unidos y Europa principalmente, las diferentes constituciones protegen todos los puntos de vista religiosos por igual.

Las leyes en Occidente señalan que todos los ciudadanos son libres de practicar sus creencias religiosas, sean estas las que sean.

Todos tenemos el mismo derecho a vivir nuestra religión en libertad, y se han de proteger a todas por igual.

El error que comete la gente es pensar que, puesto que todas las creencias gozan de la misma protección, eso quiere decir que todas son igual de ciertas.

Solo porque las cosas están igualmente protegidas no significa que sean igualmente ciertas

La ley dice que todas las creencias deben ser protegidas de la misma manera, no que todas sean igual de verdaderas.

Cualquiera es libre de decir que es el Hijo de Dios, todos podemos hacer esa afirmación y tendríamos el derecho a hacerlo, lo cual no significa, ni mucho menos, que sea cierta.

¿Por qué creemos entonces a Jesús cuando dijo que es sí era el hijo de Dios?... pues porque no solo hizo esa afirmación, sino que pudo demostrarlo regresando de entre los muertos.

Lee Strobel nos habla de los cuatro argumentos que demuestran que Jesús resucitó.

Los cuatro puntos esenciales de dichos argumentos comienzan con la letra E, por eso hablamos aquí de las cuatro “E”.

En sus libros, Lee Strobel se ocupa en detalle de estos cuatro argumentos, para acabar demostrando que Jesús no solo afirmó ser el hijo de Dios, sino que avaló esa afirmación al regresar de entre los muertos.

El libro de Lee Strobel que más profundiza en estas cuatro razones es el "Caso de Cristo" (the Case for Christ).

Portada de la edición en inglés del libro de Lee Strobel

1. La primera e es de execution (ejecución)

La primera e hace referencia a la ejecución (execution).

Strobel demuestra en su indiscutible históricamente que Jesús estaba muerto cuando fue crucificado.

La revista de la Asociación Médica Estadounidense publicó en su día que, después de estudiar las pruebas médicas e históricas, sólo se podía llegar a la conclusión de que Jesús estaba muerto incluso antes de que le infligieran la herida en el costado.

Así pues, tenemos la ejecución: Jesús murió.

 

2. La segunda e es de early accounts (versiones tempranas)

La segunda e hace referencia a las tempranas versiones o relatos (early accounts) que quedaron consignados sobre la resurrección al poco tiempo de producirse la muerte de Jesús.

No estamos hablando aquí de una leyenda que surge, por ejemplo, 150 años después de la ejecución de Jesús.

Lo que tenemos es un informe sobre la resurrección de Jesús, que según estudiosos, se habría redactado tan sólo unos meses después de su muerte.

No habría transcurrido tiempo suficiente para que surgiera una leyenda, pues sabemos que todos los mitos y leyendas necesitan un periodo de tiempo mucho más largo para ir tomando cuerpo y llegar a convertirse en fábulas.


3. La tercera e es de empty tomb (tumba vacía)

Tenemos una tumba vacía (empty tomb).

Incluso los mayores oponentes de Jesús, aquellos que lo llevaron a la muerte, admitieron implícitamente que la tumba estaba vacía.

Mateo 27, 62-67:

Al día siguiente, esto es, después de la Preparación, los principales sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato diciendo:

—Señor, nos acordamos de que mientras aún vivía, aquel engañador dijo: “Después de tres días resucitaré”. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que sus discípulos vengan y roben el cadáver, y digan al pueblo: “Ha resucitado de los muertos”. Y el último fraude será peor que el primero.

Pilato les dijo:

—Tienen tropas de guardia. Vayan y asegúrenlo como saben hacerlo.

Ellos fueron y, habiendo sellado la piedra, aseguraron el sepulcro con la guardia”. (Reina Valera Actualizada - 2015)

 

4. La cuarta e hace referencia a los testigos oculares (eyewitnesses)

Por último tenemos los relatos de los testigos presenciales (eyewitnesses).

La mayor parte de las historias antiguas llega a nuestros días a través de una o dos fuentes, sin embargo tenemos no menos de nueve fuentes - tanto dentro como fuera del Nuevo Testamento- que recogen los testimonios de aquellos discípulos que se encontraron con Jesús resucitado.

Estamos hablando de que existe una proliferación de pruebas de que Jesús no solo afirmó ser el hijo de Dios, sino que respaldó esa afirmación con su resurrección.

El cristianismo, concluye Lee Strobel, no es una filosofía más, es una realidad.

Jesús no solo manifestó que era el hijo de Dios, sino que validó esa afirmación como nadie más en la historia lo ha hecho.

 

Portada del libro de Strobel en español

Hasta ahora hemos visto que el primer mito de que todas las religiones eran básicamente iguales no es cierto, porque las enseñanzas de Jesús diferencian el cristianismo de todas las demás creencias.

El segundo mito, que sostiene que:

a) el cristianismo es simplemente una doctrina más de entre muchas y que

b) es tan válida como cualquier otra religión,

no es cierto, porque las credenciales únicas que Jesús aporta le dan una credibilidad como ninguna otra persona en la historia ha podido jamás presentar.


3. El tercer mito: los cristianos no admiten otra verdad

El tercer mito viene a acusar a los cristianos de ser, de alguna manera, intolerantes, de mente estrecha o esnob, cuando dicen que Jesús es el único camino a Dios.

Lee Strobel admite que los cristianos estarían actuando de una manera intransigente si, efectivamente, hubiera muchos caminos para acceder a Dios y ellos presumieran de que el suyo es superior al de los demás.

En ese supuesto caso, los cristianos estarían demostrando tener una mente estrecha y su postura se podría tachar de arrogante.

El centro del mensaje cristiano es el siguiente: alguien tiene que pagar por los pecados que nos separan de Dios.

Lo que los cristianos defienden es radical, no admite términos medios, no hay otra solución que nos libre de nuestras culpas; no vale tan sólo con realizar muchas buenas obras, con rezar a menudo, ayunar o realizar peregrinajes.

O somos nosotros o es Jesús el que carga con los pecados.

Y es Jesús el que, como un regalo gratuito de Su gracia, nos ofrece su sacrificio.

Y sólo Jesús es el único cualificado, por su falta absoluta de pecados y por su divinidad, para morir como nuestro sustituto y pagar así por nuestros pecados. Esta es la auténtica realidad de la situación del ser humano.

Lee Strobel utiliza un magnifico símil para explicarnos lo que realmente supone poner en tela de juicio la afirmación de Jesús de ser el único camino, porque queremos ser pluralistas.

Strobel no pone como ejemplo la situación de unos padres que se niegan a admitir que para la ictericia que padece su bebé recién nacido sólo existe una cura.

Imaginemos que los doctores informan a los padres de que el color amarillento que presenta su criatura se debe a que sufre de ictericia, que es una enfermedad muy grave del hígado, que por otra parte tiene una solución relativamente sencilla: hay que someter al bebé a unas sesiones de exposición a una luz especial.

¿Qué pasaría si los padres pensaran que esa no era la solución al problema?

Supongamos que los padres pensaran que esa era una solución demasiado sencilla para ser la correcta; imaginemos que prefirieran frotarla enérgicamente con jabón o sumergirla en lejía para que desapareciera el tomo amarillo de su piel.

Está claro que los médicos les dirían que esas ideas no sólo son una majadería y no aportan nada, sino que además ponen en peligro la salud del niño.

Los sanitarios seguirían insistiendo en que sólo su tratamiento con una luz especial puede sanar al recién nacido.

Imaginemos que los padres contestaran "bueno, bueno, doctor, no hay que ser tan fanáticos; usted tiene su verdad y nosotros tenemos nuestra verdad, hay que ser más flexibles”.

¿Qué pensaríamos de unos padres así?

El médico les contestaría que están poniendo en peligro la salud de su retoño, que sólo hay una forma de curarlo, que él sabe lo que está haciendo porque es un profesional de la salud, y que ha llegado a ser médico gracias a los largos años de estudio y formación que lleva a sus espaldas, como lo atestiguan los numerosos títulos y diplomas colgados en las paredes de su despacho.

También les diría que ya ha tratado anteriormente con éxito a otros recién nacidos con los mismos síntomas y que no hay nada que temer.

Strobel nos pregunta: “¿alguien podría acusar a esos padres de ser de mente estrecha si confiaran en ese médico y siguieran el único tratamiento que puede curar a su hijo? No; eso no es ser de mente estrecha, eso es actuar racionalmente de acuerdo con las evidencias”.

Y aquí está el punto esencial del mensaje de Lee Strobel: “todos tenemos una enfermedad terminal que se llama pecado. Y la razón por la que nos aferramos a Cristo es porque es un gran médico que tiene la única cura para nuestro pecado”.

Podemos tratar de borrar nuestro pecado con nuestras buenas obras, pero no funcionará.

Podemos creer sinceramente que todo saldrá bien al final, pero estaríamos sinceramente equivocados.

Podemos pensar que hay muchos tratamientos que podemos seguir y que nos resolverán el problema, pero no lo harán.

La verdad es que sólo el Gran Médico ofrece un tratamiento que borra la mancha de nuestro pecado; y cuando nos dirigimos a Él, no estamos actuando con mente estrecha, estamos actuando racionalmente, de acuerdo con las evidencias que tenemos.

Tampoco estamos comportándonos de manera arrogante cuando creemos que Jesús es el único camino; no pretendemos ser superiores a otras creencias o personas; el cristianismo es todo menos arrogante.
Lee Strobel nos propone otro ejercicio de imaginación. Esta vez compara las religiones con clubs de campo.

Imaginémonos que hay dos clubes de campo; uno de ellos nos pregunta:

¿Quieres entrar en nuestro club de campo? sólo admitimos personas que alcanzan un cierto estatus, así que, para poder ingresar, debes obtener una sabiduría superior y has de cumplir una larga lista de requisitos espirituales. Pero es posible que, a pesar de que te esfuerces a fondo, muchacho, tus rendimientos no sean suficientes; en ese caso no conseguirás entrar, te vas a quedar fuera porque no has logrado el grado de excelencia exigido. Vas a ser excluido, lo siento”.

Pues bien, esto es lo que enseñan todos los demás sistemas religiosos del mundo.

El cristianismo, sin embargo, es como otro club de Campo, que te aborda y te dice:

Oye, ¿quieres entrar en nuestro club? la puerta está abierta, Jesús ya ha pagado los gastos de tu admisión, así que no importa si eres rico o pobre, no importa si eres blanco o negro, no importa dónde vives. Nada de todo esto importa. Todo el mundo es bienvenido en nuestro club. La membresía está pagada, puedes entrar si lo deseas, pero no te vamos a forzar a ello si no quieres.

Se nos ofrece la invitación, pero depende de nosotros si queremos aceptarla o no. Lo dejan en nuestras manos”.

Eso es lo que dice el cristianismo, así que párate a pensar, ¿qué club de campo está siendo elitista?, ¿qué club es excluyente?

Los cristianos no estamos sugiriendo que somos mejores, ni superiores al resto, ni nos estamos dando aires por el hecho de creer que Jesús es el único camino a Dios.

Como dijo una persona famosa: “los cristianos son como mendigos que les dicen a otros mendigos dónde pueden encontrar comida”. Así es el cristianismo.

El cristianismo es único e incompatible con cualquier otra religión.

A diferencia de cualquier otra fe, el cristianismo respalda sus afirmaciones de verdad con hechos: la resurrección de Jesucristo; por eso cuando Jesús dijo: „ Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por mí”, la gente no se lo tomó a broma. Estas palabras revolucionaron el mundo.

 

Las personas que no conocen el Evangelio

Ahora bien, estas palabras de Jesús también plantean una cuestión importante: ¿Qué pasa con las personas que no han tenido nunca la oportunidad de escuchar nunca el Evangelio?

Pensemos detenidamente ¿qué sucede con toda esa gente que por vivir en lugares remotos, por ejemplo en una isla en el medio del Pacífico, o en las selvas amazónicas de América del Sur, o en cualquier otro lugar semejante?

¿Qué ocurre con aquellos pueblos que no tienen acceso a Internet y no han tenido tampoco ni radio ni televisión, ni periódicos, ni medio alguno de estar informados?

¿Qué pasa con todos los seres humanos que han vivido aislados de toda civilización?

Porque si creemos que Jesús es el único camino, estamos aceptando que se encuentran fuera de la salvación.

La Biblia no explica en detalle esta cuestión, pero sí hay suficiente información para que entendamos la perspectiva de Dios sobre este aspecto.

 

1. Nuestra conciencia

Primeramente, sabemos por la Biblia que todos tenemos un código moral escrito en nuestros corazones por Dios y todos somos culpables de haber violado ese código.

Es por eso que todos nos sentimos culpables en nuestra conciencia cuando hacemos algo mal: estamos violando esos principios morales que Dios puso en nuestros corazones.

 

2. La Creación: obra de Dios

En segundo lugar, continúa Lee Strobel, todo el mundo tiene suficiente información, al observar el mundo, para saber que hay un Dios, para saber que Dios existe.

Nuestra tendencia, sin embargo, es ignorar lo evidente y rechazar a Dios, lo que implica permanecer separados de Él para siempre.

Por otra parte, sabemos por la Biblia que aquellos que buscan sinceramente a Dios lo encontrarán.

En la Carta a los Hebreos leemos: "Dios recompensa a los que buscan con sinceridad".

En el Antiguo Testamento, en Jeremías, Dios dice: “si me buscas, me encontrarás, si me buscas con todo tu corazón”.

De hecho, la Biblia dice que es el Espíritu Santo quien nos busca a nosotros primeramente, haciendo posible que sintamos el deseo de buscar a Dios ante todo.

Estas enseñanzas de la Biblia le sugieren a Lee Strobel que todas las personas del mundo que responden al entendimiento que tienen y que buscan fervientemente al Dios verdadero encontrarán alguna oportunidad, de alguna manera, de recibir la vida eterna que Dios, en Su gracia, nos ofrece a través de Jesucristo.

El mismo Lee Strobel nos pone el ejemplo de un amigo suyo, recientemente fallecido, que se crió en un lugar de la India donde era ilegal compartir la fe cristiana y fue educado por gurús del hinduismo desde una edad temprana.

Cuando este indio tenía los 17 años se dio cuenta de que las enseñanzas del hinduismo se contradecían y llegó a la conclusión de que no podían ser ciertas.

Decidió llamar a Dios y le pidió: "Dios, si estás allí, quiero conocerte, quiero encontrarte"

Dios, a lo largo de un número de circunstancias llamativas, le acercó el Evangelio y así pudo llegar a la fe en Jesús.

Más tarde esta persona emigró a los Estados Unidos, se convirtió en muy buen amigo de Lee Strobel y desde hace poco se encuentra haciendo compañía al Señor.

Esto es, en palabras de Lee Strobel, sólo un ejemplo más de que cualquier persona, en cualquier lugar del planeta, cuando clama al único Dios verdadero, es escuchado.

Dios nos proporciona a todos una respuesta, para que todo el mundo tenga también la oportunidad de acceder al perdón a través de Jesucristo.

 

3. La Biblia dice que Dios es escrupulosamente justo

Una tercera respuesta a la pregunta que nos formulábamos sobre el destino de aquellos que no habían tenido ocasión de conocer a Jesús, la encuentra Lee Strobel en el versículo 25 del capítulo 18 del Génesis, que nos dice que Dios es escrupulosamente justo: "¿No hará el Juez de toda la tierra lo que es correcto?"

Para Strobel es muy reconfortante y tranquilizador saber que todas y cada una de las personas serán juzgadas de manera justa, de acuerdo con lo que sabían y lo que hicieron.

Concluye Strobel que después de ser juzgadas por un Dios amoroso y justo, no habrá ni un solo ser humano en el mundo que pueda protestar por haber sido juzgado de manera injusta.

Todos veremos la justicia del juicio de Dios.

 

Una segunda pregunta que se hace Lee Strobel es: ¿cuántos detalles necesita saber una persona acerca de Jesús?, ¿dónde está el límite para poder decir que un ser humano tenía conocimiento del mensaje de Jesús?

Strobel mismo se responde diciendo: “no lo sabemos, sólo Dios lo sabe”, pero nos remite a 1 Corintios 4, versículo 5, que dice: "sólo Dios puede sacar a la luz las intenciones del corazón de una persona"

De lo que Lee está plenamente convencido es de que nadie va a ser excluido del cielo por falta de información.

La razón por la que a las personas se les va a negar la entrada en el Reino delos Cielos es porque le han dicho a Dios toda su vida que pueden vivir perfectamente sin Él.

El Día del Juicio, Jesús, que es Dios les dirá: "Mira, según tu propia decisión de vivir separado de mí, ahora pasarás la eternidad lejos de mí".

Dios respeta nuestra voluntad y eso es justo.

Para los creyentes el problema no es la ignorancia, sino la obediencia.

Una última cuestión nos plantea Lee Strobel en su conferencia:

Muchos de los cristianos creemos que, efectivamente, Jesús es quien dijo ser, sabemos recitar el Credo de los Apóstoles y creemos también que resucitó de entre los muertos y sin embargo, ¿podemos decir con seguridad que estamos salvados?

¿A qué se puede deber que acudamos a una iglesia, escuchemos a la gente hablar sobre cómo tienen una relación personal profunda, rica, real y vibrante con Dios…  y sin embargo nosotros no sintamos lo mismo?

¿Por qué no lo sentimos?, ¿por qué no lo experimentamos?, ¿por qué parece que Dios está lejos de nosotros?

La contundente respuesta que Lee Strobel nos da es la siguiente:

Es posible que, aunque crees en las cosas correctas, nunca ha habido un momento en tu vida en el que hayas recibido a Jesús como tu guía, como a la persona que te ha conseguido el perdón de Dios.

El apóstol Juan tiene una fórmula de lo que significa convertirse en un hijo de Dios: creer + recibir = convertirse.

Eso es esencialmente lo que dice el versículo de Juan 1, 12: “Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios" (RVA 2015).

Creer es bueno, pero no suficiente, pues la Biblia misma dice: "hasta los demonios creen y se estremecen”.

No basta sólo con aceptar intelectualmente las doctrinas del cristianismo y las afirmaciones de verdad de Jesús; tenemos que recibir a Jesús, en un momento de arrepentimiento y fe, como nuestro guía y salvador.

Tenemos que recibir este regalo gratuito, este sacrificio que hizo Jesús en la cruz, cuando murió por nuestros pecados para que quedáramos limpios.

¿Lo has hecho ya?, ¿ya conoces personalmente a Jesús?, ¿tienes una relación con él?

Si no es así, Lee Strobel nos ofrece la oportunidad de conseguir ahora el perdón y establecer la relación con Jesús, de modo que puedas afirmar, al igual que Juan 1,12: “hoy recibo a Jesús y ahora me convierto en hijo de Dios”

Dios no quiere que estés en un estado de inseguridad y confusión acerca de tu relación con Él. Dios quiere sepas con certeza que eres su hijo y lo vas a ser para siempre.

Strobel insiste, no se trata de hacer nada extraño. Simplemente cerremos los ojos, agachemos la cabeza, y repitamos las siguientes palabras en nuestro corazón. Dios nos escuchará, Él conoce nuestros corazones.

Solamente di en tu corazón:
Señor Jesús, creo lo mejor que puedo que eres el único hijo de Dios, que eres el único camino al cielo y, Señor Jesús, admito lo obvio en este momento, que es que soy un pecador.

Pero quiero alejarme del pecado y, en actitud de arrepentimiento y fe, quiero recibir el regalo gratuito del perdón y la vida eterna que tú adquiriste para mí en la cruz, cuando moriste para pagar por mis pecados.

Gracias por soportar la tortura de la cruz, para que podamos reconciliarnos para siempre con Dios.

Ayúdame, Señor Jesús, a vivir el tipo de vida que tú quieres que viva porque desde este momento soy tuyo”.

Strobel nos recuerda finalmente que como dice el apóstol Lucas: “una fiesta estalla en el cielo cada vez que un pecador se arrepiente y recibe el perdón a través de Tu hijo”.
Alegrémonos por todos aquellos que dan ese paso hoy y oremos por aquellos que todavía están en el camino:

Padre, oramos para que uses las iglesias, los libros, lo que sea, para ayudar a abrir los ojos a tus hijos y que puedan ver la necesidad que tienen de un salvador, y que, de esta manera, podamos algún día celebrar su entrada a la vida también.

Padre, aquellos que nos podemos llamar hijos Tuyos desde hace años, Te agradecemos que nos hayas permitido ser parte de Tu familia y de Tu iglesia, para hacer brillar Tu mensaje de esperanza y gracia por todas partes.

Gracias por ese privilegio, por esa oportunidad y esa inesperada aventura de servirte. Te pedimos y damos gracias en el nombre de Jesús. Amén”.

Que Dios os bendiga a todos.

lunes, 16 de septiembre de 2019

¿Hace Dios milagros en la actualidad?. The Case For Miracles I


¿Hace Dios milagros en la actualidad? Esta es una pregunta que nos hemos hechos en algún momento todos los cristianos.
En la mayoría de los casos los creyentes pensamos que los milagros, tal y como los conocemos de los Evangelios, acabaron el día que desapareció el último discípulo de Jesucristo.
Desde entonces, y ya vamos para los dos milenios, no se han vuelto a repartir más los milagros y las curaciones que aparecen recogidas en la Biblia.

Pues bien, para contestar a la pregunta que abre este artículo, así como para darle una respuesta afirmativa bien argumentada os dejo el vídeo de Lee Strobel “The Case for Miracles”



En este vídeo el periodista Lee Strobel nos presenta el resultado de dos años de trabajo investigando el tema de los milagros y que a su vez ha plasmado en la publicación de un libro que lleva el mismo nombre “The Case for Miracles” y cuya lectura recomendamos encarecidamente a nuestros lectores.


Todo lo que vas a leer en este artículo es la traducción al español de la conferencia de Lee Strobel sobre el tema milagros.
Me limito a recoger aquí sus palabras, vertidas al castellano para acercar su mensaje al público hispanohablante.
Yo no aporto ideas, ni conclusiones, ni nada, simplemente transcribo su discurso hablado en inglés traduciéndolo al español.

The Case for Miracles - Lee Strobel - Witness a miracle in this video

Introducción
Desde el segundo 00:00 hasta 06:08 tenemos una pequeña presentación o preámbulo a la conferencia de Lee Strobel.
Podemos ver: (por este orden)
- Un pequeño tráiler de la charla.
- Una presentación del libro a cargo del escritor Mark Mittelberg.
- La dirección de la página web donde se puede adquirir el libro.
- Un escueto resumen de cómo está organizada la charla.
- Breve presentación de Lee Strobel.

Agradecimientos
En el minuto 06:08, aparece en escena el ponente, Lee Strobel, y está hasta el minuto 07:52 agradeciendo al público los aplausos, a Mark Mittelberg la presentación y a la iglesia World Outreach Church, Murfreesboro (Tennessee), que es donde va a llevar a cabo su presentación, por prestarle las instalaciones.

Conferencia
La conferencia comienza realmente en el minuto 07:53 y a partir de este momento es cuando empiezo a traducir las palabras de Lee Strobel.

TRANSCRIPCIÓN
Quiero comenzar con dos historias y quiero que os hagáis una pregunta después de cada una de estas historias. Preguntaos si se trata aquí de un milagro o es solo una coincidencia.
Bien, aquí está la primera historia. Son ambas historias reales.

Primera historia
En un pequeño pueblo a lo largo del ecuador en África, un lugar sin hospitales, farmacias, con muy pocos suministros médicos, sin electricidad, ni incubadoras o similares, una mujer dio a luz a un niño pequeño en un parto prematuro. 
La mujer murió en el parto dejando solos en el mundo a este precioso niño prematuro y una hija de dos años.
Este pequeño niño frágil corría el riesgo de morir
¿Por qué? porque a pesar de que vivían en el ecuador, ahí realmente hace frío por la noche y sabían que la única forma de mantener vivo a este pequeño y frágil niño esa noche es poniendo una bolsa de agua caliente junto el bebé.  Así pues, un ayudante comenzó a llenar una bolsa de agua caliente de goma con agua caliente y ésta de repente estalló.
Esa era la única botella de agua caliente que había en el pueblo, o sea que el niño estaba en peligro de morir esa noche por falta de calor.
En esa aldea se encontraba sirviendo una médico misionera que era de Irlanda del Norte y se llamaba Dr. Helen Roseveare y que reunió a todos los huérfanos para rezar por la vida de este pequeño bebé frágil. Una pequeña chiquilla de diez años, llamada Ruth, parece que llegó demasiado cuando le pidió a dios lo siguiente, ella dijo: "Por favor, Dios, envíanos una bolsa térmica; pero no mañana, Dios, porque el bebé ya estará muerto sino que, por favor, envíala esta tarde" y como si eso no hubiera sido lo suficientemente osado, añadió lo siguiente " y mientras lo haces, Dios, ¿podrías enviar una pequeña muñeca para la niña, para que sepa que realmente la quieres?
La médico comentó más tarde que la habían puesto en un apuro. “¿Podía concluir aquel rezo con un sincero amén?” Ella, en verdad no creía que Dios pudiera hacerlo.  Oh sí, sé que Él puede hacer todo, la Biblia así lo dice, pero hay límites, ¿no es así?
La única esperanza de obtener esa bolsa térmica sería que llegara en un paquete enviado desde otro lugar, pero es que, en los cuatro años que ella había sido doctora misionera en esa pequeña aldea, no había llegado ni un paquete, ni un solo paquete. Por otra parte, si alguien va a enviar un paquete a una aldea en el ecuador africano, lo último que va a incluir en él sería una bolsa térmica, ya que en el Ecuador hace calor, ¿no?
Pasaron un par de horas, al cabo de las cuales apareció un jeep, que se detuvo y dejó caer un paquete de 22 libras. Los huérfanos se abalanzaron sobre él y lo abrieron para descubrir qué había dentro y encontraron algo de ropa para ellos así como algunas vendas para los pacientes leprosos.
También encontraron un poco de comida y, ¡oh, sorpresa! …
La misionera lo cuenta de esta manera : “cuando volví a meter la mano sentí…. ¡no puede ser!, la agarré y la saqué; sí, era una bolsa térmica de goma completamente nueva”.
La misionera rompió a llorar. Más tarde confesó que en ningún momento le había pedido a Dios que la enviara. Realmente no creía que él pudiera hacerlo.
En ese momento llega la pequeña Ruth apresurada y dice: “si Dios ha enviado la bolsa térmica de goma, debe de haber mandado también la muñeca”. Entonces se puso ella misma a buscar en el paquete y, efectivamente, en la parte inferior, encontró una pequeña muñeca vestida elegantemente.
Ruth le pregunta a la misionera: “¿Puedo ir contigo, mami y darle esta muñeca a la niña para que sepa que Jesús realmente la quiere?
Aquel paquete había sido enviado cinco meses antes por unos misioneros de las antiguas clases de la escuela dominical. El director de esa clase de la escuela dominical dijo más tarde que se sintió impulsado ​​por Dios a incluir una bolsa térmica en el paquete. Una niña de la clase contribuyó con la pequeña muñeca.
 Así que ese paquete, os recuerdo, el único en llegar en los cuatro años que la misionera estuvo allí, el único paquete que llegó durante ese período de tiempo, llegó el mismo día en que una niña llena de fe llamada Ruth le pidió a Dios que lo enviara.
Ahora haceos una pregunta: ¿es esto una coincidencia o es una respuesta milagrosa a las oraciones llenas de fe de una niña?

Segunda historia (12:52)
La segunda historia trata de un brillante estudiante afroamericano del centro de Detroit. Un joven brillante que obtuvo una beca completa para estudiar en la Universidad de Yale, pero al final de su primer semestre estaba a punto de suspender la química, que era un requisito previo para su objetivo de convertirse en médico. Todo dependía del examen final que determinaría su calificación en química y si fallaba, ese sería el final de su sueño de convertirse en médico.
Este joven, que era cristiano se puso a rezar y dijo: "Señor, la medicina es lo único que siempre he querido hacer, ¿podrías decirme qué quieres realmente que haga?
El plan que tenía era quedarse despierto toda la noche y estudiar todo lo que pudiera para esa examen de química, pero el sueño lo venció y se quedó dormido.
Todo parecía perdido, hasta que tuvo un sueño. En ese sueño se veía solo en el auditorio de la clase y había una figura nebulosa que comenzaba a escribir problemas de química en el pizarrón. Cuando fue a realizar el examen al día siguiente, se sorprendió porque el primer problema en el examen era uno de los problemas que aparecía en su sueño y también el siguiente problema, y el siguiente y también el siguiente y e igualmente el siguiente.
Así pues, terminó haciendo un magnífico el examen y obteniendo una buena calificación en química.
Le prometió a Dios que nunca más tendría que hacer eso por él y se convirtió en un médico extraordinario. A la edad de 33 años ya era el director más joven de neurocirugía pediátrica en la historia de los Estados Unidos, fue pionero en operaciones cerebrales en el Hospital Johns Hopkins, tal vez hayáis escuchado su nombre: se llama Ben Carson.

Ben Carson

Luego se convirtió una de las diez personas más admiradas en Estados Unidos que se postuló para Presidente. Actualmente es miembro del gabinete presidencial.
Así que, ¿qué creéis?, ¿que es una coincidencia o que es un milagro?
Como Mark Mittelberg (el escritor que ha realizado la presentación de esta conferencia) mencionó, es posible que sepáis que fui ateo durante gran parte de mi vida, pero en última instancia, fue la evidencia histórica del milagro de la Resurrección de Jesús lo que me convenció de que no solo decía ser el Hijo de Dios, sino que respaldaba esa afirmación regresando de entre los muertos. Pero, ¿sabéis una cosa? que mi naturaleza escéptica no desapareció cuando me convertí en cristiano; es una especie de tejido que llevo en mi ADN y que me hacer ser lo que soy; nos enorgullecemos de nuestro escepticismo en el Chicago Tribune, donde yo era editor legal, ¿sabes?
Precisamente tenemos un cartel en nuestra sala de noticias que dice “si tu madre te dice que te quiere, compruébalo, tal vez te esté mintiendo”; ¿Tienes alguna prueba?, ¿tienes alguna evidencia?
Así que si juntas los dos pilares de mi formación: periodismo y derecho, te puedes imaginar qué tipo de un escéptico eres.
Pero, en fin, los datos históricos me convencieron de que Jesús realmente regresó de entre los muertos y sí, creo que los cuatro Evangelios contienen relatos precisos y sobrios de los milagros que Jesús realizó, de hecho, incluso sus oponentes no pusieron en tela de juicio el hecho de que Jesús hiciera milagros, simplemente se enfadaron con él porque los hacía en Sabbath (el día de descanso), pero admitían que hacía milagros.
Así que comencé a preguntarme si Dios todavía realizaba milagros a día de hoy.  ¿Sigue Dios interviniendo divinamente en la vida de las personas hoy?
Decidí echar mano de mis conocimientos en leyes y de mi experiencia como periodista y me puse a investigar sistemáticamente el reino de lo sobrenatural; terminé pasando dos años en este proyecto y el resultado es mi nuevo libro “The Case for the Miracles” (El caso de los milagros)
Viajo por el país para entrevistar a personas en todas partes. De hecho, tengo tres capítulos en mi libro donde entrevisto al escéptico más famoso de América, el Doctor Michael Shermer, fundador de la Skeptics Society y editor de su revista oficial, Skeptic, a quien le dije “construye el caso más fuerte posible contra los milagros, y yo lo incluiré en el libro

Conclusiones
Te digo honestamente que me impresionó la evidencia que encontré durante estos dos años de investigación.
¿Cuáles fueron mis conclusiones? Estas son mis conclusiones:

1. Dios todavía realiza milagros a día de hoy.
2. Los milagros suceden mucho más a menudo de lo que la gente piensa.
3. Muchos milagros están mucho mejor documentados de lo que afirman los escépticos.

De hecho, vas a escuchar esta noche el testimonio de una mujer cuyo milagro es probablemente el mejor documentado que encontré durante mi investigación de dos años y además de eso al final de mi charla y no estoy bromeando aquí, te convertirás en testigo de un milagro.

Quiero abordar cuatro preguntas importantes sobre los milagros:

1. La primera pregunta es esta: ¿Cómo define un milagro?
¿Qué es un milagro?, ¿Cómo lo definirías?
Bueno, sabéis que la gente usa la palabra milagro de manera muy despreocupada, por ejemplo, podemos oír cosas como: “el otro día encontré un sitio para aparcar en el centro, es un milagro”.
Sabéis que la gente lo usa todo el tiempo, pero a menudo eso que denominamos “milagro”, en términos generales, puede explicarse racionalmente, porque tiene causas naturales.
Muchos filósofos han ofrecido diferentes definiciones de milagros, pero mi favorita, porque creo que es realmente la más precisa, fue la desarrollada por el difunto profesor de filosofía Richard Purtill que da una definición de milagro con cinco puntos:
"Un milagro es un acontecimiento (1) provocado por el poder de Dios (2) que es una excepción (3) temporal (4) al curso normal de la naturaleza (5) con el propósito de mostrar que Dios ha actuado en la historia”.
Amigos, cuando veo algo extraordinario que tiene connotaciones espirituales y no es explicable por medios naturales y que además es validado por una fuente independiente es cuando estamos delante de un milagro.
En otras palabras, un sueño sobre una figura nebulosa que escribe problemas de química en un pizarrón no es un milagroso en sí mismo, pero si esas ecuaciones resulta que son los mismos problemas que se presentan en un examen preparado de forma independiente al día siguiente, eso parece milagroso, especialmente cuando ocurre después de suplicarle ayuda a Dios desesperadamente. Creo que esta esta es una buena definición para comenzar con los milagros.

2. La pregunta número dos. ¿No son milagros imposibles porque violan las leyes de la naturaleza?.
El famoso filósofo escocés David Hume, que vivió en el siglo XVIII, pensaba que no se podía creer en los milagros porque violaban las leyes de la naturaleza y éstas son inviolables.

 David_Hume1711-1776, por Allan Ramsay

Los filósofos modernos han señalado que la verdad es que Hume partía de la premisa equivocada y por lo tanto argumentaba en bucle. De hecho, un filósofo no cristiano, cuyo libro fue publicado recientemente por Oxford University Press, lo dice todo en su título: “Hume´s abject failure” (El fracaso total de Hume). Hume no pudo refutar los milagros, porque los milagros no son una violación de las leyes de la naturaleza, déjenme ilustrar esto con un ejemplo. Si yo tuviera una manzana en la mano y la dejara caer, la ley de la gravedad dice que la manzana acabaría golpeando el suelo. Pero si tuviera una manzana y la dejara caer, y tú la interceptas y la agarras antes de que golpeara el suelo, no estás violando la ley de la gravedad, no estás anulando o contraviniendo la ley de la gravedad, solo estás interviniendo. Hay una gran diferencia, por lo que, cuando Dios realiza un milagro, no está anulando las leyes de la naturaleza que Él creó, simplemente está interviniendo en las leyes de la naturaleza que Él mismo creó.
Y podemos estar seguros de que fue Dios quien creó el universo en el milagro más espectacular jamás llevado a cabo.
¿Por qué podemos estar seguros de que Dios creó las leyes de la naturaleza?, ¿Por qué podemos estar seguros de que Dios creó el universo? porque todo lo que comienza a existir tiene una causa.
Prácticamente todos los actuales científicos creen que el universo y el tiempo comenzaron a existir en algún momento en el pasado, por lo tanto, todo lo que comienza a existir tiene una causa; el universo comenzó a existir, por lo tanto, el universo tiene un detrás una causa.
¿Qué tipo de causa puede hacer que un universo entero exista?
- Debe ser algo poderoso, debido a la inmensidad del hecho de la Creación.
- Debe ser inteligente debido a la increíble precisión de la Creación.
- Debe ser inmaterial o espiritual porque existió antes de que existiera el mundo material.
- Debe ser atemporal o eterno porque existió antes de que se creara el tiempo físico
- E incluso debe ser personal porque tuvo que tomar la decisión de crearlo.
- Debe de ser cuidadoso porque ha creado tan cuidadosamente un hábitat para que usted y yo vivamos en él.
El principio de la navaja de de Occam nos dice que habría un solo creador, un espíritu inteligente, poderoso, un cuidador personal, eterno y único, que es un buen punto de partida para una descripción del Dios de la biblia.

3. Pregunta número tres: ¿Con qué frecuencia tienen lugar los milagros hoy en día?
Como parte de mi proyecto, contraté a una empresa muy respetada que realizaba encuestas, para hacer un estudio científico encuestando a adultos en Estados Unidos para tratar de determinar con qué frecuencia tienen lugar sucesos milagrosos y los resultados realmente me sorprendieron.
- Lo más llamativo fue descubrir que dos de cada cinco estadounidenses creen que los milagros son posibles hoy en día.
De hecho, solo el 15 por ciento dijo que los milagros no son posibles.
Pero aquí está lo realmente sorprendente de la estadística: casi dos de cada cinco estadounidenses dijeron que, personalmente, han tenido una experiencia en su vida que sólo puede explicarse como un milagro de Dios.
Estamos hablando de que el 38 por ciento de los estadounidenses adultos están diciendo: "Yo personalmente he experimentado algo que solo puedo explicarlo como un milagro".
Bien, tomemos ese 38 por ciento y extrapolémoslo en función de cuántos adultos hay en Estados Unidos.
Si el 38 por ciento de los estadounidenses dice que ha experimentado al menos un milagro en su vida, eso significa que ha habido unos noventa y cuatro millones setecientos noventa y dos mil (94.792.000) milagros sólo en los Estados Unidos.
Ahora bien, supongamos que tal vez mucha de esta gente encuestada está confundiendo una coincidencia con un milagro. Pongamos que el 99% de ellos están equivocados y no es realmente un milagro lo que han vivido sino más bien una coincidencia. Digamos que el 99 por ciento de esas vivencias prodigiosas que han tenido no son milagros: Nos seguirían quedando aún casi un millón de milagros en los Estados Unidos.
Las revistas y asociaciones escépticas mantienen que sólo la gente con un escaso nivel educativo creen en los milagros, pero he aquí, que otro estudio llevado a cabo mostró que la mayoría de los médicos en los Estados Unidos, el 55 por ciento, dice haber visto resultados tan sorprendentes en alguno de sus pacientes que los consideran verdaderos milagros.
Estamos diciendo que el 55 por ciento de los médicos mantiene que han visto algo a lo largo de su carrera que sólo pueden explicar atribuyéndolo a un milagro.
Evidentemente, en este punto, estaremos de acuerdo en que no podemos decir ni que los médicos tengan una baja formación académica, ni que no tengan grandes nociones sobre cómo funciona el cuerpo humano ¿cierto?
Los milagros, amigos, ocurren con mucha más frecuencia de lo que pensamos. Sólo necesitamos abrir los ojos un poco más para ver la actividad sobrenatural que Dios lleva a cabo en medio de nosotros.


¿Dónde suceden los milagros con mayos frecuencia?
-Ahora bien, déjenme decirles una cosa: no creo que los milagros se distribuyan necesariamente de manera uniforme en todo el planeta.
- Vemos numerosos milagros en diferentes lugares del mundo, particularmente en lugares donde el evangelio está comenzando a darse a conocer, a abrirse paso en una cultura y son precisamente los milagros los milagros los que están alimentando el crecimiento de la iglesia de Dios en estas áreas de vanguardia del Evangelio.
- De hecho, algunos estiman que el 90% del crecimiento de la iglesia en China se debe a que mucha gente ha experimentado una curación sobrenatural o bien conocen de cerca a alguien que la ha vivido.
- Hay una Iglesia Bautista en la India que creció de seis miembros a seiscientos miembros en poco más de un año porque hubo un brote de curaciones en su iglesia.
- En Etiopía, más del 80 por ciento de los creyentes en una Iglesia Luterana atribuyeron las conversiones a las curaciones divinas.
- Un 86% de los pentecostales en Brasil dijo que personalmente han tenido alguna experiencia de curación en su vida.
En resumen, Dios está usando las curaciones milagrosas y otros prodigios para atraer a las personas a su Reino, especialmente en aquellos lugares donde el Evangelio está irrumpiendo y resulta una novedad.

4. Pregunta número cuatro: ¿Cómo podemos saber si un milagro es genuino?
¿Cómo podemos saber si un milagro ha tenido lugar realmente?
Después de todo, muchas veces hay explicaciones naturales, cuando, por ejemplo, alguien se cura de una enfermedad.
- Quiero decir que podría ser el efecto placebo; este es un efecto psicológico conocido y se produce cuando las personas creen que van a mejorar y precisamente porque creen que van a mejorar notan una mejoría. Es un fenómeno conocido donde la mente gobierna a la materia.
- Podría ser un diagnóstico erróneo. A veces en lugar, de un milagro, lo que ocurre es que los médicos dieron un falso  diagnóstico inicial.
- Podría ser fraude, hay charlatanes por ahí que te engañan haciéndote creer que han ocurrido milagros.
- Podrían ser recuerdos falsos.
En resumen, podrían ser un montón de cosas.
Sabemos que hay casos en que algunas enfermedades entran en un período de remisión espontánea, donde aparece una mejoría, al cabo de la cual la enfermedad regresa.
Todo lo anterior es cierto, pero lo que descubrí en mi investigación es que las respuestas naturalistas que nos da la ciencia no pueden explicar todos los milagros que ocurren, no logran explicarlos por completo.
Quiero decir que hay ciertas curaciones y hechos milagrosos que son simplemente inexplicables, y sólo se pueden entender como una obra sobrenatural de Dios.
- Entonces pues, ¿cómo podemos saber si ha sucedido algo sobrenatural?
Bueno, algunos escépticos te van a decir que los milagros son imposibles, punto y final. A partir de esta premisa tú puedes presentar todas las pruebas que quieras.
En otras palabras, están cerrados a lo que las pruebas y evidencias puedan demostrar, porque están descartando de antemano que pueda ocurrir algo sobrenatural. El escéptico piensa: “no, mi mente está cerrada, muéstrame lo que quieras, pero ya he decidido que los milagros no pueden tener lugar”.
- Ese suele ser normalmente el caso, pero la verdad es que también hay muchos ateos prominentes que afirman que no se puede descartar la posibilidad de milagros, que no se debe decir, que, en principio, los milagros son imposibles.
- De hecho, uno de los ateos recalcitrantes más franco de América, el Doctor Jerry Coyne, de la Universidad de Chicago, ha dicho que "sería un científico de mente cerrada aquel que dijera que los milagros son imposibles por principio"; está bien, al menos esto demuestra algo de apertura mental. Pero otras personas, sin embargo, saben que su mente está cerrada y no están realmente interesados ​​en ver las evidencias.
- Otros escépticos exigen una prueba científica de un milagro como si pudiéramos poner a Dios en una probeta.
Por su naturaleza, los experimentos científicos deben ser repetibles, por lo tanto, si alguien regresara de la muerte, ¿qué habríamos de hacer?, ¿Pegarle un tiro y ver si puede resucitar de nuevo? No creo que esta sea una buena idea.

La ciencia no es el único camino hacia la verdad
La creencia en la ciencia como único camino hacia la verdad se llama cientificismo y se refuta fácilmente, ¿cómo? Pues porque la afirmación de que el único camino hacia la verdad es que la ciencia no es científicamente verificable y, por lo tanto, se refuta a sí misma, por lo que el cientifismo realmente no tiene sentido.
- Otros escépticos, y esto es muy común, simplemente elevan su nivel de escepticismo a cotas irrazonablemente altas.
Exigen tantas evidencias, tantas pruebas, su escepticismo es tan alto que nunca podría verse satisfecho.
- Por ejemplo, hubo una atea que escribió un artículo en una revista escéptica y dijo: "¿Saben que la gente me ha preguntado qué me haría considerar la posibilidad de que haya ocurrido un milagro?" y continuaba "bien para mí si un pollo aprendiera a leer y luego venciera a un campeón del mundo en ajedrez, posiblemente podría comenzar a pensar que tal vez se habría producido un milagro”.
- Evidentemente aquí se estaba poniendo el listón de la evidencia irrazonablemente alto.
- Otros escépticos te dicen, “mira, las afirmaciones extraordinarias como los milagros requieren evidencia extraordinaria”, pero eso no es cierto. Lo que realmente necesitamos es evidencia suficiente y convincente de múltiples fuentes confiables. Por ejemplo, si esta noche, una nave espacial aterrizara con un montón extraterrestres dentro en Washington DC, eso sería un hecho extraordinario, ¿verdad? y, sin embargo, probablemente lo creeríamos si varias fuentes de confianza, por ejemplo medios de comunicación serios, informaran del acontecimiento en base a múltiples testigos oculares y otros datos que lo corroboran. Esa no sería una prueba extraordinaria, pero sería una prueba suficiente y convincente y es eso lo que realmente necesitamos.
- He aquí mi punto de vista: podemos concluir razonablemente que ha tenido lugar un milagro si:
a) tenemos múltiples testigos creíbles que no tienen motivo alguno para ser imparciales o para engañarnos.
b) si no hay una explicación natural alternativa para lo que ha ocurrido
c)  y hay connotaciones espirituales como la oración a Dios.

El papel de la ciencia
Aquí la ciencia puede jugar un papel importante.
Se han llevado a cabo experimentos con pacientes que se estaban recuperando de una cirugía cardíaca. A estos pacientes se los dividió en dos grupos y se les pidió a un grupo de cristianos que rezaran sólo por la mejoría de uno de los grupos. Ignorando al otro grupo. El resultado fue que el grupo de pacientes que estaba presente en las oraciones de los cristianos obtenían mejores resultados y evolucionaban mejor que el grupo de pacientes por el que nadie rezaba.
Estos artículos han sido publicados en revistas especializadas, son científicamente válidos y parecen sugerir que la oración tiene un impacto positivo en la recuperación de los pacientes.
- En mi investigación descubrí que había un equipo de investigadores dirigido por una profesora de la Universidad de Harvard, que se enteró de que estaban teniendo lugar curaciones increíbles en Mozambique, país donde el Evangelio estaba empezando arraigar.
Así que llevó a un equipo de investigadores a Mozambique y entraron en aldeas remotas y convocaron a las personas ciegas y sordas para examinarlos científicamente y evaluar qué nivel de ceguera o de sordera tenían.
Una vez que habían establecido que grado de incapacidad tenía cada una de las personas se comenzó a orar por ellas.
Inmediatamente después de haberles impuesto las manos y de haber rezado por ellas volvieron a examinarlas y se dieron cuenta de que prácticamente cada una de las personas habían mejorado de una u otra manera, algunos de ellos de manera extraordinaria.
Ahí está el caso de una mujer llamada Martine, que no era capaz de percibir un martillo neumático en marcha a escasos metros de ella. Después de diez minutos de oración pidiendo su mejoría en el nombre de Jesucristo ya podía oír escuchar conversaciones normales.
El mismo equipo investigador quiso ver si eran capaces de obtener los mismos resultados en otras partes y marcharon a Brasil, otro lugar donde el Evangelio irrumpiendo con fuerza.
Pues bien, en Brasil repiten los mismos experimentos y obtienen los mismos resultados. Aquí tenemos el caso de una mujer de 38 años que nos era capaz de distinguir un número de dedos a 3 metros de distancia. Después de una oración en el nombre de Jesús, esa misma mujer fue capaz de leer la etiqueta con el nombre que llevaba en una solapa la persona que se encontraba orando por ella.
- Este fue un estudio científico riguroso que fue aceptado para su publicación en una importante revista médica secular y la profesora a cargo de esta investigación, Candy Gunther Brown de la Universidad de Indiana me dijo en una entrevista que le hice para mi investigación: “Nuestro estudio muestra que algo está sucediendo. Esto es algo más que una ilusión, no es falso, no es fraude, no es un televangelista que intenta que las viudas le envíen su dinero, no es una atmósfera altamente cargada que juega con las emociones de las personas. Algo está pasando”.

Doctora Candy Gunther Brown


El gran desafío
Y yo estoy de acuerdo, creo que estamos viviendo aquí algo sobrenatural y creo, además, que es un milagro de Dios.
El crítico ateo que mencioné anteriormente, el Dr. Jerry Coyne, de la Universidad de Chicago, dijo que, en su opinión, “para estar seguros de que realmente estamos delante de un milagro, tendríamos que tener”, según sus palabras, “pruebas masivas, bien documentadas y replicadas o corroboradas de forma independiente por fuentes múltiples y de total confianza” y, continua “los milagros religiosos ni se aproximan a cumplir con dichos estándares”.
Yo le desafiaría en este aspecto. Yo le diría que la resurrección de Jesucristo sí cumple esos estándares. Creo que la evidencia de que Jesús no solo afirma ser el Hijo de Dios, sino que resucita de entre los muertos es clara y convincente, es poderosa y persuasiva.
Quiero decir, cuando miras el hecho de que:
a) tenemos relatos de su resurrección que ya a los pocos meses de su muerte, es decir, demasiado pronto para ser una leyenda, b) cuando sabes que la el hecho de que su tumba está vacía es admitida incluso por sus oponentes y
c) cuando consideras el hecho de que tenemos nueve fuentes dentro y fuera del Nuevo Testamento que confirman y corroboran la convicción de los discípulos de que se encontraron con el Jesús resucitado,
Entonces sabes que esa es una cantidad extraordinaria de pruebas en el mundo antiguo.
Lo desafiaría en eso, pero ¿sabes qué más haría? Lo desafiaría en aplicar su estándar, el mismo estándar que estableció para los milagros, en un caso especial. Yo le preguntaría qué pasaría si le presentara a alguien cuyo milagro cumple con sus estándares, pues tenemos un caso prodigioso donde tenemos evidencia masiva, bien documentada e independientemente corroborada por fuentes múltiples y de total confianza… ¿Qué pasaría si le presentara a una mujer llamada Barbara Schneider?



¿Hace Dios milagros en la actualidad? The Case For Miracles II


La historia de Barbara Schneider (minuto 40 segundo 37)
Dejadme que os cuente sobre Barbara Schneider. Su caso es el más fascinante que descubrí durante mi investigación de dos años, simplemente me trastocó. Su caso es el más documentado de todos los que encontré.
Entrevisté a Barbara extensamente. Hay años y años de evidencia científica y médica masiva de su caso, incluso de la Clínica Mayo. Tenemos multitud de testigos creíbles que no tienen motivos para engañar o mentir. Tenemos dos médicos que acabaron tan asombrados por lo que le sucedió a su paciente que escribieron libros al respecto. Uno de sus médicos, que era ateo,  miró a Barbara y le dijo a que su caso era un milagro y luego salió de la habitación, seguramente no sabía cómo encajar todo eso.
Pero dejadme contaros la historia de Barbara y luego quiero que escuchéis sus propias palabras.

El caso de Barbara Schneider
- A Barbara se le diagnosticó esclerosis múltiple en la Clínica Mayo. Después de años de deterioro y repetidas hospitalizaciones y cirugías se encontraba desahuciada, sometida a cuidados paliativos en la cama de su casa; en otras palabras: se estaba muriendo.
- Uno de sus médicos, el doctor Harrell P. Adolph, era un cirujano colegiado que había realizado más de 25.000 operaciones a lo largo de su carrera, dijo de Barbara: “era uno de los pacientes con menos esperanzas de sanar que nunca haya visto”.

Enferma sin remisión
-Uno de sus pulmones no funcionaba y el otro pulmón sólo estaba funcionando al 50%. Se le insertó un tubo de traqueotomía en el cuello y se le bombeaba oxígeno para que pudiera respirar.
- Había perdido el control de su aparato urinario y de sus intestinos, tenía un tubo en el estómago para poder alimentarse. Estaba oficialmente ciega. Había perdido la vista. Todo lo que podía ver eran sombras, sombras grises.
- No había caminado en siete años, por lo que sus piernas se le habían atrofiado hasta convertirse en palos. Sus manos estaban permanentemente curvadas, sus dedos prácticamente tocaban sus muñecas y sus dedos de los pies y pies estaban extendidos permanentemente.
Sus padres y los médicos estaban de acuerdo en que no había nada más que pudieran hacer médicamente. La paciente estaba desahuciada, sometida a cuidados paliativos, iba a morir.
Acordaron que la próxima vez que contrajera neumonía, no iban a intentar salvarla porque lo único que iban a conseguir era simplemente retrasar una muerte inevitable.

Oraciones para Barbara
- Entonces, un día, una amiga suya, que vivía a las afueras de Chicago, llamó a WMBI, que es la estación de radio cristiana en Chicago, y les dijo que su amiga Bárbara se estaba muriendo. Les pidió lo siguiente: “¿Podríais decirle a la gente que está escuchando la radio que, por favor, recen por ella?
Sabemos que al menos 450 personas comenzaron a orar por Bárbara porque escribieron cartas en las que aseguraban que estaban rezando por ella. ¿Y qué pasó?.....
Fui a ver a Bárbara y le pedí que os contara qué pasó, así que veamos cómo describe ella misma lo que sucedió después.
(minuto 43 segundo 47)

Testimonio directo de Barbara Schneider
Diálogo entre Barbara Schneider y Lee Strobel
Barbara: 7 de junio de 1981. Nunca lo olvidaré. Era un día como cualquier otro día para mí, uno que pasé confinada en la cama sin poder respirar por mi cuenta, conectada a máquinas, un tubo de traqueotomía en el cuello, mis brazos doblados, mis piernas dobladas, acostada allí, atrapada dentro de mi propio cuerpo, eso era realmente lo que sentía. Tenía dos amigos que acudían allí todo el tiempo y que eran de mi iglesia. Mi familia de la iglesia nunca me olvidó, así que mientras estaban allí -todavía recuerdo exactamente lo que estaban leyendo- cuando de repente escuché una potente voz de trueno, que autoritaria y sobre mi hombro me dijo: "¡Hija mía, levántate y camina!".
Lee Strobel: ¿Y no había nadie más en la habitación?
Barbara: - No había nadie más en la habitación y la puerta estaba por aquí (señala a sus espaldas), había ventanas por este lado (señala hacia atrás) e inmediatamente supe que era Dios, pero instantáneamente también supe que mis amigos no lo habían oído, lo cual es interesante también. Yo necesitaba compartir con ellos lo que había escuchado. Bueno, tenía aquel tubo de traqueotomía en el cuello, así es como respiraba, y tenía las manos que no me funcionaban, así que mi amigo me decía que cuando yo parecía agitada ellos sabían que quería hablar. Así que vinieron y me taparon el agujero del cuello y les dije: “No sé qué pensaréis vosotros de esto, pero Dios me ha dicho que me levante y camine”, y mis amigos se quedaron quietos.
Lo sé, pero realmente me dijo que me levantara y caminara. Les dije “¡Corred, traed a mi familia! Quiero que estén aquí”.
Mis amigos se levantaron de repente de un salto y a la vez que ellos lo hacían, yo también.
Estaba tan emocionada que no podía esperar a nadie y literalmente salté de la cama.
Aquí es donde tendrías que haberme conocido para ver cuán imposible era eso, así que aquella vez recuerdo haberme levantado y haberme quitado el oxígeno del cuello. Recuerdo eso y luego salté hacia la voz, mis amigos estaban allí pero yo salté hacia la voz y cuando salté lo primero que recuerdo no es lo que pensaría que recordaría, pero salté de la cama y miré y vi mis pies, estaban rectos en el suelo como los de cualquier otra persona, lo que suena normal, pero no para mí, que los tenía tan caídos que ni siquiera podía usar pantuflas en los pies, de tan curvados como estaban.
Así que cuando me levanté y vi que tenía los pies rectos, me sorprendió y me quedé mirando a los pies y cuando lo hice, di un salto. Luego me vi las manos, estaban abiertas y nunca se habían abierto antes, pero ahora estaban abiertas y me las quedé mirando y fue en ese momento cuando me di cuenta de que podía ver.
Pensé que lo primero que notaría sería que había recuperado la vista, pero no fue así. Había recuperado la vista, estaba a la perfección. Me quedé mirando de nuevo un momento, sintiendo simplemente lo que era poder volver a ver. Entonces me di la vuelta y fue cuando nos comportamos como toda mujer, todas comenzamos a saltar de un lado a otro gritando y dando gracias al Señor.
Recuerdo que no entendía nada, excepto que antes estaba realmente enferma y ahora volvía a estar bien y que eso tenía que ser obra de Dios. Eso es todo lo que sabía (fin del testimonio) Minutos 46 segundo 54.

En resumen
Barbara está en la cama, oye una voz: "¡Hija mía, levántate y anda!". Ella salta de la cama. Está instantánea- y totalmente curada, su madre entra corriendo en la habitación, cae de rodillas y comienza a palparle la pierna. Le dice “vuelves a tener pantorrillas”. Sus piernas se habían atrofiado porque no había caminado en siete años y sin embargo sus músculos se habían recuperado instantáneamente. Su padre entró en la habitación, la abrazó y comenzó a bailar con ella por toda la habitación.

¿Qué pasó después de su curación milagrosa?
Aquella noche, su iglesia, que era la Iglesia de Wheaton Wesleyan, en Wheaton (Illinois) estaba celebrando un servicio religioso cuando el pastor se levanta y pregunta: ¿alguien tiene algo que comunicar?
En ese momento Barbara comienza a caminar por el pasillo y toda la iglesia que siempre había conocido a una Bárbara en silla de ruedas y ciega, de repente la ven que está caminando por el pasillo; la gente comienza a gritar y a aplaudir, empiezan a aplaudir espontáneamente y rompe a cantar “Amazing Grace”: “Antes estaba ciega y ahora veo…”.
A la mañana siguiente fue a ver a uno de sus médicos, Thomas Marshall, que había sido médico internista durante 30 años y, cuando la vio, su primer pensamiento fue “oh, Barbara debe de haber muerto y esto es un fantasma”; su respuesta fue, cita literal: “esto es médicamente imposible”.

Sin explicación natural
Amigos, Dios sanó a Barbara al instante, completamente y de manera asombrosa en una acción milagrosa. No hay una explicación natural para lo que ocurrió. Además, ¿cómo explicaríais la voz que le dijo, en contra de todo lo que se podía imaginar, que tenía que levantarse y caminar?
A día de hoy lleva ya más de 35 años completamente curada y está más sana que yo.
Está casada con un pastor y tienen una iglesia en Fredericksburg (Virginia).
Quiero citaros lo que escribió su médico: “Nunca antes había sido testigo de algo así y considero un extraño privilegio observar la la mano de Dios realizar un verdadero milagro” Dr. Thomas Marshall.

Uno de muchos milagros
Amigos, esto es asombroso. ¿Cómo se explica eso? ¿Cómo se explica que éste sea sólo uno de los varios casos que analizo y documente en mi libro “The Case for Miracles” (El caso de los milagros)?
Tengo informes increíbles de muertos que han vuelto a la vida, de casos de sordera curada, de casos de ceguera curada, de quemaduras, tobillos rotos, manos secas, meningitis, parálisis que han sido curadas y muchos más casos, después de rezar a Jesús.

Dios continúa haciendo milagros hoy en día
Amigos, esta es la cuestión: Dios todavía lleva a cabo milagros hoy en día, y estos milagros nos dicen tres cosas sobre Dios:
1. En primer lugar que Dios es real. Estos milagros apuntan hacia la realidad de que Dios existe. La única manera que tengo de explicar lo le pasó a Barbara es que debe de haber un Dios sobrenatural que descendió, tocó y curó su cuerpo.
Incluso Jesús dijo en Juan 4, versículo 48 “a menos que vosotros veáis señales y milagros nunca creeréis”
2.  En segundo lugar, estos milagros muestran que Dios es poderoso, no hay nada que sea demasiado difícil para Dios.
A veces pienso que Dios no puede aliviarme mi dolor, Dios no puede sanar mi corazón, Dios no puede restaurarme y, sin embargo, si miras lo peor que ha sucedido en la historia del universo, que es la muerte del Hijo de Dios en una cruz, te darás cuenta que Dios tomó lo peor que podía pasar y lo convirtió en lo mejor que podría pasar, que es su resurrección de la muerte, abriendo el cielo para todos los que lo siguen.
Amigos, Dios puede tomar lo peor del universo y convertirlo en lo mejor del universo, puede tomar nuestros problemas y nuestros sufrimientos y crear algo bello y bueno a partir de ellos.
3. Tercero, el milagro muestra que Dios ama. Quiero decir, cuando alguien como Barbara recibe una curación sobrenatural, es un recordatorio profundamente conmovedor de cuánto Dios la ama.

Cuando no hay respuesta a la oración
Yo le pregunté, ¿por qué tú, Barbara?, ¿por qué tú?
Te puedes preguntar qué pasa con los casos en que las personas oran y no se curan, qué pasa con los milagros que no tienen lugar. . Le dije “Bárbara ¿por qué tú sí? Y ella me contestó: “No sé, no lo sé”.
Ahora bien, ¿qué hay de vosotros?, ¿qué pasa con los milagros por los que has rezado y que no han tenido lugar?
Yo sabía que no podía escribir un libro sobre milagros sin estudiar el tema de los milagros que no tienen lugar, así que tengo en mi libro un capítulo, que creo que es el más poderoso de cualquiera de mis libros, donde entrevisté a un filósofo cuya esposa se está muriendo de una afección cerebral y que ha estado orado por su recuperación durante años y Dios no ha respondido para sanarla en esta vida.
Este hombre habla no solo filosóficamente sobre por qué Dios no sana sino que habla desde el corazón de alguien que sufre profundamente como marido viendo cómo va muriendo su esposa.
Bueno, hablaremos por cierto de la controvertida pregunta de por qué Dios no siempre sana, en nuestro tiempo de preguntas y respuestas, dentro de unos minutos, así que quedaos, no os vayáis porque, como ya os dije anteriormente, vais a presenciar un milagro esta noche; así que ahora es el momento. ¿Estáis listos?, ¿Tenéis los cinturones de seguridad listos para un milagro? Dejadme que os cuente la historia.
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