¿Hace Dios milagros en la actualidad? Esta es una pregunta
que nos hemos hechos en algún momento todos los cristianos.
En la mayoría de los casos los creyentes pensamos que los
milagros, tal y como los conocemos de los Evangelios, acabaron el día que
desapareció el último discípulo de Jesucristo.
Desde entonces, y ya vamos para los dos milenios, no se han
vuelto a repartir más los milagros y las curaciones que aparecen recogidas en
la Biblia.
Pues bien, para contestar a la pregunta que abre este
artículo, así como para darle una respuesta afirmativa bien argumentada os dejo
el vídeo de Lee Strobel “The Case for Miracles”
En este vídeo el periodista Lee Strobel nos presenta el
resultado de dos años de trabajo investigando el tema de los milagros y que a
su vez ha plasmado en la publicación de un libro que lleva el mismo nombre “The
Case for Miracles” y cuya lectura recomendamos encarecidamente a nuestros
lectores.
Todo lo que vas a leer en este artículo es la traducción al
español de la conferencia de Lee Strobel sobre el tema milagros.
Me limito a recoger aquí sus palabras, vertidas al
castellano para acercar su mensaje al público hispanohablante.
Yo no aporto ideas, ni conclusiones, ni nada, simplemente
transcribo su discurso hablado en inglés traduciéndolo al español.
The Case for
Miracles - Lee Strobel - Witness a miracle in this video
Introducción
Desde el segundo 00:00 hasta 06:08 tenemos una pequeña
presentación o preámbulo a la conferencia de Lee Strobel.
Podemos ver: (por este orden)
- Un pequeño tráiler de la charla.
- Una presentación del libro a cargo del escritor Mark
Mittelberg.
- La dirección de la página web donde se puede adquirir el
libro.
- Un escueto resumen de cómo está organizada la charla.
- Breve presentación de Lee Strobel.
Agradecimientos
En el minuto 06:08, aparece en escena el ponente, Lee
Strobel, y está hasta el minuto 07:52 agradeciendo al público los aplausos, a
Mark Mittelberg la presentación y a la iglesia World Outreach Church, Murfreesboro
(Tennessee), que es donde va a llevar a cabo su presentación, por prestarle las
instalaciones.
Conferencia
La conferencia comienza realmente en el minuto 07:53 y a
partir de este momento es cuando empiezo a traducir las palabras de Lee
Strobel.
TRANSCRIPCIÓN
Quiero comenzar con dos historias y quiero que os hagáis una
pregunta después de cada una de estas historias. Preguntaos si se trata aquí de
un milagro o es solo una coincidencia.
Bien, aquí está la primera historia. Son ambas historias
reales.
Primera historia
En un pequeño pueblo a lo largo del ecuador en África, un
lugar sin hospitales, farmacias, con muy pocos suministros médicos, sin electricidad,
ni incubadoras o similares, una mujer dio a luz a un niño pequeño en un parto
prematuro.
La mujer murió en el parto dejando solos en el mundo a este
precioso niño prematuro y una hija de dos años.
Este pequeño niño frágil corría el riesgo de morir
¿Por qué? porque a pesar de que vivían en el ecuador, ahí realmente
hace frío por la noche y sabían que la única forma de mantener vivo a este
pequeño y frágil niño esa noche es poniendo una bolsa de agua caliente junto el
bebé. Así pues, un ayudante comenzó a
llenar una bolsa de agua caliente de goma con agua caliente y ésta de repente estalló.
Esa era la única botella de agua caliente que había en el
pueblo, o sea que el niño estaba en peligro de morir esa noche por falta de
calor.
En esa aldea se encontraba sirviendo una médico misionera
que era de Irlanda del Norte y se llamaba Dr. Helen Roseveare y que reunió a
todos los huérfanos para rezar por la vida de este pequeño bebé frágil. Una
pequeña chiquilla de diez años, llamada Ruth, parece que llegó demasiado cuando
le pidió a dios lo siguiente, ella dijo: "Por favor, Dios, envíanos una bolsa térmica; pero no mañana, Dios,
porque el bebé ya estará muerto sino que, por favor, envíala esta tarde"
y como si eso no hubiera sido lo suficientemente osado, añadió lo siguiente
" y mientras lo haces, Dios,
¿podrías enviar una pequeña muñeca para la niña, para que sepa que realmente la
quieres?”
La médico comentó más tarde que la habían puesto en un apuro.
“¿Podía concluir aquel rezo con un
sincero amén?” Ella, en verdad no creía que Dios pudiera hacerlo. “Oh sí,
sé que Él puede hacer todo, la Biblia así lo dice, pero hay límites, ¿no es
así?”
La única esperanza de obtener esa bolsa térmica sería que
llegara en un paquete enviado desde otro lugar, pero es que, en los cuatro años
que ella había sido doctora misionera en esa pequeña aldea, no había llegado ni
un paquete, ni un solo paquete. Por otra parte, si alguien va a enviar un
paquete a una aldea en el ecuador africano, lo último que va a incluir en él
sería una bolsa térmica, ya que en el Ecuador hace calor, ¿no?
Pasaron un par de horas, al cabo de las cuales apareció un
jeep, que se detuvo y dejó caer un paquete de 22 libras. Los huérfanos se abalanzaron
sobre él y lo abrieron para descubrir qué había dentro y encontraron algo de
ropa para ellos así como algunas vendas para los pacientes leprosos.
También encontraron un poco de comida y, ¡oh, sorpresa! …
La misionera lo cuenta de esta manera : “cuando volví a meter la mano sentí…. ¡no
puede ser!, la agarré y la saqué; sí, era una bolsa térmica de goma completamente
nueva”.
La misionera rompió a llorar. Más tarde confesó que en
ningún momento le había pedido a Dios que la enviara. Realmente no creía que él
pudiera hacerlo.
En ese momento llega la pequeña Ruth apresurada y dice: “si Dios ha enviado la bolsa térmica de goma,
debe de haber mandado también la muñeca”. Entonces se puso ella misma a
buscar en el paquete y, efectivamente, en la parte inferior, encontró una
pequeña muñeca vestida elegantemente.
Ruth le pregunta a la misionera: “¿Puedo ir contigo, mami y darle esta muñeca a la niña para que sepa
que Jesús realmente la quiere?”
Aquel paquete había sido enviado cinco meses antes por unos
misioneros de las antiguas clases de la escuela dominical. El director de esa
clase de la escuela dominical dijo más tarde que se sintió impulsado por Dios a incluir una
bolsa térmica en el paquete. Una niña
de la clase contribuyó
con la pequeña
muñeca.
Así que ese paquete,
os recuerdo, el único
en llegar en los cuatro años que la misionera estuvo allí, el único paquete que
llegó durante ese período de tiempo, llegó el mismo día en que una niña llena
de fe llamada Ruth le pidió a Dios que lo enviara.
Ahora haceos una pregunta: ¿es esto una coincidencia o es
una respuesta milagrosa a las oraciones llenas de fe de una niña?
Segunda historia
(12:52)
La segunda historia trata de un brillante estudiante
afroamericano del centro de Detroit. Un joven brillante que obtuvo una beca
completa para estudiar en la Universidad de Yale, pero al final de su primer
semestre estaba a punto de suspender la química, que era un requisito previo
para su objetivo de convertirse en médico. Todo dependía del examen final que
determinaría su calificación en química y si fallaba, ese sería el final de su
sueño de convertirse en médico.
Este joven, que era cristiano se puso a rezar y dijo: "Señor, la medicina es lo único que siempre
he querido hacer, ¿podrías decirme qué quieres realmente que haga?”
El plan que tenía era quedarse despierto toda la noche y
estudiar todo lo que pudiera para esa examen de química, pero el sueño lo
venció y se quedó dormido.
Todo parecía perdido, hasta que tuvo un sueño. En ese sueño se
veía solo en el auditorio de la clase y había una figura nebulosa que comenzaba
a escribir problemas de química en el pizarrón. Cuando fue a realizar el examen
al día siguiente, se sorprendió porque el primer problema en el examen era uno
de los problemas que aparecía en su sueño y también el siguiente problema, y el
siguiente y también el siguiente y e igualmente el siguiente.
Así pues, terminó haciendo un magnífico el examen y
obteniendo una buena calificación en química.
Le prometió a Dios que nunca más tendría que hacer eso por
él y se convirtió en un médico extraordinario. A la edad de 33 años ya era el
director más joven de neurocirugía pediátrica en la historia de los Estados
Unidos, fue pionero en operaciones cerebrales en el Hospital Johns Hopkins, tal
vez hayáis escuchado su nombre: se llama Ben Carson.
Ben Carson
Luego se convirtió una de las diez personas más admiradas en
Estados Unidos que se postuló para Presidente. Actualmente es miembro del
gabinete presidencial.
Así que, ¿qué creéis?, ¿que es una coincidencia o que es un
milagro?
Como Mark Mittelberg (el escritor que ha realizado la
presentación de esta conferencia) mencionó, es posible que sepáis que fui ateo
durante gran parte de mi vida, pero en última instancia, fue la evidencia
histórica del milagro de la Resurrección de Jesús lo que me convenció de que no
solo decía ser el Hijo de Dios, sino que respaldaba esa afirmación regresando
de entre los muertos. Pero, ¿sabéis una cosa? que mi naturaleza escéptica no
desapareció cuando me convertí en cristiano; es una especie de tejido que llevo
en mi ADN y que me hacer ser lo que soy; nos enorgullecemos de nuestro
escepticismo en el Chicago Tribune, donde yo era editor legal, ¿sabes?
Precisamente tenemos un cartel en nuestra sala de noticias
que dice “si tu madre te dice que te
quiere, compruébalo, tal vez te esté mintiendo”; ¿Tienes alguna prueba?, ¿tienes
alguna evidencia?
Así que si juntas los dos pilares de mi formación:
periodismo y derecho, te puedes imaginar qué tipo de un escéptico eres.
Pero, en fin, los datos históricos me convencieron de que
Jesús realmente regresó de entre los muertos y sí, creo que los cuatro
Evangelios contienen relatos precisos y sobrios de los milagros que Jesús
realizó, de hecho, incluso sus oponentes no pusieron en tela de juicio el hecho
de que Jesús hiciera milagros, simplemente se enfadaron con él porque los hacía
en Sabbath (el día de descanso), pero admitían que hacía milagros.
Así que comencé a preguntarme si Dios todavía realizaba
milagros a día de hoy. ¿Sigue Dios
interviniendo divinamente en la vida de las personas hoy?
Decidí echar mano de mis conocimientos en leyes y de mi
experiencia como periodista y me puse a investigar sistemáticamente el reino de
lo sobrenatural; terminé pasando dos años en este proyecto y el resultado es mi
nuevo libro “The Case for the Miracles” (El caso de los milagros)
Viajo por el país para entrevistar a personas en todas
partes. De hecho, tengo tres capítulos en mi libro donde entrevisto al
escéptico más famoso de América, el Doctor Michael Shermer, fundador de la
Skeptics Society y editor de su revista oficial, Skeptic, a quien le dije “construye el caso más fuerte posible contra
los milagros, y yo lo incluiré en el libro”
Conclusiones
Te digo honestamente que me impresionó la evidencia que
encontré durante estos dos años de investigación.
¿Cuáles fueron mis conclusiones? Estas son mis conclusiones:
1. Dios todavía
realiza milagros a día de hoy.
2. Los milagros
suceden mucho más a menudo de lo que la gente piensa.
3. Muchos milagros
están mucho mejor documentados de lo que afirman los escépticos.
De hecho, vas a escuchar esta noche el testimonio de una
mujer cuyo milagro es probablemente el mejor documentado que encontré durante
mi investigación de dos años y además de eso al final de mi charla y no estoy
bromeando aquí, te convertirás en testigo de un milagro.
Quiero abordar cuatro preguntas importantes sobre los
milagros:
1. La primera
pregunta es esta: ¿Cómo define un milagro?
¿Qué es un milagro?, ¿Cómo lo definirías?
Bueno, sabéis que la gente usa la palabra milagro de manera
muy despreocupada, por ejemplo, podemos oír cosas como: “el otro día encontré
un sitio para aparcar en el centro, es un milagro”.
Sabéis que la gente lo usa todo el tiempo, pero a menudo eso
que denominamos “milagro”, en términos generales, puede explicarse
racionalmente, porque tiene causas naturales.
Muchos filósofos han ofrecido diferentes definiciones de
milagros, pero mi favorita, porque creo que es realmente la más precisa, fue la
desarrollada por el difunto profesor de filosofía Richard Purtill que da una
definición de milagro con cinco puntos:
"Un milagro es un
acontecimiento (1) provocado por el
poder de Dios (2) que es una
excepción (3) temporal (4) al curso normal de la naturaleza (5) con el propósito de mostrar que Dios ha
actuado en la historia”.
Amigos, cuando veo algo extraordinario que tiene
connotaciones espirituales y no es explicable por medios naturales y que además
es validado por una fuente independiente es cuando estamos delante de un
milagro.
En otras palabras, un sueño sobre una figura nebulosa que
escribe problemas de química en un pizarrón no es un milagroso en sí mismo,
pero si esas ecuaciones resulta que son los mismos problemas que se presentan
en un examen preparado de forma independiente al día siguiente, eso parece
milagroso, especialmente cuando ocurre después de suplicarle ayuda a Dios
desesperadamente. Creo que esta esta es una buena definición para comenzar con
los milagros.
2. La pregunta
número dos. ¿No son milagros imposibles porque violan las leyes de la
naturaleza?.
El famoso filósofo escocés David Hume, que vivió en el siglo
XVIII, pensaba que no se podía creer en los milagros porque violaban las leyes
de la naturaleza y éstas son inviolables.
David_Hume1711-1776, por Allan Ramsay
Los filósofos modernos han señalado que la verdad es que Hume
partía de la premisa equivocada y por lo tanto argumentaba en bucle. De hecho,
un filósofo no cristiano, cuyo libro fue publicado recientemente por Oxford
University Press, lo dice todo en su título: “Hume´s abject failure” (El fracaso
total de Hume). Hume no pudo refutar los milagros, porque los milagros no son
una violación de las leyes de la naturaleza, déjenme ilustrar esto con un
ejemplo. Si yo tuviera una manzana en la mano y la dejara caer, la ley de la
gravedad dice que la manzana acabaría golpeando el suelo. Pero si tuviera una
manzana y la dejara caer, y tú la interceptas y la agarras antes de que
golpeara el suelo, no estás violando la ley de la gravedad, no estás anulando o
contraviniendo la ley de la gravedad, solo estás interviniendo. Hay una gran
diferencia, por lo que, cuando Dios realiza un milagro, no está anulando las
leyes de la naturaleza que Él creó, simplemente está interviniendo en las leyes
de la naturaleza que Él mismo creó.
Y podemos estar seguros de que fue Dios quien creó el
universo en el milagro más espectacular jamás llevado a cabo.
¿Por qué podemos estar seguros de que Dios creó las leyes de
la naturaleza?, ¿Por qué podemos estar seguros de que Dios creó el universo?
porque todo lo que comienza a existir tiene una causa.
Prácticamente todos los actuales científicos creen que el
universo y el tiempo comenzaron a existir en algún momento en el pasado, por lo
tanto, todo lo que comienza a existir tiene una causa; el universo comenzó a
existir, por lo tanto, el universo tiene un detrás una causa.
¿Qué tipo de causa puede hacer que un universo entero exista?
- Debe ser algo poderoso, debido a la inmensidad del hecho
de la Creación.
- Debe ser inteligente debido a la increíble precisión de la
Creación.
- Debe ser inmaterial o espiritual porque existió antes de que
existiera el mundo material.
- Debe ser atemporal o eterno porque existió antes de que se
creara el tiempo físico
- E incluso debe ser personal porque tuvo que tomar la
decisión de crearlo.
- Debe de ser cuidadoso porque ha creado tan cuidadosamente un
hábitat para que usted y yo vivamos en él.
El principio de la navaja de de Occam nos
dice que habría un solo creador, un espíritu inteligente, poderoso, un cuidador
personal, eterno y único, que es un buen punto de partida para una descripción
del Dios de la biblia.
3. Pregunta número
tres: ¿Con qué frecuencia tienen lugar los milagros hoy en día?
Como parte de mi proyecto, contraté a una empresa muy
respetada que realizaba encuestas, para hacer un estudio científico encuestando
a adultos en Estados Unidos para tratar de determinar con qué frecuencia tienen
lugar sucesos milagrosos y los resultados realmente me sorprendieron.
- Lo más llamativo fue descubrir que dos de cada cinco
estadounidenses creen que los milagros son posibles hoy en día.
De hecho, solo el 15 por ciento dijo que los milagros no son
posibles.
Pero aquí está lo realmente sorprendente de la estadística:
casi dos de cada cinco estadounidenses dijeron que, personalmente, han tenido una
experiencia en su vida que sólo puede explicarse como un milagro de Dios.
Estamos hablando de que el 38 por ciento de los
estadounidenses adultos están diciendo: "Yo personalmente
he experimentado algo que solo puedo explicarlo como un milagro".
Bien, tomemos ese 38 por ciento y extrapolémoslo en función
de cuántos adultos hay en Estados Unidos.
Si el 38 por ciento de los estadounidenses dice que ha
experimentado al menos un milagro en su vida, eso significa que ha habido unos
noventa y cuatro millones setecientos noventa y dos mil (94.792.000) milagros
sólo en los Estados Unidos.
Ahora bien, supongamos que tal vez mucha de esta gente encuestada
está confundiendo una coincidencia con un milagro. Pongamos que el 99% de ellos
están equivocados y no es realmente un milagro lo que han vivido sino más bien una
coincidencia. Digamos que el 99 por ciento de esas vivencias prodigiosas que
han tenido no son milagros: Nos seguirían quedando aún
casi un millón de milagros en los Estados Unidos.
Las revistas y asociaciones escépticas mantienen que sólo la
gente con un escaso nivel educativo creen en los milagros, pero he aquí, que otro
estudio llevado a cabo mostró que la mayoría de los médicos en los Estados
Unidos, el 55 por ciento, dice haber visto resultados tan sorprendentes en
alguno de sus pacientes que los consideran verdaderos milagros.
Estamos diciendo que el 55 por ciento de los médicos
mantiene que han visto algo a lo largo de su carrera que sólo pueden explicar
atribuyéndolo a un milagro.
Evidentemente, en este punto, estaremos de acuerdo en que no
podemos decir ni que los médicos tengan una baja formación académica, ni que no
tengan grandes nociones sobre cómo funciona el cuerpo humano ¿cierto?
Los milagros, amigos, ocurren con mucha más frecuencia de lo
que pensamos. Sólo necesitamos abrir los ojos un poco más para ver la actividad
sobrenatural que Dios lleva a cabo en medio de nosotros.
¿Dónde suceden los
milagros con mayos frecuencia?
-Ahora bien, déjenme decirles una cosa: no creo que los
milagros se distribuyan necesariamente de manera uniforme en todo el planeta.
- Vemos numerosos milagros en diferentes lugares del mundo,
particularmente en lugares donde el evangelio está comenzando a darse a
conocer, a abrirse paso en una cultura y son precisamente los milagros los
milagros los que están alimentando el crecimiento de la iglesia de Dios en
estas áreas de vanguardia del Evangelio.
- De hecho, algunos estiman que el 90% del crecimiento de la
iglesia en China se debe a que mucha gente ha experimentado una curación
sobrenatural o bien conocen de cerca a alguien que la ha vivido.
- Hay una Iglesia Bautista en la India que creció de seis
miembros a seiscientos miembros en poco más de un año porque hubo un brote de
curaciones en su iglesia.
- En Etiopía, más del 80 por ciento de los creyentes en una
Iglesia Luterana atribuyeron las conversiones a las curaciones divinas.
- Un 86% de los pentecostales en Brasil dijo que
personalmente han tenido alguna experiencia de curación en su vida.
En resumen, Dios está usando las curaciones milagrosas y
otros prodigios para atraer a las personas a su Reino, especialmente en aquellos
lugares donde el Evangelio está irrumpiendo y resulta una novedad.
4. Pregunta número
cuatro: ¿Cómo podemos saber si un milagro es genuino?
¿Cómo podemos saber si un milagro ha tenido lugar realmente?
Después de todo, muchas veces hay explicaciones naturales,
cuando, por ejemplo, alguien se cura de una enfermedad.
- Quiero decir que podría ser el efecto
placebo; este es un efecto psicológico conocido y se produce cuando las
personas creen que van a mejorar y precisamente porque creen que van a mejorar
notan una mejoría. Es un fenómeno conocido donde la mente gobierna a la
materia.
- Podría ser un diagnóstico erróneo. A veces en lugar, de un
milagro, lo que ocurre es que los médicos dieron un falso diagnóstico inicial.
- Podría ser fraude, hay
charlatanes por ahí que te engañan haciéndote creer que han ocurrido milagros.
- Podrían ser recuerdos falsos.
En resumen, podrían ser un montón de cosas.
Sabemos que hay casos en que algunas enfermedades entran en
un período de remisión espontánea, donde aparece
una mejoría, al cabo de la cual la enfermedad regresa.
Todo lo anterior es cierto, pero lo que descubrí en mi
investigación es que las respuestas naturalistas que
nos da la ciencia no pueden explicar todos los milagros que ocurren, no
logran explicarlos por completo.
Quiero decir que hay ciertas curaciones y hechos milagrosos
que son simplemente inexplicables, y sólo se pueden entender como una obra
sobrenatural de Dios.
- Entonces pues, ¿cómo podemos saber si ha sucedido algo
sobrenatural?
Bueno, algunos escépticos te van a decir que los milagros
son imposibles, punto y final. A partir de esta premisa tú puedes presentar
todas las pruebas que quieras.
En otras palabras, están cerrados a lo que las pruebas y
evidencias puedan demostrar, porque están descartando de antemano que pueda
ocurrir algo sobrenatural. El escéptico piensa: “no, mi mente está cerrada, muéstrame lo que quieras, pero ya he
decidido que los milagros no pueden tener lugar”.
- Ese suele ser normalmente el caso, pero la verdad es que
también hay muchos ateos prominentes que afirman que no se puede descartar la
posibilidad de milagros, que no se debe decir, que, en principio, los milagros
son imposibles.
- De hecho, uno de los ateos recalcitrantes más franco de
América, el Doctor
Jerry Coyne, de la Universidad de Chicago, ha dicho que "sería un científico
de mente cerrada aquel que dijera que los milagros son imposibles por principio";
está bien, al menos esto demuestra algo de apertura mental. Pero otras personas,
sin embargo, saben que su mente está cerrada y no están realmente interesados en ver las evidencias.
- Otros escépticos exigen una prueba científica de un
milagro como si pudiéramos poner a Dios en una probeta.
Por su naturaleza, los experimentos científicos deben ser
repetibles, por lo tanto, si alguien regresara de la muerte, ¿qué habríamos de
hacer?, ¿Pegarle un tiro y ver si puede resucitar de nuevo? No creo que esta
sea una buena idea.
La ciencia no es el
único camino hacia la verdad
La creencia en la ciencia como único camino hacia la verdad
se llama cientificismo y se refuta fácilmente, ¿cómo? Pues porque la afirmación de que
el único camino hacia la verdad es que la ciencia no es científicamente verificable
y, por lo tanto, se refuta a sí misma, por lo que el cientifismo realmente
no tiene sentido.
- Otros escépticos, y esto es muy común, simplemente elevan
su nivel de escepticismo a cotas irrazonablemente altas.
Exigen tantas evidencias, tantas pruebas, su escepticismo es
tan alto que nunca podría verse satisfecho.
- Por ejemplo, hubo una atea que escribió un artículo en una
revista escéptica y dijo: "¿Saben
que la gente me ha preguntado qué me haría considerar la posibilidad de que
haya ocurrido un milagro?" y continuaba "bien para mí si un pollo aprendiera a leer y luego venciera a un
campeón del mundo en ajedrez, posiblemente podría comenzar a pensar que tal vez
se habría producido un milagro”.
- Evidentemente aquí se estaba poniendo el listón de la
evidencia irrazonablemente alto.
- Otros escépticos te dicen, “mira, las afirmaciones extraordinarias como los milagros requieren
evidencia extraordinaria”, pero eso no es cierto. Lo que realmente
necesitamos es evidencia suficiente y convincente de múltiples
fuentes confiables. Por ejemplo, si esta noche, una nave espacial
aterrizara con un montón extraterrestres dentro en Washington DC, eso sería un
hecho extraordinario, ¿verdad? y, sin embargo, probablemente lo creeríamos si
varias fuentes de confianza, por ejemplo medios de comunicación serios,
informaran del acontecimiento en base a múltiples testigos oculares y otros
datos que lo corroboran. Esa no sería una prueba extraordinaria, pero sería una
prueba suficiente y convincente y es eso lo que realmente necesitamos.
- He aquí mi punto de vista: podemos concluir razonablemente
que ha tenido lugar un milagro si:
a) tenemos múltiples testigos creíbles que no tienen motivo
alguno para ser imparciales o para engañarnos.
b) si no hay una explicación natural alternativa para lo que
ha ocurrido
c) y hay
connotaciones espirituales como la oración a Dios.
El papel de la
ciencia
Aquí la ciencia puede jugar un papel importante.
Se han llevado a cabo experimentos con pacientes que se
estaban recuperando de una cirugía cardíaca. A estos pacientes se los dividió
en dos grupos y se les pidió a un grupo de cristianos que rezaran sólo por la
mejoría de uno de los grupos. Ignorando al otro grupo. El resultado fue que el
grupo de pacientes que estaba presente en las oraciones de los cristianos
obtenían mejores resultados y evolucionaban mejor que el grupo de pacientes por
el que nadie rezaba.
Estos artículos han sido publicados en revistas
especializadas, son científicamente válidos y parecen sugerir que la oración
tiene un impacto positivo en la recuperación de los pacientes.
- En mi investigación descubrí que había un equipo de
investigadores dirigido por una profesora de la Universidad de Harvard, que se
enteró de que estaban teniendo lugar curaciones increíbles en Mozambique, país
donde el Evangelio estaba empezando arraigar.
Así que llevó a un equipo de investigadores a Mozambique y
entraron en aldeas remotas y convocaron a las personas ciegas y sordas para
examinarlos científicamente y evaluar qué nivel de ceguera o de sordera tenían.
Una vez que habían establecido que grado de incapacidad
tenía cada una de las personas se comenzó a orar por ellas.
Inmediatamente después de haberles impuesto las manos y de
haber rezado por ellas volvieron a examinarlas y se dieron cuenta de que
prácticamente cada una de las personas habían mejorado de una u otra manera,
algunos de ellos de manera extraordinaria.
Ahí está el caso de una mujer llamada Martine, que no era
capaz de percibir un martillo neumático en marcha a escasos metros de ella.
Después de diez minutos de oración pidiendo su mejoría en el nombre de
Jesucristo ya podía oír escuchar conversaciones normales.
El mismo equipo investigador quiso ver si eran capaces de
obtener los mismos resultados en otras partes y marcharon a Brasil, otro lugar
donde el Evangelio irrumpiendo con fuerza.
Pues bien, en Brasil repiten los mismos experimentos y
obtienen los mismos resultados. Aquí tenemos el caso de una mujer de 38 años
que nos era capaz de distinguir un número de dedos a 3 metros de distancia.
Después de una oración en el nombre de Jesús, esa misma mujer fue capaz de leer
la etiqueta con el nombre que llevaba en una solapa la persona que se
encontraba orando por ella.
- Este fue un estudio científico riguroso que fue aceptado
para su publicación en una importante revista médica secular y la profesora a
cargo de esta investigación, Candy Gunther Brown de la Universidad de Indiana
me dijo en una entrevista que le hice para mi investigación: “Nuestro estudio muestra que algo está
sucediendo. Esto es algo más que una ilusión, no es falso, no es fraude, no es
un televangelista que intenta que las viudas le envíen su dinero, no es una
atmósfera altamente cargada que juega con las emociones de las personas. Algo
está pasando”.
Doctora Candy Gunther Brown
El gran desafío
Y yo estoy de acuerdo, creo que estamos viviendo aquí algo
sobrenatural y creo, además, que es un milagro de Dios.
El crítico ateo que mencioné anteriormente, el Dr. Jerry
Coyne, de la Universidad de Chicago, dijo que, en su opinión, “para estar seguros de que realmente estamos
delante de un milagro, tendríamos que tener”, según sus palabras, “pruebas masivas, bien documentadas y
replicadas o corroboradas de forma independiente por fuentes múltiples y de
total confianza” y, continua “los
milagros religiosos ni se aproximan a cumplir con dichos estándares”.
Yo le desafiaría en este aspecto. Yo le diría que la
resurrección de Jesucristo sí cumple esos estándares. Creo que la evidencia de
que Jesús no solo afirma ser el Hijo de Dios, sino que resucita de entre los
muertos es clara y convincente, es poderosa y persuasiva.
Quiero decir, cuando miras el hecho de que:
a) tenemos relatos de su resurrección que ya a los pocos
meses de su muerte, es decir, demasiado pronto para ser una leyenda, b) cuando
sabes que la el hecho de que su tumba está vacía es admitida incluso por sus
oponentes y
c) cuando consideras el hecho de que tenemos nueve fuentes
dentro y fuera del Nuevo Testamento que confirman y corroboran la convicción de
los discípulos de que se encontraron con el Jesús resucitado,
Entonces sabes que esa es una cantidad extraordinaria de
pruebas en el mundo antiguo.
Lo desafiaría en eso, pero ¿sabes qué más haría? Lo
desafiaría en aplicar su estándar, el mismo estándar que estableció para los
milagros, en un caso especial. Yo le preguntaría qué pasaría si le presentara a
alguien cuyo milagro cumple con sus estándares, pues tenemos un caso prodigioso
donde tenemos evidencia masiva, bien documentada e independientemente
corroborada por fuentes múltiples y de total confianza… ¿Qué pasaría si le
presentara a una mujer llamada Barbara Schneider?
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