La historia de
Barbara Schneider (minuto 40 segundo 37)
Dejadme que os cuente sobre Barbara Schneider. Su caso es el
más fascinante que descubrí durante mi investigación de dos años, simplemente
me trastocó. Su caso es el más documentado de todos los que encontré.
Entrevisté a Barbara extensamente. Hay años y años de
evidencia científica y médica masiva de su caso, incluso de la Clínica Mayo.
Tenemos multitud de testigos creíbles que no tienen motivos para engañar o
mentir. Tenemos dos médicos que acabaron tan asombrados por lo que le sucedió a
su paciente que escribieron libros al respecto. Uno de sus médicos, que era
ateo, miró a Barbara y le dijo a que su
caso era un milagro y luego salió de la habitación, seguramente no sabía cómo
encajar todo eso.
Pero dejadme contaros la historia de Barbara y luego quiero
que escuchéis sus propias palabras.
El caso de Barbara
Schneider
- A Barbara se le diagnosticó esclerosis múltiple en la
Clínica Mayo. Después de años de deterioro y repetidas hospitalizaciones y
cirugías se encontraba desahuciada, sometida a cuidados paliativos en la cama
de su casa; en otras palabras: se estaba muriendo.
- Uno de sus médicos, el doctor Harrell P. Adolph, era un
cirujano colegiado que había realizado más de 25.000 operaciones a lo largo de
su carrera, dijo de Barbara: “era uno de los pacientes con menos esperanzas de sanar que
nunca haya visto”.
Enferma sin remisión
-Uno de sus pulmones no funcionaba y el otro pulmón sólo
estaba funcionando al 50%. Se le insertó un tubo de traqueotomía en el cuello y
se le bombeaba oxígeno para que pudiera respirar.
- Había perdido el control de su aparato urinario y de sus
intestinos, tenía un tubo en el estómago para poder alimentarse. Estaba
oficialmente ciega. Había perdido la vista. Todo lo que podía ver eran sombras,
sombras grises.
- No había caminado en siete años, por lo que sus piernas se
le habían atrofiado hasta convertirse en palos. Sus manos estaban
permanentemente curvadas, sus dedos prácticamente tocaban sus muñecas y sus
dedos de los pies y pies estaban extendidos permanentemente.
Sus padres y los médicos estaban de acuerdo en que no había
nada más que pudieran hacer médicamente. La paciente estaba desahuciada,
sometida a cuidados paliativos, iba a morir.
Acordaron que la próxima vez que contrajera neumonía, no iban
a intentar salvarla porque lo único que iban a conseguir era simplemente
retrasar una muerte inevitable.
Oraciones para
Barbara
- Entonces, un día, una amiga suya, que vivía a las afueras
de Chicago, llamó a WMBI, que es la estación de radio cristiana en
Chicago, y les dijo que su amiga Bárbara se estaba muriendo. Les pidió lo
siguiente: “¿Podríais decirle a la gente
que está escuchando la radio que, por favor, recen por ella?”
Sabemos que al menos 450 personas comenzaron a orar por
Bárbara porque escribieron cartas en las que aseguraban que estaban rezando por
ella. ¿Y qué pasó?.....
Fui a ver a Bárbara y le pedí que os contara qué pasó, así
que veamos cómo describe ella misma lo que sucedió después.
(minuto 43 segundo 47)
Testimonio directo
de Barbara Schneider
Diálogo entre Barbara
Schneider y Lee Strobel
Barbara: “7 de junio de 1981. Nunca lo olvidaré. Era un día como
cualquier otro día para mí, uno que pasé confinada en la cama sin poder respirar
por mi cuenta, conectada a máquinas, un tubo de traqueotomía en el cuello, mis
brazos doblados, mis piernas dobladas, acostada allí, atrapada dentro de mi
propio cuerpo, eso era realmente lo que sentía. Tenía dos amigos que acudían
allí todo el tiempo y que eran de mi iglesia. Mi familia de la iglesia nunca me
olvidó, así que mientras estaban allí -todavía recuerdo exactamente lo que
estaban leyendo- cuando de repente escuché una potente voz de trueno, que
autoritaria y sobre mi hombro me dijo: "¡Hija mía, levántate y
camina!".
Lee Strobel: ¿Y
no había nadie más en la habitación?
Barbara: - No
había nadie más en la habitación y la puerta estaba por aquí (señala a sus
espaldas), había ventanas por este lado (señala hacia atrás) e inmediatamente
supe que era Dios, pero instantáneamente también supe que mis amigos no lo
habían oído, lo cual es interesante también. Yo necesitaba compartir con ellos
lo que había escuchado. Bueno, tenía aquel tubo de traqueotomía en el cuello,
así es como respiraba, y tenía las manos que no me funcionaban, así que mi
amigo me decía que cuando yo parecía agitada ellos sabían que quería hablar. Así
que vinieron y me taparon el agujero del cuello y les dije: “No sé qué pensaréis vosotros de esto, pero
Dios me ha dicho que me levante y camine”, y mis amigos se quedaron quietos.
Lo sé, pero realmente me dijo que me levantara y caminara. Les
dije “¡Corred, traed a mi familia! Quiero
que estén aquí”.
Mis amigos se levantaron de repente de un salto y a la vez
que ellos lo hacían, yo también.
Estaba tan emocionada que no podía esperar a nadie y
literalmente salté de la cama.
Aquí es donde tendrías que haberme conocido para ver cuán
imposible era eso, así que aquella vez recuerdo haberme levantado y haberme
quitado el oxígeno del cuello. Recuerdo eso y luego salté hacia la voz, mis
amigos estaban allí pero yo salté hacia la voz y cuando salté lo primero que
recuerdo no es lo que pensaría que recordaría, pero salté de la cama y miré y
vi mis pies, estaban rectos en el suelo como los de cualquier otra persona, lo
que suena normal, pero no para mí, que los tenía tan caídos que ni siquiera
podía usar pantuflas en los pies, de tan curvados como estaban.
Así que cuando me levanté y vi que tenía los pies rectos, me
sorprendió y me quedé mirando a los pies y cuando lo hice, di un salto. Luego
me vi las manos, estaban abiertas y nunca se habían abierto antes, pero ahora
estaban abiertas y me las quedé mirando y fue en ese momento cuando me di
cuenta de que podía ver.
Pensé que lo primero que notaría sería que había recuperado
la vista, pero no fue así. Había recuperado la vista, estaba a la perfección.
Me quedé mirando de nuevo un momento, sintiendo simplemente lo que era poder
volver a ver. Entonces me di la vuelta y fue cuando nos comportamos como toda
mujer, todas comenzamos a saltar de un lado a otro gritando y dando gracias al
Señor.
Recuerdo que no entendía nada, excepto que antes estaba
realmente enferma y ahora volvía a estar bien y que eso tenía que ser obra de
Dios. Eso es todo lo que sabía (fin del testimonio) Minutos 46 segundo 54.
En resumen
Barbara está en la cama, oye una voz: "¡Hija mía, levántate
y anda!". Ella salta de la cama. Está instantánea- y totalmente curada, su
madre entra corriendo en la habitación, cae de rodillas y comienza a palparle
la pierna. Le dice “vuelves a tener
pantorrillas”. Sus piernas se habían atrofiado porque no había caminado en
siete años y sin embargo sus músculos se habían recuperado instantáneamente. Su
padre entró en la habitación, la abrazó y comenzó a bailar con ella por toda la
habitación.
¿Qué pasó después de
su curación milagrosa?
Aquella noche, su iglesia, que era la Iglesia de Wheaton
Wesleyan, en Wheaton (Illinois) estaba celebrando un servicio religioso cuando
el pastor se levanta y pregunta: ¿alguien tiene algo que comunicar?
En ese momento Barbara comienza a caminar por el pasillo y
toda la iglesia que siempre había conocido a una Bárbara en silla de ruedas y
ciega, de repente la ven que está caminando por el pasillo; la gente comienza a
gritar y a aplaudir, empiezan a aplaudir espontáneamente y rompe a cantar
“Amazing Grace”: “Antes estaba ciega y
ahora veo…”.
A la mañana siguiente fue a ver a uno de sus médicos, Thomas
Marshall, que había sido médico internista durante 30 años y, cuando la vio, su
primer pensamiento fue “oh, Barbara debe
de haber muerto y esto es un fantasma”; su respuesta fue, cita literal: “esto es médicamente imposible”.
Sin explicación
natural
Amigos, Dios sanó a Barbara al instante, completamente y de
manera asombrosa en una acción milagrosa. No hay una explicación natural para
lo que ocurrió. Además, ¿cómo explicaríais la voz que le dijo, en contra de
todo lo que se podía imaginar, que tenía que levantarse y caminar?
A día de hoy lleva ya más de 35 años completamente curada y
está más sana que yo.
Está casada con un pastor y tienen una iglesia en Fredericksburg
(Virginia).
Quiero citaros lo que escribió su médico: “Nunca antes había sido testigo de algo así y
considero un extraño privilegio observar la la mano de Dios realizar un
verdadero milagro” Dr. Thomas Marshall.
Uno de muchos
milagros
Amigos, esto es asombroso. ¿Cómo se explica eso? ¿Cómo se
explica que éste sea sólo uno de los varios casos que analizo y documente en mi
libro “The Case for Miracles” (El caso de los milagros)?
Tengo informes increíbles de muertos que han vuelto a la
vida, de casos de sordera curada, de casos de ceguera curada, de quemaduras, tobillos
rotos, manos secas, meningitis, parálisis que han sido curadas y muchos más
casos, después de rezar a Jesús.
Dios continúa
haciendo milagros hoy en día
Amigos, esta es la cuestión: Dios todavía lleva a cabo
milagros hoy en día, y estos milagros nos dicen tres cosas sobre Dios:
1. En primer lugar que Dios es real. Estos milagros apuntan hacia
la realidad de que Dios existe. La única manera que tengo de explicar lo le
pasó a Barbara es que debe de haber un Dios sobrenatural que descendió, tocó y
curó su cuerpo.
Incluso Jesús dijo en Juan 4, versículo 48 “a menos que
vosotros veáis señales y milagros nunca creeréis”
2. En segundo lugar,
estos milagros muestran que Dios es poderoso, no hay nada que sea demasiado
difícil para Dios.
A veces pienso que Dios no puede aliviarme mi dolor, Dios no
puede sanar mi corazón, Dios no puede restaurarme y, sin embargo, si miras lo
peor que ha sucedido en la historia del universo, que es la muerte del Hijo de
Dios en una cruz, te darás cuenta que Dios tomó lo peor que podía pasar y lo
convirtió en lo mejor que podría pasar, que es su resurrección de la muerte,
abriendo el cielo para todos los que lo siguen.
Amigos, Dios puede tomar lo peor del universo y convertirlo
en lo mejor del universo, puede tomar nuestros problemas y nuestros
sufrimientos y crear algo bello y bueno a partir de ellos.
3. Tercero, el milagro muestra que Dios ama. Quiero decir,
cuando alguien como Barbara recibe una curación sobrenatural, es un recordatorio
profundamente conmovedor de cuánto Dios la ama.
Cuando no hay
respuesta a la oración
Yo le pregunté, ¿por qué tú, Barbara?, ¿por qué tú?
Te puedes preguntar qué pasa con los casos en que las
personas oran y no se curan, qué pasa con los milagros que no tienen lugar. .
Le dije “Bárbara ¿por qué tú sí? Y ella me contestó: “No sé, no lo sé”.
Ahora bien, ¿qué hay de vosotros?, ¿qué pasa con los
milagros por los que has rezado y que no han tenido lugar?
Yo sabía que no podía escribir un libro sobre milagros sin
estudiar el tema de los milagros que no tienen lugar, así que tengo en mi libro
un capítulo, que creo que es el más poderoso de cualquiera de mis libros, donde
entrevisté a un filósofo cuya esposa se está muriendo de una afección cerebral
y que ha estado orado por su recuperación durante años y Dios no ha respondido
para sanarla en esta vida.
Este hombre habla no solo filosóficamente sobre por qué Dios
no sana sino que habla desde el corazón de alguien que sufre profundamente como
marido viendo cómo va muriendo su esposa.
Bueno, hablaremos por cierto de la controvertida pregunta de
por qué Dios no siempre sana, en nuestro tiempo de preguntas y respuestas,
dentro de unos minutos, así que quedaos, no os vayáis porque, como ya os dije
anteriormente, vais a presenciar un milagro esta noche; así que ahora es el
momento. ¿Estáis listos?, ¿Tenéis los cinturones de seguridad listos para un
milagro? Dejadme que os cuente la historia.
Minuto 52 segundo 47
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