Turno de preguntas y respuestas. A partir del minuto
1:10:51
(Habla Mark Mittelberg dirigiéndose al público) Bien amigos, tomad asiento y nos sumergiremos en el turno de preguntas y respuestas. Hemos recibido algunas buenas preguntas.
Entrevista
Mark Mittelberg: Sin embargo, lo que quiero hacer es
comenzar con un asunto, que ya mencionaste en tu charla, y esta es, estoy
seguro, la pregunta que muchos de nosotros nos hacemos aquí y es, “¿qué pasa con esa situación que muchos de
nosotros hemos experimentado, donde oramos por un amigo cercano -tú y yo
perdimos a un amigo cercano por culpa del cáncer el otoño pasado, Nabeel
Qureshi- qué hay de esa situación en la que realmente has estado orando
fervientemente y crees que Dios podría y haría un milagro y no lo hizo?”,
Lee Strobel: Sabes
obviamente, que esta es una pregunta difícil.
Yo creo que, en última instancia, los que siguen a Cristo
serán sanados. Ya sabes que la Biblia nos dice que en el cielo existe, habrá
una curación total, por lo cual vendrá la curación; la pregunta es, ¿vendrá la
curación tal y cómo la deseamos en esta vida?
¿Sabes qué es interesante en las Escrituras?, que la
curación no es automática. Jesús no sanó automáticamente en Nazaret; En Mateo
capítulo 10, Jesús da autoridad para sanar a los discípulos, siete capítulos
después vemos que no pueden sanar a un niño epiléptico. Pablo no sanó a
Trófimo, así que, incluso en las Escrituras, la curación no era automática, por
lo que este una cuestión difícil.
Yo tengo que lidiar con esta situación a diario; mi esposa
tiene una enfermedad incurable que le provoca dolores todos los días y han
sido, cuántos, ¿20 años? los que hemos estado rezando para que ella se cure y
no está sucediendo de la manera que queremos en esta vida.
He entrevistado al Dr. Douglas Grote dos veces sobre este asunto.
Él es filósofo y su joven esposa, como ya he mencionado, se está muriendo de
una enfermedad cerebral.
Lentamente está perdiendo la cabeza. En este momento no sabe
qué es un teléfono, no sabe qué es un cepillo para el pelo. Ambos están pasando
por esto. Al final la enfermedad acabará con ella a menos que se cure, pero no
se ha producido ninguna sanación, y eso que él ha rezado por ella muchas veces.
Y, ya sabes, el peligro de este problema es dar una
respuesta de 25 centavos a una pregunta de un millón de dólares, por lo que desde
aquí animaría a las personas a leer ese capítulo de mi libro, porque creo que
es la entrevista más profunda que he realizado nunca.
Porque él habla desde la cabeza y desde el corazón, como
alguien que ha experimentado la enfermedad y, además, es un gran filósofo, cada
frase suya está cargada de sabiduría. Él me ha ayudada mucho. Él dice varias cosas
interesantes.
Voy a resaltar solamente un par de cosas que dice:
Primero: «hay una diferencia entre el sufrimiento sin sentido y el
sufrimiento inescrutable».
Yo le pregunté ¿qué quieres decir con eso?, y él me dijo:
(cita de su libro The Case for Mracles) "el sufrimiento sin sentido significa que un sufrimiento simplemente
está ahí, no logra un bien mayor, no tiene ningún propósito. El sufrimiento
inescrutable significa que no sabemos cuál es el propósito, pero tenemos
razones para creer que Dios es providencial, amoroso y todopoderoso. Nuestro
sufrimiento puede parecernos sin sentido, pero no lo es”.
Aquí está el quid de la cuestión: “Dios usa el mal para producir un bien mayor que de otro modo no podría
lograrse; aunque es posible que no comprendamos cómo darle nuestra inteligencia
finita en nuestra naturaleza falible”.
En otras palabras, usted dijo que “tenemos un marco limitado de conocimiento sobre la verdad del
cristianismo y dentro de ese marco nuestros rincones de ignorancia. Dios es
infinito e ilimitado; también es poder, conocimiento y sabiduría, y nosotros no
lo somos. Debemos ser conscientes de
que ciertas cosas van a resultarnos incomprensibles”. (Fin de la cita)
Y creo que es verdad. Dios es soberano, Dios elige sanar. Él
eligió sanar a Bárbara. Le preguntamos a Bárbara: "¿Por qué te curaron?" "No sé", dijo. Cuando le pregunté a Duane Miller "¿por qué te curaron?", Dijo "No sé". No hay una fórmula para explicar
esto.
Mark Mittelberg: entonces, según te escucho decir, ¿hay
un punto en el que sólo puedes aferrarte a la fe?
Lee Strobel: Sí, bueno, hay un punto en el que, ya
sabes, hay una época para todo, hay una época incluso para "rendirse"
y lo que quiero decir con eso es que, a veces, nuestra curación la deseamos
tanto que se convierte en un ídolo y decimos: “Dios, te amaré, te seguiré y te obedeceré si me sanas”. No lo decimos directamente, pero lo pensamos. La
sanación se convierte en un ídolo.
A veces necesitamos rezar lo que se llama una “oración de renuncia”. Esto es lo que Jesús rezó en el
Jardín de Getsemaní. La oración de renuncia dice: “Quiero confiar en Ti,
Padre. Mi espíritu sabe que puedo confiar siempre en estas verdades, incluso
cuando no siento nada, sé que estás allí, que me amas, que solamente tú sabes
que es lo mejor para mí, así que, ahora, por un acto de mi voluntad, lo pongo
todo en tus manos, aceptaré tu voluntad, sea la que sea”.
El Dr. Grote rezaba esta oración y yo le pregunté en una
ocasión: "¿cómo ha cambiado tu
actitud hacia la curación?", Y esto es lo que me dijo: "En
lugar de sentir que siempre estoy golpeando a Dios con mis puños ahora siento
que siento que estoy descansando en sus brazos".
Así que, estas son preguntas difíciles.
Mark Mittelberg: Pero todavía deja espacio para que
Dios actué.
Lee Strobel: Sí, todavía tiene espacio.
Mark Mittelberg: La otra cosa que creo haberte oído
decir es que, en Nazaret, Jesús no hizo muchos milagros, debido a la falta de
fe que había allí. ¿Nos rendimos a veces demasiado temprano?
Lee Strobel: Sí, incluso el Dr. Grote. Una vez le
dije: "¿todavía rezas por tu esposa?", Él me dijo: "sí,
lucho por ella. Me coloco detrás de ella, le pongo las manos sobre la cabeza y
digo: «Dios, esto está roto, por favor ¡cúrala!».
Y continúa orando, pero también él llegó a un punto donde dijo:
"Dios, tú lo sabes mejor que yo, nos amas, nos cuidas y voy a confiar
en ti, incluso en esto, sé que vas a sacar algo bueno de esto de alguna manera
y que finalmente será curada".
Mark Mittelberg: Tenemos una pregunta de Michael,
desde Cambridge, Inglaterra. Es una pregunta difícil.
"¿Qué evidencia
tienes que no sea anecdótica o testimonial?"
Lee Strobel: Bueno, ¿qué evidencia tenemos que no sea
anecdótica o testimonial?
En primer lugar, la evidencia testimonial es una evidencia
poderosa, no en vano, las personas son condenadas en el tribunal de justicia.
Quiero decir, te apuesto a que, si su hermano fuera asesinado, querría testigos
oculares en un tribunal de justicia que testificaran.
Un testimonio es una evidencia en un tribunal de justicia,
así que, no hay que descartar los testimonios, porque, si
éstos provienen de múltiples fuentes fidedignas, que no tienen motivo para
mentir y que han podido ver y experimentar lo que sucedió, hay que darles algo
de credibilidad.
En segundo lugar, tenemos estudios científicos. Tenemos
múltiples estudios que muestran que aquellas personas que han tenido a gente
rezando por ellas después de una operación, experimentaron una mejor
recuperación que aquellos que no han tenido a nadie que les rezara.
Tenemos el estudio que se hizo en Mozambique y en Brasil y que
ya he mencionado, con personas que eran prácticamente ciegas y sordas, se rezó
por ellas y se les hizo un examen inmediatamente después.
Este es un estudio científico válido que cumple con los estándares
de los estudios científicos publicados en una revista médica secular revisada
por pares.
Mark Mittelberg: Pero déjame que te pregunte algo
que, supongo, muchas personas aquí se preguntaron cuando hablaste, porque
mencionaste unos estudios que demostraban que los pacientes que habían recibido
oraciones por su sanación habían mejorado y, sin embargo, creo que incluso lo
que he oído, incluso de Michael Shermer, el escéptico al que entrevistaste, es
que no es así.
Es decir, sí que se realizaron unos estudios donde un grupo
de personas estuvo rezado por la sanación de unos pacientes, y a su vez no
rezaron por otro grupo de pacientes y el resultado es que no hubo ninguna
diferencia entre unos y otros pacientes. De hecho, lo que recuerdo es un
estudio, donde les fue peor a aquellas personas por las que se había rezado.
Lee Strobel: (Michael Shermer) me arrojó ese estudio
a la cara durante mi entrevista. Sí, literalmente me dijo: “Oh, Strobel, me podrás contar todas las
anécdotas que quieras, pero el mejor estudio que se ha hecho, el mejor estudio
científico, un estudio que ha llevado de diez años y costado 2,4 millones de
dólares, donde un grupo estuvo rezando por unos pacientes concretos pero no
rezó por otros pacientes. Pues bien, ¡La oración no solo no mostró ningún
efecto en los pacientes, sino que algunos incluso empeoraron!”
Mark Mittelberg: escucharás eso todo el tiempo, ¿no?,
la gente lo te echará encara.
Lee Strobel: si, así que pensé, ¡caramba! esto es un
problema. Me supo mal. ¿Qué hice entonces? Lo comprobé. Así que fui a un ver a
un doctor de Harvard, la doctora Candy Gunther Brown, de la Universidad de
Indiana y le dije: "¿qué pasa con
ese estudio?" Y ella se rio y dijo: "bueno, lo que necesitas saber sobre ese estudio es -porque todos los
otros estudios muestran un efecto de la oración-, por qué este estudio es
diferente”, me dijo ella: "lo
que hay que mirar es quién estaba haciendo la oración, porque no eran cristianos, eran miembros de un
culto teológico, que no creían en un Dios personal, no creían en el poder de la
oración, ni siquiera creían que Dios hiciera milagros. A esos fueron a quienes eligieron para que rezaran en aquel estudio; y
supuestamente habían estado rezado para llevar a cabo el estudio".
Le pregunté: "Entonces,
¿qué nos dice este estudio sobre el poder de la oración cristiana?",
Me miró y me dijo: "nada, podrías
haber tirado igualmente esos 2,4 millones de dólares por el inodoro porque,
todo lo que este estudio muestra es que las oraciones de esa secta no funcionan”.
Bueno, eso mismo te lo podría haber dicho yo gratis, sin
pedir nada a cambio.
Mark
Mittelberg: ¿Se lo
dijiste a Michael Shermer?
Lee Strobel: Creo que desde aquel entonces ya ha
aprendido algo. Le enviaré el libro. Me gusta Michael, por cierto. Michael
Shermer es un escéptico, no estamos de acuerdo en prácticamente nada, pero creo
que es un buen tipo. Lo he entrevistado y le he cedido tres capítulos en el
libro para que presente sus tesis, pero simplemente no creo que funcione, no
creo que sus tesis se mantengan.
Mark Mittelberg: Bueno, lo he leído, estoy de
acuerdo.
Aquí hay una pregunta. Tengo que tomar esta porque es de
Nick de Dakota del Norte y yo crecí en Dakota del Norte.
Lee Strobel: Ah, ¿tú eres la otra persona de Dakota
del Norte? Creo que ahí sólo hay cuatro personas.
Es el estado menos visitado de los EEUU.
Mark Mittelberg: Sí, bueno, vamos a dejar el tema,
¿de acuerdo?
Lee Strobel: Nadie viaja a Dakota del Norte.
Mark Mittelberg: Vamos a ser simpáticos con Nick.
Aquí pregunta: "¿Conoces algún
milagro reciente que no haya salido en los medios?"
Lee Strobel: Claro, ¿me estás tomando el pelo?. Sólo
durante el descanso ya escuché hablar a los asistentes sobre dos casos milagrosos.
Sí, quiero decir, la mayoría de ellos no reciben eco. Me sorprendió cuando el
Chicago Tribune hizo un artículo sobre la curación de Bárbara. Ésta fue tan
sorprendente que incluso los medios seculares informaron de ella, sí. Pero en
general, ya sabes, no escuchas hablar sobre estas cosas.
He tenido al menos dos casos en mi vida que creo que solo
pueden explicarse como un milagro, así que… Sí, la mayoría de los milagros no
aparece en los medios.
Mark Mittelberg: Me
estoy acordando de uno del que sí se informó, pero del no se sacaron muchas
conclusiones. No sé si quieres contar la historia sobre el coche que volcó.
Lee Strobel: Sí,
cuento la historia en el libro. Una mujer conducía un automóvil, se salió de la
carretera en una autopista cubierta de agua por la lluvia en medio de la noche
y aterrizó boca abajo en un arroyo. El agua estaba entrando al coche.
La mujer murió en el impacto, su bebé, sin embargo, quedó
atrapada boca abajo en el automóvil, cabeza abajo, con el pelo justo al nivel
del agua, rozando el agua. Estuvieron allí ambos toda la noche.
Quiero decir, ella estuvo allí toda la noche. Su bebé -la
mujer estaba muerta por el impacto- el pequeño bebé está en ese coche que se está
hundiendo lentamente.
Alguien ve el coche, llama a los servicios de emergencia y
dice: "Por aquí hay un coche",
y vienen y no saben dónde está y están mirando y escuchan la voz de una mujer
que dice: "estamos aquí, estamos
aquí, estamos aquí", y así siguen esa voz, llegan al coche y pueden
rescatar a la niña, de salvarle la vida.
Se preguntan: "¿de
dónde ha salido esa voz?" Porque la mujer, no hay duda, había estado
muerta desde el impacto; ¿De dónde ha venido esa voz?, ¿Quién, quién decía?:
"estamos aquí, estamos aquí,
rescatadnos, salvadnos"
No sé, es una de esas cosas, será una de esas coincidencias
Mark Mittelberg: Tiene mucha pinta de un milagro y esta vez sí que apareció en los medios.
Lee Strobel: Lo
es, y recuerdo que uno de los ayudantes del sheriff, a quien le sucedió esto,
dijo: "mira, no creo en general en
este tipo de cosas, pero yo pienso que fue un milagro".
Mark Mittelberg: Tengo
que preguntarte por algunos de los milagros más comunes que ocurren hoy en el
mundo, sobre los que has escrito un capítulo completo, donde has entrevistado a
un amigo mío, Tom Doyle, y es algo que sucede principalmente en el mundo
musulmán. Háblanos de eso.
Lee Strobel: Esto
es absolutamente fascinante. Un alto porcentaje de musulmanes, creo que es el
50 por ciento, son analfabetos, no saben leer, por lo que no pueden leer las
Escrituras.
Además, creo que es el 85 por ciento de los musulmanes en el
mundo, no tiene un amigo cristiano.
¿Cómo podría llegar Dios a ellos?, ¿cómo les podría llegar
el Evangelio?
Bueno, está sucediendo un fenómeno en nuestro mundo, donde
Jesús se les aparece en sueños a los musulmanes, generalmente en países muy
cerrados, donde no se permite predicar el Evangelio. Es ahí donde Jesús aparece
en estos sueños.
Los que tienen estos sueños sienten un amor increíble
proveniente de Jesús y una aceptación y una armonía que su religión no ofrece y,
lo que es interesante, es que estos sueños están corroborados por elementos
externos.
Lo que pasa en los sueños no es que se vayan a dormir
musulmanes, tienen este sueño y se despiertan ya cristianos, no. Lo que
generalmente sucede es que Jesús en el sueño les dice: “Voy a enviar a alguien para que te hable de mí. Va a ser esta persona”.
En el sueño hay una persona más, es decir, en el sueño ven una persona más.
Un ejemplo típico es el de una mujer llamada Noor en El
Cairo, madre de varios hijos y que tiene un sueño en el que aparece Jesús. Noor
siente un increíble amor por Jesús. Él le dice: "He muerto por ti, Noor, te quiero".
Y ella le dice: "dime
¿cómo puedo saber que tú...?", Y él le interrumpe: "mi amigo te lo dirá" y ella pregunta:
"¿quién es tú amigo?",
Jesús dice: "mira, aquí está".
Ella está al día siguiente en el mercado de El Cairo, que es
un lugar enorme, ya sabes, caótico, y ve al hombre que se le apareció en sueños
y dice: "eres el hombre que estaba
en mi sueño, yo te he visto" y él le contesta: "¿era un sueño acerca de Jesús? ",
"sí", dijo ella, él dijo:
"déjame que te cuente sobre él”.
Ese hombre era un misionero y le explicó el Evangelio en el mercado. Hay
elementos que corroboran esta historia.
Ahora os contaré lo que ocurrió una vez en mi iglesia.
Yo soy pastor instructor en la Iglesia Woodlands, en Texas.
Como ustedes saben, somos muy importantes en la industria petrolera en Texas,
por lo que tenemos muchos contactos en Oriente Medio.
En una ocasión, una mujer, que estaba casada con un musulmán
y era musulmana, estaba buscando a Dios en su país, donde el Evangelio es
ilegal y le dijo: "Dios, no puedo
encuentro conexión contigo, Alá, dime quién es el verdadero Dios. Quiero
conocer a Dios". Estaba desesperada porque quería conocer a Dios y no
podía llegar a Él, no conseguía conectar con Él.
Se vino a vivir a Texas y aquí tuvo un sueño sobrenatural en
el que estaba en un lago y muy cerca había un hombre con un libro que estaba mirando
a lo lejos y lloraba.
Ella desconocía lo que era el bautismo ya que era musulmana
y no tenía ni idea de lo que significaba el bautizo.
Bueno, como digo, ella había tenido este sueño y un día se
encuentra con un vecino, que viene a nuestra iglesia, el cual la invita a venir
también a la iglesia.
Así que la mujer nos visita un día, se sienta en el pasillo
a esperar que comience el servicio. Alan Splawn, nuestro pastor, que es el que
se ocupa de los bautismos, pasa en ese momento caminando por el pasillo y ella
le dice: “¡Tú eras aquel tipo, tú te
apareciste en mis sueños. Eras tú el hombre que estaba en el lago!”.
La mujer acabó aceptando la fe en Cristo. Fueron los dos al
lago y Alan Splawn, que llevaba la Biblia abierta en la mano, la bautizó tal y
como ella había soñado anteriormente.
Aquí tenemos otra vez la corroboración de los elementos
externos. Es como en el caso de Ben Carson, aquella figura nebulosa que
escribía en una pizarra. Eso en sí no es un milagro, pero cuando resulta que lo
escrito en la pizarra coincide luego plenamente con el contenido de un examen
preparado de manera independiente, pues para mí eso significa algo.
Cuando alguien tiene un sueño y, de forma independiente, éste
se confirma al conocer a alguien que nunca antes habían visto, con quien se habían
encontrado en el sueño y además están tan convencidos de que es la misma
persona, que se acercan a ella y le dicen "¡Eres
tú. Tú eras aquel hombre!".
Mark Mittelberg: Es
impensable para un musulmán, especialmente en Oriente Medio, tomar esa
decisión, que puede ser una decisión que te puede costar la vida.
Lee Strobel: No
es que estas personas tengan una predisposición hacia el Cristianismo. Porque,
a) no lo conocen, y
b) es una violación de todo aquello con lo que han crecido;
los musulmanes creen que irán al infierno si se convierten en cristianos.
Es decir, que esto no es algo que se inventan con, no sé,
algún deseo de conversión previo o lo que sea.
Mark Mittelberg:
Tom tiene tres libros que ha escrito con estas historias que he mencionado, pero
tú cuentas algunos de los más importantes de estos.
Lee Strobel: Sí,
son extraordinarios; son unas historias poderosas; me recuerdan a nuestro amigo
Nabeel Qureshi.
Mark Mittelberg: bueno,
sí, ya mencioné a Nabil antes. Nabeel escribió el libro "Buscando a Alá,
encontrando a Jesús" donde nos cuenta una historia personal. Nabeel se
encontraba en una búsqueda intelectual de Dios.
Aunque Nabeel había crecido en una familia musulmana, estaba
empezando a encontrar argumentos que lo conducían cristianismo. Además Dios se
le apareció en tres sueños y una visión.
El sueño de Nabeel
En uno de los sueños aparece su amigo Dave, que era
cristiano, y que se le acerca a él. Lo ve a través de una puerta estrecha en un
banquete y lo mira y le dice: "David,
pensé que íbamos a comer juntos" y David lo mira y le contesta: "Pensaba que no habías aceptado la invitación".
Nabil se despierta.
Todo lo que sabía era que había estado al aire libre
(durante el sueño) sintiendo pánico. Empieza a echar de menos el cielo (con el
que acaba de soñar) porque sabía que el banquete representaba el cielo.
Llama a su amigo David Wood y le dice: "¿puedes interpretar este sueño?",
David comienza a reírse: "No
necesito interpretarlo, está en los Evangelios” y le indica el pasaje, que
Nabeel nunca había leído, donde se habla sobre el banquete y la puerta
estrecha, donde, mientras haya tiempo, hay que hacer todo lo posible por
aceptar la invitación y entrar.
Dios se había servido de los sueños para ayudar a Nabeel a
convertirse en cristiano, y este fenómeno es lo que está sucediendo no sólo en
los Estados Unidos sino en todo el mundo.
Buenos, sólo tenemos tiempo para unas dos o tres preguntas
más. Pero una que me ha gustado mucho es la que tengo aquí. Una mujer me
pregunta lo siguiente, vamos a ver… no, no es una mujer, perdón, es David de la
parte oeste de Michigan, que pregunta: “Lee,
me gustaría saber, dado que has estado trabajando en tu libro, pasándote dos
años estudiando este tema, ¿qué efecto ha tenido en ti, personalmente, conocer
todas esas historias, investigar y recoger toda esa información?
Lee Strobel: Creo
que nos encanta establecer categorías dentro del cristianismo, ¿no es así?
Están por un lado los tradicionales, hay carismáticas, también hay evangélicos;
tenemos, ya sabes, todas estas categorías diferentes y creo que la gente a mí me
clasificaría como evangélico, ¿verdad?, como evangélico y pensador. Si este
libro hubiera sido escrito por alguien etiquetado como carismático, pues es
posible que hubiera sido rechazado por la gente.
No soy necesariamente de esa tradición, pero todo esto me ha
abierto los ojos de una manera completamente nueva a la hora de entender la
forma de actuar de Dios en nuestro mundo, lo cual, no sólo me ha dejado con la
boca abierta sino que ha ampliado mi amor por Dios y mi fe en Él.
He comprendido que Dios no es simplemente una presencia
distante. Hay muchísimos cristianos que tienen una fe deísta, es decir, que
creen en un Dios, pero en un Dios lejano.
Y no es así, Dios es un Dios personal. Dios da sentido a la
vida y esperanza.
Dios no sólo escucha nuestras oraciones sino que las
responde también. Esto lo tengo profundamente asentado en mi fe.
Mark Mittelberg:
Todo lo que tenía, mis dos céntimos, porque viajo con Lee y hago mis
investigaciones, las cotejo, obtengo información y bueno, ya sabes, vengo de
una tradición cristiana, donde los milagros eran algo realmente excepcional,
que sólo ocurrían en el Nuevo Testamento y en algunas partes de Antiguo
Testamento.
En mi tradición cristiana no se espera que tengan lugar
milagros.
Todo esto está aumentando mi sentido de esperanza.
De hecho ahora rezo de manera diferente, Le pido a Dios que
tengan lugar curaciones y Le voy a pedir que realice milagros, porque, como tú
muy bien dices, Dios sigue haciendo milagros todavía y creo que la iglesia en
su totalidad debe ser consciente de esto.
Lee Strobel: Estoy
de acuerdo. Tengo un capítulo en mi libro donde me ocupo del hecho de que a
muchas iglesias les incomoda el tema sobrenatural.
Mark Mittelberg: ¿Qué quieres decir?
Lee Strobel: Quiero
decir que muchas iglesias quieren que las respeten y quieren que sus vecinos
piensen: “yo no soy como ese tipo extraño
de la televisión, yo soy un tipo normal, simplemente resulta que soy cristiano
y nos gusta que nuestros servicios religiosos estén muy bien hechos y
preparados. Nosotros no levitamos ni hacemos ese tipo de cosas”
Creo que a veces nos avergonzamos un poco de creer en cosas
sobrenaturales. Tengo un capítulo entero en el libro sobre este aspecto. En
cierto modo es algo que a mí también me ha pasado.
Recuerdo mis primeros días como pastor, en la Iglesia Willow
Creek. Por aquel entonces no estaba del todo a gusto en mi papel de pastor. Se
me pedía que echara una mano en las sesiones de oración de los mayores, donde
los mayores rezaban por los enfermos y los ungían con aceite. Así que tenía que
rezar por aquel grupo de gente y pensaba “¿Salgo
y rezo con firmeza para que Dios los sane? A ver, yo puedo rezar para que Dios
guíe la mano de los cirujanos, puedo rezar para que sus sufrimientos se vean
aliviados… pero… ¿debería rezar valientemente para que se curen? ¿Y qué pasa si
no se curan? Voy a quedar en evidencia y luego me voy a sentir como un idiota”.
Y bueno, pues, rezaba por la curación de los enfermos. Creo que es lo que hay
que hacer.
Mark Mittelberg:
Jesus dice: “No recibís porque no pedís”
Lee Strobel: Exactamente.
Santiago decía: “¡Ungid con aceite y orad
por los enfermos! Se nos pide que lo hagamos aunque a veces tengamos la
impresión de que no vaya a funcionar. Pero nunca se sabe, Dios es soberano,
Dios decidirá.
En mi libro cuento la historia de Adrian Holloway, que es un
evangelista de Inglaterra y que al principio se sentía muy reacio a orar por la
curación de enfermos en sus servicios evangelísticos, pero comenzó a hacerlo y
la gente comenzó a sanar. Sus casos fueron documentados y quise entrevistarlo
para que me contara cómo esto lo dejó anonadado y le cambió la vida.
Mark Mittelberg:
Un pastor británico
Lee Strobel: Esto
es lo que Sheila Walsh, la cantante, que es un encanto además de ser mi amiga,
dice sobre el libro y sobre cómo la prueba de que existen los milagros puede
cambiar nuestra fe. Ella dijo: "si
vuestra fe se vio renovada y fortalecida por el libro The Case for Christ (el
caso de Cristo), caeréis de rodillas y alabaréis al Señor mientras leéis The
Case for Miracles (el caso de los milagros)".
Y esa fue mi reacción mientras investigaba: caer de rodillas
y alabar a Dios diciendo "Dios es
grandioso, es poderoso, es amoroso, es amable, es soberano, no entiendo todas
sus medios, pero confío en que Él hará siempre lo correcto”.
Mark Mittelberg: Bien
dicho. Te tengo que hacer esta pregunta necesariamente, Lee. En tu libro tienes
una dedicatoria, que es una dedicatoria interesante, para alguien con un
apellido que me resulta familiar.
Lee Strobel:
Cierto, sí, le dediqué el libro a Emma Jean Mittelberg, la
hija de Mark. La llamo la chica milagrosa, porque es un ejemplo de alguien que
... bueno….. La esposa de Mark Mittelberg, Heidi, se puso de parto mientras
estaban de viaje por la zona rural de Dakota del Norte. La niña pesaba 2 libras
y 4 onzas cuando nació.
El bracito de la niña podía pasar por el anillo de boda de
su padre, así de pequeña era. Pero se aferraba a la vida y ¿sabes qué?, que
cuando eres tan prematura, tienes problemas pulmonares, generalmente mueres de
problemas pulmonares porque no puedes respirar bien, ¡y adivina qué pasó! ...
había un famoso médico especialista en enfermedades pulmonares, que solo
durante ocho días de su vida estuvo en el mismo hospital en el que se
encontraba la familia Mittelberg, y fue durante esos ocho días que estuvo en ese
hospital por única vez en su vida, que le salvó la vida a Emma Jean. Hoy en día
ella se acaba de graduar en la universidad y está bien.
Mark Mittelberg: Está genial, está fenomenal.
Una última pregunta quiero hacerte. Dijiste antes, que íbamos
a ver un milagro, sabes que en tu libro se habla mucho sobre el milagro espectacular
de la Creación y se habla también sobre el milagro esencial de la resurrección
de Cristo, pero hay un milagro personal que cada persona que nos escucha puede
experimentar.
Lee Strobel: Sí, tienes razón, quiero decir que no sólo
hemos podido presenciar un milagro esta
noche, lo que hicimos al ver cómo le regresaba la voz a Duane, sino que,
personalmente, todos podemos experimentar un milagro y ese es el milagro de la
redención, el milagro del cambio de vida, el milagro de recibir el regalo
gratuito de Dios del perdón y la vida eterna y convertirse en un hijo de Dios y
para ver luego cómo Dios cambia nuestros valores, nuestro carácter y nuestra moralidad
con el tiempo, 2 Corintios 5:17, ya sabes, «lo
viejo se ha ido lo nuevo ha llegado».
Lo nuevo, lo diferente, ya sabes…. miro a mi esposa y pienso
en aquel periodista ateo, narcisista, borracho, egoísta y autodestructivo del
Chicago Tribune que era yo antes y miro ese milagro que tuvo lugar a las 14:00
el 8 de noviembre de 1981, cuando finalmente respondí a la evidencia de Dios y
le abrí mi vida, recibí a Jesucristo como mi Señor y Salvador y luego pude ver
cómo iban cambiando mis valores, mi carácter, mi moralidad, mi actitud, mi
filosofía, mis relaciones, mis prioridades, y mi forma de ser padre a lo largo
del tiempo.
Creo que eso fue un milagro y creo que todos aquí, todos en
el planeta tierra pueden experimentar ese milagro, simplemente arrepintiéndose
de sus pecados, recibiendo el perdón a través de Cristo, ese regalo gratuito de
perdón y vida eterna y convirtiéndose de acuerdo con Juan 1: 12 en un hijo de
Dios.
Mark Mittelberg: Creo
que estamos tentados a decir, acércate a Dios y dile: “¿harías esto?, ¿sanarías mi pie?, ¿ayudarías a mi amigo?, ¿Harías esto?”
Y alguna vez lo haremos, pero lo único que podemos decir con
gran seguridad es que él perdonará tus pecados, te sanará espiritualmente, tal
como vimos en el caso de la película de “el caso de Cristo”. Fue tan
espectacular ver ese milagro espiritual en tu vida. Yo tengo mi historia
también y conozco a muchos de vosotros aquí que también la tienen. Muchos de
los que nos están viendo tienen sus historias también, pero si no es el caso,
este es un milagro que podría tener suceder en vuestras vidas esta noche
mismo.
Lee, voy a pedirte que concluyas la conferencia con una
oración, pero antes de que lo hagas, solo quiero mencionar una última vez, que
el libro está disponible, podéis solicitarlo esta noche, id a la página
caseformiracles.com, tienen precios increíbles, menos de la mitad del precio
por una unidad y si compra más
cantidades para su iglesia, os sale más barato todavía y el envío es gratis;
así que aprovechad eso, difundidlo, creo que mucha gente tomará a Dios en serio
y lo buscará de nuevas maneras y crecerá en Él de nuevas maneras a través de la
lectura de este poderoso libro, así que ayúdenos a correr la voz.
Bueno Lee, a menos que quieras decir algo más sobre esto,
sólo quiero retomar el tema y pedirte ¿por qué no rezas por ese milagro? Sí, por
cualquiera que lo necesite esta noche y tal vez por cualquier otra necesidad por
la que se esté orando ahora.
Lee Strobel: déjame
rezar primero. Si quieres que se produzca ese milagro en tu vida, el milagro de
redención, el milagro del cielo que te abre sus puertas. Si quieres que Dios le
dé un cambio a tu vida y te transforme día a día, entonces bajemos la cabeza y
cerremos los ojos. Para dar este primer paso no voy a pedirte que hagas nada
extraño, sólo di en tu corazón: "Señor
Jesús, creo lo mejor que puedo, que eres el único hijo de Dios, lo demostraste
al regresar de entre los muertos y confieso simplemente lo obvio, que es que
soy un pecador y quiero alejarme de eso. Quiero recibir tu regalo gratuito de
perdón y vida eterna que me compraste en la cruz. Ayúdame a llevar el tipo de vida que tú quieres que lleve.
Cámbiame,
transfórmame, porque desde este momento, soy tuyo, sí, y ahora, Padre, sabemos
por Lucas 15 «una fiesta se desata en el cielo cada vez que alguien viene a la
fe a través de tu hijo Jesucristo» y nos congratulamos de que oramos para otros
que están en el viaje. Oramos para que este libro les sea útil en su viaje,
oramos por cada persona aquí presente, por aquellas necesidades que pueda tener
en su vida, por los milagros que necesitan en su vida, Padre, sabemos que eres
soberano, sabemos que harás lo que creas adecuado, y también sabemos, aunque lo
tengamos por un cliché, lo que está escrito en Romanos 8:28, y es que harás que
salga el bien de cualquier circunstancia si te seguimos, si te somos fieles.
Lo harás, podemos
confiar en eso, y sabemos que nos sanarás por completo el día para que entremos
en el cielo, donde Te disfrutaremos para siempre. Te pedimos esto en el nombre
de Jesús. Y que todo el pueblo de Dios diga amén. Amén”
Permíteme animarte, si rezaste la oración con Lee, a que no
te vayas a la cama esta noche sin decírselo a alguien. Tal vez a alguien con
quien estás ahora, o a alguien a quien quieras enviar un mensaje de texto o
llamar por teléfono, y así comenzar esta misma noche a crecer en tu fe.
Si tienes otros problemas para los que necesitas un milagro
de Dios, pídeselo, estés donde estés, ya sea aquí mismo, en esta habitación con
otras personas, o donde sea que estés, orando con alguien, orando por ese
milagro que necesitas de Dios. Él te ama y se preocupa por ti, así que reza que
te conceda el milagro.
Sólo quiero terminar diciendo muchas gracias a todos
vosotros los de aquí, de Murfreesboro, muchas gracias.
Lee se va a poner en la mesa, va a hablar con la gente y si
queréis que os firme un libro os lo firmará. Ha sido una gran noche la que
hemos pasado juntos. Démosle a Lee una vez más las gracias y, sí otra vez,
gracias por la iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario