1. Griego Antiguo
2. Arameo
3. Siríaco
4. Latín
5. Copto
6. Godo
7. Armenio
8. Georgiano
9. Antiguo etíope
Historia de las
traducciones bíblicas. La Antigüedad (3000 a.C.- 476 d.C.)
Tradicionalmente se conoce en Historia por Antigüedad o Edad
Antigua al periodo de la historia de la Humanidad que iría desde la aparición
de la escritura en las primeras civilizaciones (Mesopotamia, Egipto, China y el
Valle del Indo) hacia finales del IV milenio a.C. hasta la Edad Media, que
comienza en el año 476 d.C., cuando se produce la caída del Imperio romano de
Occidente.
Veamos en esta parte del artículo cómo se tradujo la Biblia
en la Antigüedad a partir sus tres lenguas originales, el hebreo, el arameo que
es una lengua muy similar al hebreo y el griego.
En hebreo y arameo se escribió el conjunto de libros que los
cristianos conocemos como Antiguo Testamento y los judíos como Tanaj.
En griego Koiné se escribió el Nuevo Testamento.
A partir de estas tres lenguas se traduce la Palabra a otros
idiomas de la Antigüedad.
1. Griego Antiguo
A la Biblia en griego antiguo se la conoce como Septuaginta,
también como Biblia Alexandrina o Biblia de los Setenta (Biblia LXX)
Según la tradición, entre los años 280 y 250 a.C. el faraón
egipcio Ptolomeo II ordenó a una comisión de 72 sabios judíos de Jerusalén que
tradujeran los cinco libros de la Torah al griego que se hablaba en las costas
del Mediterráneo después de Alejandro Magno, y que se conoce como koiné.
La traducción pasará a llamarse Septuaginta por los setenta
doctores que en ella trabajaron.
Al parecer la numerosa comunidad judía que vivía fuera de
Israel, es decir en la diáspora, tenía cada vez menos conocimiento del hebreo y
se les hacía necesaria una versión en griego para poder entender las
Escrituras.
Se calcula que, entre los años 100 a.C. - 50 a.C. ya se
hallaban traducidos al griego todos los libros del Antiguo Testamento.
Para entonces la Septuaguinta es la versión empleada por
todas las comunidades judías a lo largo y ancho del mundo antiguo.
Para los cristianos la Septuaginta tiene un valor especial,
y es que la mayoría de las citas que leemos de la Tanaj en el Nuevo Testamento
están sacadas de la Septuaginta.
La Septuaginta fue la principal Biblia de la comunidad
cristiana primitiva, su texto de referencia a la hora de acercarse a la Palabra
de Dios.
Cada vez que escudriñaban las escrituras, como les había
ordenado Cristo, lo hacían en su versión griega, es decir, en la Septuaginta.
2. Arameo
El arameo era la lengua franca que se usaba en el imperio
Persa y se convirtió en la lengua común de los judíos desde el siglo V a.C.,
cuando regresaron del cautiverio de Babilonia a Tierra Santa (538 a. C.).
El arameo va reemplazando poco a poco al hebreo como el
idioma cotidiano del pueblo judío.
El hebreo se mantiene como el idioma de la religión judía.
Hacía el 200 a.C. se realizan traducciones de algunos libros
bíblicos al arameo para la mayoría de la población judía, como por ejemplo el
Levítico y el Libro de Job.
Algunas de estas traducciones al arameo han llegado hasta
nuestros días.
3. Siríaco
El siríaco es un dialecto del arameo.
Se hablaba sobre todo en la ciudad de Edesa (en la actual
ciudad turca de Sanliurfa), donde se hallaba una importante comunidad cristiana
primitiva.
Hacia mediados del siglo II d.C. unos traductores judíos
traducen la Tanaj del hebreo al siríaco.
Al igual que con la Septuaginta, no se produjo una
traducción inmediata de la Biblia hebrea al siríaco, sino que más bien fue una
larguísima labor que se extendió a lo largo de cuatro siglos.
La traducción pudo haber empezado ya en el siglo I d.C. y
completarse en el siglo V d.C., lo cual implica que fue el trabajo de numerosas
generaciones de traductores.
Pudo ser un proyecto comenzado por judíos que poco a poco a
poco fueron relevados en su tarea por cristianos, pues entre los siglos III y V
d.C. se les añade a los libros ya traducidos el Nuevo Testamento casi al
completo
A esta Biblia siríaca se la conoce con el nombre de
Peshitta, que significa “extendido”, o bien “sencillo”, “simple“, “común”,
“corriente” (del siriaco pəšiṭ).
4. Latín
El cristianismo se originó en Judea, en un entorno judío, es
decir de hablantes de arameo, y muy pronto, sobre todo con la extraordinaria
labor de Pablo de Tarso, se empieza a extender por Oriente Medio, Asia Menor
(la Península Anatólica), Grecia, Egipto, donde la lengua más extendida era el
griego.
Cuando la nueva fe pasa a Roma, al resto de la Península
Itálica, a la Galia, Hispania y norte de África, la Septuaginta no sirve de
mucho a las incipientes comunidades cristianas que sólo conocen el latín.
Comienzan pues a surgir aquí y allá numerosas traducciones
de la Septuaginta a la lengua latina.
Las distintas agrupaciones realizaban traducciones de los
diferentes libros al latín como buenamente podían, lo que dio origen a
innumerables traducciones latinas de las Escrituras.
A todo este conjunto de primitivas traducciones al latín se
le conoce como Vetus Latina o Itala.
Para poner un poco de orden y crear una versión unitaria de
las Sagradas Escrituras, el papa Damaso I decide elaborar una Biblia latina que
se convierta en la versión estándar.
Para lograr dicho cometido le encomienda a un monje con
conocimientos del griego, el hebreo y el arameo que se ponga manos a la obra.
Ese monje es Jerónimo de Estridón, el cual trabajará
cotejando textos y traduciendo al latín del año 382 al 420.
Su obra se conocerá como Biblia Vulgata y se convirtió en la
versión definitiva y oficial de la Iglesia Católica.
5. Copto
El copto es la lengua que se hablaba en Egipto antes de que
este país fuera islamizado en el siglo VII d.C. y pasara a hablar árabe. Es una
lengua de la familia afroasiática.
Actualmente es la lengua sacra tanto de la iglesia copta ortodoxa
como de la iglesia copta católica.
Entre los siglos II y III d.C. las diferentes comunidades cristianas distribuidas por todo Egipto comenzaron a traducir partes de las Sagradas Escrituras a las distintas variedades regionales del idioma copto, usando para ello el alfabeto griego y 6 letras de la escritura llamada demótica.
6. Godo
Entre los años 350
d.C. y 380 d.C., en Nicópolis del Istro, una localidad de la antigua provincia
romana de Tracia (actual norte de Bulgaria), un obispo godo que se hallaba
evangelizando a su pueblo comenzó a traducir la Septuaginta a la lengua goda.
Para ello tuvo que
inventarse una escritura especial. Partiendo del alfabeto griego añadió algunos
caracteres tomados de las runas germánicas para que su nuevo abecedario se
ajustara a las características de esta lengua germánica.
Este misionero y
traductor godo se llamaba Ulfilas (también conocido como Wulfila o Wulfilas) y,
por eso, a su Biblia gótica se la conoce como Biblia de Ulfilas o Biblia de
Wulfila.
Gran parte del Nuevo
Testamento de esta magnífica Biblia ha podido llegar hasta nuestros días.
7. Armenio
En el año 301 d.C., el cristianismo se convierte en la
religión oficial de Armenia.
Hacia el año 395 d.C. un monje armenio de nombre Mesrob
Mashtots comienza a evangelizar a sus paisanos armenios.
Para ello, en el año 410 d.C. Mesrob Mashtots y su compañero
Sahak el Parto, que era el patriarca de la Iglesia de Armenia, se ponen a
traducir la Biblia a la lengua armenia.
Tras 25 años de trabajo, o sea en 435 d.C., consiguen acabar
la traducción.
8. Georgiano
Medio siglo después de la traducción de la Biblia armenia
aparecen las Sagradas Escrituras en lengua georgiana. A día de hoy se desconoce
quién pudo ser su autor.
9. Antiguo etíope
Etiopía es
evangelizada en el siglo IV d.C.
Un siglo más tarde
comienzan las tareas de traducción de las Sagradas escrituras desde el griego
al antiguo idioma etíope (también conocido como Geʽez), para lo cual se hizo
necesario crear una escritura específica.
Estas labores de
traducción al etíope o Ge’ez se extienden a lo largo de dos siglos, concluyendo
en el siglo VII d.C.
En el siguiente
artículo hablaremos de las traducciones bíblicas que se producen durante la
Edad Media.
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