domingo, 28 de junio de 2020

¿Quién fue Herodes Antipas?

1. Introducción
      Segunda generación de Herodes
      Nombre

2. Familia

3. Tetrarquía de Herodes Antipas
      A. Testamento de Herodes I el Grande
      B. Disputas familiares
      C. Territorios de Galilea y Perea
      D. Herodes Antipas y su obra constructora
      E. Gobierno de Herodes Antipas

4. Matrimonio con Herodías

5. Herodes Antipas en los Evangelios
      Juan Bautista
      Pasión de Jesucristo

6. Destierro y muerte

7. Otras fuentes


1. Introducción
     
Segunda generación de Herodes
Ya dijimos más arriba que a la muerte de Herodes I el Grande su reino se dividió entre tres de sus numerosos hijos, uno de los cuales fue Herodes Antipas.

Herodes Antipas

Con estos tres herederos del monarca llegamos a la segunda generación de herodianos que controlarán la vida política de los judíos durante más de un siglo.

Nombre
En el Nuevo Testamento aparece este monarca en 17 ocasiones. En 16 de ellas se refieren a él simplemente como el monarca Herodes o Herodes el Tetrarca.

Tan sólo en el versículo 13 del segundo capítulo del Apocalipsis se hace referencia a él con el nombre de Antipas.
Flavio Josefo, sin embargo, sí que lo llama Antipas.

Al parecer Antipas no era un nombre raro en aquella época, sobre todo en el mundo griego estaba bastante extendido.  

Tanto el nombre de Herodes como el de Antipas eran de origen helénico:
a) Herodes (ρδης) vendría a significar algo así como descendiente o vástago de héroes.
Este es un nombre común a casi todos los sucesores o herederos de Herodes I el Grande, el creador de la dinastía y la primera figura con este nombre.
También nos encontramos con la versión femenina de este nombre en Herodías (ρδιάς)

b) El segundo nombre del monarca, Antipas (ντιπς), no parece suscitar tanta unanimidad entre los filólogos y se han llegado a proponer hasta tres posibles etimologías para explicar su significado:

1. Antipas (ντιπς) sería un nombre compuesto de ντί = contra y πς = todo, cualquiera.
De esta manera Antipas significaría “contra todo” o “contra todo el mundo” o bien “contra cualquiera”.

2. Otros ven en Antipas un forma alternativa del nombre compuesto Antipatros (ντίπατρος) que estaría formado por ντί = contra y πατρος = padre. Con lo cual en nombre no significaría otra cosa que “contra el padre” o “contra su padre”.

3. Una tercera teoría ve también en Antipas (ντιπς) una forma altenativa de Antipatros (ντίπατρος) formado por ντί y πατρος, sólo que aquí el prefijoντί no significa “en contra” sino “en lugar de”, por lo que el nombre de Antipatros significa “representante de su padre” o bien “semejanza a su padre”. O sea, lo que solemos decir en español cuando decimos de alguien que es “el vivo retrato de su padre”.
Esta tercera y última hipótesis nos parece la más cargada de sentido. No parece muy lógico llamar a alguien “contra todo” o “contra su padre”.

Lo que más unanimidad suscita entre los filólogos es que Antipas es la abreviatura jónica del nombre Antipatros y que este nombre de Antipatros tenía en la Antigüedad una gran popularidad en el mundo griego.

Curiosamente en todas las monedas que Antipas ordenó acuñar aparece sólo el nombre Herodes.

2. Familia
Herodes I el Grande se casó en diez ocasiones y engendró un mínimo de catorce hijos.
Alguno de sus hijos (y alguna esposa también) fueron víctimas de la paranoia de su padre que no tuvo ningún reparo en mandarlos ejecutar cuando creía que estaban tramando algún complot para apartarlo del poder.

Su cuarta mujer, una prudente samaritana de nombre Maltace (en griego Μαλθάκη- Malzaque), supo ver el peligro que suponía entrar en el juego de intrigas palaciegas, en el que aparentemente habían entrado otros miembros de la extensa familia herodiana, y decidió mantenerse en un discreto segundo plano y no dar motivo alguno de sospechas a su marido, para que este no exigiera ni su cabeza ni la de ninguno de sus hijos.

Efectivamente, esa cautela de Maltace no sólo hizo que sobreviviera (por poco tiempo, eso sí) a su sanguinario marido, sino que se vio recompensada con creces, cuando a la muerte de Herodes el Grande éste dispuso en su testamento que su reino fuera repartido entre tres de su numerosos vástagos, dos de los cuales eran hijos de Maltace: Arquelao (principal beneficiado en la herencia) y Antipas.

Los tres hijos que dicha Maltace había tenido con Herodes I el Grande eran:
a) Arquelao, el primogénito, nacido hacia el año 23 a.C.
b) Antipas, segundón, nacido el año 21 a.C.
c) Olimpia que nació alrededor del año 19 a. C.

Tanto Arquelao como Antipas fueron educados en Roma, donde se preparan para suceder a su padre cuando este fallezca.

En el primer versículo del capítulo 13 del libro de los Hechos de los Apóstoles leemos que un tal Manaén, miembro de la comunidad cristiana de Antioquía, había sido compañero de estudios de Herodes Antipas: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía unos profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que había sido criado con el tetrarca Herodes, y Saulo”. (Reina Valera Actualizada, 2015)

Ignoramos si se refiere aquí el escritor a Manaén también fue educado en Roma o no.

3. Tetrarquía de Herodes Antipas

A. Testamento de Herodes I el Grande
Entre los últimos días del mes de marzo y los primeros del mes de abril del año 4 a. C. fallece Herodes I, llamado más tarde el Grande.

Flavio Josefo nos narra en su obra “Las Antigüedades de los judíos” (Libro XVII, capítulos VI al VIII) la muerte de Herodes con todo lujo de detalles.

Flavio Josefo atribute la penosa agonía del monarca a un castigo divino por sus muchos pecados.
Tres años antes de dejar este mundo hace ejecutar a los dos hijos de su segunda mujer, Mariamna I (reina asmonea), Aristóbulo y Alejandro.

Poco antes de fallecer manda asesinar también a su primogénito Antipatro, el único hijo que había tenido con su primera mujer Doris.

Herodes se ve en la obligación de realizar cambios en su testamento, pues ha eliminado a los tres primeros hijos varones en la línea de sucesión.

Se reúne a la gente en el teatro de Jericó y se leen en público las últimas voluntades del finado monarca.

Los tres vástagos siguientes en la línea sucesoria son los que van a heredar sus dominios. Estos son:
a) Herodes Arquelao, hijo de la cuarta mujer de Herodes, la samaritana Maltace, hereda, con el título de etnarca, las regiones de Judea, Samaria e Idumea. Se llevó la mejor parte en el reparto de los territorios.

b) Herodes Antipas, hijo también de Maltace, recibe Perea y Galilea, que gobernará con el título de Tetrarca

c) Herodes Filipo II, hijo de Cleopatra de Jerusalén, quinta esposa de Herodes I, obtiene Iturea, Traconítida, Gaulanítida, la Batanea y Paniada que va a administrar también con el título de Tetrarca.

d) A la propia hermana de Herodes el Grande, Salomé, le corresponden las ciudades de Jamnia (o Yavne), Asdod y Fasael (o Fasayil), así como cinco mil dracmas de plata.

Reparto del reino de Herodes 


B. Disputas familiares
Nada más hacerse público el testamento de Herodes I, comienzan las disputas entre los herederos, especialmente entre Herodes Antipas y Herodes Arquelao.

La causa de la discordia es que, cuando Herodes I, manda asesinar a sus dos hijos Aristóbulo y Alejandro, pone a su hijo Herodes Antipas como principal heredero de su reino.

Más adelante realiza cambios en el testamento y desplaza a Herodes Antipas para colocar en su lugar a Herodes Arquelao.

Ante el cruce inacabable de acusaciones no queda más remedio que acudir al César que es el que tiene la última palabra, cuando se trata de dirimir cuestiones de tipo sucesorio entre los reyezuelos clientes que menudeaban en el oriente del imperio.

Así pues, los herederos marchan a Roma para que el emperador Augusto decida qué hacer conforme al testamento del difunto monarca.
Nos hallamos en el año 3 a.C.

El emperador Augusto convoca un conclave en el Templo de Apolo Palatino. Ahí se oirá a las dos partes y se dictará sentencia.

Ante el emperador Augusto se van a presentar no dos, sino tres fracciones de judíos, cada una con sus propios intereses:

a) Antipas, que acude acompañado de un numeroso séquito partidarios de su causa, y que solicita que no se tenga en cuenta el último testamento sino el anterior, en el cual se le nombraba a él heredero principal.
El portavoz y defensor de Antipas ante el César acusa también a Arquelao de haberse de haberse hecho con el primer puesto en el Testamento de manera fraudulenta.

b) Arquelao, que también se encontraba en presencia del emperador, niega las acusaciones y solicita de Augusto que se respeten las últimas voluntades de su padre.
A Arquelao le acompañaba su medio hermano Filipo, el cual había acudido a Roma a defender la causa de aquel, y ver si, de paso, le caía algo adicional en el reparto de la herencia de Herodes I el Grande.

c) Además, y para complicar todavía más el asunto, comparece un grupo de 50 judíos que había venido desde Judea y que apoyados por la comunidad judía romana (Flavio Josefo nos refiere que se les unen 8000 judíos de Roma) acusan tanto al difunto Herodes el Grande como a su hijo Herodes Arquelao de haber cometido todo tipo de abusos y atrocidades contra el pueblo judío y solicitan que toda la región pase a estar gobernada por los romanos como parte de la provincia romana de Siria.

Informan al César de que Arquelao comenzó su gobierno matando a 3000 judíos.
El César, una vez escuchadas todas las partes, disuelve el consejo y pocos días después da a conocer su veredicto.

Augusto confirma el último testamento de Herodes I, dando la mitad del reino a Arquelao y concediéndole el título de etnarca. Además promete nombrarle también rey más tarde, si hace méritos para ganárselo.

La otra mitad del reino la divide en tetrarquías y se las entrega a los otros dos hijos de Herodes: una a Filipo y la otra a Antipas.

Antipas recibe Perea y Galilea.
Filipo se quedó con Batanea, Traconítide, y Auranítide.

Tetrarquía de Herodes Antipas (color morado) 

Ambos reciben el título de Tetrarcas, que significa, gobernadores de la cuarta parte. Efectivamente, cada uno de estos dos herederos pasa a gobernar una cuarta parte del anterior reino de Herodes I; las otras dos cuartas partes, o sea la mitad cae en manos de Herodes Arquelao, que no es tetrarca sino etnarca, un título superior.

C. Territorios de Galilea y Perea
La tetrarquía de Herodes Antipas estaba compuesta por dos regiones que no sólo eran muy diferentes la una de la otra, sino que además se hallaban separadas por un trozo de la región pagana llamada Decápolis.

Una de las regiones era Galilea, dividida a su vez en la Alta Galilea (al norte) y la Baja Galilea (más al sur) y la otra era Perea, región situada justo al este del río Jordán.

Si bien es cierto que los dominios de Antipas están separados, cosa que no ocurre en los territorios de sus dos hermanos gobernantes, a cambio la población de ambas regiones es predominantemente judía, lo que supone tener menos conflictos entre judíos y gentiles, como sucedía en aquellas zonas donde la población era mucho más heterogénea.  

Antipas se muestra en todo momento como un gobernante pacífico que no desea conflictos con los vecinos, ni con sus hermanos, ni con otros gobernantes y por supuesto, mucho menos con los prefectos y legados romanos, que administraban regiones colindantes a las suyas.

De los únicos que se debía preocupar era de los belicosos nabateos, cuyo reino se hallaba al este de Perea, y cuyos monarcas reclamaban como suyas algunas ciudades, aldeas y campos que se encontraban en Perea.

Para conjurar el peligro de un posible ataque de sus vecinos de oriente, Herodes Antipas había contraído matrimonio con Phasaelis, princesa nabatea, hija del rey de los nabateos Aretas IV.

D. Herodes Antipas y su obra constructora
Como ya hiciera su padre Herodes el Grande, Antipas va a patrocinar también la construcción de edificios propios de la cultura grecorromana como teatros, gimnasios, termas, estadios, etc.

1. En Galilea
a) reconstruye la ciudad de Séforis (Sephoris) -en griego Sepphoris (Σεπφώρις)- que a partir del año 3 a. C. se convierte en la capital de su Tetrarquía.

b) a partir del año 17 d.C. comienzan las obras de una nueva ciudad, que tan sólo dos años más tarde, le arrebata la capitalidad a Séforis.

Estamos hablando de Tiberiades o Tiberias, ciudad que manda construir Herodes Antipas en la orilla oeste del lago Genesaret en honor del emperador Tiberio, que había sido su mentor.
Más tarde el lago a cuyas orillas se levantó dicha ciudad también pasará a llamarse lago Tiberiades.
La ciudad es construida siguiendo los cánones arquitectónicos grecolatinos, con un foro, un teatro, circo, etc.

Tiberiades fue levantada sobre la necrópolis judía de la vecina ciudad de Hammat, por lo cual la localidad pasó a ser considerada por los judíos más escrupulosos como una ciudad impura.

De hecho se dice y se repite que Jesús nunca puso un pie en dicha ciudad, predicando su palabra y realizando milagros en localidades cercanas, pero sin entrar nunca a la ciudad de Tiberiades.

Esta ciudad fue preminentemente gentil en un principio, pero poco a poco se fueron estableciendo ahí cada vez más familias judías, hasta que después del año 70 d.C., destruida Jerusalén y su templo, Tiberias pasó a ser un centro importante para el judaísmo.

2. En Perea
a) En esta región Herodes Antipas amplía la villa de Beth-Aramphtha y la rebautiza con el nombre de Livia, en honor de la esposa del Emperador Augusto y madre de Tiberio, que se llamaba en un principio Livia Drusila, pero que más tarde pasó a llamarse Julia Augusta. Es por eso que la ciudad cambió también el nombre de Livia a Julia.

E. Gobierno de Herodes Antipas
Como ya hemos mencionado más arriba Herodes Antipas gobernó sus dos regiones con el título de tetrarca, que era un grado inferior al que detentaba su hermano el Etnarca Arquelao.

El hecho de ver cómo pasaba de ser el principal heredero en el testamento de su padre a verse desplazado por su hermano Arquelao, debió de ser un duro golpe para el joven Herodes Antipas, que escasamente contaba con veinte años cuando murió su padre.

Es posible que se viera toda su vida como la víctima de las intrigas de su hermano Arquelao que le usurpó la Tetrarquía sobre Judea, Iturea y Samaría, la mejor parte de la herencia.

Quizá fuera este episodio una espinita que llevara clavada toda su vida y que más tarde su mujer Herodías se encargó de remover con pésimas consecuencias, como ya veremos.

El caso es que Herodes Antipas se esforzaba por mantener la paz fuera de sus fronteras, como ya hemos indicado, pero también tenía interés en que sus súbditos judíos mantuvieran la calma.

Durante el gobierno de Herodes Antipas, que es largo (43 años, de 4 a.C. al 39 d.C.) y bastante estable, no se producen incidentes graves en sus territorios.

Antipas es un monarca de carácter débil y manipulable, no tiene una línea de actuación clara y lo vemos actuar unas veces de una manera y otras de la contraria.

Así pues tenemos a un jovencísimo Antipas ambicioso que marcha a Roma a defender ante el emperador Augusto sus derechos sucesorios, que él cree que le han sido arrebatados mediante un estratagema por su hermano Arquelao, pero más adelante el mismo Antipas es reacio a acudir de nuevo a Roma a solicitar, esta vez ante Calígula, el título de rey para su persona.

Vemos ambición desmedida y conformismo.
Vemos también que es respetuoso con los judíos religiosos y evita imprimir imágenes en las monedas por no provocarlos, pero luego construye una ciudad completamente pagana sobre un antiguo cementerio judío, o peor aún, comete un escándalo monumental cuando se divorcia de su legítima esposa para casarse con la mujer de su medio hermano.

Por un lado Antipas busca a Jesús para matarlo, como nos indica Lucas en el capítulo 13, versículo 31 de su evangelio, (En la misma hora llegaron ciertos fariseos y le dijeron: “Sal y vete de aquí, porque Herodes (Antipas) te quiere matar." RVA 2015.), pero cuando lo tiene delante no consta que lo maltratara físicamente.

Por un lado manda encarcelar a Juan Bautista por criticarle, pero por otro lado le guarda respeto, y no se atreve a mandarlo ejecutar.

De la misma manera, considera a Juan un hombre justo, pero acaba decapitándolo.

Con respecto a su mujer Herodías, vemos que es poco menos que un títere en sus manos:
Cuando ella solicita, por medio de su hija Salomé, que se ponga fin a la vida del Bautista, Antipas consiente.

Cuando a Herodías se le antoja que su marido debe tener el mismo rango que el zángano de su hermano Agripa I, no para de insistir hasta que finalmente consigue que Antipas embarque hacia Roma para rogarle al emperador el título de rey.

En fin, vemos que no es éste un monarca con el carácter y personalidad de su Padre Herodes I, por ejemplo.

Ya hemos mencionado que Antipas evitaba provocar a los más religiosos renunciando a grabar efigies suyas o de los emperadores romanos en todas aquellas monedas que mandaba acuñar.

Moneda con las inscripciones Herodou Tetrarjou (de Herodes Tetrarca) y Tiberis.

En tres ocasiones, sin embargo, escandaliza al pueblo judío:
a) Cuando construye la capital de su Tetrarquía, Tiberiades, sobre un cementerio.

b) Cuando se divorcia de su mujer nabatea para casarse con Herodías, mujer de su medio hermano Filipo (doble o triple escándalo, según se mire)

c) Cuando manda encarcelar y más tarde decapitar a Juan Bautista, considerado por muchos un hombre justo, cuando no un profeta.

Veamos más en detalle estos dos últimos incidentes, pues del primero ya hemos hablado anteriormente.

4. Matrimonio con Herodías
Como ya hemos adelantado antes, Herodes Antipas se había casado, con toda seguridad por motivos estratégicos, con la hija de Aretas IV, rey de los nabateos.

Con este matrimonio se blinda ante una posible invasión por parte de sus vecinos nabateos, que eran tremendamente expansionistas y que apetecían de ciertas zonas de Perea.

En algún momento Herodes Antipas se encapricha de su cuñada (la mujer de su medio hermano Herodes Filipo I), que también era su sobrina (pues era hija de su otro medio hermano Aristóbulo).

Decide casarse con ella, para lo cual se han de romper dos matrimonios, pues como acabamos de mencionar, Herodías también estaba casada, además, y para mayor escándalo, con un hermano de Herodes Antipas.

La rotura de su matrimonio y su unión con Herodías va a resultar un auténtico quebradero de cabeza para el tetrarca, por dos razones principalmente.

En primer lugar, el rey nabateo Aretas IV, irritado por ver como su hija Phasaelis ha sido rechazada por Herodes Antipas, decide aprovechar la ocasión para atacar a su yerno y resolver, de esta manera, algunos viejos problemas fronterizos que quedaban pendientes y que habían quedado en tres paréntesis, por aquello de no discutir con la familia.

Rotos ahora todos los vínculos familiares con Herodes Antipas, y sintiéndose además ofendido por la humillación que dicho personaje ha infligido a su hija, Aretas IV ve llegado el momento oportuno para atacar a Herodes Antipas.

Los ejércitos de uno y otro gobernantes se enfrentan y son las tropas de Antipas las que salen peor paradas.

Perecen numerosos soldados judíos en el ataque de los nabateos y los ciudadanos más religiosos interpretan en la derrota un castigo divino por haber cometido triple escándalo:

a) Rompiendo su legítimo matrimonio

b) Rompiendo un segundo matrimonio

c) Uniéndose a la mujer de su hermano, algo que la Ley bíblica condenaba sin tapujos (Levítico, 
capítulo 18, versículo 16 y Levítico, capítulo 20, versículo 21) pues se estaría cometiendo una inmundicia.

Entre estos judíos celosos de su Ley se encontraba un asceta, que vivía en el desierto y predicaba el arrepentimiento y la llegada del Mesías.

Dicho profeta, llamado Juan el Bautista, pues sumergía a sus seguidores en las aguas del Jordán, denunciaba públicamente el pecado que Herodes Antipas estaba cometiendo y no se amilanaba ante las amenazas que recibiera para callarse.

Herodes Antipas no se atreve a quitarle la vida porque lo tiene por profeta y porque el pueblo lo admira como hombre justo.

Cuando la insolencia de Juan llega a límites inaceptables para el tetrarca, éste lo hace encarcelar, pero insiste en respetarle la vida, para exasperación de su nueva mujer Herodías, que no entiende como su marido, el hombre más poderoso de la región, consiente la permanente afrenta que supone escuchar al pertinaz deslenguado criticar la relación que ambos mantienen.

5. Herodes Antipas en los Evangelios
Herodes Antipas aparece mencionado 17 veces en los Evangelios.

a) 5 veces en el Evangelio de Mateo
b) 2 veces en el Evangelio de Marcos
c) 7 en el Evangelio de Lucas
d) 2 veces en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
e) 1 vez en el Apocalipsis.

De las 5 veces que se menciona al Tetrarca en el Evangelio de Mateo, 4 de ellas se hace en relación a la muerte de Juan el Bautista.

De las 2 menciones que se hacen al mismo Tetrarca en el Evangelio de Marcos, también se hacen en relación al martirio del Bautista.

3 de las menciones que encontramos de Herodes Antipas en el Evangelio de Lucas se hacen también en relación a la decapitación de Juan Bautista.

Herodes Antipas observando la cabeza del Bautista. Obra de Andreas Duncan Carse

Una de las menciones que se hace en el Evangelio de Lucas se hace en el marco de la Pasión de Jesucristo.

Veamos que se nos cuenta en los Evangelios de Herodes Antipas.

Juan Bautista
Como acabamos de señalar, Herodes Antipas aparece mencionado 17 veces en los Evangelios. De esas 17 menciones, 9 se hacen en el marco de la ejecución de Juan el Bautista.

Todos conocemos la historia de aquella muchachita, que la tradición bautizó como Salomé, que durante una fiesta de cumpleaños en honor de Herodes Antipas, supo bailar con tanto donaire y gracia que hizo las delicias de los comensales.

Herodes Antipas quedó tan deleitado con las artes de la chiquilla que le prometió delante de todos darle aquello que ella le pidiera.

La joven, abrumada por aquel rapto inesperado de generosidad del tetrarca no sabe que contestar y lo consulta con su madre, que no es otra que Herodías, la cual ve llegada la ocasión de desquitarse con aquel insolente predicador que no deja de incordiarle con sus acusaciones.

Así pues, Salomé, instada por su madre le pide al Tetrarca la cabeza del Bautista.

Herodes Antipas se entristece al oír aquello pero no puede incumplir la promesa que ha hecho delante de tanta gente, sin que su credibilidad quede maltrecha.

Se hace lo que la jovencita solicita y Juan es decapitado.
Podemos leer este relato en Mateo capítulo 14, versículos 1-12 y en Marcos, capítulo 6, versículos 14-29.


Degollación del Bautista. Obra de Juan Martínez Montañés

Pasión de Jesucristo
El único Evangelio que menciona a Herodes Agripa en relación a la pasión de Jesucristo es Lucas.
En el capítulo 23 del Evangelio de Lucas, de los versículos 6 al 12 nos relata el evangelista el encuentro que Herodes Antipas tuvo con Jesús, y que como vamos a ver, no pudo resultar más decepcionante para el Tetrarca.

Cuando el prefecto Poncio Pilato se encontraba interrogando a Jesús, se da cuenta de que el detenido no es culpable de nada y pretende dejarlo marchar, pero sus acusadores no cejan de pedir castigo.
Cuando los sacerdotes le comentan que Jesús venía predicando y   alborotando al pueblo desde Galilea a Judea, a Pilato se le enciende la bombilla; ya sabe cómo quitarse el problema de encima: le va a enviar el reo a Herodes Antipas.

Jesús ante Herodes Antipas. Obra del Maestro de Sijena

Efectivamente la ocasión no puede ser más propicia: se acaba de enterar de que el supuesto alborotador es galileo y precisamente por aquellas fechas andaba el tetrarca de Galilea por Jerusalén, pues como buen gobernante de súbditos judíos que era, debía dar buen ejemplo y participar en las fiestas religiosas. ¿Y qué fiesta hay que sea más importante que la Pascua?

Herodes Antipas se alegra mucho de conocer en persona a Jesús, pues había oído hablar de él y quería verle realizar algún milagro.

Comienza entonces el tetrarca a acosarle con preguntas y a solicitarle que lleve a cabo algún portento.
Jesús ni se inmuta, no contesta y, por supuesto, no sorprende a Antipas realizando ningún prodigio.
Herodes Antipas, aburrido y desilusionado, comienza a burlarse de él, ordena que lo vistan con ropa ostentosa y se lo devuelve a Pilato. No encuentra ninguna culpa tampoco en él.

Al parecer aquel gesto de deferencia que Poncio Pilato había tenido para con él hizo que ese día apartara a un lado la vieja animadversión que sentía por el romano y ambos llegaran a hacerse amigos.

Herodes Antipas y Poncio Pilato se hacen amigos. Obra de Friedrich August Ludy

6. Destierro y muerte
En su libro Las Antigüedades Judías (libro XVIII, capítulo VII) nos relata detalladamente, cómo Herodes Antipas cometió un error y lo perdió todo de la noche a la mañana.

La mujer de Herodes Antipas, Herodías, era hermana de Herodes Agripa I.

Dicho Herodes Agripa I se había pasado parte de su vida dando sablazos por aquí y por allá y esquivando como podía a sus acreedores.

Su hermana Herodías despreciaba profundamente a su hermano Agripa al que consideraba un fracasado.

Un día llega a sus oídos que su denostado hermano, aquel inútil manirroto de Agripa vuelve de Roma a Judea, no sólo libre de deudas, sino convertido en rey de Judea, Idumea y Samaria.
Agripa que se había criado en Roma, había trabado una enorme amistad con Druso, hijo del Emperador Tiberio.

A lo largo de los años sigue cultivando las relaciones con los miembros más influyentes de dinastía Julio-Claudia y, así pues, llegado el año 37 d. C. logra que el mismísimo Emperador Calígula le conceda el gobierno sobre Judea, así como el título de rey.

Herodías enferma de envidia. Ella está casada con un hijo directo de Herodes I el grande; por lo tanto su marido, Herodes Antipas, tenía más derecho a ser nombrado rey, que no Herodes Agripa I, que era nieto de Herodes I el Grande.

Se ha cometido una enorme injusticia a los ojos de Herodías, que está obsesionada con la idea de que su marido merece mucho más que Agripa el título de rey.

Comienza una auténtica campaña de acoso a su marido para convencerlo de que marche a Roma y se presente ante el César y solicite que se le conceda el título de monarca.

A Herodes Antipas le da una enorme pereza tener que desplazarse a Roma y emplear no poco tiempo y dinero para conseguir que el emperador le atienda, todo esto sin garantías de éxito.

Pero su mujer es incombustible y no piensa darse por vencida. Si su hermano, con mucha menos razón, ha conseguido el título de rey, otro tanto ha de obtener su marido, que tiene muchos más motivos para merecer la dignidad de monarca.

Antipas cede ante el implacable hostigamiento de su esposa y ambos parten hacia Roma.
Cuando el recién nombrado monarca de Judea, Herodes Agripa I, se entera de las intenciones de su Hermana Herodías y su cuñado Herodes Antipas decide aguarles la fiesta; Agripa I manda a su vez  a Roma a uno de sus libertos, un tal Fortunato, con regalos para el Emperador, así como con unas cartas cargadas de acusaciones contra su cuñado Herodes Antipas.

En dichas misivas se acusa a Herodes Antipas de conspirar contra el Emperador.
Cuando Calígula, le concede finalmente una audiencia a Herodes Antipas, dichas cartas ya han llegado a manos del César.

El emperador le lee a Antipas la carta de su cuñado en la que se le acusaba a Herodes Antipas de dos delitos:
a) de haber tramado un complot con Sejano en contra del anterior emperador, Tiberio
b) así como estar compinchado en esos momentos con el rey parto Artabano, en contra de Calígula.
En la famosa carta se informaba a Calígula de que Antipas estaba haciendo un sospechoso acopio de armas, suficientes como para armar a un contingente de 60.000 hombres.

Antipas confiesa que, en efecto, estaba acumulando un gran número de armas, pero no con fines de levantarse contra la autoridad de Roma.

Calígula prefiere creer las insidias que contiene la carta y castiga a Herodes Antipas expropiándole la tetrarquía y entregándosela al chivato de su cuñado, que ve aumentado de esta manera el tamaño de su nuevo reino.

Además le ofrece también todos los bienes y riquezas de Antipas.
Por si todo esto no fuera suficiente castigo, envía a Antipas a un destierro perpetuo en Lyon, en la Galia.

Calígula tiene más consideración con Herodías, por tratarse de la hermana de su gran amigo Herodes Antipas. Sus propiedades personales serán respetadas, y será libre de acompañar o no a su marido al exilio.

Herodías determina serle fiel a su marido y le acompaña al exilio.
Sin embargo Calígula interpreta la acción de Herodías como un desplante de Herodías y decide que sus bienes sean también requisados y pasen a manos de su Hermano Herodes Agripa I. 

Corría el año 39 d. C. y a partir de este momento nada más se sabe de la infeliz pareja.
Seguramente Antipas murió en Lugdunum Convenarum, pero se desconoce cuándo.

El historiador Dion Casio, escribió un siglo y medio más tarde en su obra Historia Romana, libro LIX, párrafo 8, hablando de Calígula lo siguiente:  “… liberó a Agripa, nieto de Herodes, que había sido encarcelado por Tiberio, y lo había puesto a cargo del dominio de su abuelo, no solo le arrebato a su hermano (Antipas) , que de hecho era su hijo (de Herodes el Grande), de su herencia paterna, sino que en realidad lo asesinó, y eso sin enviar ninguna información al respecto al senado”.

Si Herodes Antipas terminó sus días violentamente, como nos relata Dion Casio, o de forma natural se desconoce.

7. Otras fuentes
La principales fuentes de información que disponemos sobre Herodes Antipas son:

1. Flavio Josefo, especialmente en sus obras:
a) La guerra de los judíos (Libros I y II)
b) Las Antigüedades de los judíos (Libros XVII y XVIII)

2. El Nuevo Testamento
Mateo 14:1
Mateo 14:3
Mateo 14:5
Mateo 14:6
Mateo 22:16
Marcos 6:14
Marcos 6:17
Lucas 3:1
Lucas 3:19
Lucas 8:3
Lucas 9:7
Lucas 9:9
Lucas 13:31
Lucas 23:7
Hechos 4:27
Hechos 13:1
Apocalipsis 2:13

3. Estrabón, Geografía, Libro XVI (párrafo 765)
mientras que a los otros (hijos de Herodes I) se les asignó una tetrarquía a cada uno”.

4. Dión Casio
a) Historia Romana, LV 27,6: “Herodes de Palestina, que fue acusado por sus hermanos de algún que otro delito y fue desterrado más allá de los Alpes, siendo confiscada una parte de sus dominios para ir a parar al estado”.
b) Historia alígula) „no solo le arrebato a su hermano (Antipas), que de hecho era hijo (de Herodes el Grande), su herencia paterna, sino que en realidad lo asesinó”.


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